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Linda Mentira


— Quédate – susurra con voz lasciva — Kazuto — volteo a verla, encontrándola allí con sus mejillas rosadas, su cabello despeinado, su camisa entreabierta mostrándome los maravillosos dotes que posee, mientras que su mirada húmeda se fija en mí, es como si sus ojos me piden suplicantes que la tome, en sus ellos brillaba el deseo — por mi cumpleaños ¿Si? — su postura que sin que ella sepa, ya me ha provocado a tomar nuevamente posesión de su cuerpo, a cual me he vuelto adicto, el cual era mejor que una fina obra de arte.

—Estas pasada de copas – le digo tratando de recobrar la compostura acomodándome la corbata.

—No recuerdo que eso te haya preocupado la primera vez – me recriminó formando una pequeña sonrisa juguetona, gatea hacia mí y me besa con desesperación, siento el amargo alcohol invadir mi lengua.

Esto me recuerda perfectamente al momento preciso de cuándo comenzó esto. Era la fiesta de cumpleaños de mi madre que sucedió el año pasado, en aquel evento fue donde todo inició, era una fiesta de máscaras y yo estaba conversando con unos amigos de mis padres cuando ella ingresó a la sala de mi casa, mi padre fue a recibirla, pero ella lucia como una princesa muy sexy con ese vestido de gala color rojo con un muy provocador escote que resaltaba, mejor dicho revelaban aquellas partes de su anatomía que mantenía escondidas debajo de aquella camisa y con una máscara victoriana que cubría casi todo su rostro a excepción de sus labios que estaban de color carmesí, en ese entonces habían pasado poco más de un año desde que nosotros habíamos comenzado a trabajar en la compañía de mi padre, mentiría diciendo que no la había visto de otra forma desde el día uno en la oficina, su cuerpo me incitaba al pecar con mis pensamientos en todo momento. Lo que recuerdo mayor claridad es que esa noche es que Sachi vino con su prometido, me enfurecí tanto al verla que comencé a tomar mucho champan, pero el enojo no desaparecía por lo que busque a mi padre para que me dé una explicación y terminamos peleando.

*********

— ¿Negocios papá? — lo miro enojado sin importarme que los mozos me observasen ya que estábamos en la cocina — no puedes pensar en mí — él se rascó la nuca incomodo — esa mujer con la que vino el hijo de tu preciado cliente, me dejó plantado en el altar frente a toda la familia — siento como voy tensando mi mandíbula — fue lo más vergonzoso de mi vida — me acomodo el cabello — me engañó con mi mejor amigo — puse mi dedo anular en su pecho mientras continuaba desahogándome — no se porque me molesto, a ti nunca te importó lo que siento, sabe, por eso fui me la casa — cierro mis ojos — de hecho nunca has pasado tiempo conmigo — observo un par de botellas sobre lo mesones — la empresa para ti es más importante que yo, recién lo entendí — me doy media vuelta sin darle la oportunidad de hablar, tomo una botella de champán y me dirijo hacia cualquier lugar, no quiero hablar con él.

—Kazuto vuelve — me grita molesto — no vayas a hacer ningún escándalo — ¡Genial! No le importo nada, solo se preocupa por lo que los demás digan, pero sin importarme salgo la cocina.

El ruido de la música me envuelve por completo y mi mente grita por salir de este ambiente que marea, mientras paso en medio de los amigos de mis padres noto demasiada hipocresía y falsedad en los rostros de esas personas, por una noche solo quiero estar bien, ¿De qué sirve tener tanto dinero, si no me llena este vacío que siento?, llego a las escaleras que me llevará al balcón del segundo, estoy subiendo con dificultad y siento como empuje a una mujer por accidente, giro mi cuerpo para disculparme adecuadamente y aquella mujer es Sachi, reconocí aquellos ojos oscuros debajo de su peculiar máscara.

— Descuida — ella me sonrió nerviosa susurró — Kazuto... — intenté pasar de ella — yo lo... siento, aún no hemos hablado y yo quiero...— así que la culpa te sigue carcomiendo cariño.

