Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Corto I: Civil Warra.

En el capítulo anterior nuestros queridos inútiles volvieron del pueblo franchute en el que, no es por nada, fueron timados, les miraron mal y Mireia y Sonia sufrieron un intento de violación. En teoría no iba a haber capítulos cortos en esta historia, pero siempre es importante continuar con las viejas tradiciones y porque estos pendejos van a hacer una pelea de chupitos y me toca trabajar. Pinche autor, no me paga lo suficiente para narrar esto. 

—¿Como? Te cambio ahora mismo, hijo de puta. 

No no no, ni se te ocurra. Empezamos con...

—Y ya te dije que dejes de hacer los chistes de Francia en cada capítulo que ya aburren. ¡Cíñete al puto contrato! Un chiste de Francia cada tres capítulos. 

Vaaaale. Comenzamos con el jodido capítulo. Al final haré una huelga y va a narrar quien yo te diga.  

***

En ese momento habían acabado de cenar en la cabaña, habían expandido la mesa del salón para que todos comieran a gusto. Fue una cena bastante silenciosa ya que todos estaban muertos de hambre. Posteriormente tras acabar la cena comenzaron a prepararse para le pelea de chupitos. El pequeño sótano que había lo habían transformado en una bodega para guardar el alcohol, que por cierto, era bastante. 

—Vale —comenzó Jaime mirando en la mini bodega que tenían bajo las escaleras—. ¿Qué mierdas pillamos para chupitos?

—¿Vodka caramelo hay? 

—Creo que sí, Mireia, un momento 

—Busca, pequeño, busca. 

—Oye —José María se asomó a la bodega—. ¿Compraste Whisky? 

—Sí  —dijo cogiendo la botella. 

—Perfecto. 

Jaime aún continuaba buscando la botella de vodka. 

—¡Que no se te olvide el vodka! 

—¡Mireia! Hay demasiadas putas botellas, creo que cerca de la mitad del presupuesto de la compra se fue en el alcohol. Nos pasamos de alcohólicos. 

—¿¡Como!? —Braulio apareció detrás de Sergio—. ¿Que habéis utilizado parte de mi dinero en comprar alcohol? 

—¿Por qué crees que estaba tan interesado en fondos comunes? 

—Qué hijo de la grandísima puta —se fue cabreado mientras Jaime seguía buscando.

—¡Ajá! aquí estás.

—¡Vodkaaaa! —exclamó Mireia arrebatándole la botella a Jaime mientras este buscaba otra mierda. 

—Si, pero lo mejor de todo es... —Jaime cogió una botella negra—. El Jagger, que tengo entendido que con licor de fresas te queda un chupito que es la ostia. 

—¡Suuuu! —celebraba Sergio al fondo—. ¡Viva el Jagger! 

—Bueno, pues creo que con estas cuatro botellas, Whisky, Jagger, licor de fresas y Vodka, nos da para unas buenas rondas de chupitos —dijo Jaime saliendo de la mini bodega para toparse con Braulio de frente. Bueno su frente en realidad estaba en el pecho. Pero da igual. 

—Bebéis fuera de mi cabaña —señaló con el dedo. 

Jaime le hizo pucheritos con la boca y los ojos. 

—¡A tomar por culo! Aquí no bebe nadie. 

—Zorra —con el alcohol se fue dando saltitos cual troglodita a la cabaña de los chicos. 

—¡Esperadme, que yo también voy! —decía Fátima desde la buhardilla. Se estaba arreglando el pelo—. Que si no voy yo ¿¡Entonces quién graba!?

***

En la cabaña de Mireia y el resto, fueron todos incluyendo a Braulio que aceptó a regañadientes por Fátima. El enano gruñón seguía mosqueado con el resto, aunque ahora un poco menos. 

—A ver —comenzaba Sonia poniendo los vasos de chupitos en la mesa—. ¿Cuántos vamos a participar? ¿Cinco?

—Sí —respondió Mireia. 

—Perfecto. Las reglas serán simples: ponemos cada ronda son unos cinco chupitos por persona, ya que tenemos 30 vasitos de esos chicos. 

—Pero treinta vasos para cinco personas caben a seis chupitos por persona —corrigió José María—. ¿Dónde putas aprendiste a multiplicar?

