PRUEBA DE AMOR

Querido diario:

Para nosotros, los vampiros... Tenemos formas diferentes de demostrar nuestro amor... Las cuales, son algo sádicas y horribles para mí persona, a pesar de que, también estaba enamorada alguna vez...

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La fabulosa decoración y reciente brillo esplendido habitado en cada centímetro de la mansión Sakamaki, había sido planeado en honor al décimo cumpleaños del primer hijo de la familia, que celebraban una gran gala de honor en su presencia; durante la noche de luna llena, varios de los residentes más noble de la congregación vampírica, se deleitaban con los mejores manjares, música y champagne, en honor a uno de los hijos, del Rey de los Vampiros, mejor conocido como Karlheinz, quien estaba acompañando de sus tres queridas esposas, que reciban gustosamente a los invitados de esta gran y fabulosa velada planeada, por parte de la segunda esposa, y madre del anfitrión de esta noche, Beatrix Sakamaki.

Los saludos y comentarios no tardaron de llegar de forma positiva para la dama de cabellera rubia-anaranjada, que había hecho hasta lo imposible para que todo saliera según lo planeado, para satisfacer el deseo de su amado esposo; quien, a su lado, la primera esposa, celosa de la atención, no se despegó de ningún momento de su marido; para disgusto de cierta mujer de cabellera albina, que trataba de contener su sed de rabia, a causa de la hermosa mujer de cabellera purpura, que actuaba coqueta y mimada ante el Rey.

La noche apenas empezaba, y cierta de niña de ojos azules cual verdes, bajaba entre los pasillos de las escaleras junto con su madre; usando el mismo juego de vestimenta de colores para ser familiarizadas como madre e hija; la belleza y ternura de las dos vampiresas ante los presentes, no tardaron en llevarse ciertas miradas de atención por aquellas dos buenas almas, que pertenecían a esa sádica y horrible familia.

Una joven Sakura había ido a buscar a sus amados primos, mientras que su Madre se dedicaba ayudar a su querida tía con los preparativos, para que esta descansara y se divirtiera en el resto de la velada; quien gustosamente, paso la mayor parte de su tiempo con su amada hermana menor para desahogarse un poco.

Sakura: ¡Tía Christa!

Christa: ¿Uh?, ¿Qué ocurre dulce Sakura?... -. Susurro la hermosa y educada mujer de ojos rojos hacia la pequeña, quien se dirigía hacia ella con una sonrisa, mientras se encontraba a lo lejos de los invitados en una mesa solitaria sin su hijo.

Sakura: ¡Bailemos!

Christa: ...Pequeña y dulce flor... Con gusto...

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Las dos mujeres felizmente entraron en la pista de baile, y todos los solteros de la corte junto con sus hijos, no dejaron de mirar a la pequeña de 6 años de edad, bailar con una de las esposas del líder del Clan Vampírico; pues su belleza e inocencia, no dejaron de deslumbrar hasta la más desafortunada alma por aquella cálida mirada sonriente para todos los presentes, quienes no dudaron en ir directamente a preguntar hacia el Rey, sobre un posible cortejo para la joven.

A lo lejos, un joven niño de cabellera albina mirada felizmente a las dos vampiresas bailar tranquilamente; y con determinación, decisión ir a saludarlas.

Sakura: ¡Subaru-nii!

Christa: ...Mi amado hijo... Permíteme esta canción...

Subaru: ...Oka-san...

Sakura: Jejeje. -. Con una reverencia, la joven niña le dio la mano de la mujer menor hacia el joven albino, quien estaba nervioso por bailar junto con su querida madre; pero al ver lo feliz y relajada que estaba, decidió cumplir su deseo.

Subaru: Arigato... Sakura-chan.

•••

Tras dejar a la feliz pareja de madre e hijo a bailar, fue a juntarse con sus tres primos trillizos, quienes se encontraba al otro de la pista del gran salón, quienes no dudaron en ir a bailar con la joven pequeña dama tras verla tan lucir tan hermosa; todos bailaron en rueda en fila, estaban contentos de compartir su tiempo juntos; hasta que vieron la mirada de cierta madre de ojos verde felinos dirigirse hacia sus hijos ante una señal conocida, que necesitaba de su presencia al lado de su Padre.

Ayato: ...Gomenasai... Sakura-chan...

Laito: Oka-san nos llama...

Sakura: Esta bien, vayan. -. Dijo con una sonrisa la pequeña hacia los tres niños para mantenerlos tranquilos; pero apenas podían contenerse de lo nerviosos que estaban ante la presencia de aquella mujer tenebrosa, que era su madre.

Kanato: Teddy dice que volverá... Sakura-chan...

