- Dubu...- La señorita hablo y comenzó a acercarse lentamente a ellas, pero no apartaba la vista de su mami. - ...vine en cuando pude, espero que no te moleste que Jeongyeon me haya avisad-

Dahyun soltó la mano de su pequeña e interrumpió las palabras de la señorita con un abrazo que rápidamente fue correspondido.
Mantuvieron el contacto hasta que Arin hablo.
- Mami - ambas se separaron al escuchar el llamado de la más pequeña.

- Sunshine, Dios qué clase de madre soy -Dahyun se dio un golpecito en la frente y regreso con su hija, poniéndose tras ella la tomo de sus pequeños hombros y dirigiéndose a la señorita dijo:
- Cariño, saluda -

Arin casi nunca era tímida con las personas mayores, pero había algo en la señorita frente a ella que la hacía sentirse así.
- Hola... Me llamo Kim Adin... - bajo la mirada y apretó un poco más fuerte a "verde", quien siempre la acompañaba de regreso a casa cuando mami iba por ella.
- ...Mucho gusto - antes de que Arin pudiera ocultarse detrás de su mami la señorita se puso en cuclillas y continuo con el saludo.

- Así que tú eres Arin, yo me llamo Sana, es un gusto conocer a una señorita tan amable y bonita - Sana extendió la mano y Arin miro a su mami quien la alentaba a saludar a la nueva conocida de esa forma.
Después de un ligero movimiento de la diminuta mano de Sunshine y la señorita Sana, esta centro su atención en el peluche de dinosaurio - ¿Y quién es este muchacho eh? - con una alegre sonrisa pregunto señalando al esponjoso amigo de Arin.

- El se llama Vede y es un ticedatops - de inmediato Arin recupero la confianza, y pareció que la señorita Sana agradeció eso.
- Pues es un gusto conocerte "Verde el triceratops"- sostuvo la patita del muñeco y Arin dejo salir una risita algo apenada.
- ¿Te gustan mucho los dinosaurios, no es así pequeña? -

De manera efusiva Arin asinto con la cabeza y Sana río al notar que la niña más animada que hace unos momentos.
- Tengo más en casa ¿Mami podemos entlad a vedlos? -

Dahyun miro a su hija y noto algo muy peculiar en su rostro, era la primera ves después de la muerte de su padre que la veía realmente emocionada, gracias a un pequeño gesto de Sana.

- Si Sunshine - Arin dio saltitos de felicidad.
- Sana, vamos adentro -

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