Revelaciones
— Seré directo señor Kirigaya — lo miré serio — ¿Ya sabe usted que en la empresa están robando? — Crucé las piernas — una empresa con la que quiero firmar un contrato muy importante, me ha dicho que tu secretaria es la hija de señor Yuuki — uno mis manos — quiero saber porque la contrataste, aun cuando su padre se vio implicado en ese multimillonario fraude — observé la cara neutral de mi padre — ¿o también la empresa está involucrada?
—Que directo — mi padre ríe — He estado bien hijo, gracias por preocuparte por tu viejo padre — me respondió sereno caminando hacia mí — aún es temprano, imagino que no has desayunado, vamos — camina con lentitud en dirección al comedor y al observar que no me moví — no te diré nada, al menos que desayunemos juntos, hijo — continúa su camino y de mala manera me levanté para seguirlo.
Nos sentamos a la mesa en nuestros antiguos lugares, quedando mi padre al frente mí, nunca había pasado por mi mente hasta este preciso momento que esta mesa era tan grande — ya me enteré que el señor Shouzou Yuuki y tu eran viejos amigos, los vi en unas fotos en una fiesta que organizó mamá, no puedes mentirme diciendo que no lo conoces.
—Ay Kazuto — chasquea los dientes — no has cambiado nada — se queja con una sonrisa ladina — Es cierto, éramos muy buenos amigos, pero creo que aún no te has dado cuenta que él es un socio minoritario — me observa y yo abro los ojos sorprendido, rayos, desconocía ese dato, lo miro avergonzado cuando las empleadas entran y dejan los alimentos, permitiéndome retomar la calma, si eso es cierto ¿Qué significa?, ambos agradecimos por la comida para luego servirnos un poco — Incluso aún sigo teniendo contacto con él — bebe un sorbo de su sopa de miso.
— La empresa de mamá se verá perjudicada cuando sentencien al señor Yuuki por malversación de fondos — le dije molesto — No entiendo ¿Cómo puede decir las cosas tan fácil? — coloco en mi boca un pedazo de tofu.
— El señor Yuuki no es el culpable, sino yo — masco con lentitud mientras lo miro atentamente, ¿He oído bien? entonces eso significa ¿Qué no me equivoque? O ¿A qué se refiere? cada vez entiendo menos, necesito una explicación, pero mi padre comienza a comer como si nada hubiera sucedido — Aliméntate hijo que te veo muy delgado — lo observo incómodo mientras pongo un bocado más en mi boca, quiero escuchar cada palabra que salga de su boca — Hace 4 años, fui engañado al firmar un contrato que me entrego un antiguo secretario que trabajaba para mí — suspira con pesadez — Todo este asunto sucedió cuando le habían vuelto a detectar cáncer a tu madre — Bebió el último sorbo de su sopa — Ya imaginarás que mi concentración no estaba completamente sobre los negocios — baja la mirada — Le dejé al señor Yuuki muchos contratos importantes en esa época.
— Creo que recuerdo un poco de ese tiempo — observo mis manos — casi todos los días te quedabas en casa cuidando a mamá.
— El secretario no se había informado como debía sobre un contrato con una empresa de nombre Argus — lo miro confundido, ese nombre se me hace muy familiar, sin embargo no recuerdo donde lo he escuchado antes, mi padre al ver que sabía explicó — Esa empresa se vio involucrada en un gran escándalo de corrupción y crímenes contra la humanidad, resultando que nuestra corporación fue la principal proveedora para sustentar las obras nefastas que hicieron.
—Cierto — abro mi un poco mi boca — Es la empresa que experimentó nueva tecnología en humano — ahora comienzo a entender mejor lo que está pasando.
