XI
PRUEBA DE AMOR (Part. 2)
El sonido de la música clásica se daba en el aire para todos los invitados de la mansión Sakamaki; que habían sido invitados por parte del gran líder vampírico a modo de celebración, del décimo cumpleaños de su primer hijo mayor; quien había sido el anfitrión en esta noche de luna llena.
Las tres llamadas esposas del gran Karlheinz, se encontraban divirtiéndose y cuidando de sus hijos, mientras que el hombre de cabellera albina conversaba con algunos importantes nobles de la corte demoniaca en toda la velada.
Cierta mujer elegante y de hermosa de cabellera color purpura, estaba llena de amargura, al ver todas las miradas de atención dirigidas hacia cierta niña de cabellos rubios; la sobrina cercana de la segunda esposa e ilegítima del Rey de los Vampiros, que estaba deslumbrando a todos con su belleza y ternura.
Para su horror, todo había empeorado tras haberse descuidado, en un intento de llamar la atención de su esposo con la presencia de sus hijos; y vio con disgusto, como el hombre atractivo de ojos rojos, pedía una pieza de baile especialmente hacia la joven pequeña, e incluso a su amada madre, compartir con él; quienes agradecidas por el hombre que las apoyo en sus tiempos de necesidad y las recibió gustosamente en su familia, al darles el gran apellido Sakamaki, aceptaron gustosamente su pedido.
Todos los presentes, se maravillaron y conmovieron por la escena tan conmovedora que brindaba el Rey de los Vampiros hacia la pequeña, a quien compartía un gran lazo de fraternal cariño, a pesar de que no eran de la misma sangre.
Y esa fue la gota que derramo el vaso...
-. Ahhh~ ¡Oka-san!...
Los gemidos de un pre adolescente de 8 años de edad, llenaban a lo lejos del cuarto de la primera esposa que se había escapado con su primer hijo mayor, para satisfacer sus deseos carnales para aliviar el estrés tras haber visto con amargura y celos, la escena tan conmovedora de aquellas dos mujeres rubias que tanto odiaban con su alma; por haberles quitado toda la atención y amor, que tanto necesitaba de su amado esposo.
Nadie se dio cuenta de la estadía de la mujer y de su hijo; eso la irritaba en el fondo, pensado que su amado esposo se daría cuenta de la situación rápidamente, e iría por ella.
Pero jamás la busco.
Por una vez, en su vida estaba harta de la situación y deseaba deshacerse de la presencia de la niña.
Así que, por primera vez, decidió intentar algo nuevo con hijo en la situación.
Cordelia: Laito-kun~ ¿Me amas?...
Laito: Si... Oka-san...
Cordelia: ¿Are?~ Y harías cualquier cosa... ¿Para hacerme feliz?... ¿Mi amado hijo?~
Laito: Cualquier cosa...
Cordelia: ...Fu, fu, fu~ Sabes, hace mucho leí... Que la sangre exquisita de una mujer pura y virgen es sumamente especial.
Laito: ¿Especial?...
Cordelia: Si querido~ Además... Ah... Sus efectos en la juventud son gloriosos.
Laito: Si es así... Te traeré a una mujer, ¡La más bella humana de todas!
Cordelia: ¿Quién dijo que debe ser humana?~ -. Dijo sádicamente la mujer, mientras miraba de forma felina a su primer hijo que se encontraba envuelto entre las sabanas de la cama de su madre, quien la miraba confuso ante sus palabras.
Laito: ...¿Oka-san?...
Cordelia: Quiero a una de nuestra especie.
Laito: ¡...! -. Horrorizado, el joven de cabellera marrón, temió lo peor por la petición que pedía su amante ante la prueba de amor, la cual, era una forma sádica de demostrarlo en su raza, pero no creía que sería capaz de cumplirla tan pronto a su edad.
Cordelia: Quiero. El corazón de... Sakura~
Laito: ...
Cordelia: ¿Puedes con eso? Mi amado niño~
Laito: Y-yo...
-. Te lo traeré madre.
•••
Esa misma noche, todos los invitados se habían marchado tras haber terminado la maravillosa velada tan magnifica y esperada por muchos; todos los miembros de la familia, estaban cansados por el trabajo duro.
Su amada madre termino de arropar a su pequeña, y le dio un beso de buenas noches para dormir tranquilamente.
La joven niña de cabellos dorados, se encontraba durmiendo en su habitación pacíficamente tras haberse divertido en la fiesta, que la había dejado sumamente cansada; soñando, sintió rápidamente una mirada conocida de su amado primo trillizo, quien llevaba una daga con el sobre su pecho.
Laito: ...
Sakura: ...Laito-nii... Buenas noches, ¿Pasa algo?...
Laito: ...
Sakura: ¿Tuviste una pesadilla?... Puedes dormir conmigo si quieres. -. Dijo con una sonrisa la pequeña, quien, con ojos sinceros e inocentes, no se daba cuenta del peligro que emitía su amado primo, quien no dejaba de mirarla como una presa en sus fríos ojos.
