Sorpresa
Kazuto se sentó sobre la cama bostezando en silencio, se estrujó los ojos para luego abrirlos encontrando a Asuna su secretaria durmiendo plácidamente a su lado, el tomo su teléfono celular y le tomó una fotografía sin flash formando una sonrisa ladina sobre su rostro susurrando - será para el recuerdo, espero no te molestes - cubrió su cuerpo desnudo completamente con la sabana para luego ponerse en pie, se dirigió hacia la ventana que se encontraba a unos pasos de su cama aun sin prenda sobre su anatomía para observar como la ciudad comenzaba a despertar.
*****POV ASUNA*****
Sentí un delicioso olor penetrar en mis fosas nasales di una media vuelta en la cama y abrí los ojos con mucha dificultad – aaa – bostezo me encontraba muy cansada bostecé y me senté sobre la cama, entonces todos los recuerdos vinieron a mi mente – vaya noche – digo sonriendo, miré al lado de la cama esperando encontrar el rostro durmiendo de mi jefe, pero no fue así – Kazu... - susurré al percatarme que me encontraba sola en la habitación, estaba al borde de la cama y encontré la camisa de mi jefe tirada en el piso me levanté con pereza para colocarme esa prenda. Busqué mi celular sobre la mesita de noche y no lo encontré - que extraño yo recordaba haberlo dejado aquí anoche – dije confundida, Fui al baño a realizar mis necesidades biológicas y al salir me dirigí hacia la cocina, mi estómago había comenzado a gruñir por tal delicioso olor, ahora que lo pienso no he comido nada desde el almuerzo, al llegar al comedor lo vi, lo vi a él con un pantalón de pijama, fue muy extraño verlo vestido de manera tan informal, aunque no negaré lo sexy que se ve así, tiene un abdomen ligeramente marcado, él estaba terminando de colocar el desayuno sobre la mesa cuando se percató de mi presencia a lo cual yo me límite a saludarlo, me invitó a sentarme y nos pusimos a charlar mientras disfrutábamos los alimentos, aproveché también para disculparme por haberme quedado dormida, sin embargo él dijo que me tranquilizara que no pasaba nada.
- ¿Usted hizo esto señor? - le pregunté dando un último bocado a mi plato
- Lastimosamente yo no soy bueno para la cocina - levantó las dos cejas - lo mande a pedir - me dijo sonriendo mirándome a lo cual yo simplemente respondí con una sonrisa.
Este fue un desayuno rápido, algo a lo que estamos acostumbrados, le dije que tenía que irme ya puesto que mi casa queda un poco lejos y se me estaba haciendo tarde
- Quédate – se puso en pie - no te preocupes por la ropa –se acercó a mi asiento – en su última visita mi hermana dejó olvidadas unas prendas – me invito a pararme y ambos fuimos a una habitación que quedaba al lado de su recamara, me ensaye una camisa me quedó perfecta. Me estaba viendo al espejo como me veía con ella cuando mi jefe me tomó por la cintura y me besó el cuello - Vamos a la ducha - susurró a mi oído derecho mordiendo levemente mi lóbulo.
Yo negué con la cabeza diciéndole - se nos hará tarde – pero él insistió de tal forma que termine aceptando...
Ambos desnudos bajo la ducha sentíamos como el agua tibia en forma de pequeñas gotas caía sobre nuestros cuerpos, yo le di la espalda para mojarme la cabeza y entonces él me abrazó fuertemente por la espalda. Comenzó a besarme debajo de la oreja descendiendo por mi cuello, sus manos comenzaron a masajear mis senos - señor... – susurré intentando no demostrar nada, pero mi respiración cada vez que sus manos tocaban por completo mi cuerpo se iba volviendo más errática, inevitablemente solté un par de susurros y sentí que sonrío sobre mi espalda, me empujó levemente sobre la pared coloque mis manos sobre los azulejos apoyándome y sentí como elevó mi cadera, cerré la llave - no hay que desperdiciar el agua - le dije con la voz entrecortada para que el posteriormente me penetrase en una sola embestida, no pude evitar soltar un pequeño grito debido a lo repentino del contacto y agradecí en mi interior de que este lugar fuera cerrado - qué vergüenza había pasado si me hubieran escuchando - pensé antes de que comience ese frenesí que me encantaba.
