CENA MENSUAL

Querido diario:

El amor no puede ser forzado...

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Durante la noche, cierta vampira terminaba de preparar con dedicación, amor y esfuerzo, la cena mensual familiar; se era sabido por parte de todos, que este día era un evento de unión parental, que disfrutaba el Rey Vampiro junto con sus esposas e hijos. Aunque en el pasado, era bien recibido, las visitas poco a poco fueron disminuyendo con el pasar de los siglos. La joven de cabellos dorados, sabía que acabaría en otro desastre por parte de los comentarios y malos modales en la mesa, que cada uno de los seis vampiros repetían sin cesar, ya que, sin la presencia del fundador del clan, no habría orden ni disciplina alguna.

Sin embargo, quiso compensar lo de esta mañana, tras no haber informado con anticipación su salida en el pueblo durante el día; así que rogo internamente al cielo, que todo saliera a la perfección, y que, por una vez, la unión, el amor, y las risas que recordaba desde que era una niña, volvieran otra vez más, en las miradas de angustia y dolor, por algo de felicidad en los rostros de los vampiros que habitaban en la mansión.

Con la ayuda de los sirvientes, acomodaron los platos y cubiertos para el evento, mientras la vampira terminaba de colocar la comida y postres preferidos de sus amados familiares en la gran mesa, con una sonrisa tranquila adornando su rostro.

La bella dama, vestía un elegante vestido largo ajustado, con degradados de tonos en azul oscuro y blanco, mientras lucía entre sus cabellos dorados un pequeño moño y cinta alrededor de su cuello, del mismo color de su conjunto, que le asentaba de maravilla en su increíble figura de reloj de arena. Sin embargo, la vampira noto un inconveniente en el escote; pues su gran Copa Doble D, se salía poco a poco de los bordes, que mejor opto por incluir una chalina de color azul marino, para estar segura y preventiva de las miradas.

Los sirvientes y mayordomos espectrales, la recibieron con halagos y cumplidos por su esfuerzo durante esta noche.

•••

Una paciente Sakura, esperaba ansiosa la llegada de los seis vampiros, que cuando pudo detectar el olor de los chicos, aguardo en la entrada del comedor con una sonrisa; en cambio, los seis residentes de la mansión, estaban mucho más que enojados por insistir tanto en la cena mensual familiar; que desearon que la noche acabara, pero se sorprendieron cuando miraron el gran banquete.

Sakura: Buenas noches a todos. -. Con una sonrisa, la joven señaló a los presentes la increíble cena preparada ante sus ojos; todos quedaron aturdidos, y todo rastro de amargura, peleas, rabietas combinadas, fueron olvidadas; tras sentir la calma, el aroma y tranquilad, que su amada prima había hecho con tanto amor y dedicación en su corazón. Los seis príncipes herederos de la corona, se sintieron halagados por el regalo, y era casi imposible evitar que sus mejillas quedaran expuestas en un rojo vivo, al ver la increíble belleza, de la vampiresa de cabellos dorados y ojos azul verdosos mirarlos con inocencia.

Ayato: ¡Takoyakis!

Laito: ¡Macarones!

La más fina vajilla era servida con la comida y postres preferidos de cada uno de los seis hermanos, que uno de ellos estaba más que feliz y reconfortante; no dudo en sentir algunas lágrimas entre sus ojos por lo especial que era, para su querida y amada muñeca.

Kanato: Sakura-chan... Tu si sabes lo que me gusta. -. Con felicidad, el vampiro de cabellos color lila, derramo lágrimas de felicidad al ver los increíbles dulces, pudin y tarta de manzana servidos exclusivamente para él, que no le importo recibir las miradas de burla del resto de sus hermanos, por su acto tan sentimental.

Sakura: Esta bien Kanato-nii, no llores por favor. -. Con una sonrisa, la vampira abrazo a su primo con ternura, mientras acariciaba la cabellera del joven de ojos color lila, quien ahora se encontraba reposando tranquilamente entre el gran escote de la muchacha, que no noto algunas de las caricias un poco sofocantes pero suaves que recibía por parte del vampiro.