— Ya te he superado — la miro con frialdad mientras sostengo con fuerza la botella — pero no tu engaño — subo un escalón y ella sostiene la cola de saco evitando que avance — ¿Qué no entiendes? — me deshice con torpeza de su agarre — los tres éramos amigos desde que íbamos al jardín de niños y aun así me engañaste con Keita — se muerde su labio superior — el era mi mejor amigo — sacudo mi cabeza — no estoy listo para perdonarlos, su amistad era muy valiosa para mí — un mozo baja por medio de nosotros y tomo otra botella de champán.

—Creo que has bebido demasiado — me mira preocupada, que descarada — mejor...

— ¿Demasiado? — La miro irritado — piensas que no me enteré que ustedes me habían estado engañado 2 años antes de nuestra boda — ella llevó ambas manos su boca sorprendida.

— ¡¿Qué?! NO — sus ojos palpitantes reflejaban temor — eso no fue así — decía con las voz temblorosa.

— Ambos eran mis amigos por interés — sus ojos se volvieron cristalinos — tus lagrimas no me causan más que lastima, ustedes para mí no son más que escorias de mi pasado — me doy la vuelta y con rapidez llego al balcón sin percatarme como, me apoyo en las barandas — mierda — doy una gran bocanada de aire fresco — lo dije, lo dije — sonrió y observo la gran luna que es la protagonista de esta noche, elevo la botella hacia ella y voy bebiendo de su interior hasta acabar con su contenido, importándome en lo más mínimo las personas me vean, sin percatarme cuando, me quedé solo.

— Disculpe — llama una mujer a unos metros de mi por lo que volteo, y la encuentro, es la señorita Yuuki, sin embargo creo que ella no me reconoció debido a que sigo con mi mascara — ¿Sabe dónde queda el tocador? — Me pregunta acariciando sus brazos — necesito retocar mi maquillaje — sonríe apenada mostrando su cartera. Mi atención se dirige a aquellos grandes luceros resplandecientes como oro en fundición, causando que me algo en mi interior se estremezca.

—Pero usted no necesita de retoques, señorita — me acerco de forma coqueta a ella y busco una copa limpia en las mesas de atrás — luce demasiado bien — me tomo el atrevimiento de servirle una copa llena de champán — acompáñeme — pido con cortesía, la señorita Yuuki sonríe levemente mientras camina para colocarse al frente mío y sin decir una palabra acepta bebiendo un sorbo.

Gracias al alcohol en nuestros sistemas, los temas más triviales fueron suficientes para mejorar la noche descubrí que teníamos muchas cosas en común y a medida que nuestra conversación continuaba me percaté de que ella ya sabía quién era yo. No podía evitar acortar la distancia entre nuestros cuerpos, quería sentir su calidez cada vez más en mí y cuando en nuestras copas quedaron vacías nos percatamos de nuestras posiciones, lográbamos sentir la tensión de estar solos y combinado con nuestra borrachera, era claro cómo iba a terminar si ninguno lo evitaba.

—Gracias — dijo la señorita Yuuki dando un paso atrás — pero creo que debo volver — se despedía con lentitud, como si estuviera esperando algo más de mi — Nos vemos — me mira con una sonrisa discreta y se da la vuelta ocasionando que su cabello baile al ritmo del viento, me quedo hipnotizado con el movimiento de sus caderas en ese vestido, su curvilíneo cuerpo me incita a llevar a cometer aquel acto que deseo hacer desde hace tiempo. Trago en seco, doy un paso hacia ella, la tomo con cuidado por su brazo derecho obligando a que voltee, sus ojos sorprendidos por mi repetida acción me miraban expectantes, sus labios húmedos se hallaban entreabiertos y sin darle la oportunidad de hablar tomé posesión de sus carnosos labios por primera vez — que dulces son — la señorita Yuuki a medida que el beso avanzaba colocó sus brazos alrededor de mi cuello, correspondiéndome.

Y como si fuéramos unos chiquillos, recorrimos los pasillos hasta llegar a una habitación cercana, yo la sostenía de su mano derecha y sin ninguna duda e ingresamos, todas las luces se encontraban apagadas, pero había un ventanal que permitía que ingrese la luz de la luna, por suerte, había una llave en el interior. Nos miramos con complicidad para volvernos a besar, cerré como pude la puerta, ella cortó el beso para alejarse unos centímetros quedando de pie frente a mí, mi cabeza da vueltas, no sé cómo aún sigo en pie y todo solo para observarla.