Laito: Sakura-chan... Alguna vez... ¿Te has enamorado?
Sakura: ¿Uh?... -. Esa pregunta, dejo desconcertada a la pequeña, pues apenas conocía el significado de aquellas palabras que era desconocidas para ella a tan temprana edad.
Laito: ¿Lo has sentido?... Ne~
Sakura: No Laito-nii... ¿Qué es para ti el amor?
Laito: Amor... -. Esas palabras, dejaron silencioso al joven, que no queriendo corromper la mente inocente de su amada prima menor ante el recordatorio de las palabras sensuales de su madre y amante, decidió decirle sus más profundos sentimientos para no asustar a la pequeña.
Sakura: ¿Laito-nii?...
Laito: Amar... Es querer mucho a una persona... Sakura-chan, estar con ella en las buenas y en las malas, hacer hasta lo imposible por hacerle feliz... Esa sensación cálida que llena nuestro pecho, cuando estamos con esa persona...
Sakura: ¡Oh! Entonces sí, Laito-nii, yo ya amo alguien.
Laito: ¿Uh?...
Sakura: Yo amo a todos aquí, a Oka-san, a Oba-san... A todos ustedes, mis amados primos... Laito-nii, ¡Yo te amo!
Laito: ...
Sakura: ¿Uh?, ¿Laito-nii?
Laito: ...Ya veo...
Sakura: Laito-nii... ¿Por qué estás temblando?
Laito: ...Sakura-chan... Si me amas... P-podrías... ¿Darme... Tu corazón?... -. Con una mirada seria, el joven alzó un poco la daga que llevaba consigo; para que la niña observara ante sus ojos tras la luna, de la filosa arma color purpura que llevaba entre sus manos.
Sakura: Laito-nii...
Laito: ¡¿...¡?
Sakura: Sé que duele mucho... Gomenasai... No mereces como te trata... Pero si ella te lo dijo... Está bien Laito-nii... Vive... Se feliz. -. Con una sonrisa en su rostro, la joven abrazó al joven muchacho; quien, aturdido y tembloroso por su acción inesperada, le hizo dudar desde lo más profundo de su alma. Y cuando sintió el peso ligero de su amada prima fuera de su cuerpo, vio con horror, como la pequeña tomo sus manos con el arma hacia su pecho con felicidad.
Laito: Sakura-chan...
Sakura: Te quiero Laito-nii...
Laito: Y-yo...
-. También te amo... Sakura-chan...
_________ 🌹 ________
~Omake~
El olor de la sangre era inevitable, cuando la mujer impacientemente esperaba en su habitación de la presencia de su hijo, quien le traería su mayor anhelo y prueba de amor ante su persona.
La vampiresa de larga cabellera purpura, se encontraba debajo de sus sabanas, vistiendo una sensual lencería de encaje color negro, que realzaba sus curvas y silueta, mientras esperaba con la miraba; con pasión y detalle, la presencia familiar de su hijo mayor en la puerta.
Quien está, al solo pestañar, vio con admiración las ropas de su hijo, que se encontraban cubiertas de rojo, y para su deleite, pensó lo mejor...
Cordelia: ¿Lo has traído? Mi amado hijo~
Laito: ...
Cordelia: ¡...!
Pero para su mala suerte, todo había sido arruinado cuando pudo alcanzar entre sus fosas nasales un olor conocido para ella, pero no familiar de la joven vampiresa.
Y efectivamente, no era la sangre de aquella niña amada, sino la de su hijo; a quien le daba un pequeño frasco con su sangre en sus manos.
Laito: Oka-san... ¿Por qué te conformas con una desagradable niña de 6 años?~
Cordelia: ¿De qué demonios hablas Laito? -. Exclamo furiosa la mujer de ojos verde, tras no haber logrado influenciar su cometido hacia su hijo; quien ahora le respondía coquetamente y sin sentido alguno.
Laito: No sería genial... ¿Tener un corazón de una joven más desarrollada?~
Cordelia: ¿A qué te refieres?
Laito: Te estás conformado con un capullo que apenas está floreciendo... Estoy seguro que cuando crezca, será la más hermosa rosa de todas. ¿¡No te excita eso madre!?, ¿Qué sea corrompida por alguien como yo?... Para torturarla física y sexualmente ante tu persona~
Cordelia: ...Fu, fu, fu~ Laito querido... Tienes ideas brillantes que me ponen... Excitante~ Aprendiste de la mejor. -. Respondió victoriosa la mujer con esplendor, ante las insinuaciones de su hijo, el cual, no paraba de mencionarle ideas sobre el futuro tan conmovedor que se vendrían pronto en las vidas tan pacificas de las dos mujeres, que sufrirían con toda su alma con el tiempo.
Laito: Lo sé... Oka-san...
•••
-. Laito-nii...
Laito: ...No lo necesito... Sakura-chan...
Sakura: ¿Laito-nii?...
Laito: Ya me has probado lo necesario.
-. Arigato... Sakura-chan.
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