Kanato: ...Teddy quiere quedarse así para siempre... -. Con un leve sonrojo, el vampiro de ojos lila, no dejaba de sentir el delicioso aroma de su prima tan cerca, quien no dudo en seguir frotando descaradamente su cabeza entre la suaves y grandes almohadas que lo tenían tan cautivado, ya que, en el fondo, también guardaba su instinto lujurioso, y deseaba en el futuro, beber la leche materna que produjera su querida prima cuando llegara su momento.

Ayato: ¡Oye!, ¡Aléjate de ella! -. Grito furioso el menor de los tres trillizos, quien no dejaba de mirar con odio y envidia el acto tan descarado de su hermano; sabía perfectamente lo sádico y mimado que podía ser el vampiro de cabellos color lila, pero nunca pensó que usaría su lado adorable e infante, para sentir los enormes pechos de su prima con perversión ante sus propios ojos. Sobre todo, el resto de los cuatro hermanos, miraban con atención con un poco de envidia, el acto tan descarado y pervertido del vampiro.

Reiji: Ayato. Tus modales.

Ayato: ¡Cállate Otaku lavavajillas!

Sakura: Ayato-nii. -. Con el ruido y gritos por parte del pelirrojo vampiro, la joven de cabellos dorados trato de calmar la situación; pero cuando vio la mirada seria pero serena del hombre de cabellos negro oscuro, decidió quedarse callada.

Reiji: Kanato. Sakura. Tomen asiento.

Sakura: Perdón...

Laito: Fu, fu, fu~ ¿Qué se sintió estar en tan semejante placer?... Ne~ Kanato-kun. -. Susurro bajo, el vampiro de cabellos marrones hacia su hermano menor, quien se encontraba oculto en su buen amigo de felpa ante la pregunta; que agradeció internamente a su compañero, por cubrir sus mejillas rojas ante los ojos de su querida muñeca.

Kanato: ...Teddy tenía razón... S-son más grandes de lo que aparentan...

•••

La cena transcurrió con normalidad, los hermanos Sakamaki, estaban relajados y tranquilos con el precioso detalle de la vampiresa menor; el sabroso sabor de la comida fina y exquisita eran indescriptibles, sobre todo, de la hermosa belleza de la joven, quien lucía a un más bella que de costumbre. La felicidad y tranquilidad en el ambiente eran reconfortantes, y por una vez, las peleas y envidias de los seis hermanos había terminado.

Sin embargo, en el trascurso de la noche, vieron la mirada perdida de la vampira de ojos azul verdosos ante sus propios pensamientos; cada vez que alguien mencionaba sobre su día en el pueblo.

Shu: ¿Sucedió algo en el pueblo?

Sakura: Amm... Solo lo normal, es todo.

Subaru: ¿Alguien te molesta?

Ayato: Tsk. ¡Dime el nombre del maldito que te hizo daño, y lo hare pagar! -. Grito histérico el vampiro de cabellos rojizos, mientras azotaba con fuerza la mesa del comedor con furia.

Reiji: Ayato. Es una falta de educación golpear la mesa.

Ayato: ¡Tsk!

Sakura: Por favor... ¡Cálmense!, ¡Nadie me molestó!... Todos fueron muy amable y atentos... Es sólo que...

Todos: ...

Sakura: Chicos... ¿Creen que soy... Extraña?... -. Ante aquellas palabras, un enorme silencio se llenó en todo el lugar, tras sentir la inseguridad de la inocente vampira, que era muy superior en todos los sentidos. Los bastardos humanos no sabían con quien se estaban metiendo; si osaban a hacer daño físico y mental a su adorable prima, lo lamentarían.

Laito: ¿Eh? Extraña... Opaii-chan~ ¿De dónde sacaste esa idea?

Sakura: Algunas mujeres... Ellas...

Reiji: Las palabras vulgares de aquellas humanas, no deben perjudicarte.