—Me ayudas — me dio la espalda haciendo a un lado su largo cabello color mandarina para mostrarme el cierre de su vestido mientras se quitaba sus tacones, al acercarme a ella el olor de su perfume de embriagó aún más, con delicadeza deslice el cierre y todo el vestido cayó al piso revelándome su linda lencería casi transparente — gracias — susurró para mirarme — ¿Le ayudo? — preguntó colocando sus manos en mi pecho, sus suaves manos comenzaron a deslizarse por mi torso, mis latidos se aceleraban, no me percaté cuanto tiempo tomo hasta que nos quitamos todas nuestras prendas, pero sin perder más tiempo, la tomé de su nuca y enredé su sedoso cabello entre mis dedos hasta tener sus apetitosos labios frente a mí, muero de ganas de devorar otra vez su boca.

Sin mucho cuidado la tiré sobre la cama para posicionarme encima de ella, en ese instante tomé conciencia de lo tentador que es tenerla debajo de mí casi desnuda, mis manos descienden por su cuerpo para detenerse en aquellas curvas desafiantes, nadie puede negar la hermosura de esta mujer y es algo que aumenta mis instintos carnales, sobre todo ahora se encuentra bajo mi merced, soy consciente de que soy un hombre privilegiado al poder poseerla solo para mí en noche, en tan solo pensar que al fin podre tener intimidad con esta mujer tan fuerte y orgullosa, logra que se me haga más difícil controlar mis ganas se explorar todo su ser, tenerla aquí deja al descubierto lo vulnerable que puede ser, me acerco para besarla otra vez, pero nuestras mascaras chocan, ambos soltamos un par de risas que se perdieron rápidamente en el ruidoso alboroto de la fiesta, le quito la máscara sin ningún aviso y ella queda sorprendida cubriendo su angelical rostro con sus manos, entonces yo decido hacer lo mismo, pongo mi índice sobre sus labios y sonrió de lado tomando sus manos para colocarlas sobre su cabeza y comienzo a degustar de su cuello quería morderla, marcarla saborearla, pero intento contenerme.

— Ah — gimió dulcemente para luego morderse los labios avergonzada, aquella tenue y abochornada voz provoco que mi orgullo llegue hasta las nubes, si esta será la única vez que pueda estar con ella, quiero hacerla esta noche gritar mi nombre, tengo unas incontrolables ganas de probar de aquel néctar que brota de su interior, pero para eso pueda suceder debo complacerla más.

Mis manos se dirigen a esos enormes valles y los presiono suavemente provocando que aquel par de montículos que sobresalían de su traslucida prensa se endurezcan, continúe estimulándolos mientras nos seguíamos devorando la boca, ella colocó sus manos sobre mi espalda acariciándola, sus manos descendía de manera indecorosa hacia donde la espalda pierde su nombre — que atrevida, me gusta — Inicie a torturarlos con mis dedos, pero me sentía cada vez más mareado lo que me obligaba a querer iniciar con aquel acto que mi miembro pedía a gritos desde hace varios minutos.

Me deslice lentamente hacia abajo sintiendo con cada roce su embriagador aroma, besé su vientre logrando que esta arquease ligeramente su espalda y note como aquellas infinitas piernas se tensaron ante el contacto de mis labios sobre su suave y blanquecina piel, con algo de torpeza retiré aquella húmeda prenda que cubría su intimidad, admiré aquella zona oculta que había entre medio, decidí probar aquella sustancia que brotaba y me volví fanático — todo en esta mujer me vuelve adicto — quiero más de ella — no quiero que esta vez sea la única vez — esta noche no me dará para conocer cada rincón de su cuerpo. Sus dedos comenzaron a enredarse en mis cabellos como señal de que prosiga, debo confesar que de sus caderas me he convertido en un fiel fanático desde el primer día en que la vi caminar por el pasillo de la empresa y ahora que tengo la oportunidad de tocarla, mis ansias se van incrementando, no creo poder controlarme más tiempo.