— Nos enteramos de tal hecho días antes de que la prensa lo supiera, pero no podía librarme de un error de tal magnitud — se sirve un poco de pescado sobre su plato — Sabes, si yo me hubiera entregado, me llevarían a la cárcel y nos hubiéramos quedado sin un solo centavo en el bolsillo y eso hijo mío, en ese tiempo significaba que tu madre no recibiría el tratamiento — bajó su mirada — Gaste más de un millón de yenes para modificar ese contrato que firme y hacerlo ver como una evasión de impuestos, aunque yo pensaba en entregarme ante las autoridades, sin embargo, Shouzou se ofreció a ocupar mi lugar, en ese entonces no entendía el por qué, pero él me dijo que se sentía culpable porque él me había recomendado al secretario que ocasionó esto — su semblante neutral desapareció — Intenté convencerlo de que no lo haga — sacudió su cabeza un par de veces en forma negativa — Cuando a los pocos días vi en las noticias que él estaba siendo llevado a la cárcel — respiró profundo — Él había declarado que falsificó mi firma, sin embargo al no haber pruebas contundentes se lo acuso de fraude y evasión de impuesto, pero en el juicio al encontraron unos cuantos nexos con la empresa de Argus, sin embargo al no tener las pruebas necesarias no se le dictó sentencia.
— ¿Por qué no hiciste algo en ese tiempo? — Lo miré molesto dejando la comida de lado — El lleva cuatro años en esa cárcel, él también tiene familia — golpee la mesa con las palmas de mis mano — ¡¿Por qué no haces algo ahora?! — Pasé mis manos sobre mi cabeza — ¿Eso es todo, no hay más que deba saber?
— Desde que ingresó a la cárcel he tratado de hacer que su estadía sea la más cómoda — me observó serio — Pero un año más tarde de lo ocurrido, me enteré que el secretario que tenía, estuvo trabajando un buen tiempo para Akihiko Kayaba el dueño de esa compañía y gracias a eso descubrí que Shouzou había involucrado a nuestra empresa desviando fondos para la construcción de armamentos militares — soba su frente — Él firmo múltiples contratos que habían sido manipulados, mis sospechosos son algunos con los que ha hecho trato, aunque aún estoy sin probar que aquello fue un engaño — endereza su postura — Sigo buscando a la o las personas que me engañaron, espero conseguirlo pronto.
—Entonces ¿Por qué contrataste a la señorita Yuuki? — junté mis dedos — ¿Y quién querría perjudicarnos de tal manera?— frunzo mi ceño.
— La contraté porque su firma se encuentra en un viejo contrato que su padre me entregó — me informa — Aunque en parte creo que se debe a que su padre se culpó, para que dejasen de investigar y no descubran que nuestra empresa sustentaba tales experimentos. Además es una mujer muy inteligente — desvía su mirada, el gesto de su rostro cambia un poco, me está mintiendo — Obtuvo las mejores notas de su carrera antes de abandonar la universidad — ¿En qué me mientes padre?
— No puedo creerlo — lo miro anonadado — ¿Cómo no te diste cuenta? Ahora todo tiene más sentido — me rasco el cuello — ¿Quiénes son los sospechosos? ¿Trabajan en nuestra compañía?
—Actualmente hay cinco — continua comiendo — Nobuyuki Sugou el director del instituto de investigación de Recto Progress Inc. — tensa su mandíbula — También está el norteamericano, Gabriel Miller director de tecnología del Sistemas de Defensa Glowgen, , ellos dos son los principales sospechosos — pone sus palillos a sobre su plato — Ambos hace cinco años quisieron comprar toda la línea de empresas bajo mi poder, me negué rotundamente — ríe con ironía — Al revisar la información de mis viejos trabajadores encontré que unos cuantos que habían trabajado para ellos.
— ¿Infiltración? — Giro levente mi cabeza hacia la izquierda — ¿Por qué harían eso? — intento crear en mi mente un escenario que encaje con las teorías que me ha dado mi padre — ¿Miller? — Pregunté sorprendido, ahora que lo recuerdo creo que hoy tenía una cita con él para buscar alianzas internacionales, me levanto de la silla con rapidez — Hoy tenía una reunión con él para consolidar un trato — mi padre levanta su mano, pidiéndome que me siente.
—No debes preocuparte por eso ahora, él no puede actuar estando solo — se levanta de la mesa — Además actualmente no puede hacer movimientos muy notorios, porque está siendo vigilado — gira levemente con la cabeza observando la salida.