Subaru: Somos vampiros. Somos muy diferentes a ellos. Y los sabes. -. Respondió enojado el albino de ojos color rojos, que por un segundo quiso demoler todo con sus manos; pues como se tratara de una ilusión, recordó aquel mortal humano de cabellos castaño, que alguna vez fue querido y apreciado para la vampira de sangre pura en el pasado, pero que solo le genero dolor en su corazón.

Sakura: Tal vez fue un error pensar en ello... Lo siento mucho...

Kanato: ...Sakura-chan... Teddy no cree que seas rara...

Sakura: Gracias Kanato-nii.

Ayato: ¡Oye, tonta!, ¡Serás la futura reina de Ore-sama!, ¡No debes mostrar debilidad ante tus enemigos!

Sakura: ¿E-eh? ¿¡R-reina!? -. Sorprendida ante la declaración del rojizo, la vampira sintió la vergüenza y sonrojo entre sus mejillas por esas palabras; pues en el pasado, esas palabras era una promesa que había dictado el menor de los trillizos hacia el resto de sus hermanos ante su mano en matrimonio, quien al igual que todos, habían jurado ganar su corazón cuando fuera mayor.

Laito: No estés tan seguro, hermanito~

Ayato: ¡Cállate pervertido!

Reiji: Ayato. Laito. Será mejor que se tranquilicen o---

- TOC, TOC, TOC, TOC... (???) -

Silencio. Tras escuchar el sonido de golpes en la puerta del vestíbulo de la mansión, la familia del clan murciélago se sorprendieron por la llegada de un posible desconocido interrumpir su hogar, que pensaron que podría tratarse de la presencia, de su progenitor.

Hilde: Disculpen por la interrupción... Señorita Sakura... Un joven la busca...

Sakura: ¿Eh?, ¿A mí?

Todos: ...

Hilde: Alguien llamado Raiser, de la familia Saito.

Sakura: Esta bien Hilde. Gracias. -. Respondió seria la vampira tras recordar el nombre de cierto mortal humano, que la dejaba con un mal sabor en la boca. Sin embargo, tenía que ser respetuosa con sus invitados, y no creyó que el humano sería tan estúpido para entrar en los dominios del clan Sakamaki durante la noche, y no quiso que cualquier inconveniente y rumor entrara en su familia al respecto.

Hilde: Con su permiso.

Sakura: Enseguida vuelvo...

Todos: ...

•••

Ayato: ¡¿Quién diablos es ese imbécil!? -. Grito enojado el muchacho de cabellos rojizos, tras escuchar el nombre de un hombre, que posiblemente quería cortejar a su amada prima.

Tan pronto como la vampiresa se fue, las dudas, pero miradas frías y sádicas de algunos de los hermanos del clan murciélago, estaban más que impacientes, por las respuestas de sus dos hermanos mayores ante sus dudas; no era sorpresa, que la joven dama de cabellos dorados tuviera pretendientes del mundo humano, sobre todo de la corte vampírica del Makai, que ocasionalmente enviaban sin cesar flores, ropa, perfumes y joyas costosas, para impresionar a la autoproclamada "Princesa" del clan, aunque dichos regalos, nunca era recibidos por la vampira de sangre pura, pues misteriosamente, muchos de esos presentes desaparecían antes de que la joven los recibiera.

Reiji: La familia Saito pertenece a una familia de humanos de la aristocracia muy relacionada con esa persona. Sería un inconveniente meternos con ellos en este momento, si es que están protegidos.

Shu: Confía en ella. Es todo.

Ayato: ¡Tsk!

•••

Mientras tanto, en el gran vestíbulo de la mansión; una bella Sakura llegaba para recibir a su inesperado invitado; un apuesto joven de piel bronceada, y cabellos rubio, estaba parado con un enorme ramo de flores y chocolates, con una sonrisa coqueta en su rostro, pero a la vez pervertida y lujuriosa, tras mirar disimuladamente el atuendo de la vampira entre sus caderas, abdomen y escote, que fueron del desagrado para la mujer, que agradeció internamente en tener su chalina consigo para cubrirse un poco.

Sakura: Buenos noches... Señor Raiser...

Raiser: Buenas noches, hermosa Sakura.

Sakura: Es algo tarde...

