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XIII

VALS DE MEDIANOCHE

Querido diario:

Los años han pasado, todo recuerdo desde que era una niña, habían desaparecido; la música, las risas, la danza y felicidad en el aire, solo fueron recuerdos que alguna vez tuve...

Pero ahora... Solo la tragedia y tristeza se llenaban en toda la mansión.

Habían pasado aproximadamente tres atrás cuando mi tía Beatrix murió, y un año cuando Christa, la madre de mi primo Subaru también muriera por sus propias manos...

|...|

La mansión Sakamaki, antes gloriosa y llena de vida por las bellas risas de aquellos niños en la gran residencia, se había trasformado ahora en seriedad y frialdad ante la adultez próxima, de los seis miembros masculinos de la familia en los últimos años.

La ahora y dulce pequeña Sakura, había crecido para ser una gran y bella dama esperada por muchos; labios rojos como la rosa, cabello largo sedoso y brilloso color dorado, sin mencionar de la linda figura tan encantadora de reloj de arena de copa DD, que la hacían lucir una mujer madura para la cosecha, a pesar de tener solo 14 años de edad apenas cumplidos.

Todos los hermanos habían crecido al igual que la niña para ser grandes caballeros dignos como futuros sucesores al trono del Rey Vampiro; en aquel entonces, se esperaba una gran fiesta de celebración para los tres trillizos por su decimosexto cumpleaños. Su madre, Cordelia, a pesar de los años, la hermosa belleza de la mujer y primera esposa del Amo de la Oscuridad; todavía mostraba ese aire de grandeza y soberbia ante las dos amables mujeres que todavía vivían bajo su mismo techo; la dama de cabellos color violeta, quería que todo saliera a la perfección en este grandioso día; pues, su amado esposo, le había comentado que esta noche, solo estarían reunidos algunos vampiros entre la corte, y los demás presentes se tratarían de simples humanos para presentarte formalmente entre los individuos para evitar la malas miradas, y chismes en la sociedad del mundo moderno.

Los colonos se estaban esparciendo, y algunos líderes de la realeza imperial de Japón, mandaban a sus súbditos entre la Villas, el cual, estaban no muy lejos de la mansión Sakamaki; por lo que evitar cualquier conflicto y rumor entre la sociedad, era lo primordial de aquel entonces.

La relación entre sus primos nunca cambió, y aunque sus personalidades eran frías y solitarias para muchos, la dulce joven tenía la fortuna de ver algo de su amor y cariño; que era bien recibido por parte de ella y de su amada madre, que todavía seguían amando a su familia sin importar todo.

•••

Como todos los días, la joven dama de cabellos dorados y ojos azul verdosos, estaba en su habitación leyendo un poco; cuando escucho el sonido de la puerta abriéndose; mostrando la figura y silueta de otra joven, de la misma edad que sus primos trillizos.

Sakura: Buenos días Hilde, ¿A qué se debe tu visita? -. Con una sonrisa, la joven le respondió a su fiel criada; Hilde, una bruja de hermosa cabellera castaño oscuro y ojos rosados, que llevaba su habitual atuendo de mucama, que le asentía bien a su figura sumisa y provocadora, quien le mostraba una enorme sonrisa a su ama, pero con una frialdad y envidia hacia su persona en sus más oscuros pensamientos.

Hilde: El desayuno está listo mi señora... El señor Karlheinz-sama, me pidió que le entregara esto para la ocasión...

Sakura: ¡...! -. Sorprendida, la joven se maravilló con el hermoso vestido, que su criada le había dado en sus manos; la combinación perfecta entre el rojo y negro de aquel vestido corto-descotado; la hacían lucir una mujer atractiva y deseable para quien la viera usar el atuendo, y aunque no era su estilo habitual, no podía rechazar nada del hombre que apoyo a su madre en tiempos de necesidad; de no ser por él, su madre se habría vuelto a casar con un hombre soltero entre la corte vampírica, que la alejaría de sus amados primos en el extranjero, o algo peor.

