Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 6 Una niña

— Frank — lo llame.

— Te dije seis en punto — comenzó él.

Dentro de la camioneta todo daba vueltas — ¡Frank...

— Si vas a vivir bajo mi techo y usar mi camioneta...

— ¡Para!

— No. Vas a escucharme y...

— ¡Porfavor! — grite con más fuerza que antes abriendo la puerta. Frank apretó el freno con potencia y empujada por la inercia choque contra el tablero.

Atontada baje de la camioneta aun en un ligero movimiento y cuando mis pies apenas tocaron la polvorienta y apedreada carretera, me hinqué para vomitar.

Tras de mi Frank estacionó la camioneta a un lado. Mientras yo dejaba caer varias atenuantes arcadas y vomito sobre la arenilla y seco pasto, solo dejando mi cuerpo aún más débil.

— Estoy bien — gritó sintiendo la mirada de Frank tras mi nuca, pero volví a vomitar.

— Eso es suéltalo todo — me alentó a propósito, pero entonces un llanto ahogado retumbo en el lugar escapando de mi y hubiera deseado que Frank no estuviera tan cerca para oírlo — ¿Te encuentras mejor? — preguntó acercándose.

— Si... Quédate ahí... — pedí a voz quebrada y medio me aleje de él temblando.

— Tranquila ¿Si?. Ingeriste gasolina no jugo de naranja — explicó.

— Carajo en verdad no lo sabía — escupí con sarcasmo secando mis lágrimas con fuerza. Luego solo patee la arena cubriendo el vomito mientras me hacia a un lado de Frank para llegar a la camioneta y tomar de la botella de agua que había dejado en la guantera.

— Mike... — me llamo.

— Estoy bien — comente volviéndome a subir a la camioneta — ¿Podemos irnos ya? — pregunte a punto de cerrar la puerta.

— No, y no lo estas — recriminó  sujetando la puerta y evitando que esta se cerrará.

— Si lo estoy — gruñi empujando la puerta hacia mi lado.

— No — sentenció — Y no vas a estarlo hasta que lo aceptes — término.

— ¿Aceptar? Creo que ya e aceptado suficiente. ¿No te parece? — comente furiosa dejando la puerta.

— Estás mal — sentenció finalmente negando con la cabeza como si estuviera decepcionado.

— Ya lo se — refute — Pero... ¡Mira quién habla de aceptar! — le recrimine y los ojos del hombre se posaron en mi de una forma rápida y fuerte.

— Ya hablamos de eso Mike — se quejó — Lo de tu padre...

— Fue un asesinato — termine.

Frank se puso aun más serio y está vez el cerro la puerta detrás de mi, pero yo no estaría dispuesta a dejar el tema ahí.

— Acéptalo — grite abriendo la puerta y bajando de la camioneta para ir tras él a enfrentarlo, pero el volteó de golpe y yo me detuve en seco — Irónico — escupi.

— ¿Qué quieres niña? — me preguntó con firmeza y alzando sus hombros en una postura que lo hacía ver aún mucho más alto, intimidante y mayor.

— Quiero venganza — dije con demasiada firmeza — Enséñame — pedí de pronto.

— ¿Qué? — preguntó haciéndose el desentendido.

— Sabe lo que quiero.

— Está todo en el internet — se burló.

— No me gusta leer — mentí — ¡Quiero trabajar con usted! ¡Quiero que me enseñe! Por favor. Enséñame — pedí casi avanzando hacia el, pero me contuve.

— ¿Qué, qué crees que puedo enseñarte? — exigio.

— Se a que se dedica. Se porque eras amigo de papa. Te recuerdo...

— Y es algo que aunque quisiera enseñarte, tu no puedes — respondió olvidando adrede lo último.

— Y ahora me subestimas — lo interrumpió rodando los ojos — ¿Porque?. No me conoces Frank — explicó — No sabes nada de mi...