Raiser: Nunca es tarde para una visita nocturna. Toma, he escuchado que te gustan mucho las flores, y las novelas. -. Respondió el muchacho coqueto, mientras entregaba entre las manos de la vampira, una novela conocida y familiar para la vampiresa, quien dudaba en aceptar los regalos de aquel mortal humano.

Sakura: Muchas gracias... No sabía que te gustaba Shakespeare.

Raiser: Amm... Si. Muy innovador ese autor. Pero, pienso que no es apropiado para ti. Despierta pasiones... Y deseos.

Sakura: Raiser, ¿De verdad eres Primitivo?

Raiser: ¡Jajaja! Gracias Sakura. Pero... Aprovechando mi llegada, ¿Por qué no salimos esta noche?

Sakura: Quizás en otra ocasión... Estoy cenando con mi familia ahora.

Raiser: ¿Enserio? No sabía que toda la familia estaba reunida. Es imprevisible.

Sakura: Si... Lo es... Será en otra ocasión...

Raiser: De acuerdo. Vendré mañana temprano. Disfruta tu noche. -. Respondió el muchacho de cabellos rubios, mientras se retiraba del lugar con algo de enojo y frustración en su cara, tras el rechazo de la hermosa dama; quien no dijo nada, y acompaño al joven mortal humano hacia la salida.

Una majestuosa y fina carroza esperaban al heredero de la familia Saito; y la vampira se sintió un poco aliviada tras verlo irse en su carroza en la oscura y fría noche. La joven Sakura no debía ser grosera con el hombre, y aceptando su visita matutina al día siguiente, la vampira rogo a los cielos que no se tratara de un intento de cita prologada por el mortal humano.

Suspirando rendida, trato de calmarse un poco, e ignoro toda insinuación pervertida y coqueta de aquel pomposo muchacho.

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~Omake~

La cena mensual familiar, termino un poco incomoda, de lo que había esperado la vampira; los seis miembros masculinos de la mansión no mencionaron nada al respecto tras su regreso, y para sorpresa de la joven, no preguntaron sobre la "Charla" con su invitado, pues en secreto, los hermanos Sakamaki habían espiado entre las sombras un poco de la conversación, que maldijeron el apellido de la familia mortal Saito.

•••

Más tarde, la vampira de cabellos dorados había sido citada por parte del vampiro de ojos magenta profundo en su laboratorio; para hablar al respecto de su castigo, por no haber sido informado en la mañana sobre su salida, y el retraso de la merienda prologada por la servidumbre.

El olor y sonido de varios extraños líquidos mezclados en aquella y oscura habitación, dejaron sin palabra a la vampira, quien llena de curiosidad, admiraba con detalle cada parte del lugar, tras mirar atentamente a su primo trabajar en su investigación teórica; que tanto había trabajado durante días, y explicaba, los motivos de su ausencia en la cocina.

Sakura: Reiji-nii... ¿Querías verme?

Reiji: Toma asiento Sakura. -. Respondió frío el vampiro de ojos color magenta, que terminaba de mezclar varias sustancias desconocidas para la oji azul.

Sakura: Si... -. Dijo la joven, mientras tomaba asiento entre aquel sillón color marrón rojizo.

Reiji: He preparado Té. -. Respondió el vampiro, a quien mostraba a su acompañante, una hermosa taza de porcelana fina color blanco, que percibía un dulce aroma del Té servido; y las fosas nasales de la vampira quedaron sensibles con el hipnótico aroma, ansiosa por probar.

Sakura: Gracias Reiji-nii.

Reiji: ... -. El vampiro no dijo nada, y miraba atentamente como la joven dirigía sus hermosos labios al líquido color rojo carmesí para degustarlo, esperando pacientemente la reacción del tónico.

Sakura: ¡Oh! Es verdad, ¡Te he traído esto del pueblo!

Reiji: ...

Sakura: Vi varios sets de química, y encontré algunas sustancias raras que pensé que te gustaría probar. -. Con una sonrisa en su dulce rostro, la joven deposito entre las manos del vampiro, un pequeño frasco color blanco puro.