Hilde: Se ve maravillosa... Lo amos estarán encantados con su presencia... -. Contesto con amargura la mucama, tras recordar a los seis herederos de la deidad Sakamaki, que estaban maravillados con la joven desde que tenía memoria; quienes jamás se fijaran en una sucia criada y bruja de bajo nivel de magia como ella, ante la presencia de una vampiresa de sangre pura. La avaricia y envidia, la hizo hacer alianzas a escondidas con la primera esposa, y hermano menor de su amo, para tomar su lugar cuando menos lo esperara.

Sakura: Si... Pero este... No es mi estilo... -. Respondió la joven nerviosa tras verse nuevamente en el espejo, quien, con una sonrisa poco confiada, bajo las escaleras para reunirse con su madre y primos, quien estaban reunidos en silencio en el gran comedor, mientras que la primera esposa y Rey Vampírico, conversaban muy íntimamente.

•••

Karlheinz: Bueno días Sakura-chan.

Sakura: Buenos días... Señor Karlheinz... -. La voz profunda de aquel hombre de apariencia atractiva pero oscura, la hizo sentirse pequeña ante las miradas tan poco inocentes que le brindaba aquel hombre, tras mostrar parte de su gran escote y hombros a la imaginación del vampiro mayor, gracias a su atuendo ofrecido pero tan revelador para la joven de apenas 14 años.

Karlheinz: Dejemos las formalidades querida, somos familia después de todo.

Sakura: Si tío...

Akina: Ven cariño. -. Susurro su madre a lo lejos, quien al igual que la primera esposa, compartía un lugar cercano con el mismo hombre de ojos rojos; quien maravillado con la hermosa vista de las dos damas; madre e hija, no evito que el señor de todos los vampiros tuviera pensamientos eróticos y sin vergüenza al lado de su esposa e hijos, que lo miraban con repulsión y odio en su mirada.

Sakura: Si madre... -. Nerviosa, la joven vio algunas de las miradas de sus primos dirigirse hacia su atuendo tan revelador, que no era propio de ella; la cual, la hizo sentir aún más nerviosa por las miradas apasionadas que despertaba entre todos los presentes masculinos por una simple prenda.

Akina: Tranquila hija...

Sakura: P-perdón... -. Susurro nerviosa, mientras su amada madre trataba de calmarla en la situación.

Karlheinz: Veo que has usado el vestido que te di querida.

Sakura: S-si tío...

Karlheinz: Te sienta de maravilla, sabría que iría contigo respecto a tu personalidad, espero que lo disfrutes, fue importado desde Londres. Espero verlo seguido en tu maravilloso cuerpo...

Sakura: ...Prometo apreciarlo desde ahora en adelante... Tío...

Karlheinz: Excelente. -. Dijo el hombre mayor de cabellos albinos, mientras dirigía ciertas miradas entre el cuerpo de su joven sobrina; quien inocentemente, no se había dado cuenta de su actitud tan extraña.

•••

El sonido de los cubiertos, y las pocas palabras en la mesa, eran habituales en gran salón; sin embargo, con la presencia del Amo de la Oscuridad, el ambiente antes relajado, se había puesto tenso y frio con la presencia de aquel hombre, que era Padre de los seis miembros masculinos de la mansión.

Todo parecía ir bien, hasta que el sonido de parte de las puertas del gran salón, apareció cierto hombre de cabellera verde oscura, que miraba a todos los presentes con frialdad en su mirada.

Karlheinz: Oh, Richter. Mi amado hermano...

Richter: ...

Karlheinz: Te estábamos esperando.

Richter: Lamento las disculpas por mi retraso... Pero su majestad debe atender esto con urgencia. Es algo importante.

Karlheinz: De acuerdo.

Richter: ...

Cordelia: Cariño~... ¿Te irás tan pronto? -. Dijo risueña la mujer de ojos verde felino, mientras trataba de usar sus encantos hacia su esposo, quien simplemente decidió ignorar el trato sumiso de la mujer de cabellos purpura, para atender sus negocios.

Karlheinz: Lo siento querida. Trabajo es trabajo. Lamento que nuestra reunión familiar tenga que acabar tan de repente. Espero todo lo mejor para esta noche.