Sonia lo miró cabreado, pero haciendo las cuentas en su cabeza. 

—Pues mejor, seis chupitos por ronda. Así más fácil caeréis, cabrones. 

—Soy ingeniero, los días antes de exámenes me pongo a tomar chupitos como un hijo de puta. 

Sergio recordó que eligió una ingeniería para la carrera y pensó en tomar chupitos el día antes del examen con una sonrisa. 

—¿Y qué putas tiene que seas ingeniero? Que os flipáis mucho los universitarios con vuestros títulos de mierda, pero luego te meto un navajo y qué titulo te salva ¿Eh? 

—Es tan simple como gritar: ¡Soy ingeniero! ¡Soy ingeniero! Mientras corres y ya. 

—Puto inútil de mierda. ¡Escuchadme ya de una vez! 

El resto prestó atención a Sonia. 

—Reglas simples, ronda de seis chupitos seguidos, quien antes se acabe los seis chupitos anota punto. Si caes al suelo en plan ostia terrible o vomitas la existencia plena quedas eliminado de la partida. Y estoy por añadir la regla del cabezazo, el primero que de un cabezazo a algo de manera involuntaria, eliminado. 

Sergio miró enfadado a Sonia. 

—¿Por qué están baneados los cabezazos con lo que molan? ¿Eh? 

—Experiencias. La última vez que jugamos, un chaval le metió un cabezazo a la ventana y cayó de un segundo piso.

—Pero...

—Añadida la regla de cabezazos.

—Jo... 

—Bueno —dijo Jaime—. ¿Empezamos ya?

—Vamos. 

***

Una vez colocados los vasos con chupitos, primero de Jagger con licor de fresas y Fátima colocada estratégicamente para grabar, estaban listos para recibir la orden de salida de Fátima. 

—Bien —comenzó—. ¿Todos listos? 

—¡Espera! —Sergio retocó un chupito poniendo algo más de Jagger—. Ya. 

—Pues ¿¡Preparados!? ¿¡Listos!? ¡¡¡Ya!!!

José María, Sonia y Sergio comenzaron a tomar chupitos como si fueran de agua, mientras que Jaime iba algo más lento poniendo caras raras pero enseguida comenzó a motivarse y a tragar chupitos como un hijo de puta, por otro lado Mireia iba atrás poniendo cara de dolor con cada chupito. 

—Agh agh agh —comenzó a toser en el tercer chupito.

—¡Vamos los tres! —animaba Fátima a Sonia, Sergio y José María que iban bastante empatados con Sergio algo por detrás. 

En el último chupito, Sonia y José María tomaron el chupito lo más rápido posible para ganar la ronda, Sonia se acabó antes el chupito, pero cuando iba a colocar el vaso encima de la mesa vio un brazo bajar el vaso mucho más rápido. 

—Y el ganador es... ¡¡¡Sergio!!! 

—¡¡¡YUJUUUUU!!! —comenzó a correr con la camiseta en la cabeza hasta que se dio cuenta que caerse era eliminación, en ese momento se paró en seco. 

Mireia aún iba por el cuarto, mientras que Jaime se los había acabado los seis. Sonia y José María se quedaron mirando. 

—¿Y esta zorra madrileña? —dijo Sonia alucinada y señalando a Sergio mientras este gritaba. 

—¡¡¡Me coméis los huevos!!! 

José María también estaba flipando. 

—Pero si iba por detrás ¿no? —dijo mirando los chupitos esperando encontrar que estuviese alguno lleno. 

—Sí, pero inexplicablemente se nos ha adelantado. 

—¡Chincha rabiña! ¡Chincha rabiña! Os he ganado a todos y soy el más pequeño —comenzó a hacer un baile cutre. 

Sonia agarró la botella visiblemente enfadada. 

—A ver qué tal te sienta el whisky, pedazo de zorra. 

https://youtu.be/OIh3nO6-V_A

Colocaron los chupitos de Whisky, sin embargo esta vez Mireia decidió retirarse ya que según ella iba "Tinkiwinki" Así que decidió colocarse en el sofá con Braulio mientras se servía algo de coca cola. 

—Siguen siendo seis chupitos a pesar de la baja de Mireia —aclaró Sonia. 

