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XIX

CULPA

Querido diario:

Nunca supe cuánto tiempo pasé llorando en mi habitación en busca de respuestas; ante las preguntas que rodeaban mi cabeza... Después de la traición...

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Una mañana tranquila y poco preocupante, una joven vampiresa de ojos azules; no dudo en despertarse de su largo sueño doloroso, tras los eventos ocurridos el día anterior, al haber vivido el sentimiento de la traición y pérdida de su primer amor cuando menos lo había esperado.

Sintiéndose tan ingenua y tonta, jamás pensó que confiar en un mortal humano, le haría demasiado daño... Pues nunca imagino que la persona quién creía que la amaba, la traicionaría de esa manera.

Los miles de pensamientos ante una posible respuesta fueron un misterio para ella, y cuando pensó que seguiría lamentándose en su habitación por el resto del día; escucho el sonido de su puerta abrirse.

***: Querida, ¿Ocurrido algo malo?

Sakura: Nada de qué preocuparse... Cordelia-san... -. Dijo tranquila la muchacha, mientras trataba de arreglarse un poco, para evitar las apariencias ante la primera esposa y madre de los trillizos, quien había sido gentil y amable con ella en los últimos días de forma extraña.

Cordelia: Querida, al igual que tu... Soy mujer, y entiendo el dolor de la traición.

Sakura: ...

Cordelia: ¿Hay algo con lo que pueda ayudarte?~ -. Respondió con una gran sonrisa la mujer de cabellos color purpura, que nunca pensó ver ante sus ojos, un corazón tan dulce y tan lastimado; y aunque sonaba preocupada, se mostraba indiferente y feliz con el sufrimiento, de la joven por dentro en secreto.

Sakura: ...Por esta vez no....Se lo agradezco mucho... Tía...

Cordelia: Las golosinas suelen curar el corazón, querida~ -. Respondió la mujer mayor, mientras dejaba un tazón de dulces en la repisa de la joven, quien había sido extrañada ante la gentileza de la mujer de elegante figura, quien trataba por una vez en volverse su amiga, el cual, estaba un poco más tranquila y aliviada; pues creía que finalmente, había llegado el día, en que las enemistades entre ella y su madre, por fin terminarían.

Sakura: Gracias por el apoyo...

Cordelia: Sabes, me suele animar mucho tener que arreglar parte de mi aspecto, para olvidar el dolor a veces. Toma.

Sakura: ¿Qué es esto?...

Cordelia: Un perfume. De la más alta calidad. Un regalo para ti~

Sakura: Huele delicioso... Muchas gracias... -. Dijo la joven con una leve sonrisa en su mirada, mientras admiraba con deleite el hermoso frasco de cristal, que reflejaba una fragante fragancia de rosas y pimienta rosa mezcladas con algo de Lycoris; que aliviaron mucho a la joven por su corazón roto, ante aquel aroma tan hipnótico para cualquier criatura.

Cordelia: Deberías usarlo, créeme. Te sentará de maravilla~ -. Contesto la mujer, mientras se retiraba del lugar con una mirada felina; dejando atrás a la joven vampira, quien todavía seguía pensando y reflexionando de lo que había pasado, y lo que había hecho con su nueva amiga, a quien solo deseaba ayudarla ante su dolor; seria cuestión de tiempo para que bajara y hablara con la mortal en persona.

•••

Una bella Sakura, ya lista y arreglada; llegó al jardín de rosas, en busca de la mirada de su amiga humana. Buscando en todo el terreno, no encontró pista de su paradero en ningún sitio, y aunque pacientemente, espero a su amiga en su habitual lugar de reunión conocido, temió que no se presentara, tras su comportamiento del día anterior.

Sakura: Alice... -. Susurro la joven de cabellos dorados, quien usaba un hermoso vestido simple color rosado, con detalles dorados en su cuerpo; con su habitual cinta color negra en su cabello dejado suelto en cascada, que realzaban su rostro inocente y tranquilo, a pesar de haber llorado tanto la noche anterior. Trasmitía un leve olor a flores, gracias al regalo anteriormente dado por su tía; que eran del gusto de la vampiresa o demonio.

•••

Tras no tener noticias en ningún lado, la joven caminó un poco en busca de alguna señal de la mortal humana; y en su camino, observo a otro mortal; el cual dedujo, sería el nuevo capataz de la mansión; el cual, al ver a la muchacha, dejo caer un trozo de una fotografía desgastada que mostraba la figura de una hermosa niña de cabellos color rubio ceniza.

Sakura: Disculpe señor... Se le cayó esto. -. Con una sonrisa, la vampiresa de ojos azul verdosos, devolvió la fotografía al hombre a su lado; el rostro serio pero tranquilo del humano de cabellos color negro, al igual que sus ojos, mostraban la apariencia de alguien solitario y frio, pero triste en el fondo; quien, al ver a la dulce joven, hizo una leve reverencia a la vampiresa, ocultando algo de su odio por la muchacha ante aquel desagradable olor.

