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Cambios

Al terminar de contarle sobre el mensaje que había recibido tiempo atrás el señor Kirigaya solo me observó serio y en silencio procedió a llamarle alguien. Intenté seguir la conversación que mantenía con aquella persona al otro lado del teléfono, sin embargo se me era imposible hacerlo, mi atención ahora encontraba en pensar sobre lo que debía hacer de ahora en adelante.

No soy consciente de la situación en la cual me encuentro, ¿Esto que he recibido son advertencias? Si es así ¿Por qué a mí? Yo no he hecho nada malo, aunque tal vez sea una amenaza para que me aleje  del Kirigaya ¿Será alguna antigua amante que busca venganza?.

No veo el sentido a todo esto, estoy divagando demasiado.

Pero hay algo más en lo que no dejo de pensar ¿Cómo le diré esto a mi padre? ¿Qué será de mí ahora? Ahora no soy solo yo, tengo a un ser que depende de mí, ¿Podré brindarle todo lo que necesite?

No puedo confiar mi trabajo en las manos del señor Kirigaya, sé que me ha dicho que me apoyaría, sin embargo no puedo creer ciegamente en él, no es un mal hombre, pero me ha dicho tan poco de él y lo que desconozco de su persona, solo me  provoca inseguridad.

Entre nosotros no existe alguna relación sentimental y eso me lleva a preguntarme ¿Qué es lo que haremos? Él me ha dicho que no le gustaban los niños ¿Qué será de mí... de nuestro hijo? ¿Recibirá amor de su parte? Todo es tan confuso.

—Listo, muchas gracias, llámame cuando encuentres algo útil — cuelga el teléfono — Señorita Yuuki ¿Recuerda Andrew Gilbert Mills?

—Si... — respondo dudosa — Creo que fue un par de veces a la empresa.

—Estaba hablando con él, se encargará de buscar al responsable de lo ocurrido, ya ha trabajado para mí en otras ocasiones — suspira cansado — Confió en sus habilidades así que no hay motivo preocuparse por ello.

— ¿No es algo apresurado pedir su ayuda?

—No, es mejor encontrar pronto a quien haya hecho esas cosas antes de que ocurra algo más grave — se dirige a la cocina — Es mejor no arriesgarse.

— ¿Sabe quién podría ser?

—No, aunque no quiera aceptarlo tengo varios enemigos a los cuales podría acreditarle esto — responde serio — Pero no entiendo ¿Por qué la quieren involucrar? Así que es mejor tener cuidado —  abre el refrigerador — ¿Quiere algo de aquí?

—Solo quiero un vaso con agua, por favor.

—Señorita Yuuki, debió haberme dicho de aquel mensaje el mismo día que lo recibió — dice algo molesto desde la cocina — Son detalles importantes que no debió ignorar.

—Lo lamento, después de lo ocurrido lo ignoré ya que no lo tomé muy en serio cuando lo leí.

— Bueno — camina lentamente hacia mí — Eso ya no importa — relaja su postura cuando me entrega el vaso con agua — No es momento para discutir por cosas que ya pasaron, ahora usted debe mantenerse tranquila, por el bien del bebé, pero si algo así vuelve a suceder avíseme.

Afirmo con la cabeza y lo observo en silencio ¿Deberíamos hablar sobre lo que haremos ahora? O ¿Estaría apresurando las cosas?

No, no creo, aunque me sienta cansada necesito que dejemos las cosas claras sobre lo que haremos respecto al bebé y que las cosas que involucren para estar tranquila.

— Señorita Yuuki — me llama obteniendo mi atención — ¿Es pertinente hablar ahora sobre lo que haremos? — Se sienta frente mí — No creo que sea el momento adecuado, pero me gustaría que hablásemos respecto al bebé.

Tras escuchar esas palabras salir de su boca, siento como me inunda una gran tranquilidad de saber que no soy la única en que está pensando en esto.

