XXXV
SCARBOROUGH FAIR
Querido diario:
Fui tan humana como querías, y sacie tu miserable deseo de lo que fue alguna vez tu existencia en la tierra. Pedías perdón y llorabas en lamentos ante tu melancolía de tenerme de regreso.
Pero tu deseo jamás seria concedido...
|...|
El cielo antes color azul profundo, junto con una cálida y bella brisa en el horizonte, se transformó en tinieblas y oscuridad sola.
Gritos, dolor, sufrimiento...
El bello paisaje verde y colorido fue marchitándose con cada paso que daba; el suelo murió, y a su vista, miró con sorpresa un maravilloso árbol brotar de jugosos manjares entre las ramas marchitas de aquel extraño lugar. Ante el milagro, la joven miro hacia al cielo, rebosando de alegría con una sonrisa; pero su felicidad se esfumo cuando escucho leves lamentos, que le recordaban lo que alguna vez fue ella en el pasado.
No estaba sola, pues a su lado, se encontraba una pobre e indefensa Alma, que había sido víctima de un horrible dolor en su corazón. Tan desafortunada era, que las marcas rojizas en su delicado cuerpo color marfil, eran cubiertas por los rasguños y golpes de los terribles tormentos que sufría desde su nacimiento.
-. ¿Qué ocurre? -. Respondió la vampira con una sonrisa, mientras consolaba a la pobre sombra que había llorado hasta ya no poder más en tristeza; su instinto misericordioso le dijo que ayudara a calmar a esa indefensa criatura, y como un susurro de leves recuerdos, creyó haberla visto en alguna parte...
Curiosa, tomo el fruto rojo entre sus manos, era tentador ver una manzana así de jugosa; y tentada a compartirla, saludo a la muerte como una vieja amiga, siendo acompañada de su otra nueva compañía, que la miraba como su amante.
Un dolor fuerte en su corazón sacudió su pecho, como si dagas de plata perforaron cada centímetro de su cuerpo; habría jurado haber escuchado, los lamentos de su amada madre suplicar por ayuda...
•••
Sakura: ¡Uh!... ¿Un sueño?... -. Solitaria, la bella vampira despertaba de su profundo sueño durante la noche. Respirando y sudando, la joven de ojos azules, se dio cuenta que se había quedado dormida tras estar leyendo un par de libros en su escritorio; encantada por las leyendas antiguas, se sorprendió cuando un libro peculiar, se había mezclado entre sus documentos, y curiosa por probar algo nuevo, se maravilló con el origen de los ángeles y demonios que surgieron en el nuevo mundo, mejor conocido como el Edén; el hogar de un singular pareja... Adán y Eva, siendo esta su segunda esposa. Según afirman las antiguas escrituras, la primera esposa termino siendo olvidada de la faz de la tierra por una razón...
La profunda pero fría noche, la hizo sentir relajada consigo misma, y viendo lo tarde que era, supuso que el resto de los demás hermanos del clan, vagaban entre los pasillos de la mansión o descansaban tranquilos en sus habitaciones privadas. Para los vampiros, la noche era su principal fortaleza de energía, y aunque en el pasado, cuando eran jóvenes, disfrutaban de la calidez del Sol, esa rutina fue olvidándose con el pasar de los siglos.
Sin embargo, para la vampira de sangre pura, le agradaba sentir la luz del amanecer; cada día era único y mágico a la vez.
Aunque era la única, que vivía su propia rutina matutina, disfrutaba también de la noche tranquila de la luz lunar; pues le recordaba a su Madre.
Una bella mujer de gran valor y aprecio en su corazón, quien era su mayor fuente de admiración en el mundo; había heredado de ella su hermosa belleza, al igual que su amor por las criaturas humanas. Era una bendición para ella, ser premiada con una bondadosa madre quien la apoyaba en las buenas y malas fortunas de la vida; en su pobre corazón temía perderla algún día.