Al estar debidamente posicionado elevé sus tan seductoras caderas, aquella parte de mí que yacía despierta desde hace tiempo fue impregnada por sus fluidos, acaricie su entrada en manera de estimularla de manera muy tortuosa y segundos después nos fundimos en un solo movimiento — ¡increíble! — nuestros cuerpos encajan a la perfección, ocasionado que aquella parte de mi anatomía sea inundada de una enorme satisfacción al está unido por completo en aquellas paredes calientes de su interior, el calor de su sexo en el mío no es más que la gloria, noté que no fui el único en sentir aquella descarga de placer recorrer por cada nervio de mi cuerpo, puse mi mano derecha debajo su espalda ocasionado que arquee su espalda sobre la cama resaltando aún más su atributos, esta con la reparación muy agitada se retira su única prenda — vaya vista más obscena, la guardare en mi memoria.

— Ka-ah — la señorita Yuuki se cubre la boca para evitar gemir a gran voz.

Quiero oírla, quiero hacer que gima de manera audible mi nombre, agarro sus caderas para que se mueva con mayor rapidez y ella se una a mi ritmo logrando de esta manera que esta unión sea cada vez más sincronizada y agradable.

Cierro mis ojos mientras continuo con esta danza erótica que hacía tiempo no disfrutaba tanto, necesito aferrarme a ella esta noche y olvidarme todo lo malo que hoy me sucedió. Al estar más tiempo en su interior siento que me desmayo de puro placer, aunque bueno siendo honesto, el alcohol en mi sistema ha influido y por primera vez en la noche mi mente solo se ocupa en buscar nuevas formas de darle mayor placer y por eso me dejaré llevar por el instinto animal que yace dormido en mí, aquel instinto que solo me incitaba a continuar y seguir sin detenerme. Mi cabeza da mil vueltas en este instante, siento como ella rodea con sus piernas mis caderas envolviendo mi miembro de manera peligrosa haciendo que pierda la poca cordura, la señorita Yuuki jadea moviendo su cabeza de lado lentamente dejando escarpar aquellos gemidos de placer, pero no creo que aguante más, sé que me precipité al fundirme en ella, pero creo que ella está como yo, al límite, en un patético intento de luchar por aguantar más tiempo trato de pensar en números, contratos, sin embargo nada funciona por lo que terminó descargando toda mi esencia en su interior y puedo sentir como ella también, ahora siento como caigo rendido y muy aturdido sobre la cama.

**********

Abro mis ojos con pesadez y la observo detenidamente por unos segundos — ¿Cómo terminaste involucrada en eso, Asuna? ¿Me mientes? — pienso para mi mientras que ella se aleja de mi para tomarme de la corbata — por un rato solo quiero estar bien, eso es, provócame un poco más — ella me obliga a agacharme un poco para de esa manera darme un beso al cual se me fue difícil no corresponder — eso es, ciegame — nuestras lenguas se encontraron y lucharon por unos segundos logrando la descarga de una poderosa sensación de placer que me hizo estremecer, entonces abre sus grandes ojos y me invaden los recuerdos de lo ocurrido en la mañana.

*****Horas antes*****

— Señor Kirigaya seré directa con usted — la licenciada Asada me observó directamente — ¿ya tenía conocimiento de que su secretaria Asuna Yuuki es la hija de la actual preso en investigación por la multimillonaria estafa que se realizó en la empresa Tokio Underworld? — sacó de su cartera un sobre manila — Verdad señor Kirigaya — me observó con mayor firmeza, el semblante tranquilo y relajado que mostraba cambió, ella lo notó y evitó sonreír frente a mí — señor Kirigaya ¿Cuánto tiempo lleva la señorita Yuuki trabajando para usted? — fingió pensar — creo que ya será en dos años — caminó con lentitud hacia mi meneando las caderas — tenga cuidado — me mira con un gesto falso de imitar empatía — por lo que tengo entendido desde que ella ingresó a la empresa de su padre las cuentas no cuadran con los resultados dados — se apoya sobre mi escritorio mostrándome su escote — mostrándonos que hay perdidas de una jugosa cantidad — dejó el sobre en el mueble — para que sepa que yo hablo con pruebas — lo deslizó hacia mí — y que no sólo espéculo, en el interior encontrará la información que le he dicho — se alejó de mi escritorio — pero bueno — recobra su postura firme — como la empresa a la que representó quiere hacer alianzas con la suya era necesario que usted deba estar al tanto de estos asuntos — tomó su bolso — porque no queremos cerrar tratos con una empresa qué nos pueda llevar la quiebra.