Cordelia: Claro querido~

Karlheinz: Me alegro escuchar eso. Nos veremos en la noche, mi amada familia. -. Respondió el albino con seriedad mientras dejaba un ambiente tenso en el comedor, mientras seguía la compañía del hombre de cabellos verde oscuro hacia su despacho; el cual este último, le dedico una mirada coqueta hacia su bien llamada "Cuñada", para su encuentro matutino íntimo a espaldas del hombre de cabellos blancos.

•••

Después del desayuno, todos los miembros de la familia estaban preparándose para la velada; mientras que los sirvientes y trabajadores terminaban de arreglar el gran salón bajo las instrucciones de la primera esposa, quien estaba más que ocupada que de costumbre; y dejaba un espacio de leve tensión para los tres trillizos ante su ausencia, que alivio un poco la personalidad de los tres hermanos.

La joven de cabellos dorados, rápidamente se cambió de ropa tras regresar a su habitación; quien escucho una suave voz llamar a su puerta, y bien conocida.

Sakura: Madre. Buenos días.

Akina: Buenos días mi dulce flor.

Sakura: ¿A qué se debe tu visita?

Akina: Esta noche será importante para muchos hija, mira... Te he traído esto... -. Dijo con una sonrisa amorosa la hermosa mujer mayor hacia la joven, mientras le extendía entre sus manos un elegante vestido rosado de encajes, que era ideal para la ocasión en esta bella noche.

Sakura: Es hermoso mamá.

Akina: Tu padre, siempre quiso tener una niña, mando a hacer este vestido especial para ti. Antes de que...

Sakura: Mamá...

Akina: Tal vez esté pasado de moda y tendremos que ajustar unas medidas. Sobre todo esta parte. -. Exclamo con una sonrisa la dama de ojos carmesí, mientras reía al lado de su hija, tras mirar el tamaño del escote pequeño del vestido, a comparación del enorme cofre que llevaba la joven a tan temprana edad.

Sakura: Es perfecto madre. Mi padre le habría gustado que lo usara. Muchas gracias... -. Con lágrimas en sus ojos, la joven abrazó cálidamente a su amada madre, quien gustosamente acepto la muestra de cariño hacia su hija, que pronto se convertiría en una gran dama vampiresa.

Akina: Bueno, tengo que arreglar unos últimos detalles. Cordelia tiene problemas con el banquete. Estaré en la cocina si me necesitas cielo.

Sakura: Gracias Mamá. -. Tras eso, la joven se despidió de su madre; quien volvía a la cocina para ayudar a los sirvientes con el gran banquete.

•••

La joven dama de ojos azul, se probó el vestido con ilusión; quien, maravillada con el perfecto diseño, no quiso cambiar nada del estilo para verlo más moderno, y conservar el único recuerdo que su padre le tenía con tanto aprecio, y usaría esta noche para preservar su memoria.

Hasta que...

***: Se ve que tienes pésimos gustos querida~ -. Menciono con una sonrisa filada la mujer de ojos verde, quien se reía del atuendo tan horroroso que usaba su autoproclamada sobrina, tras haber entrado sin permiso a la habitación de la joven.

Sakura: Señorita Cordelia. Buenos días...

Cordelia: Más te vale que ese vestido no venga de mi Esposo. Pero lo dudo mucho, él no tiene tan pésimo gusto.

Sakura: No, esto no le costó nada... No quiero arruinarle nada.

Cordelia: Después de todo mi esfuerzo para que esta velada sea magnificada... ¡Y tú vienes, y usas esa asquerosa y andrajosa ropa a mi vista!

Sakura: ¿Andrajos?... Fue un regalo de mi Padre... -. Con una mirada triste, la joven trato de encontrar compasión ante las acusaciones de su tía, quien se encontraba enojada y furiosa con cólera ante las ropas que usaba en su delicado cuerpo.

Cordelia: Lamento decirlo querida~ Pero tu padre, tenía gustos imperdonables. Solo imagina el insulto a su majestad si llegas al palacio con eso... ¡Se rasgó del hombro!