Una parte de ella, le aterraba lo que el futuro podría decir en las cartas, y cuando escucho gritos de llantos en sus sueños, sabía que algo malo estaba por pasar.
•••
Vagando entre los pasillos, la dama de cabellos dorados había tratado de volver a dormir entre las finas sábanas de su cama; pero era imposible volver a soñar tras haber tenido esa horrible pesadilla.
Aún era temprano, por lo que trato de calmar su estado, con un pequeño bocadillo nocturno, y aunque el sabor a galletas recién horneadas la calmó un poco, sus pensamientos todavía seguían vagando en su cabeza; pues desde hace seis lunas pasadas, no había recibido respuestas de parte de su progenitora.
Caminando sin rumbo, dejo de pensar cuando escucho una melodiosa voz cantar en la fría y tenebrosa mansión...
Are you going to Scarborough Fair?
Parsley, sage, rosemary and thyme
Remember me to one who lives there
He once was a true love of mine
-. ¿Kanato-nii?
Kanato: ...Onee-chan... Buenas noches.
Sakura: Buenas noches... -. Sorprendida, la vampira no vio venir o sentir la presencia del cuarto hermano más joven de los príncipes; el extraño chico de cabellos color lila, la saludaba con una sonrisa burlesca por su inocente mirada. Aunque por el olor, supuso la joven, que había sido el hipnótico aroma a galletas caseras que atrajo la presencia del vampiro, gracias a su afán por los dulces.
Kanato: ¿No puedes dormir?...
Sakura: Un poco...
Kanato: Sabes Sakura-chan... Si cierras los ojos... No habrá más lamentos... -. Respondió frio el vampiro, mientras tomaba entre sus brazos a su fiel amigo oso de felpa; caminando poco a poco hacia la salida, la bella vampira de ojos azul verdosos, supuso que había ofendido a su adorable primo por ser demasiado fría y directa con su persona.
Sakura: Kanato.
Kanato: ...
Sakura: Lo siento... No quise ser grosera...
Kanato: ...
Sakura: Quise, venir al balcón a observar la noche, ¿Quieres acompañarme? -. Con una sonrisa, la joven vampira hizo un espacio a su lado, mientras le mostraba a su acompañante algunas de las galletas que había preparado para degustar con el momento.
Kanato: ...Sería un honor... Onee-chan.
•••
Entonces, ambos vampiros de sangre pura, se deleitaron con la fría y profunda noche del bosque rodear la mansión del clan Vampírico, que hizo perder toda clase de dudas y pesadillas con la noche tan apreciada, que parecía ser un sueño eterno. La única mujer que residía en la mansión, agradecía internamente en tener una familia, así como leales sirvientes que la querían y apreciaban con todo su corazón.
Sin embargo, para cierto vampiro de ojos color lila, negaba que alguien pudiera amarlo, y se sentía desafortunado por no tener una persona especial, que lo apreciara desde que tenía memoria.
Sakura: Es muy hermoso...
Kanato: Si... A Teddy y a mí nos gusta venir aquí seguido... Este podría ser nuestro lugar especial, ¿Ne, Sakura-chan?...
Sakura: Kanato... ¿Otra vez tuviste esa pesadilla? -. Contesto preocupada, la vampira de ojos azules, tras ver la intensa y melancólica mirada del cuarto hermano del clan, que parecía más enfermo que de costumbre.
Kanato: ...
Desde joven, siempre fue torturado por su preciosa Madre; la belleza, pero frialdad de la fallecida mujer de cabellos color morado, todavía seguía viviendo en los pensamientos y sueños del cuarto hermano menor, a quien maldecía por dentro de su don por el canto; deseaba con todo su corazón, haber intercambiado de lugar con sus otros dos hermanos de sangre, para evitarse tener ese sufrimiento que lo consumía aún más durante los siglos.
Poco a poco fue olvidándose de dormir por los crueles gritos y maltratos en sus más profundas pesadillas.
