REMORDIMIENTO

Querido diario:

Jamás pensé que llamaría la atención rápidamente en la Villa, tras ser el nuevo portavoz de la familia Sakamaki.

Pero lo que no estaba en mis planes, era conocer a esa persona...

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El día caluroso, pero tranquilo de la estación, florecía nuevamente una vez en la lujosa pero antigua residencia del Clan Sakamaki.

Se era sabido, que dicho apellido portaba de gran poder, y riqueza en el mundo Gekai, que era casi imposible de olvidar el nombre de los seis herederos de dicho clan; todo Japón, estaba al tanto de la situación, pero muy pocos, sabían del otro miembro familiar lejano, y solo eran algunos rumores, los que circulaban en la sociedad sobre la misteriosa flor de cerezo.

•••

Como todas las mañanas, una bella y hermosa vampiresa, se levantaba temprano para realizar sus actividades diarias como ama y señora de la mansión; desde que su progenitora salió de visita hacia el Makai.

El deber y responsabilidad le dictaban por derecho; al ser nombrada princesa del clan Vampírico.

En este día en especial, la joven doncella, terminaba de adornar la entrada principal de la mansión con hermosas rosas blancas, para hacer aún más cálida; la presencia de su amado hogar desde que era pequeña.

Sin embargo, antes de entrar en la mansión, observo una silueta bastante familiar, pero desagradable de una persona; que había cumplido su promesa de acompañarla en una posible cita.

***: Buenos días, Lady Sakura.

Sakura: Buenos días, señor... Raiser. -. Suspirando cansada, la vampira reconoció la voz de aquel insistente del mortal humano. Si bien, sabía que debía ser respetable con los asociados e influyentes relacionados con el señor Sakamaki ante la reformación del distrito en Japón tras la guerra. Sin embargo, por muy guapo y atractivo que era el hombre, tenía una personalidad demasiado arrogante y oscura en su alma; desde un playboy y niño mimado por su familia, solo le interesaba el poder, la riqueza y belleza, que podría resultar conveniente para el, si se relacionaba íntimamente con un miembro familiar de un clan tan importante como lo era el Sakamaki.

Raiser Saito, era uno de los otros chicos interesados en cortejar a la bella Sakura, y aunque solo había llegado al distrito de Tokio para realizar sus inspecciones de trabajo ante la supervisión de su familia; se maravilló con la enorme belleza de la doncella de cabellos rubio dorados, que era bautizada como la flor más hermosa, y princesa de todo el mundo.

Los rumores no eran falsos, pues con una mirada, todos los hombres de bajo y mayor rango social, quedaban cautivados con la ternura e inocencia de la joven dama; que no fue difícil sumarse a la enorme lista de pretendientes interesados en la dama.

Raiser: Sakura-chan. ¿No te gustaría almorzar conmigo?

Sakura: Lo siento mucho, tengo algunos pendientes que arreglar en este momento. Quizás luego...

Raiser: Sé que esto es inoportuno, pero... Sakura. Me gustaría tener más tiempo de caridad contigo.

Sakura: ...¿Qué?...

Raiser: Venimos de apellidos nobles, estoy seguro, que podremos crecer ambas familias si llegamos a un acuerdo...

Sakura: ¡...! -. La vampiresa no dijo nada, y solo se quedó en shock cuando vio como el muchacho de cabellos rubios le mostraba una gran sortija dorada; con una enorme sonrisa coqueta en su rostro ante la reacción de la joven, pues no se esperaba, que el hombre humano, hablara directamente sobre una alianza matrimonial.

Raiser: Solo imagínalo. Una vida tranquila, viajes por todo el mundo, y una linda esposa a mi lado. Criando 6 o 7 pequeños del gran apellido Saito-Sakamaki.

Sakura: Lo siento mucho Raiser. Pero debo rechazarlo.

Raiser: ¿Qué?

Sakura: No siento lo mismo que tú.

Raiser: Pero si me das la oportunidad---

Sakura: Por favor Raiser... Entiende... De verdad lo siento. -. Exclamo la joven segura, ignorando los gestos de enfado y rencor por parte del muchacho de cabellos rubios; la vampira no dudo en dos veces en cerrar la puerta en la cara del atrevido mortal, que había tenido el descaro de pedir su mano en matrimonio sin siquiera haberse conocido un poco mejor. Después de todo, solo el joven muchacho, estaba interesado en la enorme fortuna de su familia, que no lo importaba sus sentimientos, y esperaba de ella ser solo un simple trofeo y fábrica de herederos varones para variar.

La vampiresa estaba enoja, después de escuchar miles de veces las mismas palabras de aquellos hombres; que solo sentían avaricia y codicia en su Alma.

•••

Con un gran silencio en el enorme vestíbulo de la mansión, llevo consigo a sus hermosas golondrinas familiares, hacia el jardín trasero para tomar un poco de aire fresco. Supuso que los seis miembros masculinos de la mansión, seguían descansando en sus habitaciones, tras el horario, cuando realmente; habían escuchado cada palabra de la conversación, tras haber sido advertidos por aquel patético aroma a podrido proveniente del chico humano.

Sakura: ¿Se lo imaginan?, ¿A mí, como esposa de ese cretino, salvaje? -. Respondió a sus dos fieles familiares en forma de ave, que no dudaban en asentir con las palabras de su ama.

Pues ese, no era su deseo en la vida.

Yo quiero un mundo lleno de aventuras

Y un gran amor quiero encontrar

Que feliz a mi vendrá, que comparta este ideal

Quiero mucho más que un simple plan...