—Pues vamos a darle bien a esta madre —dijo Jaime que ya iba andando raro pero se sentía motivado. 

Se colocaron los cuatro en posición para competir y esperaron al anuncio de salida de Fátima. 

—¿¡Preparados!? ¿¡Listos!? ¡¡¡Ya!!!

Esta vez los cuatro estaban motivadísimos y para sorpresa de todos fue Jaime el que iba más rápido, aunque al cuarto chupito ya iba bastante más lento, pero seguía yendo el primero. 

—¡¡Ese es mi negro!! ¡Demuestra quien manda! —animaba Braulio desde el sofá. 

Iba a acabar el sexto chupito cuando vio a José María a su lado bebiendo el último vaso más rápido, bajaron la mano a la vez y Jaime con el fin de ganar estalló el chupito contra la mesa. Al fondo se veía a Sergio relajado tomando chupitos como si no fueran nada. 

Fátima comenzó a reír como una hija de puta, mientras Sonia miraba enfadada a Jaime. 

—¡¡¡¡VAMOOOOS!!!! —gritaba eufórico dando pasos torpes y dirigiéndose a Braulio. Este le dio un abrazo y aprovechó para tocar culo. 

—Se nos están revelando los noobs de mierda —comentaba José María avergonzado. 

—Y parecían tontos los dos —miraba Sonia la botella de vodka algo mareada. 

—Dios mío, veo borroso pero he ganado. 

—A mí me está comenzando a subir —Sergio se apoyó en Jaime  que se acababa de separar de Braulio—. Ostia puta, doce chupitos, estoy como una mierda, Jaime. 

—Siempre fuiste una mierda —Jaime fue a acariciar su cara pero en ese momento comenzó a notar que le dolía la mano, cuando fue a mirarla vio que tenía un buen corte—. ¡Ostia puta! ¡Es kachup! —tuvo un hipo que lo hizo exaltar. 

Sergio miró la mano de Jaime. 

—Hmmmm katchup —comenzó a acercar su cabeza cuando Braulio sacó a Sergio a la verga. 

—¡No es kétchup, panda de subnormales! Jaime se ha cortado. ¡Tú, ven conmigo!

Braulio cogió a Jaime del otro brazo y lo llevó al cuarto de baño. 

—¡Tío déjame que estaba con los chup ¡hip! chupitos, quiero beber más que que... ¡Hip! que iba ganando la puta madre. Solo es un poquito de kaxu! aaaaaaaaa —se quejó como un niño chico retrasado. 

Jaime comenzó a ponerse depresivo mientras se lo llevaban al cuarto de baño mientras José María, Sonia y Sergio miraban expectantes. 

—Bueno, eliminado por retirada —comentó Sonia contenta. 

—¡¡¡Hijos de puta!!! —se escuchaba desde el baño—. ¡¡No he perdido, me habéis elimin... ¡¡¡Ahh!!! agua no ¡¡¡Agua nooooo!!! ¡¡¡¡¡Yo quiero whiskyyyyyyy!!!!!!

—¡Ejem! —tosió José María para desviar la atención—. Vamos con el vodka caramelo. 

—Ayyyyyyy —se quejó Mireia —. Dejadme participar aunque no cuente, que es que me gusta mucho el vodka caramelo. 

—Pues vente —dijo Sonia—. La pelea es entre estas dos zorras y yo. 

***

Mientras colocaban los chupitos se iban escuchando los gritos de Jaime siendo curado por Braulio. 

—¿¡Por qué mierda me tienes que echar agua oxigenada, si hay alcohol? Hijo de puta. 

—El alcohol no cura, imbécil, el alcohol mata las células que van a...

—Ñiñiñiñi ¡Quiero alcohol!

—¡Pues toma alcohol, subnormal! 

—¡¡¡¡AHHHHH!!!! ¡¡Escueceee!! Puta, eso no era alcohol, eso es ser mala gente. 

—¡Es alcohol! —se escuchaba con tono de desesperación—. Me lo has pedido así. ¿Ahora sientes lo que yo sentía cuando...

—¡¡Eres gilipollas!!

—Me tienes hasta los cojones, te voy a vendar la mano y te voy a mandar a la verga. Negro de mierda. 