Ante las rebeldías de los tres jóvenes trillizos, fueron a regañadientes hacia su madre, que, desde lo lejos, no dejaba de maldecir internamente por las miradas de atención que recibía la familia por parte de la segunda esposa de su amado; ante la sobrina ilegítima, y cuñada, del Rey de los Vampiros.

•••

La velada había trascurrido con normalidad, y aunque ahora, una joven niña aburrida en busca de algo divertido que hacer con su tiempo, capto rápidamente las siluetas familiares de sus dos primos mayores que discutían por la visita de aquel joven humano, quien conocía perfectamente la pequeña vampiresa de ojos azules.

Shu: Reiji ya es suficiente.

Reiji: Da igual. ¿Cómo has logrado entrar aquí plebeyo?

Edgar: Uh... Yo... -. Nervioso, el niño no dudo en sacar entre sus manos, aquella peineta dorada, que era muy familiar y conocida para el joven de ojos magenta; pero quiso asegurar sus palabras con una respuesta por parte del humano de ojos marrones.

Reiji: ¿De dónde has sacado eso?... -. Dijo frio el joven de cabellos negros al ver con detalle la hermosa peineta dorada; y no había duda, era uno de los objetos más apreciados de su amada prima que ahora poseía aquel mortal humano, y de solo pensar lo peor, sintió una sed de rabia en todo su cuerpo.

Shu: ¿Uh?...

Reiji: Eres un miserable ladrón sucio.

***: ¡Reiji-nii!, ¡No le hables así!

Shu: Sakura-chan...

Reiji: ...

Sakura: Yo se la di. Fue un regalo para Edgar-nii.

Edgar: ¡Pequeña Dama!, ¡Estoy feliz de verte!

-. ¡Kyaa!

Shu: ¡Edgar! -. Dijo el joven avergonzado, tras mirar como su amigo había tropezado con algunos de los invitados para llegar hacia la niña, quien lo recibía con una sonrisa en su rostro; algo que, para su hermano menor, aprovecho la situación para exclamar sus verdades en la situación de forma burlesca.

Reiji: ¿No crees que ya es hora de que abras los ojos?... Eres el hijo mayor de la familia Sakamaki, siendo amigo de un humano humilde. Y encima de eso, lo traes a nuestro dominio, y haces que haga el ridículo con Sakura. -. Exclamo el segundo hijo de la familia con odio en sus palabras, tras mirar nuevamente aquel humano, bailar alegremente con su amada prima menor; quien no dudo en salir del baile tras la escena tan repulsiva que manejaban hacia su persona, por ver ante sus ojos, como la sonriente niña de ojos azules pasaba su tiempo con un miserable y torpe humano que le alegraba el corazón.

Shu: ...

•••

-. Lo siento Shu.

Shu: ¡No!, ¡No necesitas disculparte! -. Dijo el joven de ojos azules quien había salido de sus pensamientos, ante las palabras de su mejor amigo; quien ahora acompañaba a las afueras de la mansión para llevarlo a su aldea.

Todo había terminado bien de forma inesperada, tras haber acabado el baile; el cual, un sonriente y sonrojado niño de cabellos castaños, no dejaba de pensar en lo hermosa que se encontraba la bella Sakura en el baile, mientras que el sonido de la música los guiaba en sintonía en cada uno de sus pasos.

Edgar: Al final, pude bailar con la pequeña dama... No puedo culpar a ese chico por su mirada tan desagradable.

Shu: Reiji... Siempre ha sido así...

Edgar: Aunque no puedo quejarme, ¡Fue muy divertido!

Shu: ¿Cómo puede decir eso? -. Pensó el joven de cabello rubios-anaranjados, que no dejaba de reflexionar ante las palabras de su hermano, por la cruel realidad ante sus palabras; ambos mundos, el mortal e inmortal jamás podrían estar conviviendo juntos en armonía. No hasta que el fuera el siguiente sucesor al trono.

Edgar: Fue genial estar a tu lado, al igual que la dulce y sincera de tu prima Sakura-chan.

Shu: Sakura-chan...

-. Siempre te gustaba hacer feliz y especial a todos, antes que a ti misma... Sakura.

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~Omake~

Shu: ¡Edgar! -. Con lágrimas en los ojos, el joven no dejaba de llorar ante la oscura noche; tras ver en sus ojos, el horrible fuego abrazador llegar en toda la aldea de su querido y buen amigo humano, quien ahora ya hacia cenizas en él.

***: Seriamente. Para que venir una y otra vez a un lugar como este. Regresa a la mansión.

Shu: Hmp... Hmp... Reiji. -. Dijo frio el niño de ojos azules hacia aquella voz tan conocida de su hermano menor, quien lo miraba de forma burlesca por su mirada tan destrozada de su alma.

Reiji: No me mires de esa manera. Fue tu culpa que esto sucediera. Todo esto sucedió porque el primer hijo de la familia Sakamaki. Hizo amistad con un humano.

Shu: ...