— ¿A qué se refiere al decir que esta solo? — le pregunto confundido poniéndome en pie junto con él.
— Para lograr hacer algún negocio o trato sucio aquí, por decirlo de alguna manera — camina en dirección de su estudio de trabajo — Tiene que estar con su mano derecha Vassago Casals el gerente principal de la compañía Laughing Coffin, nuestro principal rival en Japón — ingresamos — Sin embargo él se encuentra actualmente en China, por lo que dudo que haga algo tan vistoso como meterse con nuestra empresa.
— ¿Padre por qué me dice esto ahora? — Lo miro confundido — Yo podría haber ayudado desde antes — frunzo mi frente — Yo...
—No hubieras podido hacer nada hijo mío — mete ambas manos en los bolsillos de su pantalón — Además, no quería involucrarte en estos asuntos — camina hacia mí — Nada es tan limpio como se aparenta — saca una tarjeta de su pantalón — Hoy Seijirou Kikuoka unos de los sospechosos se encuentra en la ciudad, puedes ir con él y averiguar lo que trama, él es un agente del gobierno y pertenece al Ministerio de Asuntos Internos y Tecnologías de la Comunicación — me la da en la mano — No es un mal tipo, pero no te vayas a fiar de él, porque solo busca su propio beneficio.
— Creo que falta un sospechoso — le digo un poco dudoso — ¿Quién es? — Mi padre me sonríe y desvía su mirada hacia una foto donde estamos toda la familia junta — Padre...
—Siempre me ha gustado ese cuadro — relaja su postura — aún recuerdo los minutos antes de que tomaran esa foto.
—Padre — lo interrumpo, sin embargo el continua hablando sobre ese gran cuadro enmarcado en la pared, la verdad no estoy escuchando lo que dice, pero estar en esta casa solo me trae muchos recuerdos sobre mamá. Ella era tan radiante, buena y amorosa que no soportaba verla derrumbarse día tras día por su enfermedad, lo más triste de todo era que a pesar, de que ella luchaba con todas sus fuerzas para ganar, perdió la guerra hace un año, mi hermana al igual que yo, después de su muerte huimos de esta casa porque no aceptábamos su partida y él estar aquí era como un recordatorio de que a veces la vida es injusta. Sin embargo las cosas suceden por algo, en los últimos meses intenté verle el lado bueno a su partida, lo primero es que ella ya no sufre y lo segundo es que ese suceso me unió mucho más a mi hermano Eugeo, él ha sido un gran sustento emocional para mí, ahora que Suguha se fue a vivir a Corea del Sur, las ocasiones en las que estamos los tres ahora son muy pocas, pero son las que más disfruto, esto me recuerda — ¿Eugeo está en la ciudad? — le pregunté, ya que estoy aquí voy a aprovechar el tiempo que tengo, necesito hablar con él, quiero aclarar mi mente.
—Si — responde sin mirarme — Ya no quieres seguir aquí ¿Verdad? — le respondo con una tenue afirmación — Le diré a mi chofer que te llevé al departamento de Eugeo y luego al edificio donde trabaja el agente del gobierno — me observa de reojo — Fue bueno desayunar con mi hijo después de mucho tiempo.
—Pienso igual padre — me paro delante de él y hago una reverencia — Gracias por todo, intentaré solucionar estos asuntos y limpiar el nombre de la empresa de mamá — Salgó de esa casa con rapidez y al sentir el viento correr por mi rostro una gran paz me abraza, escucho el sonido del claxon unos metros más adelante y me subo al vehículo que me llevará al departamento de mi hermano, saco mi teléfono celular, observo mi registro de llamadas y veo aquel nombre tan familiar, el deseo de marcar aquel número aumenta a medida que lo veo — Estoy seguro que hará un buen trabajo, no tengo por qué preocuparme — guardo el aparato en el bolsillo de mi saco...