— Gracias por su interés sobre la empresa de mi familia señorita Asada — volví a tomar una postura firme sobre el espaldar de mi sillón — Por supuesto que estoy al tanto de esta información — respondí apoyando mis codos sobre el escritorio — señorita Asada, desde hace 2 años que tomé el control de la compañía de mi padre he decidido esclarecer estos asuntos turbios que han comenzado desde antes de la llegada de la señorita Yuuki en esta empresa — la observo con seriedad — Así que ella no tiene hasta el momento, ninguna relación con las irregularidades que me muestra — sostiene el sobre sobre sus manos — gracias por la información, pero es algo que ya conocía — la señorita Asada da una pequeña vuelta sobre su eje y me mira sería

— Bueno — me sonríe levantando su cabeza — según los datos de la empresa que me contrató noté, que desde la llegada de la señorita Yuuki estas irregularidades han aumentado — se acerca hacia mí con su bolso en manos — le pido no se moleste conmigo, solo hago mi trabajo —se pone su bolso en su brazo izquierdo — y esto se lo digo como amiga, señor Kirigaya — me mira con un poco más de seriedad — tomé medidas sobre lo que sucede en su empresa, si es que quiere cerrar el trato porque le hace mucha falta a su compañía — camina hasta la salida — Muchas gracias por su tiempo y por favor piense con la cabeza fría — abre la puerta —que no me convence su relación netamente laboral— me sonríe con ironía — porque esta no podría ser la primera vez que lo podrían engañar — sale de mi oficina cerrando la puerta con calma dejándome molesto al entender a qué se refiere y mucho en que pensar.

Cuando ella se retiró abrí aquel sobre con rapidez y un poco de desesperación, al terminar de leer todos los documentos que habían corrobore la información que me dio, yo le mentí diciendo que sabía a quién había contratado cuando no era cierto, Asuna Yuuki ya estaba trabajando meses antes con mi padre antes que yo haya tomado el control de la compañía, ella había estado ejerciendo de su puesto sin contrato de trabajo alguno. Era cierto había inseguridades en los registros, pero no había dudado de ella en ningún solo segundo hasta el día de hoy al enterarme de que era hija del Magnate y dueño de las Industrias más grandes de Tokio, el hombre que fue acusado por un multimillonario fraude hacia la empresa ARGUS miré los papeles por segunda vez, creyendo creer de que había algún error, sin embargo no haya falla alguna, me puse a buscar en internet sobre ella, pero no había noticias o artículos sobre Asuna Yuuki, seguramente su familia han protegido su privacidad, me recuesto sobre mi sillón y me agarro la cabeza — Asuna, tu no eres la culpable ¿verdad? — Giro mi sillón hacia el gran ventanal que tengo a mis espaldas – o será que eso es lo que quiero creer.

**********

Comencé a darle pequeños besos por todo el cuello logrando que ella suelte un par de suspiros de excitación y paso ambos pulgares sobre su blanquecino cuello, la miré a los ojos por unos segundos.

—Tenga cuidado — me mira con un gesto falso de imitar empatía — desde que ella ingresó a la empresa las cuentas no cuadran... — se apoya sobre mi escritorio mostrándome su escote —hay pérdidas de una jugosa cantidad... — dejó el sobre en el mueble — yo hablo con pruebas — lo desliza, esa retumbante voz no puedo sacarla mi cabeza

Quiero que me digas que no tiene nada que ver con las cuentas que no cuadran, necesito oírlo de tus labios, pero podrías mentirme y yo caería ciegamente en tu engaño, esta situación es algo que debo averiguar por mi cuenta, ejerzo presión sobre su cuello sin pensarlo.

— ¿Estás bien? — su voz interrumpe mis pensamientos y siento como posa una mano sobre mi mejilla, la sonrisa que me dedica parece ser genuina ¿O es algo que quiero creer? No tuve le valor de mirar aquellos ojos color miel otra vez

Mis manos continuaron ascendiendo hasta llegar a su nuca para fundirnos en un profundo y desesperado beso, necesitaba más de ella, más de aquellos labios místicos, el día de hoy mi cuerpo requiere que ella lo estremezca a tal punto de que no recuerde quien soy. En nuestros cuerpos ya no existía prenda alguna que nos cubriera, sentía como aquellos valles blanquecinos eran comprimido por mi torso, nos separamos unos centímetros y su respiración era jadeante, me miró con satisfacción, abrí sus piernas y me acomodé en medio de ellas, tomé nuevamente posesión de sus carnosos labios y nos envolvemos es el más puro placer carnal que busco para liberar mi mente...

Cuando terminamos de realizar el acto, estuve unos minutos recostado al lado de Asuna descansando un poco mientras reviso mi correos, entonces me percato que ella ya se había dormido, pero era de esperarse ha tenido un día agotador, cubro su curvilíneo cuerpo con la sabana que estaba a los pies de la cama y observo como duerme por unos segundos. Me siento a la orilla de la cama para contestar un correo de trabajo que me había llegado y me pongo mi ropa interior que estaba en el suelo y me dispongo a reunir mis prendas, cuando en su escritorio divisé que una gaveta estaba mal cerrada, di un par de pasos adelante y el piso comenzó a crujir levente, con miedo de despertarla la observé de reojo — que bajo estoy cayendo — sin embargo la señorita Yuuki dormía profundamente. Al llegar a mi objetivo abrí aquella gaveta con cuidado y encontré un cuaderno negro que resultó ser su diario, no puedo negar me siento muy culpable por lo que haré.

Tomo entre mis manos su cuaderno y comencé a ojearlo con mucha curiosidad — perdón — al mirar las fechas de las redacciones me percaté que este diario era de este año, así que revisé nuevamente dentro del mueble y debajo de unos documentos habían otros cuadernos de los tres años pasados, sin importarme el primero qué pille tomé el que era de hace 3 años y comencé a mirar sin ninguna pena las primeras líneas que yacían escritas, al hacerlo con mucha rapidez de entre medio de algunas hojas se cayó una foto, me inclino para levantarla y distingo que en hay dos personas en esa foto, una de esas es mi padre y el señor Shouzou Yuuki, al observar el fondo del lugar esta foto — esto fue tomado en el cumpleaños de mi madre — susurro sorprendido, volteando a verla — ¿Nuestros padres se conocían? — Ella se da la vuelta y se acurruca tiernamente entre las sabanas, observo con seriedad como ella duerme de manera placentera — necesito leer esto con más calma — tomo aquellos cuadernos entre mis manos y decido ir a la sala para leerlo todo – discúlpame por violar tu privacidad, Asuna, pero necesito respuestas — salgo de la habitación hacia la sala y me siento sobre el sofá, enciendo su lámpara y comienzo con el cuaderno más antiguo.

Ya será casi un año desde que han acusado a mi padre de fraude y hoy literalmente lo he perdido todo, ay papá... necesito de tus consejos más que nunca, todos mis amigos me han dado la espalda he intentado ser fuerte, oficialmente deje la universidad y volví a Japón, a pesar de mi trabajo de medio tiempo y la beca de excelencia, no me doy el dinero para continuar mi estancia en el campus, hoy me percaté de que he bajado 10 kilogramos, mi rostro esta pálido, que frustrada me siento al no poder contratar un buen abogado, ayer fui a hablar con mamá, la extrañaba mucho. Espero que todo mejore.

Comencé a leer aquel cuaderno con rapidez mientras me sentía todo un delincuente, en muchos de sus escritos noté lo frágil que estaba — la has tenido difícil —en la última hoja de aquel libro ella menciona el nombre de mi padre. Dejo a un lado ese cuaderno y continúo con el siguiente.

Acabo de volver de la fiesta que organizó el señor Yukito Kirigaya, gracias al cielo puede hablar con él por unos minutos, me ofreció trabajo en su empresa, estoy tan feliz, aún hay gente que cree en la inocencia de padre. La verdad no me interesa el trabajo que me dé, necesito una fuente de ingreso de manera urgente, he vendido las joyas que me quedaban — cambio de página — ¡Es increíble! El señor Yukito es muy bueno, me dio trabajo como su secretaria a pesar de no tener un título, aunque no me dará un contrato físico hasta que salga la sentencia de mi padre, me dijo que sabía de mi buen rendimiento en la universidad y que necesitaba de mi ayuda porque noto algunos errores en las cuentas de su empresa. Daré mi mejor esfuerzo para no decepcionarlo.