—A mi también me gustaría que habláramos sobre este tema — respondo con la voz apagada — Ahora mismo si fuese posible — lo observo — Sin embargo no me siento muy bien en estos momentos — apoyo mi cabeza sobre el sofá — Lo mejor será que descansemos y ahora que pienso creo que lo más adecuado sería que volvamos a tocar el tema cuando volvamos a Tokio.

—Me parece una buena decisión —  se levanta — Aunque será que mejor usted descanse en la habitación, yo estaré bien en la sala.

Ese día dormí profundamente, de tal manera que si no fuese que el señor Kirigaya me despertó para comer hubiera continuado descansando. Esa misma noche las maletas que dejamos olvidadas en el hotel tras el incidente fueron traídas hasta el departamento en donde nos encontrábamos y decidimos volver a Tokio a la mañana siguiente.

Cuando habíamos llegamos a Tokio aún era muy temprano y el señor Kirigaya me acompaño hasta mi departamento, pedimos algo para desayunar y después de descansar reanudamos la conversación que habíamos dejado pendiente ayer.

—He pensado que de momento lo más apropiado es que mantengamos en secreto que está embarazada y ya que tiene aproximadamente poco más de un mes, no habrá problemas para ocultarlo — al ver mi rostro inexpresivo prosiguió — Está noticia podría llamar la atención de personas molestas, como ser Gabriel Miller y buscaría la manera de aprovecharse.

—Sí, sería molesto que utilicen esto en nuestra contra — camino hacia mi sala — Aunque tampoco es que tenga a muchas personas para contarles esta noticia — relajo mi cuerpo — Por ahora es mejor que actuamos como de costumbre ¿Verdad?

— Si, aunque me preguntaba si... — baja la mirada incómodo — Tal vez deberíamos iniciar una relación.

— ¿Eh? — Lo miro arqueando una ceja — ¿Estoy escuchando bien?

—Para que el bebé crezca con una familia completa y...

—Alto —lo interrumpo — No diga más por favor — levanto la mano.

Escucharlo decir tales cosas solo provoca rechazo en mí, ¿Habla en serio?

Iniciar una relación en donde no habrá afecto, no es lo que busco y lo que lo hace más horrible esto, es pensar en que estaríamos condenando a nuestro hijo a vivir infeliz.

— Dígame ¿Qué futuro le esperaría a este pequeño ser, conviviendo con padres que no se quieren?

—Yo pensaba en...

— Antes del incidente usted decidió poner fin a esa especie de relación que teníamos para no involucrar sus sentimientos y ahora me pide esto, lo veo muy contradictorio — niego con la cabeza — ¿Acaso abrirá sus sentimientos ante mí? ¿Dará amor y dejará recibirlo?

—Podría intentarlo.

—Los sentimientos deben de nacer de forma natural, la verdad, esto me parece una propuesta muy lamentable.

— Perdón.

—Sabe señor Kirigaya, no quería decir esto, pero me sentí muy mal después de como usted dio por terminado las cosas que habian entre nosotros hace dos noches, me volví a sentir usada — muevo levemente mi cabeza hacia los lados — Yo no estoy buscando una relación de ese tipo, aun menos cuando hay alguien mas que podría salir afectado, además no quiero que usted se sienta obligado a tener una relación conmigo solo por este bebé.

—Le pido que me disculpe por mi tosquedad esa noche — me observa fijamente — No era mi intención en ningún momento hacerla sentir de esa manera.

—No se puede cambiar el pasado, así que es mejor pensar en el ahora que estamos en una extraña situación y...

— Señorita Yuuki — me llama — Sobre lo que ocurrió en el hotel, perdón — se detiene unos segundos captando mi atención — Lo último que buscaba era que se volviera a sentir utilizada, además si yo no le hubiera dicho esas cosas de esa manera usted, el bebé... — baja la mirada — Yo terminé provocando eso...

—No, eso no fue así, fue un accidente, ninguno sabia que eso podría ocurrir.

—Nunca me había asustado y sentido tan impotente hasta esa noche — lo escucho atentamente — Al verla en el suelo debajo de un charco sangre, mencionado ¨nuestro bebé¨ me dejó completamente paralizado — arruga su frente concentrado su atención en algo que estaba en suelo — Mientras intentaba procesar lo que me había dicho, perdí tiempo, no actué rápido, yo no hice nada por ayudarla, podría haber muerto el bebé.

—Claro que no, usted llamó a la ambulancia.

— No fue así, yo la saque de la habitación y alguien en el pasillo al verme en pánico, llamó a la ambulancia, mientras esperaba en la sala de emergencia, no podía dejar pensar en que era el culpable, las acciones que realicé ocasionaron eso — me acerco a él —  Y entonces tomé la decisión de que protegería a ese pequeño ser que está comenzando a crecer dentro de su vientre, no quiero que le suceda nada malo sobre todo cuando yo puedo evitar ese tipo de situaciones.

Vuelve a observarme fijamente con sus grandes ojos negros y siento como me comienzo derretir, su mirada es profunda y sincera, él está siendo honesto, mientras lo veo detenidamente me percato de cierto brillo en sus grandes orbes.

¿Son lágrimas?

— Sé que antes le dije que los niños no me gustaban, le mentí — veo como tensa su cuerpo conteniendo su respiración — Yo daré todo de mí para que esta relación funcione, pero por favor — se acerca con los ojos suplicantes — Por favor, no me aleje del bebé, quiero estar para él.

¿Por qué parece asustado?

—Señor... Eso no sucederá — toco su pierna levemente — Usted es padre y tendrá todos los derechos que le corresponden, siempre y cuando se comporte como uno.

— ¿En serio?... — asiento con mi cabeza — Gracias... — suspira tranquilo — Gracias Asuna.

Me quedo observándolo durante unos segundos analizando esta extraña situación, esta es la primera vez que veo que el señor Kirigaya mostrar ese tipo de expresiones o algo más allá de su característico semblante de desinterés.

Seguramente debe haber algún motivo tras este comportamiento, lucía asustado, ¿Alguna mala experiencia? No lo sé, pero quiero conocer el porqué, deseo preguntarle, sin embargo no creo que sea lo correcto hacerlo, no somos tan cercanos y no es algo que sea necesario saber.

—Señor — observo la hora que marca en su reloj — Se hace tarde, debería alistarse para ir a la empresa, puede usar mi baño para asearse y dirigirse directamente sin volver a su departamento.

—Muchas gracias, pero ya me aseé antes del vuelo — se levanta lentamente — Es hora de irme — me mira relajado — No se olvide el doctor dijo que debía descansar, así que por favor no se sobre esfuerce — le sonrío — Si siente algún dolor me llama y si es necesario vendré de manera inmediata — se arregla el cabello — Cuando salga del trabajo vendré con algo para cenar así que no se preocupe por cocinarse.

—No es necesario que haga eso señor.

—Claro que lo es — camina hacia la salida y yo me levanto para acompañarlo — Es mejor que esté en cama, para que se recuperé debidamente — mira preocupado — Y el bebé no esté en peligro nuevamente.

—Lo haré, no tiene que preocuparse — le toco el brazo con intención de calmarlo — Señor — lo llamo — ¿Puedo hacerle una pregunta tonta?

— Por supuesto.

¿Qué debería preguntarle primero? ¿Sería muy raro preguntarle por qué demuestra de repente este cambio de actitud? ¿Cómo debería decirle eso?

—Amm — sacudo la cabeza un poco apenada al no poder ordenar de manera adecuada mis ideas mientras que él me mira atentamente — No es nada, olvídelo.

— ¿Está segura?

—Sí — me acerco a la puerta — No es nada.

—Bueno, hasta la noche, señorita Yuuki.

Dicho eso el señor Kirigaya se marchó, mientras que yo decidí descansar en cama por el resto de la mañana, porqué aún me sentía un poco cansada. Cuando me desperté ya había pasado la hora del almuerzo, por lo que opté en comer un poco de yogurt y cereal mientras investigaba sobre lo que me sucedió. 

Al parecer he tenido mucha suerte de no perder al bebé, ya que muchas mujeres que tienen esta clase de miomas abortan casi inmediatamente.

Dejo mi teléfono celular sobre la mesa mientras decido lavar lo que ensucié, cuando escucho que alguien me llama, me acerco y observo la pantalla.

— Papá... — digo sorprendida mientras acepto la llamada — Hola papá.

—Hola cariño — me saluda con dulzura — ¿Cómo has estado hija mía?

—Yo bien ¿Y usted?

—Las cosas han estado muy tranquilas por aquí, te extraño — sonrió — Hace meses que no te veo hija.

—Lo siento, pero intentaré ir la siguiente semana, las cosas en el trabajo han estado algo caóticas.

— Lo entiendo, pero ¿Te tratan bien?

—Si papá, todos en la empresa son muy buenos conmigo.

— Me tranquiliza oírlo, aunque ¿No has pensado en cambiar de trabajo?

—No tengo motivo para hacerlo — digo sorprendida — ¿Por qué me dice esto?

—Por nada — ríe incomodo — Bueno a lo que iba, el abogado hoy vino a visitarme.

— ¿Si? ¿Qué te ha dicho? — Miro preocupada hacia el suelo — Por favor, no me digas que volvieron a suspender el juicio.

—No, todo lo contrario.

— ¿Cómo?

—El abogado vino a decirme que mi juicio podría ser adelantado para dentro de cinco meses.

— ¿En serio? — Digo emocionada — ¿Cómo?

—Dijo que para lograrlo habría que pagar setecientos mil yenes, sobretodo para facilitar los trámites que están estancados en la fiscalía.

—Oh — digo un poco desanimada — Ahora solo cuento con trescientos mil para depositarle al abogado.

—No lo hagas, solo te cuento esto porque mañana el abogado te lo diría y quiero que rechaces la propuesta, es mucho dinero hija.

—Como transcurren las cosas para que se lleve a cabo tu juicio pasaría más de un año — suspiro cansada — Papá esto no es algo solo te afecta a ti, mis cuentas siguen congeladas como para sacar dinero, pero veré la manera en la que consigo el resto del dinero.

—No hija.

—Papá no insista, depositaré la mitad del dinero al abogado la próxima semana iré a verte.

—Asuna — dice algo molesto — Aunque quisiera  seguir discutiendo este asunto contigo, no puedo, mi tiempo está por acabarse, cuídate mucho hija.

—Usted también papá.

Luego de aquella conversación me puse a pensar en alguna manera de conseguir el dinero faltante, sería muy útil pedir un adelanto en la empresa, sin embargo después de todo lo ocurrido, no creo que sea lo más oportuno, debo buscar otra vía.

Con la intención de distraerme procedí a desempacar y guardar con mucha calma todas las cosas que había llevado al viaje y luego me dispuse en acomodar algunas cosas de mi departamento. 

Para cuando me percaté de la hora, la noche ya había caído en Tokio, el señor Kirigaya no debería tardar en llegar.

Será mejor que vaya rápidamente a asearme.

Después de unos treinta minutos el señor Kirigaya tocó a mi puerta y procedimos a cenar, hablamos sobre algunas cosas de la empresa y algunos cuidados que debería tener con mi embarazo.

—Mucha gracias por la comida — me levanto y comienzo a recoger los platos, sin embargo el señor Kirigaya me detiene — ¿Eh?

—Yo lo haré — se levanta — Usted siéntese.

—No me pasará nada si lavo los platos — lo detengo — Esta es una labor que exige poco esfuerzo — le digo mientras camino a la cocina.

—Hoy obtuve toda la información sobre Vassago.

— ¿Algo que ayude contra Miller?

—Solo hay un par de contratos sospechosos y uno que otro escándalo por desvió de fondo, sin embargo nada comprobado.

— ¿Qué sucederá ahora?

—Debo investigar más por mi cuenta sobre esos escándalos o tal vez debería... — murmuró para si — Si, eso haré — al percatarse de mi mirada confusa — No se preocupe, yo me encargaré de que esos videos que le tomó no salgan a la luz y de la seguridad de su padre.

—Gracias.

—¿Cómo estuvo su día? 

¿Debería comentarle lo de mi padre? No, mejor no, yo debo solucionarlo.

—Tranquilo, no hice mucho.

Observa en su muñera la hora que marca su reloj.

—Bueno es hora de que me marche — se levanta cuando yo me acerco a él — ¿Ya tomó lo que le recetó el doctor?

—Si — me seco las manos — Por cierto mañana iré a la oficina — le digo mientras me siento frente a él — Espero que no haya ningún problema.

— ¿No es demasiado pronto? — Arquea una ceja — Podría hacer trabajo virtual, no hay necesidad de que vaya, no quiero que se sobre esfuerce.

—En si paso todo el día frente a mi escritorio — digo directa — Además con tan solo tener un asiento cómodo es suficiente — al verlo no tan convencido continué — Seria muy sospechoso si dejase de ir, además es mi trabajo.

El rechazó por completo me propuesta, lo que nos llevó a una pequeña discusión, en la que él terminó por ceder poniendo un par de condiciones para que no me sobre esfuerce y no le sucediese nada al bebé.

—Mañana le pediré una nueva silla — agarra su saco del perchero — Oh me olvidaba, conseguí una cita para la siguiente semana con un médico obstetra muy bueno que ahora seguirá su embarazo.

—Gracias, eso me deja más tranquila y disculpe las molestias, yo debía haberme encargado de eso.

—Para nada — me da la espalda mientras se pone la prenda — Yo soy el padre ¿No? Por lo que también debo de preocuparme por estas cosas.

''Yo soy el padre'' fueron palabras que hicieron saltar mi corazón de felicidad por un pequeño instante.

—Cierto — lo observo tratando de ocultar la sonrisa que se estaba formando en mi rostro — La verdad no pensé que usted estaría interesado de esta manera por el bebé, lo he notado un poco diferente.

— ¿En serio?¿He sido evidente? — Me pregunta entre sorprendido y avergonzado — ¿Es algo malo?

—No, para nada — niego con la cabeza — No me malinterprete, me alegra ver que se preocupa por el bebé.

—Ya veo — se rasca la nuca nervioso mientras camina hacia la puerta — Sucede que desde hace unos años atrás en mi cabeza ronda la idea de ser padre y ahora que tengo una nueva oportunidad de serlo, no quiero arruinarlo, deseo hacer las cosas bien.

— ¿Nueva oportunidad?

La expresión que había en su rostro evidenciaba que había hablado de más.

—Si no quiere hablar sobre eso, está bien — miento — No es necesario.

¿Involucrará a Sachi? Seguramente si, cualquier persona que lo conoce mínimamente sabe como esa mujer marcó un antes y después en él.

—Es una historia que me gustaría olvidar, pero ya que la mencioné puedo resumirla en lo siguiente — abre la puerta — Una de las razones por la que me iba a casar con ella hace cuatro años, era porque me dijo que estaba embarazada, luego el resto es historia — comenta fugazmente saliendo de mi departamento —Descanse, por favor mañana la vendré a buscar para ir a la oficina.

—¿Qué?¿Mañana?

Y se marcha dejándome con muchas dudas en la cabeza. 

Entonces ¿Sachi le mintió? ¿No estaba embarazada?

Que confuso por lo que investigue de ella, es que tiene un hijo de 4 años. La verdad es que quiero conocer más de esa mujer y como fue que dejó tan dañado al señor Kirigaya, o ¿Ese bebé es fruto del engaño?

Sacudo mi cabeza, será mejor que aleje esos pensamientos de mi cabeza, no es algo que me incumba, por ahora debo pensar en cómo conseguiré el dinero para el juicio.




Lamento la demora, tuve un pequeño cambio de planes respecto al orden de los capítulos ocasionando el retraso, pero aquí les dejo este capítulo, denle mucho amor que de esa manera me ayudan mucho a continuar con esta historia. 

No olviden apretar la estrellita que está aquí abajo o dejar su valioso comentario. 

Los quiere 

Miss Lemons

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