Frank me miró tan indiscretamente que no advertí cuando él pasó a estar a solo unos centímetros de distancia de mi dejándome acorralada entre la camioneta y él.

— Michel Hanks. 16 años, naciste el 29 de Marzo; prematura y de sexo femenino por lo que papá tuvo que llamarte Michelle y no Mike como lo hubiera preferido. Tu verdadera pasión es el dibujo, la literatura y el judo donde siempre tenias diez de promedio, pero papá te lo prohibió y dejaste de practicarlo después de la muerte de tu madre, porque te expulsaron de dos escuelas por peleas. Mal manejo de la ira supongo — dijo con un móvil burlón — Entonces papa prefirió que te educaras en casa, pero no dio resultado, sobre todo porque descubriste su amorío con la mucama — agrego con una mueca de desagrado — Tienes cuatro puntos en la muñeca derecha — torpemente la intente esconder, pero entonces él apuntó un segundo lugar que ni siquiera papá sabía — Dos aquí en la clavícula izquierda y un brazo dislocado por bullying y acoso por parte de compañeras alentadas por Jackson por que sospecho que aún no perdona que no lo dejaste llegar a tercera base cuando salían en secundaria — explicó mientras intentaba apartarle la mirada atemorizada, pero él se me lo impidió — Querías reivindicarte estudiando derecho y Papá estaba muy orgulloso por que al fin lo ayudarías a controlar el negocio familiar y por primera vez en toda tu vida dudabas en tomar la decisión de acabar con ella admirando un futuro junto a él. ¿Algo más? — pregunto.

El rostro estaba ardiendo cargado de una extraña mezcla entre vergüenza y miedo.

— ¿Creo que olvidaste mi tipo de sangre? — me burlé con él poco coraje que quedaba en mi — Ah y también una linda serie de secuestros extorsionadores que fueron fantásticos... — agregue con sarcasmo apartándome de él y queriendo abrir la puerta de la camioneta, pero su mano sobre mi aún me lo impedía — Pero parece que nadie recuerda eso. ¿En verdad creíste que no te recordaba? — pregunte rendida con una estridente voz a punto de romperse.

— Mike — me llamó, pero yo ya no lo escuchaba — Esto no es para ti niña... tu aun puedes rehacer tu vida... Esta es tu oportunidad para un nuevo comienzo — me alentó.

Yo negué con la cabeza volteando, pero sin mirarlo sino a un punto fijo en la nada sobre el rosado atardecer del cielo.

— Antes siempre que papá o yo hacía algo malo la conciencia no paraba hasta hacérmelo saber, pero un día... — hice una corta pausa — Un día simplemente ya no sentí nada — murmure — Para defenderme y sobrevivir a todo... abrir una puerta que se cerró tras de mí y dentro de ella ya no me podían doler los límites que sobrepase — explique volviendo mi mirada a él — Ya no siento nada — confesé mientras una extraña angustia y el persistente desequilibrio me hacía vibrar y perder en un inmenso mar de pensamientos masoquistas.

— Aun tienes salida... — murmuró bajo sin mucha seguridad, pero queriéndolo.

— Yo no la veo — dije con firmeza.

— Yo si. Aún veo frente a mí a una niña demasiado asustada y sola, pero se bien que ella aún puede seguir adelante. Ella tiene otro camino que no es la venganza... — me dijo y por un instante regresé a años atrás a esa niña asustada abrazada a Frank. Entonces sonreí de forma apagada.

— ¡Oh Frank!. Tu vista es pésima, creo que te has puesto mayor — me burle intentando acariciar su cabello de forma provocadora, pero él se apartó dando un paso hacia atrás y entonces solo lanze una risa demasiado falsa — ¿Cómo puedes ver a una niña?. Si el no me dejó serlo — confesé y aprovechando la bomba que le acababa de lanzar ingrese a la camioneta — Vamos a casa — alenté — Mañana lo intentaré de nuevo — le asegure.

Y Frank con mis palabras en mente se subió para manejar de regreso a casa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro