Después de compartir ese momento de retrospectiva tan revelador junto con Sana, Dahyun saco en brazos a Sunshine del interior de la camioneta y se despidió de la japonesa, quien antes de marcharse le prometió que todo estaría bien, reafirmó el pacto de llevar las cosas de manera lenta y dejando un beso en la cabeza de Arin y uno en la frente de Dahyun, partió en camino a su hotel.

Cerrando la puerta tras ella, Dahyun llevo a su pequeña hija a su habitación, le puso la pijama y la dejo dormir plácidamente, cabe destacar que todo esto lo hizo con una sonrisa tonta en el rostro y la constante repetición del beso que tanto añoro.
Ya en su habitación, completamente sola se tiró en la cama como adolescente enamorada y rememorando lo ocurrido, todo lo que dijeron, todo lo que sintieron, todo lo que volvieron a despertar en solo un instante, también llegó a su mente que fue ella quien beso a Sana primero a pesar de que la misma pidió besarla a ella.

Liberando un suspiro, tocó con las yemas de sus dedos sus labios, podría jurar que aún sentía los belfos de Sana sobre los suyos.
Las imágenes de su primer beso en la universidad aterrizaron en su memoria y el revoloteo en su corazón seguido del ardor en sus mejillas no se hicieron esperar.

Sana por su parte, estaba exhausta, en cuanto llego a su amplia habitación de hotel se lanzó sobre la cama y mirando al techo pensó en lo que acababa de pasar.
Finalmente, después de tanto tiempo, tanto dolor y tanta espera había vuelto a besar a la mujer que más amaba, a la única que ha amado de tal manera.

Busco su celular y sin pensarlo mucho busco en sus contactos un número conocido.
— Minatosaki, que bueno que llamas, los proveedores de Taiwan me pidieron que— Su amiga Momo no pudo continuar cuando la voz de Sana la interrumpió.

— Momoring, mi Dubu me besó —

Un grito de victoria resonó al otro extremo de la línea.

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— Sunshine, hija ya es hora de despertar, abre tus ojitos cariño— Dahyun movió un poco el hombro de la pequeña niña que abrazaba dormida a su dinosaurio color pasto. Ahora se encontraba sentada en su cama intentando no volver a caer en brazos de morfeo.

Por alguna razón la actitud de si mami era muy alegre a pesar de ser más temprano que de costumbre, Arin aún quería seguir durmiendo, quería seguir cómoda en su cama soñando.
Cómo ese peculiar sueño que tuvo donde su mami y la señorita Sana se daban un besito...

¿Fue un sueño? ¡No! No lo fue, ella lo vio con sus propios y adormilados ojitos.

Cuando tuvo la intención de pregúntale a su mami, esta ya la estaba cargando en dirección al baño. Su rutina fue prácticamente la misma, después de tener el uniforme del preescolar puesto, el estómago lleno de rico cereal con pequeños malvaviscos de colores y los dientes perfectamente bien cepillados, ella y su mami partieron en dirección a la escuela.

Cuando llegaron, la señorita Jihyo las recibió con una sonrisa común en ella, Dahyun aprovechó para contarle a la profesora de su hija que a partir de hoy volvería al trabajo y que posiblemente hoy pasaría por ella una "Amiga de a familia" llamada Sana Minatosaki.
"Seguro es la tal señorita Sana", pensó la profesora recordando la conversación que Arin había tenido con sus amiguitas la semana pasada.

Después de despedirse de su mami, Sunshine entro al salón de clases el cual estaba vacío, solo unos segundos después entro su profesora y acariciando un poco su cabeza le pregunto — ¿Como te encuentras hoy Arin?—

— Tengo sueño pofesoda— la respuesta del a pequeña causo ternura en la mayor. — Podrás dormir un poco a la hora de la siesta, pero ahora me gustaría que me contarás quien es la persona que tu mami mencionó que vendría hoy por ti— Jihyo era una maestra comprometida con la seguridad de sus pequeños, así que tenía que cerciorarse que Arin supiera quien era esa mujer.

Arin sonrió, le gustaba hablar de la señorita Sana porque al recordar lo alegre que es se contagia de esa energía tan vibrante. — ¡La señodita Sana! Ella es la amiga de mami y mis tías desde la univesidad, es de Japón y vende cosas que viajan en gandes badcos hasta llegad al oto lado del mundo, le gustan los dinosaudios como a mi y ayed fuimos a cenad—

Hablo tan rápido que su maestra apenas comprendió lo que dijo — Vaya, creo que te cae muy bien—

— Si poque desde que llegó mami está feliz y ya no lloda cuando todos se van— dijo la niña con una sonrisa en el rostro, cosa que generó en su profesora un nudo en la garganta.
— Cuando papi se fue mami y yo estábamos muy tistes, a veces escuchaba a mami llodad en su habitación— lo recordó por un momento y se sintió un poco decaída, pero en cuanto recordó lo que mejoro las cosas volvió a sonreír — Pelo desde que la amiga de Mami comenzó a visitadnos ella ya no lloda más—

Jihyo estaba sin palabras, la transparencia con la que los niños decían cosas tan serias a su forma de ver el mundo era brutal. Esta niña había perdido a su padre, su madre había caído en depresión que se reflejaba en ella y su estado de ánimo, y en una semana alguien llega y les devuelve la alegría. Era tan simple y tan complejo que la abrumaba.

— ¿Extrañas a tu papi hermosa?— la repuesta era más que obvia, pero los niños necesitan externar lo que sienten en palabras, Arin asintió con una sonrisa aún en el rostro — Mami dice que papi siempre va a estad conmigo aquí— señaló su corazón— Y que no debo estad tiste poque el no quiede vedme tiste—
La pequeña Arin era una niña muy madura para su edad.

Quiso seguir hablando con su alumna, pero más pequeños comenzaron a llegar al salón de clases.

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La clase había llegado a su receso y algo que no abandonó la cabeza de Arin fue lo que había visto la noche anterior.
¿Porque su mami le daba un beso a la señorita Sana? ¿Las amigas pueden darse un beso? Arin conoce a las demás amigas de su mami pero nunca había visto que ellas también le dieran un beso. Al no saber a quien más preguntarle, decidió cuestionar a las personas más sabias que conocía: Uchae, Sohee y Lu, sus mejores mejores amigas.

Las tres eran más grandes que ella, y aunque solo fueran mayores por unos meses estaba segura que al ser mayores por supuesto que sabrían la respuesta todas sus dudas.
— ¿Las amigas se puelen dad besitos aquí?— pregunto a las tres señalando sus labios.
Uchae, la más chica después de Arin la miró con duda — No lo se, nosotras somos amigas y no lo hacemos—
Lu se acercó más junto a Arin — Mi hermana Saebom tiene novia y una vez las vi dándose un besito, ella me dijo que no le dijera a mamá y papá pero ahora ellos lo saben, se enojaron un poco y aún no se porque pero ahora ya no están enojados—

— ¿Porque lo preguntas Arin?— Sohee, la mayor de las tres tenía curiosidad por la pregunta de su maknae. Arin les pidió a sus amigas que se acercan, lo que iba a contar era súper secreto — Anoche mi mami le dio un beso a la señodita Sana— todas las niñas hicieron una expresión de sorpresa, hasta Uchae se cubrió la boca con fingido shock.

Arin les contó todo lo que recordaba, incluso el hecho de que su mami esta mañana tenía una sonrisa de oreja a oreja.
— ¿Entonces las amigas si pueden dadse besitos?— regreso a la pregunta inicial.
Lu pareció pensarlo— Pues dijiste que son amigas desde la universidad, eso es muuuucho tiempo—

— Quizás lo hicieron porque se quieren mucho— Uchae compartió su teoría — Mis papis se dan besos porque se quieren mucho—

— Mis papas están divorciados— dijo Sohee.
— Mi papi casi no le daba besitos a mi mami, pelo ellos se quedian mucho— Arin reflexionó, enconces una interesante idea llegó a su mente.
— ¿Si la señodita Sana quiede mucho a mi mami ella puede ser como mi nuevo papi?—

— Solo si tu mami también la quiere mucho, así tendrías un papi en el cielo y otro papi aquí... Bueno, sería otra mami—

¡Eso a Arin le parecía genial! Si su mami estaba feliz ella también lo estaría, y más si era con alguien tan bonita y alegre como la señorita Sana.

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La hora de salida llegó y Sunshine estaba emocionada por ver a la señorita Sana y presentársela a sus amigas.
Por la puerta entraban los padres de sus compañeros quienes salían en orden, pero en cuanto una bella rubia entro buscando con la miraba a la pequeña Kim, sus amigas comprobaron que la señorita Sana era justo como Arin la describió.

— ¡Es ella!— todas corrieron hacia la rubia, Arin abrazo sus piernas y la saludo con mucho cariño. — Señodita Sana, ellas son Lu, Uchae y Sohee y son mis mejodes mejodes amigas—

Sana se puso de cuclillas a la altura de las niñas — Hola nenas, es un placer conocer a las hermosas amigas de Sunshine— las tres niñas estaban boquiabiertas, la señorita Sana realmente brillaba.

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Cuando se despidieron de las niñas y de la profesora Jihyo, Sunshine y Sana caminaron tomabas de la mano en dirección a la camioneta de la mayor que estaba aparcada a unas cuantas calles — Oye pequeña, cuando lleguemos al auto te tengo una sorpresa—

Sin duda Arin ama las sorpresas. Esperaba que fuera un dinosaurio, y si lo fue, era si querido amigo "verde" quien era sostenido por si mami — Señodita Sana ¡Ahí está mami!—
Soltando su mano corrió hasta los brazos de su madre para que la cargara — Hola mi niña hermosa— Dahyun acomodo a su hija y depósito un beso enorme y sonoro en se mejilla. La niña río por las cosquillas que le causó.

Solo que ninguna de las mayores esperaba lo que Arin dijo justo después.

— ¡Ahoda dale uno a la señodita Sana como el besito que le diste anoche mami!—

Uh-oh, Sana y Dahyun estaban en problemas.

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En ese momento, las Saida sintieron el verdadero terror

Saida:

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Hoy no hay preguntas, los quiero dejar picados owo

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