Día 4 (Mañana 2/2): Virgin Mary.
En el capítulo anterior nuestros queridos inútiles tomaron rumbo al Mulhacén pero como siempre por culpa de su propia estupidez acabaron en una cabaña con un pequeño accidente. Un dardo tranquilizante acabó en la pierna de Mireia y con un tremendo susto por parte de Sara y Ainoa. Ahora nos encontramos con Jaime, Miriam, José María y Chris continuando el camino por el que las chicas y Braulio avanzaron hasta llegar a la cabaña
–Donde putas fueron estos malparidos –dijo Jaime abriéndose paso por un conjunto de arbustos. Al parecer no tomaron el camino exacto.
–No pueden haber ido muy lejos –decía José María siguiendo el paso.
–A ver, no creo que fueran por aquí. A lo mejor deberíamos dar la vuelta –Chris miraba hacia atrás con algo de miedo.
–Ya que estamos avanzamos por aquí y si vemos que se com... –Jaime intentaba partir una rama con la pierna haciendo bastante fuerza–. ¡...plica! pues ya si eso nos damos la vuelta.
Lo cierto es que cogieron un camino por el cual se llegaba antes pero era algo más denso de vegetación. Solo tuvieron que pelearse con algunos arbustos más y llegarían a la explanada donde estaba la cabaña. Se sorprendieron al ver la zona abandonada a lo igual que los otros la vez anterior.
–¡¡Halaaa!! –comentaba Miriam alucinada admirando la casa abandonada.
Jaime miró a la cabaña entrecerrando los ojos. Posteriormente se dirigió al resto.
–¿Qué os apostáis a que están dentro tomándose fotitos?– comentó con un tono despectivo.
–No han hecho el camino que hicimos. Quizá no la han visto –dudaba José María. Pero de repente miró a Jaime con una cara pervertida–. O eso o están fumándose porros o follándose ardillas.
–Hmmm –Chris refunfuñó asustado apretando sus dedos pulgares–. No.
–¿No qué, infiltrado?
El chico miró a Jaime algo asustado.
–Si van a hacer cosas raras no quiero entrar ahí. Me da miedo –soltó los dedos pulgares y pegó sus manos a los pantalones.
–Awww que mono –dijo Miriam admirando a Chris con cara de felicidad–. No te preocupes, entramos juntos.
Chris la miró algo más relajado.
–¿Y no me intentarán asustar?
–No... Tu simplemente tranquilízate. –al oír estas palabras de Jaime, Chris sonrió.
–Vale.
–Venga, vamos.
Los chicos continuaron llegando por la casa y miraron alguna forma de entrar. Pero mientras más se acercaban, más voces oían.
–¿Esa no es Sara? –preguntó Miriam agudizando el oído.
–No lo s...
–¡¡¡PAAM!!! –vieron a Sara abriendo la puerta de una patada mientras continuaba vociferando–.¡¡¡¡Es que me sigo preguntando quien cojones te manda a coger una puta escopeta de dardos tranquilizantes!!!! ¡¡Joder, es que cuatro días aquí y ninguno de relax, cojones!! –comenzó a inhalar mientras levantaba los brazos–. ¡¡¡¡¡¡ME TENÉIS HARTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!
Mientras tanto, Braulio y Ainoa sacaban a Mireia dormida por la puerta. Los chicos se dirigieron rápidamente a donde se encontraban Braulio y Ainoa transportando a Mireia mientras Sara seguía vociferando.
–¡¡ES QUE MÁS OS VALE QUE NO SEA NADA!! –se paró a observar a los demás que venían corriendo.
Jaime señaló a Mireia quien estaba profundamente dormida mientras Miriam se agachó junto a ella
–Ay ay ay ay. ¿Qué ha pasado?
–Eso mismo me pregunto yo –dijo Jaime pidiendo explicaciones–. ¿Qué coño le ha pasado? Y si es una broma de mierda soltadla ya.
Sara empujó a Braulio contra Jaime quién se tropezó y cayó torpemente contra él que lo agarró antes de que cayese.
–EXPLÍCASELO
–Ehhh... pues dardos tranquilizantes... –sonrió tímidamente mirando a Sara quien aún tenía una mirada asesina puesta sobre Braulio.
–Ahora sonríe ¿sabes? ¡¡¡PUES NI PUTA GRACIA ME HACE, OYE!!
Jaime suspiró intentando mantener la calma.