—Ojala todo se solucione hermano — me responde Eugeo muy sorprendido cuando le terminar de contar todo lo que nuestro padre me había dicho — Te ayudaría hermano, pero sabes que no entiendo mucho sobre eso temas.
—Tranquilo, solo necesitaba decirlo — le dije más relajado — ¿Cómo vas con Alice? ¿Las cosas avanzaron? — le pregunté cambiando de tema.
—No sabría responder a eso — baja la mirada desanimado.
— ¿Qué pasó? — pregunté acercándome a él.
—Conocí a alguien en el trabajo — me mira avergonzado — se llama Tieze, es una mujer que tiene el cabello súper rojo — dice embelesado — ella es muy hermosa y está cursando su último año de residencia — me mira culpable — hemos salido un par de veces y también nos hemos acostado, podría ser una buena novia, pero lo que siento por Alice sigue clavado en mi corazón y no puedo eliminar ese sentimiento.
—Vaya... — susurró sorprendido, Eugeo ha estado enamorado de Alice por 6 años, aunque ella lo ve solo como a un amigo, ese sentimiento debe doler — Mira hermano — pongo mi brazo sobre sus hombros — Dile nuevamente a Alice lo que sientes por ella, si te rechaza es momento de dejarla ir y podrás aceptar la oferta de irte a América — me mira sorprendido — Las cosas aquí tal vez se volverán un poco feas y no quiero que lo vivas — le doy un par de palmaditas — Eres un gran doctor, aprenderás mucho en el extranjero, no dudes de tu capacidad.
— No quiero dejarte solo — me mira preocupado — Recuerda que yo soy el hermano mayor — ríe — Aunque tan solo sean por 2 minutos, respeta ese tiempo — se levanta — No quiero ir a América, sé que es una gran oportunidad, pero amo Japón — me mira — Si Alice me rechazara yo no quiero escapar, afrontaré las consecuencias.
—Está bien — elevo los hombros en señal de resignación — Es tu vida y siempre te desearé lo mejor — me levanto también y camino hacia su cocina — Si necesitas algo no dudes en decírmelo.
—Claro — dice con una gran sonrisa — y tú ¿Tienes a alguien que te guste? — Me pregunta de repente tomándome por sorpresa — Tomaré eso como un si — se acerca hacia mi muy curioso — ¿Es Liena?
—Claro que no, le tengo mucho respeto — le respondo casi ofendido, como puede pensar que me fijaré en ella — La veo como a una maestra — me rio incómodo.
—Entonces... — piensa por unos segundos — No se me ocurre nadie más — se rasca la nuca nervioso — Debes relacionarte con más mujeres y buscar una relación seria hermano, que en un par de añitos llegas a los treinta.
—Llegamos querrás decir — lo miro serio — por si no te acuerdas, nacimos los dos, el mismo día hace 27 años, hermano — resoplo molesto.
—Tampoco es para que te molestes — me abraza por los hombros muy animado — ya llegará nuevamente esa mujer que estará en tus pensamientos, que hará vibrar tu corazón y que querrás tenerla siempre a tu lado — me quedo quieto por unos segundos, cielos, había olvidado por completo que eso significaba estar enamorado...
El tiempo con mi hermano se pasó volando, por lo que tuve que salir corriendo de su departamento para ir a ver a uno de los sospechosos que me ha dicho mi padre. Al observar el gran edificio que estaba delante mío, experimento una gran sensación de incomodidad mientras más observo desde el interior del vehículo más ansioso me pongo, me dirijo con rapidez hacia la recepción — Hola, vengo a hablar con el señor Seijirou.
— ¿Tiene alguna cita señor? — Me pregunta y niego con la cabeza — Me puede decir cuál es su nombre por favor — le respondo y de manera inmediata agarra el teléfono que yacía cerca suyo — Un minuto por favor — realiza una llamada que duró un par de segundos — Sígame por favor — se levanta de su puesto — Lo guiaré hacia la oficina del señor Seijirou — camino detrás de ella y subimos como diez pisos por el ascensor hasta llegar a la oficina de este señor — Señor Kirigaya — me llama — Por aquí por favor — caminamos por unos segundos hasta llegar al objetivo, toca la puerta con delicadeza y la abre — Buenas tardes señor Seijirou, aquí está el señor Kazuto Kirigaya — Me invita a ingresar y se retira con rapidez.