La gente hacía caso omiso a Jaime salvo Mireia que comenzaba a reírse mientras bebía chupitos de vodka y Fátima que recogía los restos del vaso roto. El resto simplemente llenaba los vasos de vodka para prepararse para la tercera ronda. 

—Perfecto. Ya hemos acabado los 18 vasitos. ¡A por la tercera ronda! 

Se quedaron esperando al anuncio de salida de Fátima que enseguida se preparó para grabarlo todo ya que esta vez prometía. Sergio no abría los ojos completamente, y hacía serpen tactics, Sonia no se le notaba demasiado, aunque a veces movía los brazos de manera totalmente random, y José María estaba intentando ligar con una silla. La cosa estaba igualada. 

—¿¡Preparados!? ¿¡Listos!? ¡¡¡Ya!!!

Esta vez fue bastante más lento. La idea no era llegar primero, que también, la idea era agarrar el chupito sin que se cayese, apuntar bien a la boca sin derramar nada y dar un paso hacia adelante y a poder ser recto. En un principio iban igualados, con Sonia algo por delante, ya que también iba bastante lento. Sin embargo Sergio paró en el tercer chupito exhausto. 

—Yo si quiero aguantar más tengo que perder esta —decía Sergio apoyándose en una silla—. Estoy fatal ahora mismo 

Sergio se quedó en el tercer chupito, mientras Sonia continuaba bebiendo dejando atrás a José María también que se quedó apoyado en la mesa. Fue victoria fácil para Sonia. 

—¡¡Jódete madrileño!! —señaló la muchacha. Esto activó los instintos genocidas de Sergio. 

—Puta catalufa de mierda, esta cosa me la acabo —comenzó a beber el resto de los chupitos bastante rápido solo para acabar con la ronda e ir igual que José María y Sonia en número de tragos. 

Al acabar la ronda, comenzó a andar torpemente, Sonia y José María se encontraban descansando y observando a Sergio. 

—Solo voy a sentarme en el suelo un poco porque no sé si llego al sofá. ¡¡¡No me voy a caer, que cons...!!! —Sergio tropezó con su propio pie y se metió tremenda ostia contra el suelo para después comenzar a potar salvajemente.

—¡¡A tomar por culo!! —se acercó Fátima a Sergio que seguía en el suelo—. ¿Estás bien? 

—No —negó José María riendo—. Ya te digo yo que no. 

—Otro eliminado. 

En ese momento salieron Jaime y Braulio del baño. 

—Tío, que sepas que te quiero mucho. Eres el mejor amigo que alguien como yo puede tener —dijo Jaime agarrándose a Braulio. Ya se le veía la mano vendada. 

—Anda siéntate aquí y estate tran... —vio a Sergio en el suelo—. No jodas ¿Otra vez? 

—Otra vez —asintió Sonia. 

—¿Probamos a pincharle con un palo cada cinco minutos a ver si sigue vivo? —propuso José María. 

Sonia le dio una escoba a Fátima. 

—Perfecto —rio José María. 

***

Tras otra ronda de chupitos que ganó José María esta vez, ninguno de los dos se negaban a rendirse, pero tampoco se atrevían a despegarse de la mesa, ni a continuar con otra ronda por el miedo al coma. 

—Esta mierda hay que desempatarla —dijo Sonia que se acababa de beber el chupito número veinticuatro. 

Al fondo, se observaba a Fátima con la escoba dando golpecitos a Sergio sin que de resultado. Posteriormente intentó con la pierna, sin resultados. En ese momento comenzó a tener serias dudas de que respirase. 

 —La cosa es que hay que irse a dormir ya —dijo Fátima—. Y hacer algo con él —señaló a Sergio—. ¡No hace nada! —dijo asustada. 

—Esta mierda se hace así —José María intentó quitarle la escoba a Fátima pero sus capacidades psicomotrices no le daban y casi le agarra una teta. Fátima le dio la escoba asustada. 

Este fue a darle fuerte con la escoba pero falló haciendo bastante ruido contra el suelo. Sergio hizo un pequeño movimiento. 

—¡¡Está vivo!! —gritó Fátima feliz. 