–Joder... Yo es que me cago en todo... ehhh... a ver. Enséñame la escopeta. Sara tu mejor quédate aquí antes de que fusiles a Braulio.
–¡¡Perdona, eh!! ¡¡¡PERO ESTOY MUY CALMADA!! –decía mientras golpeaba una piedra contra una roca con forma similar a un cráneo.
–Voy con vosotros –dijo José María quien más o menos entendía de esto.
–Vale.
–Miriam –señaló Jaime–. Procura que Sara no cometa un asesinato en serie con todos nosotros, muchas gracias.
–¿¡Qué!? ¿Yo por quéee? –comenzó a hacer pucheritos.
–Calla y obedece, cojones.
–Uy ¡¡Valee!! –se quejó de mala manera–. Pinche amargado puto.
***
–¿Qué coño has hecho? –le dijo Jaime preocupado–. ¿Y ahora qué? ¿Le damos tila y manta hasta que se despierte? ¿O llamamos a la poli y le decimos que hemos usado un arma ilegal en una casa abandonada que probablemente sea allanamiento de morada?
–Técnicamente no es allanamiento de morada si es una casa abandonada –dijo José María contradiciendo a Jaime.
–Exacto... –trataba de cambiar de tema Braulio.
–Y además las tilas relajan, no alteran y Mireia ya está demasiado relajada. Joder, Jaime biología básica.
–Es que de verdad... ya te vale –Braulio pretendía desviar el tema para evitar dar explicaciones.
–¡Que contestes coño! ¿Qué ha pasado? Y con qué arma.
–Vale vale –dijo algo asustado. Posteriormente dio un profundo suspiro–. A ver, ha sido con la escopeta de dardos tranquilizantes, eso sí. Lo que no sé es con qué tipo de dardos. Ya que solo he disparado una vez para comprobar de que era la escopeta.
–¿Y disparaste a Mireia? Ese es mi niño, que hijo puta –dijo José María riéndose de la situación mientras rascaba la cabecita a Braulio.
–Me cago en la puta, Braulio –Jaime cerraba los ojos tratando de buscar una solución
–Noooo. Joder, escuchad –intentó excusarse–. El dardo rebotó y le dio en la pierna. No sé, hizo algo raro y le dio en la pierna a Mireia.
–Enséñame el dardo –Braulio buscó por el suelo de la cocina. En seguida lo encontró y Jaime lo miró con sumo cuidado.
–¿Qué estás buscando? –dijo Braulio acercándose a él.
–¿No pone nada? –dijo Jaime mirándolo con cautela.
–No si quieres te pone una receta de pancakes. –respondió José María–. Trae, a ver.
–Me refiero que qué tipo de dardo es y sobretodo su fecha de caducidad.
–Ostia. Pues probablemente esté caducado.
Braulio se asustó bastante más.
–¿Y si una dosis caducada es letal?
–O puede ser que al caducar, su dosis no sea tan letal –alegó Jaime quien estaba abriendo cajones y mirando en el interior de ellos–. Esto es como la ruleta rusa versión acampada de amigos
–¿Qué estás buscando? –preguntó José María.
–La caja de dardos, joder.
Los chicos comenzaron a buscar por toda la casa la caja de dardos, o en caso de que hubiese.
***
–Te juro que no puedo con la subnormalidad profunda a veces –dijo Sara ya más calmada.
–Como vuelvan a hacer algo así los apuñalo con un tenedor –por su parte Ainoa seguía cabreada.
Míriam intentó tranquilizarlas mientras se alejaba junto a Chris.
–Han sido dardos tranquilizantes, se pondrá bien.
–Como se nos vuelva más tonta, los mato.
–No va a pasar eso, confiad.
–Yo solo aviso.
***
–¡Ajaaaa! –dijo Jaime alzando los brazos con una caja de cartuchos en la mano.
–¿Lo encontraste? –Braulio se acercó con bastante miedo por descubrir la verdad
–Sí –de la caja sacó las instrucciones. Comenzó a leer entre líneas hasta que llegó a la fecha de caducidad donde alzó la voz–. Caducan el día 28 de julio de 2009. Rip.
–Joder. De hace 10 putos años.
–Tío, ¿Qué hacemos?
–Callarnos la puta boca –dijo José María–. Son dardos tranquilizantes, se recuperará. Ahora vayamos fuera.