—Buenas tardes soy Seijirou Kikuoka — me saluda levantándose para darme una pequeña reverencia — Pero ya lo sabias — me observa fijamente.
— Soy Kazuto Kirigaya y actualmente estoy a cargo de la corporación Kirigaya — le contesto inclinándome levemente.
— Lo sé, es bueno conocerte personalmente — responde señalándome el asiento que se encuentra frente a él — ¿A que debo tu visita? — me pregunta de manera directa.
— Oh, es un hombre que va directo al grano — le contesto con una sonrisa ladina mientras me dispongo a sentarme delante de él — ¿Tienes tiempo para almorzar conmigo, tengo un par de preguntas que hacerle? — Se recuesta sobre su asiento esperando a que continúe — Es sobre la relación que existe entre mi empresa y el gobierno — abre sus ojos sorprendido para luego soltar una carcajada.
—Así que eres curioso — asiente con la cabeza un par de veces sin borrar la sonrisa de su rostro, no entiendo, ¿Qué se supone que deba pensar? — Me gusta — levanta su mano en señal para que espere — Permíteme un minuto por favor — toma el teléfono que está sobre su escritorio — ¿Hosaka Tomo? — Pregunta — Hola, lamento informarte que nuestro almuerzo queda cancelado, surgió un pequeño imprevisto que debo atender — observa hacia la ventana que estaba a su izquierda — Claro, nos veremos en la noche, así es, ahí, si, bueno, hasta entonces — cuelga la llamada — Listo, ahora tengo tiempo.
***** Horas después ******
—Uff — suspiro cansado apoyando mi cabeza en el asiento del vehículo, hoy ha sido un día de muchas sorpresas, necesito pensar sobre los movimientos que haré ahora — ¿Cuánto falta para llegar al aeropuerto? — le pregunto al chofer de mi padre.
—En diez minutos llegaremos joven Kazuto — me responde con cortesía sin apartar la vista de la carretera.
— Gracias — le respondo mientras marco aquel número familiar, colocó el aparato sobre mi oreja derecha y escucho el sonido de la llamada, cuando contesta — Disculpe que la llame a estas horas Señorita Yuuki — le digo algo incómodo, cuando no escucho nada de otro lado — ¿Señorita Yuuki? — Pregunto extrañado — ¿Se habrá dormido?
— Lo lamento... señor ¿Kirigaya? — Me responde una voz masculina desde el otro lado del teléfono — Ella en este momento — hace una pausa — No puede atenderlo.
— ¿Con quién hablo? — pregunto directo, ¿Por qué un hombre contesta el teléfono de Asuna? ¿Lo habrá perdido? — ¿Dónde se encuentra la dueña de este teléfono? — observo por la ventana los edificios de esta ciudad un poco confundido.
— Espere un momento, intentaré despertarla — dice tranquilo — Asuna, Asuna despierta — susurra — Te está llamando tu jefe — escucho el quejido de ella ¿Qué hace él con Asuna? Sacudo mi mano libre intentando relajarme.
—Descuide — le digo — No la despierte, puedo esperar hasta mañana — trago en seco — Disculpe las molestias, tenga buena noche — cuelgo la llamada de inmediato y guardo mi teléfono un poco molesto en el bolsillo de mi saco.
—Joven Kazuto, ya hemos llegado — me informa el chofer cuando detiene el vehículo en la entrada del aeropuerto — Su vuelo saldrá en una hora, es mejor que se apresure señor.
Wow... no saben como me ha costado subir este capitulo, espero que lo hayan entendido y disfrutado, si fue así no olviden apretar la estrellita y dejar su valioso comentario.
Me despido no sin antes agradecer a mi amigo @Devastador321 que ha ayudado a que mis ideas fluyan para escribir este capitulo.
Los quiere
Miss Lemons
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