Me embestía con rapidez y dureza, sentía como su virilidad se hacía pasó en mi interior, sus palmas masajeaban mis glúteos, comencé a sentir debilidad en mis piernas debido a la excitación tremenda, él lo notó, sacó su miembro bajando mis caderas, me dio la vuelta, me miró fijamente muy excitado, yo con mis labios entre abiertos no pude más que observar deseosa su boca y lo besé necesitada, había estado buscando sus besos ya que el día de hoy no me había dado uno, profundice lo más que pude mi lengua en su boca – ah – nuestras lenguas danzaban a la par y yo disfrutaba de ello, él me tomó de los glúteos y me alzó con firmeza y enredé mis piernas sobre su cadera, mi espalda chocó contra la fría esquina de la ducha y comenzó a penetrarme otra vez, yo esta vez me sostuve de su cuello y sentía su respiración cambiar. En esta ocasión podía sentir mucho más de lo usual al estar en esta posición debido a que estaba un poco sensible por lo que me sucedió hace un par de horas atrás, cada vez sus penetraciones eran más rápido y podía sentir como su miembro se estremecía en mi interior, sabía que iba a llegar el momento de que eyacule - rayos esta vez no usamos preservativos - pensé deteniéndome un momento y como si él entendiese lo que pasaba por mi mente me dijo - tranquila todo está resuelto - confíe en él y proseguimos con este excitante contacto que era tan profundo, me estaba perdiendo en esta deliciosa sensación que se hacía mucho más placentera y sentía como nuestros cuerpos rebotaban gracias al impacto que sufrían y entonces incremento aún más si era posible la velocidad de sus embestidas y sacó su gran viril miembro de mí interior y eyaculó contra a la pared. Yo aún me sostenía de su cuerpo, estaba tan debilitada que simplemente lo abracé esperando que termine de liberar lo que tenía en su interior, luego de haber acabado él me miró con ojos de satisfacción sonriéndome de lado, ante su tenue mirada yo no pude más el ruborizarme y él me bajo con cuidado, no sabía qué decirle por lo que proseguimos a lo que vinimos, a ducharnos. Al salir del baño nos dimos cuenta que estábamos a tiempo, me dirigí hacia su tocador para arreglarme y por suerte traje mi maquillaje, me arreglé un poco más de lo que suelo normalmente, peine mi aún húmedo cabello y me hice dos trenzas a los lados quedándome muy bien, aunque total ya no importaba. Él entró a la habitación por la puerta encontrándose ya vestido y me miró de los pies a la cabeza apoyándose en el umbral.
- ¿Lista? - me preguntó a lo cual asentí con la cabeza
Al salir de su departamento él me entregó mi celular lo había puesto a cargar, le agradecí y nos dirigimos hacia nuestro trabajo, el camino hasta allí fue muy tranquilo, yo me apoyé en la ventana observando el paisaje citadino y llegamos a nuestro edificio, bajamos hacia el estacionamiento.
- Gracias por traerme – le dije tomando mi bolso entre mis manos
- No hay porqué señorita Yuuki – me respondió apagando el motor – era lo mínimo que podía hacer luego de la tremenda noche que me regalaste – giró su rostro para verme, al escuchar tales palabras sentí un pequeño ardor sobre mis mejillas – será una noche que atesorare – se acercó peligrosamente a mí tocando mi muslo, sentí su respiración sobre mis labios los cuales entreabrí inconscientemente esperando un beso que nunca llegó – me gustaría volver a repetirlo – al decir esas palabras me quitó el cinturón de seguridad.
Yo bajé un poco decepcionada de su auto desde el asiento del copiloto y los dos nos disponíamos a caminar para llegar hacia el elevador cuando escuché:
- Señor Kirigaya, señorita Yuuki es extraño encontrarlos llegar juntos – escuché el eco formarse con sus palabras mi cuerpo se paralizó junto con mi respiración, ¡rayos! volteé intentando parecer calmada y me encontré con los ojos acusadores de la señorita Asada, ésta se acercó caminando a paso lento hacia nosotros moviendo sus caderas de manera seductora.
- Buenos días señorita Asada no sabía que teníamos agendada una cita tan temprano – respondió mi jefe y vi como relajó su postura lo cual me tranquilizó, seguramente ya tenía algún plan en mente.
- No sabía que ustedes dos tenían una relación - dijo deteniéndose a unos 10 pasos de nosotros - creo que está demás aclarar que está prohibido mantener una relación más allá de la laboral y yo sé que usted también lo sabe - ella tomó una postura más firme - Creo que los pillé - me miró de los pies a la cabeza con cierto desprecio
- Señorita no... - dije, pero mi jefe me miró dándome a entender de que no diga nada más, no sé qué es lo que tenga en mente, pero haré lo que me diga.
- Es cierto nos pilló - dijo levantando los hombros relajados.
¡Pero qué rayos! ¿Por qué dice eso? Intento no demostrar mi molestia mientras lo miró se reojo.
- Lastimosamente nos ha arruinado la sorpresa para la señorita Yuuki - hizo una mueca de tristeza - lo habíamos planeado esto por un buen tiempo - dijo, pero ¿De qué sorpresa habla? no entiendo
- ¿Cómo? - preguntó la señorita Asada sin entenderle.
- Sorpresa señorita Yuuki - habló fuerte me miró con cara de ser descubierto lo miré sin entender a qué se refería - le habíamos planeado una sorpresa por tu cumpleaños junto con mis colegas y tus sus compañeros por tu ardua entrega hacia la compañía - me quedé petrificada, había olvidado por completo que hoy era mi cumpleaños sin querer se formó una sonrisa en mi rostro bajé la mirada muy avergonzada.
- Señor no era necesario - no pude mirarlo a la cara seguramente mi cara estaba sonrojada
- Claro que lo era, fui a recoger a la señorita Yuuki a su casa para que mis compañeros hubiesen tenido el tiempo suficiente de poder armar la sorpresa que nos espera en nuestro piso - relajo los hombros y le dijo - si quiere puede unirse a la fiesta señorita Asada, es bienvenida
Al ver la cara de la señorita Asada estupefacta casi suelto una carcajada enorme, me alegré en mi interior, sin duda mi jefe tenía todo pensado de antemano.
Listo un nuevo capitulo, dedicado a mi querida @sumi, un capitulo que venia pidiendo, espero que te haya gustado.
Los quiere
Miss Lemons
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