***: ...Gracias señorita Sakura...

Sakura: No hay de que, señor...

***: Albert... Para servirle.

Sakura: Mucho gusto, señor Albert, espero que su estadía en la mansión Sakamaki, sea de su agrado.

Albert: ...Gracias. -. Respondió cortamente el hombre, alejándose poco a poco de la joven, quien está al ver su reacción; trato de ser amable y cordial para ayudarlo con lo necesario.

Sakura: La niña de la foto es muy hermosa. -. Comento inocente la vampira, tratando de conversar un poco con el extraño hombre de ojos color negro.

Albert: ...Mi princesa...

Sakura: ¿Princesa?...

Albert: Todo padre tiene una princesa en su vida... Señorita. -. Dijo frío y amargado el humano de cabellos negro tras haber rebelado inconscientemente su mayor secreto.

Sakura: De verdad lo siento mucho... -. La joven, comprendió las palabras del extraño mortal, el cual, estaba adolorido y resentido de alguna forma con una persona; pues rápidamente se alejó de la vampira, para seguir con trabajo; sin mostrar algo de respeto por la muchacha.

Albert: No lo comprendería.

Sakura: Yo no conocí a mi Padre...

Albert: ...

Sakura: Lo único que tengo es mi amada madre y mis primos conmigo...

Albert: Debo volver a mi trabajo. -. Respondió corto el hombre de ojos negro, mientras miraba por última vez, los rasgos finos de la hermosa vampira, el cual, por su olor intenso, de aquel extraño olor, supuso que pertenecía a esa clase de criaturas demoniacas que chupaban sangre; y de acuerdo a su trabajo en cubierto, se trataba de la misma criatura que tenía que lidiar pronto. Pero no sabría si sería capaz, de herir a una joven tan dulce como ella, que le recordaba mucho a alguien el pasado.

Sakura: Pase usted. -. Tras volver a mirar, supo de nuevo que estaba sola. Sin embargo, a lo lejos; vio como un pequeño libro conocido por la joven, estaba tirado cerca del camino hacia una desconocida habitación.

•••

Siendo precavida, la vampira tenía entre su pecho, el querido cuaderno de bocetos de su amada amiga humana; caminando lentamente, se adentró en la oscura y fría habitación, el cual, para su sorpresa, admiro con detalle las hermosas figuras de cera de muchas damas vestidas de novia. Todas ellas, estaban arregladas tan delicadamente, mostrándose en una singular fila, donde reflejaban todas, una mirada llena de dolor y tristeza en sus rostros, que asustaron un poco a la joven de ojos color azul verdosos, por lo tan reales que eran aquellas muñecas de cerámica.

Sakura: ...¿Qué es este lugar?... -. Dijo la joven, algo asustada en su mirada, tras recorrer cada rincón de la habitación; para su horror, reconoció a aquella humana tan conocida, que alguna vez conoció.

Los hermosos cabellos color magenta, junto con el hermoso vestido blanco en su figura; noto leves marcas de cosidas de hilo en su cuello; que aterraron más a la joven, tras volver a mirar aquella auto programada novia; era Elisa, aquella chica humana quien había sido la persona con un alama de deseos avariciosos, quien se había cruzado en su camino alguna vez, pero que jamás volvió a ver. Hasta ahora.

***: Sakura-chan... Bienvenida. -. Dijo aquella voz tan infantil, cálida pero conocida para la vampiresa; que no supo como tratar de expresar sus sentimientos, ante el terror o inseguridad en la presencia del muchacho de ojos color lila.

Sakura: Kanato-kun... ¿Q-qué es este lugar?...

Kanato: Ne~, Teddy, Sakura-chan está asustada... ¿Por qué será?...

Sakura: K-kanato...

Kanato: Este es el salón de muñecas... Cada una está vestida y arreglada por mi... Ne~ Sakura-chan... ¿No son hermosas?...

Sakura: ...S-si... Kanato-nii... -. Tratando de tranquilizarse, la joven trató de encontrar una salida, ante la mirada tan extraña y espeluznante de su primo mayor, que nunca jamás había pensado en ver alguna vez de su personalidad tan sádica; amaba a todos sus primos por igual, y aunque sabía de los cambios de personalidad entre cada uno los seis miembros masculinos de la mansión, estos jamás lo demostraban ante su persona.

Siguió observando con atención la sala, y siguiendo la mirada de los ojos de su primo, camino lentamente sin despegar su mirada hacia la salida; aunque por un segundo, vio tendida una enorme sábana color blanca en el centro.

Kanato: Llego esta mañana... Teddy dice que... Será muy especial para ti cuando la veas...

Sakura: ¡...! -. Y con esas palabras dichas, vio con horror como su amada y mejor amiga humana, estaba llena sin vida ante sus ojos; la mirada de pánico y horror en sus ojos, con la frialdad del cuerpo esparcido con sangre, la dejó horrorizada, y por fin, se habla dado cuenta del significado de aquellas mujeres llamadas "Novias", que caminaban por la mansión.