Sakura: ¡Ah! -. De forma repentina, vio como la primera esposa arrancaba partes del vestido especial de la joven, quien lloraba pequeñas lágrimas en su rostro, tras ver los resultados de odio y venganza hacia su persona, ante la mujer de frio corazón.

Cordelia: ¡Así no irás al baile!

Sakura: ...Que cruel es usted... -. Con pequeñas lágrimas en los ojos, no podía entender la joven el odio tan incondicional que tenía aquella mujer tan frívola y desalmada hacia persona y amada madre, que solo trataron de hacer sentir especial a la dama de cabellos purpura como parte de familia; pero que rechazaba su amistad y amor.

Cordelia: ¿Y qué esperabas?~ No quiero que lo demás asocien a mis hijos contigo. Arruinarías sus prospectos si aparecen contigo a su lado. Que quede esto bien claro. NO TE DEJARE IR A ESE BAILE. ¡Jajaja! -. Con golpes en la puerta, la mujer se retiró de la escena; dejando a una desconsolada y triste Sakura en el suelo, llorando por no enfrentar a esa mujer tan horrible, y esa fue la paciencia para ella por una vez por todas...

-. ¿Sakura?

-. ¡Oye! ¿Qué te pasa?

-. ¡Sakura! ¡¿Qué demonios planeas hacer!?

Ignorando los gritos de sus primos, empujó a todos en su camino para llegar a la entrada del jardín, y tomar uno de los caballos del establo que habían traído para el evento exclusivo esperado.

•••

Huyo lo más lejos que pudo, llevando consigo el vestido que su padre le dio, junto con el medallón de su madre; adolorida, con lágrimas en los ojos llegó hacia el bosque, quien, en su recorrido, observó a una cierva con su pequeña cría, quien estos, al igual que ella, observaron con curiosidad a la joven.

Dejando sus lágrimas a un lado, se mantuvo tranquila y sonrió a la feliz familia; pero todo se vino abajo cuando el sonido de una trompeta de caza se hizo presente en el aire, quien confundió a la familia de criatura del bosque.

Sakura: ¡Corran!, ¡Yo los distraeré! -. Grito la joven a los dos ciervos, mientras ellos corrían por su vida; la joven de ojos azules, trataba de llegar a confrontar a aquellos humanos de cacería. Sin embargo, un movimiento en falso hizo desequilibrar a su caballo junto con ella, quien no podía frenar para su horror.

***: ¡Señorita!

Sakura: ¡Wow!, ¡Ahh!

***: ¿Está usted bien? -. Exclamó tranquila aquella voz profunda, quien había llegado para frenar al caballo de la rubia, quien se encontraba ahora tranquila tras haber sido ayudada en el acto.

Sakura: Estoy bien, ¡Pero casi matas de un susto a la familia!

***: ¿Familia?

Sakura: ¡A los ciervos!, ¿Qué es lo que te hicieron para que tengas que perseguirlos? -. Dijo seria la joven.

***: Ja. Te confieso que jamás los había visto. Amm... ¿Son amigos tuyos?

Sakura: Son conocidos. Apenas los conocí hoy. Los mire a los ojos y... Ellos a los míos, e intuí que tenían algo más que hacer con su vida... Es todo -. Respondió compasiva la joven ante la mirada de aquel apuesto joven; cabellos rebeldes castaños y ojos verde oliva, junto con una dulce y tierna sonrisa, hicieron sonrojar levemente a la joven de cabellos dorados, quien por su olor a hierbas y mentas hizo despertar el corazón de la dama al darse cuenta, que se trataba de un humano.

***: ¿Cuál es su nombre señorita?

Sakura: Mi nombre no importa...

***: Es peligroso internarse sola en el bosque.

Sakura: Je. No estoy sola, estoy contigo, joven... ¿Cuál es tu nombre?...

***: Jajaja. ¿Enserio no lo sabes?

Sakura: ¿...?

***: Oh... Amm... Es decir. Me llaman Taka, o mi padre lo hace cuando está de buen humor.

Sakura: Y... ¿Dónde vives joven Taka?

Taka: En el palacio. Amm... Mi padre está enseñándole su oficio.

Sakura: ¿Eres un aprendiz? -. Sorprendida, la joven mostró curiosidad hacia el misterioso humano apodado como Taka, y un gran lazo de color rojo invisible se inclinó en ambos destinos sellados en dos mundos completamente diferentes.

Taka: Algo así. Si.

Sakura: Es maravilloso. Y... ¿Ahí te tratan bien?

Taka: Tal vez mejor de lo que merezco... ¿Y a ti?

Sakura: ...Tan bien como pueden tratarme... -. Respondió un poco triste la joven, tras recordar los anteriores hechos ocurridos con su llamada tía, y los celos que esta enfrento este día, que había esperado con ansias.

Taka: De verdad lo siento...

Sakura: No es culpa tuya.

Taka: Ni tuya seguramente.

Sakura: Aunque no está tan mal... Tengo a mi madre y mis primos a mi lado... Otros, seguramente sufren más. Y por eso hay que ser valientes y bondadosos, ¿No crees?

Taka: Si....Jejeje... Tienes razón. Eso es justo lo que pienso. -. Respondió el joven de cabellera castaña con una sonrisa sincera a la joven; la pareja tranquilamente estaba mirando sus gestos con ternura y cariño, hasta que el sonido de una trompeta y gritos de los demás soldados humanos interrumpieron el bello momento.

Sakura: Por favor, ¡No los vayan a lastimar!, ¡Te lo pido!

Taka: Pero es una cacería. Es lo que se hace.

Sakura: ¡No porque sea lo que se hace, signifique bien hacerlo! -. Dijo seria la joven, tratando de encontrar la manera de salvar a la familia de pobres ciervos que tuvieron la desgracia de ser la cacería de aquellos humanos esta bella mañana.

Taka: Tienes razón.

Sakura: Entonces... ¿Si los vas a dejar en paz?

Taka: Lo haré.

Sakura: Eres muy amable. Joven Taka... -. Respondió la chica con una sonrisa hacia al joven, quien se había quedado observando, los hermosos gestos y belleza de la joven de cabellera rubia, quien le había robado su corazón a primera vista.

-. ¡Lo encontramos alt---!

Taka: ¡Soy Taka! ¡Dime Taka!, ¡Solo un minuto!

-. Tenemos que reagruparnos, ¿Viene señor Taka?

Taka: ¡Ya te lo dije! En un minuto.

Sakura: ...Jejeje...

Taka: Espero verte otra vez...

Sakura: Y yo a ti... -. Dijo la chica, quien al igual que su acompañante, se retiraba del lugar junto con su caballo; tranquila y feliz de conocer a una nueva persona que la hizo olvidar los malos momentos que pasó con su autoproclamada "Tía", le dejo un enorme sentimiento cálido en su corazón; que no dejaba de latir tras querer volver a ver una vez más, aquellos ojos color verde oliva del joven humano.

•••

Mientras tanto, las cosas no iban nada bien, en la mansión Sakamaki para los seis miembros masculinos de la casa; quienes pensativos y preocupados por el bienestar de la joven de cabellos rubios, trataron de ser lo más discretos posibles con la búsqueda; para no llamar la atención a su alrededor.

Reiji: ¿Hay noticias Subaru?

Subaru: No hay rastro de su olfato en el bosque...

Reiji: Ayato, Kanato.

Ayato: Nada en la villa.

Kanato: Sakura-chan no está en el jardín...

Reiji: Tendremos que encontrarla antes que se entere.

***: ¿Enterarme de que Reiji?

Reiji: ...Oba-san...

Akina: ¿Por qué esas caras?... ¿Ocurre algo malo?...

Reiji: ...

Akina: ¿Han visto a Sakura? No estaba en su habitación y...

Reiji: ...

Akina: Reiji. ¿Dónde está mi hija? -. Tras observar el enorme silencio del joven de ojos magenta, pensó lo peor, y tratando de encontrar respuestas, volvió a preguntar hacia alguno de sus demás sobrinos, quienes también estaban reunidos en el jardín de la mansión; pero no comentaron nada al respecto.

***: Oba-san.

Akina: Shu. Por favor, si sabes algo... Dímelo.

Shu: Reiji perdió a Sakura.

Reiji: No te atrevas a culparme por algo que tú estabas cuidando.

Akina: ¡Dejen de discutir!, ¡¿Dónde está mi hija!?

Subaru: Sakura-chan escapó... Oba-san... Tomo uno de los caballos que trajeron para la fiesta.

Akina: Por dios... ¡Mi pobre niña!, ¡NO! -. Grito la mujer con horror y tristeza, de solo imaginar lo peor para su hija, tras haber recordado las palabras de su cuñado con los rumores; humanos que han rodeado el área en los últimos días, entre los cuales, podrían tratarse de cazadores de vampiros.

***: No será necesario. Aquí está Akina-chan~

Sakura: ...

Akina: ¡Sakura!, ¡Hija! ¿¡Estas bien!?, ¿No te pasó nada? Gracias Laito. -. Respondió aliviada la mujer, tras ver a su amada hija llegar de la compañía del joven de cabellera marrón, con una sonrisa coqueta en su rostro dirigirse hacia las dos damas vampiresas.

Laito: De nada~

Sakura: Gracias Laito-nii...

Akina: Sakura, ¡Nos tenías preocupados! ¿¡Que tratabas de hacer!? -. Grito furiosa la madre de la joven de ojos azules, tras ver el estado del vestido de su hija, mientras trataba de calmarse ante la situación.

Reiji: Será mejor que arreglen esto entre ustedes a solas... Sakura-chan, no vuelvas a escapar nunca más.

Sakura: Lo siento mucho... Lamento preocuparlos a todos...

•••

Akina: Sakura... ¿Qué ocurrió exactamente?

Sakura: Mamá... -. Con lágrimas en los ojos, la joven no dudó en abrazar a su amada madre para tranquilizarse, quien está, extrañada, acepto el abrazo y trato de calmar a su hija.

Akina: Tranquila querida... Dime... ¿Qué pasó?...

Sakura: Cordelia... Ella... Dijo cosas horribles de mi vestido... Rompió cada detalle... No pude más mamá... Esa mujer no tiene corazón...

Akina: Cielo... No es tu culpa que esto pasara...

Sakura: ¿Por qué nos odia tanto?... ¿Qué hemos hecho para merecer su odio?...

Akina: Hija... Hay personas buenas y malas en este mundo, el porqué de sus acciones... No hay una respuesta alguna...

Sakura: Pero... ¿Por qué mamá?... ¿Por qué sufrimos por ella?...

Akina: Ella desea más que nada el amor de una persona... Nosotras tenemos todo el amor y cariño de nuestra familia, en cambio ella, no recibe nada más que migajas de ese amor...

Sakura: ...Eso... Es muy triste... -. Dijo la joven con tristeza, tras analizar la situación de la primera esposa que sufría internamente por el cariño de su tío; el cual llegaba a descuidarse y odiarse consigo misma, tras no recibir la atención que se merecía tras la muerte de las dos esposas años atrás. La joven de ojos azules, no dudó en sentir pena y compasión por esa triste pero desolada mujer, que solo quería algo del amor y cariño en su persona, que jamás recibo por su esposo o hijos, por sus malas actitudes y hechos del pasado, que marcaron el estado emocional de sus amados tres primos trillizos.

Akina: Lo se hija... Pero nosotras no podemos cambiar el pasado... Si fuera así... Todo sería distinto.

Sakura: Entiendo... Oka-san...

Akina: Seca esas lágrimas mi cielo. Vamos a buscar un nuevo vestido para ti, uno mejor.

Sakura: Mamá... Este era un regalo de papá... No quisiera usar nada más que esto esta noche...

Akina: Entiendo hija... Pero... ¿No te importara si lo arreglo un poco?...

Sakura: Jejeje... Claro que no Mamá.

Akina: Después de todo... Esa mujer tenía razón en algo... Tu padre sí que tenía pésimos gustos... Jejeje. 


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