—Mierda, yo quería darle fuerte pero a él. 

—Oye, habría que levantarlo de ahí y esas cosas ¿no? —preguntó Braulio dejando a Jaime que ya estaba comenzando a dormirse. 

—¿Y quien puede con él? —preguntó Sonia—. Yo no puedo ni conmigo misma, voy a poder con el madrileño. 

—Mireia más o menos está sobria —dijo José María sentándose bruscamente en la silla intentando aguantar el pedo—. Entre vosotros dos podréis ¿no?

Sonia comenzó a reír inexplicablemente. 

—La mierda esta la tenemos que desempatar, pero en otro momento —tampoco podía andar muy bien

***

Tras varias dificultades, lograron llevar a Sergio a la cama para dormir y Jaime se levantó para ser llevado por Fátima y Braulio a la otra cabaña. Donde comenzaron a dormir y Jaime pudo callarse. 

Fátima se encontraba en el mismo cuarto que Jaime ya que no se fiaba de que se fuera él solo o hiciera alguna movida. Sin embargo fue ella la que le pidió ayuda. 

—¿Jaime? —preguntó la chica. 

—Hmmmm —respondió sin apenas decir nada. 

—¿Estás despierto?

—Ahhhh... No... —se quejaba. 

—¿Puedes acompañarme a abajo a por un vaso de agua?

Este se dio la vuelta de la cama molesto. 

—¿Y por qué no vas tu sola? Tengo resaca.

—Me da miedo ir sola. Arañas —dijo con repelús. 

—Si te encuentras con una araña estando conmigo vas a estar igual que si fueras sola, porque no pienso hacer absolutamente nada. 

Fátima se acercó para convencer a Jaime. 

—Pero al menos estamos juntos en la desgracia. ¡¡Por faaaa!! —dijo tocándole el hombro 

Jaime hizo un gruñido levantándose de la cama, para apoyarse enseguida a Fátima. 

—¡Au! —dijo quejándose de la herida—. Ahora me duele más el corte... 

—Es lo que tiene estallar un vaso de cristal. Que el cristal corta. 

—¿Porqué no llamaste a Braulio? 

—Tú estabas más cerca. Y a parte en la habitación de Braulio podría haber una de esas —comenzó a temblar—. Arañas.

—Zorra. 

***

Jaime y Fátima bajaron las escaleras de la cabaña, aunque Jaime casi se ostia, pero fue apoyado por la chica. En ese momento entró una ráfaga enorme de viento que estremeció a Fátima mientras esta encendía la linterna para asegurarse de que no hubiera una maldita araña. 

—Ostia puta que frío —se quejaba Fátima bebiendo algo de agua. 

—Espera, que voy a cerrarla. 

Jaime se acercó a la ventana para cerrarla pero justo estaba escuchando ruidos en la cabaña de enfrente:

—Joder Sergio, tienes dos neuronas y se pelean entre ellas. —escuchó a Sonia con voz borracha.

—Y tu tienes dos, una drogada y otra agujereada por una bala, puta yonki.

Había un silencio pero Jaime se mantuvo escuchando.

—Repítelo si tienes cojones.

—¡Que tienes dos neuronas! —lo decía con una voz tonta y vacilona—. Una drogada y la otra...

De repente comenzaron a escucharse disparos.

—¡¡Perdón!! ¡¡Perdón!! ¡No volveré! ¡Ah! —comenzaron a escucharse pasos fuertes en la cabaña

—¡Puto madrileño de mierda! —siguieron los disparos seguidos de gritos de Mireia—. ¡No huyas!

—¡Ahhhh!

—Diplomacia ¡¡Diplomacia!!

—¡¡¡Vacíale el cargador!!! —gritaba José María al fondo mientras seguían los disparos y se escuchaban cosas rotas.

Jaime cerró la ventana tranquilamente y se dirigió a Fátima.

—Ya está. 

La chica miró fijamente a Jaime. 

—Oye, se escuchaban ruidos en la otra cabaña. ¿Están bien?

—Están de puta madre. Tranquilitos.

—Me sorprende la verdad ¿Estás seguro? —dijo enarcando una ceja.

El chico asintió con la cabeza desganado.

—Segurísimo. 

CONTINUARÁ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro