LO QUE IMPLICA SER UNA ESPOSA

Querido diario:

Apenas recuerdo las miles y millones de palabras que implicaba ser una verdadera esposa en el futuro; casarse, dar a luz al primer primogénito, organizar eventos, ser ama y señora de la casa... Pero sobre todo, sumisa a los deseos de mi futuro esposo.

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Como cualquier día, había sido una mañana tranquila en la mansión Sakamaki para todos los residentes del hogar; la pequeña y dulce niña de cabellos rubios, jugaba en el jardín sola después de que sus primos se dedicaran a estudiar por órdenes de sus estrictas madres, que deseaban que alguno de ellos fuera el ideal perfecto como futuro líder de la familia; su madre Akina, estaba terminándose de arreglar para acompañarla, pero la pequeña decidió bajar antes que ella en el balcón, para buscar a uno de sus primos; apasionada por ver de nuevo la luz del sol, se separó de su madre por un momento para ver las hermosas rosas blancas a su alrededor que había sido cuidadas y plantadas por su tía Christa, a quien amaba con mucho cariño en su corazón.

Sakura: Que bello día -. Respondió la niña con una sonrisa, mientras observaba con delicadeza muchas de las hermosas rosas blancas en el jardín, mientras olía el hermoso perfume tan embriagador de cada una de ellas; la pequeña de apenas 4 años, llevaba consigo un hermoso vestido rosado, con un gran moño del mismo tono, con su habitual cinta en el cabello color negro, que realzaban su inocencia pura en la joven pequeña niña, que era la adoración de su querida familia, que amaban la presencia de la niña de ojos azul verdosos.

***: Buenos días mi querida Sakura.

Sakura: ¿Uh?... S-señor Richter -. La joven niña volteo su mirada nerviosa, al reconocer aquella voz tan grave y siniestra, que hicieron sentir con miedo a la pobre doncella; se quedó callada al ver la figura de aquel hombre tan alto pero apuesto de cabellera verde oscura, que la intimidaba con esos ojos color rojo intenso, que demostraban más de una sonrisa sádica pero peligrosa en su mirada; y aunque no sentía el peligro en su presencia, solo pudo notar en su corazón, lo triste y desafortunada alma que sufrió en el pasado, pero que comprendía la joven pequeña; no hallo razón para odiar aquel hombre, que era mal visto, e incluso despreciado, por los demás miembros del apellido Sakamaki.

Richter: ¿No piensas decirme tío, querida?...

Sakura: E-esto gomenasai... T-tío...

Richter: ¿Y tu madre?...

Sakura: A-apenas viene bajando.

Richter: Je... Que oportuna situación.

Sakura: ¿Uh?...

Richter: Dime querida, ¿No quieres acompañarme?~

Sakura: Amm... Y-yo... E-esto... -. Nerviosa, la joven rubia, noto la mirada fría pero juguetona del hombre mayor que deseaba llevarla a un lugar desconocido para conversar sin la presencia de alguno de sus primos o madre.

Richter: No estés nerviosa querida Sakura... Tu primo Laito también podrá acompañarnos.

Sakura: ¿Laito-nii vendrá?...

Richter: Claro. Su madre, Cordelia ha preparado un evento especial para los dos...

Sakura: Y-yo...

Richter: Seria muy descortés, si rechazaras su petición... Al igual que la mía~

***: ¡Sakura!

Richter: ...

Sakura: ¡Oka-san!, ¡Subaru-nii! -. Respondió aliviada la joven, tras escuchar las voces de su amada madre y primo albino, quienes se dirigían al lugar para confrontar al hombre, que se insinuaba de más ante la pequeña vampiresa.

Richter: Buenos días, mi amada Flor de Primavera... Y amado sobrino menor.

Subaru: ¡Tsk!

Akina: Niños, por favor, vayan a jugar atrás.

Sakura: Oka-san...

Akina: Por favor Subaru, llévatela. -. Dijo la mujer mayor de ojos rojos, mientras miraba seriamente al hombre de traje oscuro, que no paraba de sonreír sádicamente hacia los dos niños.

Subaru: Vamos Sakura-chan.

Sakura: ¡S-si! -. Confundida, la dulce pequeña fue arrastrada rápidamente fuera del lugar; dejando a su amada madre con aquel hombre, que tenía sucias intenciones con su amada familia. Tenia algo de miedo en su interior por aquel vampiro oscuro, pero no dudaría en confrontarlo, por meterse con aquellos que amaba.

Akina: Deja en paz a mi hija Richter.

Richter: Tan fiera como siempre.

Akina: ...

Richter: Sin embargo... No es eso por lo que he venido.

Akina: ...¿Q-qué quieres?...

Richter: Akina, tenemos que hablar.

•••

Mientras tanto, los dos niños charlaban entre ellos tranquilamente, mientras decidan que hacer durante el día; el joven de cabellera albina trataba de hacer sentir bien a la pequeña, tras la mala experiencia que había tenido como su llamado tío; a quien odiaba intensamente, al igual que su padre a causa de la mala salud de su amada madre, que residía en aquella oscura y solitaria torre.

Subaru: ¡Sakura-chan!

Sakura: Subaru-nii, ¿Qué ocurre?

Subaru: Hace mucho que no jugamos, ¿Quieres hacer algo juntos?

Sakura: Claro Subaru-nii. ¿Pero a qué jugamos?...

Subaru: Amm... Q-que te parece a... ¿L-las casitas?

•••

Sin saber cómo, ambos niños llegaron cerca del bosque, mientras una confundida niña, esperaba pacientemente a su primo en uno de los árboles; que había arreglado con dedicación para darle el aspecto de una vivienda digna, de una futura pareja de recién casados.

Sakura: ...La-la-la...

Subaru: ¡Y-ya estoy en casa!

Sakura: ¡Bienvenido a casa, Subaru-nii!

Subaru: Mph... ¡¿Cuantas veces te tengo que decir que debes decirme Cariño cuando regrese del trabajo!? -. Dijo enojado el albino, mientras un leve sonrojo entre las mejillas del más joven de los seis hermanos; no paraba de sentirse desesperado, por repetir sin fin de los miles de millones de veces, la escena del comienzo del juego de las Casitas de los recién casados apodados como la madre y padre del lugar.

Sakura: Gomenasai... C-cariño.

Subaru: ¡Tsk! Da igual... ¿Qué hay de comer?

Sakura: Ensalada de verduras. -. Dijo alegremente la joven, al mostrarle a su acompañante un plato con hojas y flores, simulando ser una comida preparada por ella misma ante la llegada de su esposo tras un duro día en el trabajo.

Subaru: Se ve muy bien.

Sakura: ¿Cómo te fue hoy querido?

Subaru: B-bien, ¡N-no me mires así! -. Grito levemente sonrojado el niño de 5 años, quien no paraba de ponerse nervioso ante las miradas tan tiernas, pero llamativos ojos azules de su prima, que lo volvían cada vez nervioso cuando lo apodaba como su esposo.

Sakura: E-esto... Subaru-nii, esto se está poniendo aburrido... ¿Qué más deben hacer el mamá y papá cuando están solos?

Subaru: ¡¿EH?! ¡¿Qué diablos te ha dicho el Hentai Pervertido de Laito?!

Sakura: ¿Uh? Nada Subaru-nii, es que... ¿Qué puede hacer la esposa, antes de que llegue el esposo a casa?

Subaru: Amm... No lo sé, después de todo... El esposo casi nunca está en casa... Como ese hombre. -. Dijo frio el joven albino, mientras que su acompañante, no dejaba de mirar con tristeza la relación que tenían sus queridos primos con su llamado Padre; a quienes apenas veían por sus compromisos de trabajo en el mundo vampírico.

Sakura: Subaru-nii...

Subaru: Pero... Eso no significa que no puedas hacer miles de cosas mientras esperas a tu esposo de forma leal.

Sakura: ¿Uh?

Subaru: Sakura-chan, prometo nunca hacerte esperar por mi llegada, y veras que haremos muchas actividades juntos para nuestra futura familia.

Sakura: ¡Sí! ¡Me gustaría mucho eso, Subaru-nii!

-. Lamento no haberte dado esa vida que tanto deseabas... Sakura... Perdóname.

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~Omake~

El profundo olor caliente de un suave Té de rosas rojas que compartía la joven dama de cabellera rubia con su acompañante inesperado, la dejaron con un mal sabor en la boca, al hablar seriamente con aquel hombre que repugnaba con toda su alma en el pasado y presente ahora.

Akina: ¿Qué es lo que querías decirme, Richter?

Richter: ...Tan directa como siempre... Akina.

Akina: ...

Richter: Veras... El cumpleaños de tu hija se acerca, han pasado cinco años desde entonces querida... Para superar tu luto.

Akina: ...

Richter: Pienso que Sakura merece tener una figura paterna como cualquier niña de su edad.

Akina: ...

Richter: Mi hermano está a favor de este plan, pero deseo conocer tu respuesta primero mi querida flor de primavera... -. Respondió coqueto el hombre de ojos rojos, que no dejaba de mirar a la hermosa dama que tenía aun cautivo en su corazón en el pasado; que nunca pudo olvidar, tras haber cometido varios errores que le costaron demasiado en su felicidad.

Akina: En primera, jamás aceptaría a un hombre tan repulsivo como tú Richter.

Richter: ...

Akina: En segundo lugar, los asuntos relacionados con mi hija y mi persona, no te interesan en absoluto.

Richter: ...

Akina: Y en tercer lugar... Jamás volvería a confiar en ti nuevamente.

Richter: ...Tsk...

Akina: Si eso es todo... Me retiro.

Richter: TU NO IRÁS A NINGÚN LADO. -. Con firmeza en su mirada, el hombre sujeto con furia a la joven mujer, quien se encontraba aturdida por la situación y un leve miedo en su corazón se trasmitió en su persona, ante la mirada eufórica y brillante del vampiro de cabellos oscuros.

Akina: Suéltame Richter. O te juro que---

Richter: No puedes jurarme nada querida. Todavía estás a tiempo de ser mi esposa... Tal y como debió haber sido siempre.

Akina: ¡...!

Richter: Y tu linda de tu amada rosa... Como mi hija.

Akina: ¿Por qué me casaría con un hombre, que tiene enredos con mujeres?... En especial, aquella a la que llamas "Cuñada".

Richter: ...VAS A PAGAR CARO POR ESTO... AKINA.

Akina: Richter... ¿Qué ha pasado contigo? -. Respondió triste la pobre mujer, con pequeñas lágrimas en sus ojos, mientras miraba con tristeza las crueles palabras y el daño físico de aquel hombre, que alguna vez creyó conocer en su juventud siglos atrás.

Richter: ...

Akina: Antes eras... Amable, cariñoso... Compasivo... ¿Dónde quedó aquel hombre que alguna vez... A-ame?...

Richter: ...

-. Ese hombre murió Akina... Y jamás pudo decirte lo mucho que te amaba...