Eso explicaba su personalidad desordenada e infante, al no poder vivir como un niño normal...
Sin embargo, aun con oscuridad, siempre hay algo de luz y esperanza...
Sakura: Kanato-nii, ella ya no puede hacerte daño... Nos tienes a nosotros. -. Respondió la dulce chica, hacia el vampiro con un cálido abrazo, trasmitiendo su amor y cariño; mientras el segundo hermano trillizo, estaba tranquilo por tener a su más apreciada muñeca, como su apreciada luz de esperanza en este infierno en su vida.
Y no permitiría que sus bastardos hermanos, la tuvieran para ellos solos.
Después de todo, no tenía razones para matar a sus hermanos aun; y no le importaría mancharse una vez más las manos de sangre, de aquellos hombres que fueron también parte de los juegos de su preciada Madre, a quien se acurrucaba entre sus brazos mientras cantaba y veía los actos íntimos llenos de lujuria que solía compartir con aquellos extraños, siendo uno de estos su hermano mayor y tío.
Todos ellos eran desagradables; tenían el amor de su amada Madre por una noche, y aun así deseaban experimentar con una nueva presa, que resultó ser su inocente flor de cerezo, a quien cada día florecía como mujer; la tentación de ser el primero entre los brazos cálidos de una virgen eran irresistibles, y por una vez, deseo demostrar lo mucho que valía como hombre.
Kanato: Sakura-chan... ¿Me amas?...
Sakura: ¿Uh?... -. Confundida, la vampira de sangre pura se impactó con las palabras del joven vampiro; ante esa pregunta, la joven inocentemente respondió con una sonrisa sincera en su bello rostro.
Kanato: ...
Sakura: Claro que sí. ¿Por qué no lo haría? Eres mi primo, mi familia.
Kanato: Ya veo... Pero...Si dices amarme... ¿Me darías un beso? -. Sonriendo, el vampiro de ojos color lila, miraba la inocencia de su amada prima como un trofeo a su vista, y ante un sonrojo por sus pensamientos pecaminosos, el chico de cabellos morados sonrió satisfecho, porque sabía que ella jamás rompería una promesa, o negaría uno de sus pedidos.
Sakura: Kanato-nii... -. Sonriendo, la joven doncella accedió a su cumplido; fue en ese momento que los ojos sorprendidos del peli lila, se pusieron abiertos cuando sintió los cálidos labios de la vampira de cabellos dorados besar su frente en un tierno beso, el cual lo hizo dudar.
Kanato: ...
Sakura: ¿Kanato-nii?...
Kanato: Je... Sí que eres inocente... Que linda... Sakura-chan. -. Sonriendo falsamente, el vampiro de cabellos lila se sintió inconforme, pero a la vez complacido por el detalle; su preciosa muñeca accedió a sus deseos sin dudarlo dos veces; por ello, quiso probar con algo más íntimo para su suerte.
Sakura: ¿Por qué lo dices?
Kanato: No es nada... Sabes Sakura-chan... ¿Por qué... No dormimos juntos?
•••
Sin saber cómo, ambos vampiros llegaron a la habitación del joven vampiro; una bella Sakura se había sentado en la orilla de la suave cama, mientras su acompañante terminaba de vestirse con su pijama para dormir junto con su amada en esta hermosa noche.
La vampiresa de ojos azules observó algunos de los juguetes y envolturas de dulces esparcidos por la habitación; sonrió por la calidez y tranquila presencia de la atmosfera, aunque eso no duro mucho tiempo, cuando miro de forma tensa a lo lejos, el peculiar cuadro de una hermosa mujer mirarla fríamente con sus ojos verde esmeralda a lo lejos.
Esa sensación de miedo fue imposible de olvidar tras recordar el pasado, pero una suave voz susurrar su nombre la hizo reaccionar.
Kanato: ...Sakura-chan...
Sakura: Oh, Gomenasai, Kanato-nii, ¿Dijiste algo?
Kanato: ¿Estas lista... Para dormir?
Sakura: Si. -. Con una sonrisa, la joven se arropó con las sábanas de seda de la cama, mientras tomaba un lugar entre la esquina de la enorme cama, mientras el vampiro se acomodaba tranquilo, sin la presencia de su buen amigo de felpa por una extraña razón.
Kanato: ...
Sakura: ¿Teddy no dormirá con nosotros?
Kanato: Teddy estará bien... Ahora soy yo quien... Quiere estar contigo... -. Declaro felizmente el muchacho de ojos color lila, quien observaba el tierno rostro de la vampira, confundida con cada acción del trillizo; las frías manos del vampiro pasaron directamente a su cintura, y aprisionándola con fuerza, temiendo que desapareciera, el muchacho de cabellos morados, se sintió en el cielo con el aroma y caricias del cuerpo suave de la vampira de cabellos dorados.
Sakura: Kanato-nii...
Kanato: Prométeme... Que nunca me dejaras... Onee-chan...
Sakura: Tranquilo... Jamás lo haré... Es una promesa.
Kanato: ...¿Lo prometes?
Sakura: Lo prometo. -. Afirmo con una sonrisa, mientras seguía abrazando al vampiro, quien felizmente, sentía la calidez entre su frio cuerpo, y por una vez en su larga vida, se sintió tranquilo en intentar soñar un hermoso recuerdo entre su preciada muñeca, que jamás se alejaría de su lado...
Kanato: ...¿Podrías... Cantar para mí?
Sakura: Claro.
En el jardín dilly dilly
lavanda azul
te amo a ti dilly dilly
me amas tu
¿Quién me escucho? dilly dilly
¿Quién te conto?
fue mi corazón dilly dilly
quien me conto
flores de abril dilly dilly
lavanda azul
_________ 🥀 ________
~Omake~
La noche tranquila pero oscura en la residencia del clan vampírico; los cinco hermanos Sakamaki estaban reunidos en la sala de juegos de la mansión para pasar el rato. La noche trascurría serenamente, pero a la vez desierta, lo que los hizo sentir un poco tranquilos en los eventos pasados, y deseaban tener un merecido descanso.
Fue una sorpresa para todos, saber que el cuarto hermano más escandaloso del grupo, no se encontrara a la vista; algunos pensaron, que estaría arreglando su encantadora sala de muñecas en forma de Novias como distracción.
Aunque estar preocupados por el paradero de algunos de ellos no era habitual en sus personalidades, en el fondo siempre estarían preocupados del uno con el otro. Y esta no era la excepción, si conocían perfectamente la naturaleza mimada y sádica su hermano.
Reiji: ¿Dónde está Kanato? -. Respondió el según hermano, dirigiéndose con su mirada fría y seria, hacia el resto de hermanos trillizos, a quienes eran los únicos que conocían de las facetas y acciones del vampiro de cabellos color lila; dos de los hermanos gemelos se encontraban jugando al billar cuando escucharon las palabras del vampiro mayor.
Ayato: ¡¿Por qué diablos debo saberlo!?
Laito: Seguramente debe estar en su cuarto privado, Reiji-kun~
Ayato: ¡¿Siempre tienes que arruinar la diversión Reiji!?
***: ¡¿PODRÍAN CALLARSE!? -. Esa voz alertó a todos, y cuando vieron a la persona que había gritado con enojo y furia, se aliviaron un poco; la actitud furiosa pero mimada del segundo trillizo de la familia, estaba empezando a causar curiosidad.
Ayato: ¡Finalmente llegas histérico!
Kanato: ¡Cállate Ayato!
Reiji: Paren los dos en este instante. Kanato, ¿Dónde estabas?
Kanato: Eso no te interesa.
Laito: Ne~ Kanato-kun, ¿Dónde está Oppai-chan? -. Declaro el peli castaño rojizo, al intentar cambiar la conversación; sabía perfectamente de la personalidad de su bipolar hermano menor, por lo que intentar desviarse de la atención del resto de su hermanos era un acto divertido de ver cuando se les provocaba en cuestión. Sin embargo, había notado el peculiar aroma de su gemelo hermano, cuando llego a la sala, y nadie reclamo por el aroma tan familiar de la vampira de ojos azul verdosos.
Y tan solo mencionarla, todos se dieron cuenta de las intenciones de Laito. Para confirmar lo peor.
Kanato: ...En mi cama...
Sorpresa.
Los cinco jóvenes vampiros no podían creerlo.
Pero sabían que era verdad; el dulce aroma de olor a flores, estaba esparcido en las ropas finas del vampiro trillizo; y tras escuchar que la joven mujer de cabellos dorados, estaba ahora en la habitación del vampiro de ojos color lila, no dudaron en pensar lo peor cuando pronuncio esas palabras.
Subaru: T-tú...
Ayato: ¡MALDITO SEAS KANATO!
Laito: ¿Are?... ¿Kanato-kun hizo mujer a Oppai-chan?... ¡Que celoso estoy hermanito!~...
Reiji: Kanato. Acaso. Ustedes---
Kanato: ¿Nosotros que?... Reiji-san... -. Sonriendo, el joven de cabellos morados estaba más que fascinado con las miradas aterradas, pero furiosas de sus hermanos, que se río por dentro por sus pervertidas insinuaciones de doble sentido por sus palabras.
Subaru: ¡Responde Kanato!
Ayato: ¡¿ACASO TE ACOSTASTE CON ELLA!?
***: Cállense todos. Son un dolor de cabeza.
Aturdidos, el resto de los hermanos miraron con sorpresa al más mayor de la familia despierto; la mirada sería pero tranquila del vampiro de cabellos rubio-anaranjados estaba más que molesto por el escándalo que generaban en toda la mansión.
Ayato: ¡CALLATE SHU!
Shu: Cierren la boca. No hay nada de olor de sangre en su ropa. Él no la toco. -. Respondió serio, pero tranquilo el más adulto de la mansión que estaba harto por el pequeño juego de su peculiar hermano menor.
Kanato: Eres un aguafiestas Shu-san. No nos dejas divertirnos... ¿Ne, verdad Teddy?
Ayato: ¡Vete al infierno Kanato!
Laito: Creo que ya estamos todos ahí, Ayato-kun~
Ayato: ¡Tsk!
Reiji: Explica esto Kanato.
Kanato: Teddy no podía dormir... Onee-chan fue muy buena en prepararnos galletas... Pero Teddy todavía estaba solo. Le pidió a Onee-chan dormir con el... ¡Qué gracioso eres Teddy!
Laito: Are, no sabía que Teddy fuera tan pervertido. ¿Teddy sintió algo más?~ -. Curioso, el vampiro más lujurioso de la mansión estaba más que impaciente por los detalles; a diferencia del resto de sus cuatro hermanos, se fueron de la sala tras escuchar las asquerosidades del segundo hermano trillizo, al pensar de esa manera de la inocente dama de la mansión.
Kanato: Su sangre... Era tan caliente... Y su cuerpo... Era tan suave... Me sentí en el cielo cuando dijo mi nombre en sueños... -. Sonrojado, el vampiro de cabellos color lila ya no podía aguantar más sus necesidades lujuriosas y querer hacer suya a la mujer de cabellos rubio dorados; dejarla seca de sangre, esparcir besos en su blanco cuello, besar sus labios rojizos, sentir su suave piel, tocar su delicada flor entre sus piernas y rellenarla con su semilla, fue lo más excitante que había sentido en vida. Jurando que algún día, llegaría a ser el hombre ideal para su preciada muñeca.
-. Lamento no haber estado contigo... Onee-chan...
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