Reiji: ...Agradezco tu detalle. Pero no era necesario. -. Respondió cortante el muchacho, ocultando todo rastro de frustración y desesperación en su mirada, ante la acción tan repentina de la vampira de ojos azules.

Sakura: Estabas algo resentido en la mañana... Y quise compensarlo con esto... Mira, he encontrado la esencia de orquídeas que buscabas.

Reiji: ...

Sakura: No suelen crecer en esta temporada, pero me las ingenie para conseguirlas.

Reiji: ...

Sakura: ¿Reiji-nii? -. Preocupada, la joven se preocupó por el estado mudo de su primo; el muchacho no dejaba de admirar el frasco entre sus manos; el cual, miraba con atención algunos detalles de pétalos color blanco de las flores mezcladas con la sustancia, que lo hizo suspirar.

Reiji: Estoy bien. Sakura.

Sakura: ¿Seguro?...

Reiji: ...Solo... Decepcionado.

Sakura: ¿Uh?...

Reiji: Los pétalos son de color blanco. No servirán de mucho después de todo.

Sakura: ¿Buscabas algún color en específico?

Reiji: Algunas pociones, representan colores que los identifican. Si los mezclas correctamente, compartirán un significado especial, y obtendrás lo que deseas.

Sakura: ¿Qué tiene de malo el color blanco?

Reiji: Representa Pureza. En este caso, servirá como antídoto para ciertas enfermedades mortales para los humanos.

Sakura: Eso suena interesante. ¿Hay alguna flor que te llame la atención? -. Curiosa, la vampiresa siempre se maravillaba por las palabras e historias interesantes de su primo desde que era una niña; pues desde que era joven, el muchacho de ojos magenta se encargó de despertar los intereses de la vampira con la lectura, que muy satisfactoriamente, el vampiro de cabellos oscuros, estaba más que complacido con su amada prima, por ser la copia casi familiar de su difunta madre, y eso, lo dejaba más que satisfecho.

Reiji: ...Se llama la Orquídea Roja, para muchos, la Orquídea Sangrienta.

Sakura: ¿Orquídea sangrienta?...

Reiji: Su esencia, tiene un efecto esplendoroso si se usa adecuadamente. Sería capaz de matar a cualquier criatura con una sola gota.

Sakura: Eso... Suena algo peligroso... Reiji-nii -. Con temor en sus ojos, no quiso pensar que su primo ocuparía tal pócima, para herir a una persona; pues le asustaba la idea, de que dañara a cierto vampiro de cabellos rubio anaranjados que conocía, por ser el rival del vampiro mucho antes de que nacieran.

Reiji: También tiene efectos positivos.

Sakura: ¿Eh?

Reiji: Como una rosa, puede ser mortal desde afuera, pero por dentro... Sería capaz de ayudar a cualquiera en un estado de muerte asegurada. Si es que se sabe preparar adecuadamente.

Sakura: Oh... Eso es un alivio.

Reiji: ...También...

Sakura: ¿Uh?

Reiji: Se dice que es capaz de seducir a cualquier criatura. Su olor hipnótico, es un signo de locura indescriptible.

Sakura: Reiji-nii... Pero... Eso es...

Reiji: ¿Imposible? Tal vez.

Sakura: ...

Reiji: Debido a eso, solo crece una vez cada 1000 siglos. Nadie tiene asegurado nada al respecto con este último dato.

Sakura: ...Ya veo... -. Incomoda, la vampira sabia la personalidad sádica y torturadora de su primo, pero en ninguna ocasión; a pesar de haberse equivocado en ocasiones, y aceptar los castigos por el bienestar de sus demás primos y fieles sirvientes en la mansión, el hombre de cabellos negro oscuro, jamás la había golpeado o gritado. Sin embargo, cuando menciono la muerte y seducción, la hizo sentir incomoda con su mirada profunda entre sus labios y cuerpo, que pensó que se le abalanzaría por encima.

Reiji: Sera mejor que termines tú Té. -. Dijo sereno el muchacho de ojos magenta brillosos, esperando con impaciencia la acción de la vampiresa; el cual, le hizo dudar a este último, con las siguientes palabras de la joven.

