En algún lugar lejos del purgatorio se hallaban dos mujeres inquietas debido a la ausencia de una distinguida chica de cabellos color violeta. La mayor, Clío, estaba preocupada principalmente por los asuntos internos del reino ya que alguien debía hacerse cargo mientras la princesa no estaba.

Clío no tenía ni la más remota idea sobre cómo gobernar al pueblo y mucho menos tenía una pizca de conocimiento sobre política o temas de la realeza. Ella siempre había sido más que un simple adorno, un capricho del padre de la princesa y un problema que Amatista se había acarreado al ser media hermana de Jael, quien era pelirroja al igual que el rey. Debido a esto debía cuidarlas a ambas aunque no se llevaran bien, pues de algún modo se había encariñado con ellas y no quería dejarlas desamparadas.

En aquel tiempo, Clío era una criada más en aquel lugar lleno de lujos y corrupción. Ella por mucho tiempo había sido la amante del rey, a quien servía personalmente y con el cual tuvo una hija casi al mismo tiempo del nacimiento de Amatista. Los quisquillosos sirvientes siempre hablaban sobre eso hasta que un día llegó a oídos de la reina, quien al enterarse decidió suicidarse saltando de la torre más alta del castillo. Cuando eso pasó, Amatista era pequeña y la noticia de su madre muerta le dolió demasiado.

Clío, su nueva madrastra no la quería ni un poco y a escondidas del rey, trató de asesinarla al ordenarle a un grupo de caballeros sacros que la mataran. Estos al intentar hacerlo se vieron envueltos en una serie de extraños sucesos que los tomó por sorpresa. Se rumoreaba que estos nunca pudieron tocarle ni un pelo a la pequeña, que sus ataques eran inútiles ante ella, pues los erraban de manera absurda y las armas ni siquiera perforaban su piel, incluso algunos habían olvidado qué era lo que realmente debían hacer con ella y debido a la confusión que aquello les generó no tuvieron más opción que dejarla ir.
Amatista nunca le dijo a su padre de aquel atentado contra su vida y mucho menos de la experiencia extraña que había vivido ese día.

Así que luego de unos meses de que esto sucediera, el rey anunció su nuevo compromiso. Nadie podía creer que la mujer con la que este se casaría resultaría ser la misma simple criada con la que le había sido infiel a su hermosa esposa la reina.

Poco le duró el gusto a Clío, pues días antes de que la ceremonia de bodas se llevara a cabo, un grupo de poderosos demonios atacaron Galia. Ese día fue el peor para ella, pues nunca se imaginaría que perdería la oportunidad de convertirse en reina y de heredar todas las riquezas de ese lugar.

Los Diez Mandamientos al llegar a Galia, hicieron un terrible caos, destruyendo todo a su paso, dándole muerte a muchas personas y entre ellos al padre de Amatista, quien dio su vida por defender a su reino.

Por su parte, la princesa también hizo lo mismo y dio todo de sí para masacrar a centenares de demonios sin tanto esfuerzo. Los mandamientos al verse acorralados por su poder decidieron marcharse enseguida, de todos modos ya habían cumplido con destruir el reino, la vida de esa niña salía sobrando. Le habían restado importancia, un error que les costaría después...

Amatista, sin decírselo a nadie había trabajado muy duro para intentar comprender su condición, así que entrenó sola por mucho tiempo ocultando su verdadera naturaleza, pues ella había nacido con un poder extraordinario y poco común: ella extrañamente salía ilesa de todo aquello que pudiera matarla. ¿Cuándo ocurría esto? Sencillo, solo cuando su vida estuviese en riesgo, su poder se activaba cambiando así el curso de las cosas, dejando todo a su favor para salir victoriosa. Como ese día en que Cusack intentó asesinarla, su poder automáticamente cambió la situación como si fuese una sucia trampa en un juego de azar, por tal motivo el peli rosa optó por tener sexo con ella en lugar de masacrarla.

Amatista siempre salía intacta por más peligroso que fuera la situación, por esa razón amaba jugar sucio y exponerse a todos los riesgos habidos y por haber. Por ello es que no le temía a nada.

—Debemos encontrar a esa muchacha cuanto antes —espetó la mujer impaciente mirando a través de la ventana de una amplia sala iluminada.

—Madre, conozco a alguien que podría ayudarnos —dijo Jael de repente.

—Si te refieres a ese excéntrico hombre de bigote raro con el que has salido estas semanas, entonces hazlo venir cuanto antes. Nos sería de mucha ayuda —la expresión de su rostro cambió a una más tranquila en cuanto su hija hubo dicho eso.

—Eso haré, madre —respondió la pelirroja quien parecía estar embelesada recordándolo.

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¡Hola a todo mundo! ¡Feliz año! Espero que se la hayan pasado bonito con sus seres queridos💛

Yo ayer comí demasiado xd justo ahora estoy que me lleva la tostada XD pronto les traeré el próximo capítulo, así que sean pacientes ;3

¡Hasta luego!✨

An Airad