Kanato: Ne~ Teddy... Sakura-chan está llorando... Mmm... Quizás... También... Quiera ser... ¿Una hermosa muñeca?...

Sakura: ¡Ahhh! -. Con lágrimas en los ojos, la joven corrió con velocidad fuera de la habitación, dejando a un confundido Kanato por su acción; aunque este, tras sentir su olfato el olor tan agradable de su prima asustada, se horrorizo con sorpresa, ante aquel perfume tan familiar que le era muy bien conocido.

•••

La joven corrió nuevamente a la oscura mansión; todos aquellos sentimientos mezclados con la culpa y tristeza, no dejaron de ser víctima para sus tristes ojos, ante la muerte de su mejor amiga humana.

Para su sorpresa, encontró a uno de sus primos mayores en su camino, tras querer llegar rápidamente a su habitación para aliviar sus sentimientos debajo de sus sabanas en privado.

Sakura: Reiji-kun... -. Tratando de amortiguar sus lágrimas, la vampira observo la mirada fría del hombre de ojos magenta dirigirse a ella tan seriamente.

Reiji: Los humanos solo son para ser comida. Sakura.

Sakura: ¿P-por qué?... ¿D-deben ser así las cosas?... -. Triste y afligida, no encontró compasión en las palabras de su primo, quien le mostro la oscura y cruel verdad.

Reiji: Eres joven. Lo sabrás cuando sea el momento.

Sakura: ...E-eso no puede ser verdad...

Reiji: Es culpa de ese vago, por hacer cambiar tus sentimientos ante esos bastardos humanos. Haciendo guerras sin descanso por poder y riquezas, que solo acabarán destruyéndose.

Sakura: ¡N-no son para nada bastardos! -. Grito enojada la joven, tras las frías palabras de su acompañante; que jamás sabría los verdaderos sentimientos y acciones capaces, que los mortales harían por las personas que amaban.

Reiji: Sabes que es verdad. No lo niegues.

Sakura: ...N-no lo creo.

Reiji: Como ese bastardo. Tras su coronación, han desarrollado un golpe de estado. Toda su familia junto con él, han sido sentenciados a muerte.

Sakura: ...¿D-de qué hablas Reiji?...

Reiji: Ese patético humano que llamas Taka, murió esta tarde. Su cabeza ha sido cortada y exhibida en su destrozado palacio.

Sakura: ...N-no es verdad... -. Frágil y rota en sus ojos, la joven se derrumbó en el suelo tras escuchar las palabras del hombre de cabellos negros, quien le decía la verdad con una seriedad en su rostro, quien no trataba consolarla por su dolor. Pues ese era su castigo por mentirle y relacionarse con aquellos sucios mortales.

Reiji: Somos de mundos diferentes. Sakura. Debes comprender eso.

Sakura: ¡Me niego a hacerlo! -. Dijo enojada la joven, con enormes lágrimas mezcladas en sus ojos, que ahora se habían vuelto rojos por tanto de haber llorado ante sus penas, y perdida de las dos personas importantes en su vida; que nunca pudo disculparse y decir adiós una última vez.

Sin duda, las tragedias para la hermosa dama, eran inevitables este día. Queriendo despertar de aquella pesadilla, llamada realidad.


_________ 🥀 ________

~Omake~

La noche era fría y oscura aquel día; la joven de cabellos dorados, se encontraba vestida con su habitual bata de dormir, mientras intentaba conciliar su sueño.

Había corrido lejos a su habitación, después de la confrontación con su primo; los recuerdos de todo lo malo ocurrido con su mejor amiga humana y amado eran inevitables... Y quiso darle un fin...

Sakura: ¿Por qué... Tiene que pasar todo esto?...

***: Nada de esto es tu culpa...

Sakura: S-subaru-Kun... -. Dijo la joven en susurros, tras mirar la nueva silueta en su habitación durante la noche, quien había decidido apoyar a la vampiresa en su dolor; un apuesto muchacho de ojos color rojos ya hacia sentado en una esquina de la cama de la vampira, quien se encontraba llorando pequeñas lagrimas por la pérdida de sus dos seres amados.

Subaru: Todo fue inevitable...

Sakura: Entonces... ¿Es cierto?... Taka... ¿M-murió?...

Subaru: ...Todos en la ciudad no dejan de hablar de lo mismo. La rebelión era un hecho... El pueblo estaba en hambre tras la guerra... Fue una señal de advertencia para todos los nobles...

Sakura: ¡Subaru-nii! -. Con lágrimas, la joven no dudó en abrazar al vampiro de cabellos albinos; quien, trataba de calmar a la vampiresa. Nunca pensó ver a su amada prima tan frágil y rota, quien lo hizo recordar alguna vez a su madre ante su promesa, de cuidarla siempre, pero fallo en su intento.

Subaru: Todo estará bien... 

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