— Uff — suspiro aliviado — así que los problemas ya estaban desde antes — Admito que ahora al leer esto me tranquilizo, ya no necesito leer más de esto, sin embargo la curiosidad por saber más me domina y cuando iba a terminar de leer encuentro con algo que me dejó anonadado — mierda — cierro el libro molesto, tomo mi celular y marco a una agencia de viaje para reservar el primer vuelo a Kioto. Observo el humilde departamento en el que vive la señorita Yuuki — no te mereces esto — camino con mucho cuidado de vuelta a la habitación y dejo aquellos cuadernos en su lugar, me acerqué hasta quedar al lado del cuerpo de Asuna, observo su rostro, parecía tan relajada — Me duele decir que al final resultaste ser una linda mentirosa — acerco mi dedo índice hasta sus mejillas y retiro de su fino rostro un mechón travieso que se había escapado — luego pensaré que haré contigo — me vestí de manera silenciosa y salí de su departamento.

*****Horas más tarde*****

Termino la llamada con la señorita Yuuki, mientras espero mi taxi que me lleve a la casa de mi padre — no quiero ir, pero debo hacerlo, no puedo huir otra vez — mi taxi llega e ingreso, doy la dirección y me dirijo hacia allí, necesito distraer mi mente — ya sé — cierro mis ojos mientras sonrío.

**********

— Kazuto y yo fuimos compañeros y amigos el último año en la secundaria (antes de ir a la universidad) — habló Klein con calma — fueron muy divertidos los momentos que pasamos ese año, pero el postulo hacia una beca y la ganó por lo que se fue al extranjero a estudiar — sonrío de lado al saber que yo no era el único que guardaba los recuerdos de ese entonces — después de que Kazuto salió del país no pude contactarme con él — ay querido amigo, lo siento mucho, yo también quería hablar contigo, pero no podía, las cosas para mí se volvieron muy difíciles — sinceramente no creo que se recuerde de mí, tal vez ni siquiera se acuerde de lo que sucedió en ese entonces — Klein, claro que me acuerdo de ti, más no sabes yo pensé que mi amistad para ti no había valido nada — ya han pasado varios años desde entonces.

- Yo creo que aún se acuerda de ti — le dice con ternura su novia y tiene toda la razón — tú eres alguien inolvidable — sin duda que lo es, Klein, tiene una personalidad única y su amistad para mí es un bello recuerdo de mi juventud que atesoro, luego escuché el sonido de un beso — Klein — ella susurra algo que no pude oír.

— Señorita Yuuki es de mala educación oír conversaciones ajenas — le riño con dulzura — ya cancelé su cuenta — abrí la puerta ingresando al interior tomándolos por sorpresa a aquella pareja.

*********

Señorita Yuuki, usted aparece con mayor frecuencia en mis recuerdos más preciados — inhalo profundo al ver que llegué a mi destino — ha pasado un par de meses desde que no he puesto pie en esta casa — al tocar el timbre de la puerta principal los empleados sorprendidos por mi presencia me invitan amablemente a pasar, cuando ingreso me siento en la sala para esperarlo, observó todo a mi alrededor — no ha cambiado nada — todo sigue igual desde que mamá murió, al parecer ninguno de los 2 tuvo el valor suficiente de modificar algo. Escucho los pasos de mi padre desde la escalera, tenso mi mandíbula y me levanto — Buenos días padre — inclino levemente mi cabeza y tomo asiento — seré directo señor Kirigaya — lo miré serio — ya sabe usted que en la empresa están robando — cruce las piernas — una empresa con la que quiero firmar un contrato muy importante, me ha dicho que tu secretaria es la hija de señor Yuuki — uno mis manos — quiero saber porque la contrataste, cuando su padre se vio implicado en ese multimillonario fraude — observé la cara neutral de mi padre — ¿o también nuestra empresa está involucrada?







Hola amados lectores, ¿Cómo les trata la cuarentena? en mi caso la uni me llena de tareas, pero para distraerlos un poquito les dejo ese capitulo, luego de muchas crisis existenciales que he tenido al escribirlo. Si les gustó no olviden dejar su preciados votos y comentarios que me ayudan mucho. 


Los quiere 

Miss Lemons

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