Sakura: Reiji-nii... No creo que exista una poción así... El amor no puede ser forzado... Si alguna vez lograras esa pócima, todos los sentimientos serian falsos.

Reiji: ...

Sakura: Dejarse cautivar por una mentira así... Sería más que doloroso... -. Respondió la vampira con sinceridad, mientras tomaba las manos del vampiro con las suyas, para hacerlo entrar en razón, ante sus futuras decisiones, que le costarían el amor y su felicidad propia.

Reiji: ¡...!

Sakura: Sabes Reiji-nii, no necesitas esa poción.

Reiji: ...¿Por lo que lo dices?...

Sakura: No necesito una poción para quererte. Reiji-nii. Te amo. -. Y dicho esto, la joven tomó finalmente la taza anteriormente servida del Té para degustarlo.

Reiji: ...Sakura...Gracias...

Sakura: ¿Uh?... -. Sorprendida, la joven vio cómo su primo, tomaba su mano; quitándole la taza, pero a la vez agradeciéndole por sus sabias palabras, y consuelo en voz baja.

Reiji: Es todo por hoy.

Sakura: Pero el Té...

Reiji: Puedes irte.

•••

Esa misma noche, cierto vampiro de cabellos oscuros, terminaba de limpiar cada detalle de su laboratorio tras haber terminado con su investigación; los recuerdos de su amada prima con esas palabras, lo dejaron pensativo por el resto de la noche, que odiaba sentirse inseguro por su acción, el cual, no tenía la certeza, si era realmente la decisión correcta.

Reiji: ...Que desperdicio. -. Dijo frustrado el hombre de ojos color magenta, al sentir el olor tan desagradable de las cenizas en el aire, tras haber incendiado sus prototipos de orquídeas rojas, que formaban parte de su investigación científica.

Al mismo tiempo, desechaba el líquido servido de aquella fina taza blanca de porcelana, que anteriormente era perteneciente de la joven vampira de ojos azul verdosos.

Algunos pensarán, que su mente estaba retorcida, llena de locura y avaricia combinadas ante el pensamiento posesivo que tenía el vampiro de cabellos negro con su hermosa prima. Una parte de él, en lo más profundo de su alma, le advertía que no era la solución a sus problemas; pero la desesperación de ser el quien solo estuviera en los pensamientos y gemidos de la dama de cabellos dorados, lo hacían explotar de diferentes maneras, que no le importaba el peligro de las consecuencias de aquella sustancia.

Los resultados serían magníficos, con tan solo una mirada, cualquier criatura mortal o demoniaca, quedaría encantado con la primera persona que vieran sus ojos, pero también había riesgos que tomar en cuenta. La desesperación o un solo error de preparación, transformaría todo encantado y seducción en odio y rencor. Sobre todo, era mejor que el afectado, no sintiera rastro de amor o cariño hacia la persona seleccionada; pues la perdida de mente y cordura, serían peligrosas, al punto de transformarse en obsesión compulsiva llena de lujuria y deseos combinados...

-. No necesito una poción de amor para quererte Reiji-nii. Te amo.

Reiji: ...Supongo que tendré que regresar... Al plan original. -. Susurro el vampiro, mientras ojeaba entre sus libros, la preparación de una pócima que había encontrado días atrás, tras sus intentos de perfeccionar la preparación de una Poción de Amor.

Pócima del Desafortunado Amor.

Ingredientes:

• Lágrimas de dolor.

• Pertenencia personal del enemigo.

• Pétalos de Lycoris Radiata.

• Pertenencia personal de la amante.

• Esencia de espíritu.

• Pétalos de rosas rojas.

• Sangre del fundador.

Una sola gota consumida por parte de la amante de su enemigo, todo signo de amor y aprecio, serán intercambiados hacia la primera persona que vean sus ojos.

La traición y dolor por parte del enemigo serán indescriptibles con cada signo o muestra de efecto que demuestre la amada con su amante. 

Al tercer día, esta persona odiada morirá.