Expresando con detalle sus sentimientos, la vampira declaraba sus más profundas emociones ante la idea de un posible romance en su vida ahora.

Con solo imaginar, los recuerdos de la traición de su primer amor, le sentaron un enorme vacío en su corazón, y aunque no odiaba a los humanos, una parte de ella temía abrir de nuevo su corazón; ya que no soportaría ser lastimada nuevamente.

Sabía perfectamente que habían pasado alrededor de 500 años, desde lo ocurrido, pero todavía temía abrirse de nuevo.

Sakura: Es algo tarde... Sera mejor que regrese... -. Respondió la vampira consigo misma, tras mirar el atardecer próximo en el horizonte; pues había perdido la noción del tiempo desde su recorrido hacia la mansión, que paso a ser ahora hacia el bosque, acompañada de sus dos familiares por su seguridad.

No supo a donde seguir cruzando, cuando miro aquel camino, que era la misma ruta que usaba para llegar al encuentro con su amado en el pasado. El hermoso lago junto al arroyo, era uno de los hermosos canales que atravesaban todo el bosque desde la mansión, que la hicieron sentir mucho más relajada y tranquila con sus recuerdos.

Sin embargo, no todo puede ser olvidado, y las promesas dictadas por la vampira no podían ser borradas; su amado Taka, fue la primera persona en tener su amor.

- ¡CRACK! (¿...?) -

Sakura: ...¿Hay alguien ahí?... -. Nerviosa, la joven sintió algo de miedo por el sonido de unos pasos dirigirse hacia ella. A pesar de ser vampira, la mujer sabía que existían cazadores de vampiros en la zona, y se alarmo cuando no vio la presencia de sus dos golondrinas acompañarla, que trato de ser valiente y dura en su persona si lo necesitaba.

***: Lo siento mucho, ¿Se encuentra bien señorita?

Sakura: ... -. Escuchando una cálida voz, la joven suspiro tranquila ante la presencia de aquel extraño y encapuchado muchacho, que llevaba una túnica color negra, adornar en su forma. La vampira detecto su aura y aroma precavida, sorprendida que se tratara de un simple humano.

Si bien, eran solo algunas mujeres que habían residido en la mansión como parte de sacrificios de sangre; era muy extraño encontrarse con otros mortales rondar en el territorio, si querían conservar sus vidas. Pero este, le resulto muy familiar, pues juraba haber visto esa cálida mirada alguna vez en su persona...

***: ¿Señorita?

Sakura: ¡Taka-kun! -. Con lágrimas en los ojos, la vampira exclamo el nombre de su antiguo amado al ver de forma visible la apariencia del extraño mortal humano; el cabello castaño claro de su melena, su piel blanca cálida cremosa, junto con unos tiernos ojos color miel; la miraban confundido y sorprendido con su acto tan intimo en su persona.

***: Debe confundirme con alguien más señorita. No soy ese Taka.

Sakura: ¡...! -. Para su sorpresa y tristeza era verdad; la vampira miro nuevamente la silueta y figura del mortal, y aunque compartía algunos rasgos físicos con su antiguo amado, la diferencia de altura, y color de ojos era sumamente distinta, sobre todo en la edad. Avergonzada, la joven doncella inclino su cabeza como disculpa, pero antes de irse, se sorprendió cuando el joven la tomo de la mano para preguntarle algo.

***: Mi nombre es Ryuu.

Sakura: ...¿Ryuu?

Ryuu: Me preguntaba, si podría ayudarme con mi destino. Estoy buscando la mansión Sakamaki.

Sakura: ...¿La mansión Sakamaki?

Ryuu: Es el lugar donde habita mi hermana, antes de irse del convento...

Sakura: ¡...!

-. ¡No puede ser!... Alice-san...Gomennasai...

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~Omake~

Mientras el anochecer estaba cerca, en la lujosa residencia de la mansión Sakamaki, los seis herederos príncipes, estaban reunidos en el vestíbulo de la mansión esperando de la llegada de la vampira.

Cuatro pares de ojos, estaban aburridos sin la presencia tranquila y acogedora de la bella de ojos azul. Cierto albino de cabellos blancos, miraba con nostalgia el detalle único de las hermosas rosas blancas en la entrada, que ignoro las quejas y enfados por parte de sus tres hermanos trillizos, que estaban impacientes con la llegada de su amada prima. El segundo primogénito del clan, intentaba callar las palabras de los tres hijos de la primera esposa, mientras que, el primer hijo, para sorpresa de todos, estaba meditando consigo mismo mientras admiraba el paisaje tras la ventana; un joven Subaru, había escuchado los rumores de su hermano mayor pervertido, mencionarle que había recibido una carta de parte de su Padre, recordando del por qué habían estado reunidos para discutir sobre dicho asunto.

Sin embargo, conocía a Shu, y sabía que, si mostraba su actitud activa, era porque se trataba de algo importante, y por una vez, deseo que no fuera en relación con Sakura.

Ayato: ¡Responde de una vez Shu!, ¡¿Qué diablos te dijo ese hombre?!

Subaru: Solo dilo para acabar con esta estupidez.

Shu: ...

Reiji: Debí imaginarlo, eres demasiado vago como para responder. -. Respondió frio el segundo mayor de la familia, mientras miraba a su hermano de sangre, que no paraba de admirar la brisa fría rodear la mansión, que no se dio cuenta de lo que tenía entre sus manos.

Shu: Cállense.

-. Ella está en peligro.