–Espera, espera que aún hay más –Jaime se chupó el dedo y pasó a la página siguiente–. "Efectos en personas" –tosió con un tono ciertamente interesante–. Depende principalmente del peso de la persona y de la dosis acumulada. En las cuales se mantendrá dormida en proporción a la edad y masa muscular de la persona. Los efectos siguientes son similares a la cocaína –al acabar de leer engrandeció sus ojos al ver la palabra cocaína.
–Vamos que he drogado a Mireia ¿No?
–Eeeeeefectivamente.
–Ole tus huevos. Ahora salgamos fuera.
***
–Vale gente –dijo Jaime saliendo de la cabaña–. He encontrado las instrucciones y simplemente pone que tendrá algunos efectos secundarios por algunas horas.
–¿Ninguno extremadamente malo? –preguntó Sara que aún seguía muy mosqueada
–Según las instrucciones no. Por tanto no habrá de qué preocuparse. –dijo Jaime mirando a Mireia–. Simplemente tendremos que esperar a que decida levantarse.
Sara empezó a murmurar mierdas para sí misma mientras Ainoa se levantó.
–Vale eso me relaja un poco más. Esperemos que se recupere pronto.
–Esperemos. Esperemos –Sara asentía mirando a Braulio.
***
Pasó media hora desde que dejaron a Mireia en el suelo. Jaime le hizo un gorrito de papel de aluminio que ponía F con rotulador permanente. En un principio Sara le dio una ostia a Jaime pero después le hizo gracia.
–Parece los monigotes esos de los cuatro jinetes del Apocalipsis que se ponen mierdas de papel de aluminio para no se qué pollas –observaba Jaime orgulloso de su creación.
–Sí –sonreía Sara.
–Yo le voy a hacer una tremenda polla –José María se encontraba sentado en el suelo moldeando el papel de aluminio creando un huevo.
En ese entonces Mireia comenzó a abrir medianamente los ojos. Los volvió a cerrar con cierta pasión en su cara al ver a Ainoa cerca.
–Hmmm. Veo una luh. Virgin Mary –extendió un brazo–. Llévame contigo.
–¿Qué cojones? –preguntó Sara frunciendo el ceño–. Chacha, despierta –le dio un pequeño golpe en la pierna–. Qué virgin Mary ni qué ná.
En ese momento Mireia comenzó a agitarse un poco.
–Uf... Sigue golpeando... Sigue...
Jaime incrédulo miró a Braulio quién en estos momentos se quería enterrar el solo.
–¿¡Qué cojones está pasando!?
–Ni idea –respondió Ainoa–. Parece algo... ¿Excitada? –sonrió.
–¿¡Me estás diciendo que se ha puesto cachonda porque le he dado un golpe en la pierna!? –Sara miraba a los chicos buscando explicaciones y Braulio se refugió en el hombro de Jaime.
–Ehhh –balbuceó Braulio.
–Venga Mireia levántate –Jaime le tendió la mano pero ella la rechazó.
–Puto Obama ¿Qué haces aquí?
Braulio y Miriam se descojonaron muy fuerte.
–Mireia, soy Jaime.
–No me vas a llevar con los aliens. Hijo de clítoris –comenzó a volverse algo agresiva .
–Mireia, ¿Qué cojones? –Jaime retrocedió algo alucinado.
Mireia trató de levantarse sola.
–Ay... mis piernas –entrecerró los ojos mirando fijamente a Ainoa–. Virgin Mary... –intentaba acariciarle el pelo y Ainoa se dejó mientras miraba a todos con algo de miedo.
–Chicos, ayuda.
–Pero mírala si está más enganchada que un yonki con pasta –Sara se acercó a hablar con Jaime, Braulio y José María–. ¿¡Qué le está pasando!? –dijo algo más cabreada. Al fondo, Mireia gritaba que quería bendiciones de Virgin Mary.
–Ni puta idea. De repente se volvió religiosa y promiscua al mismo tiempo. –rió José María–. Es jodidamente maravilloso.
–Pues haber qué hacemos con ella.
–A ver, parece que ve a Ainoa como la virgen María. Podemos usarla de cebo –propuso Jaime. Mientras tanto se veía a Mireia sobándole las tetas a Ainoa quien salió corriendo de allí.
–¡¡Decidle que pare!! –comentaba asustada.
–¡Ven aquí mi anor! ¡Te quiero sacar el bikini de las tetas! –caminaba torpemente estampándose con algunos árboles.
–Me cago en todo –comentó Jaime–. Voy a ver que puedo hacer.
Jaime se dirigió a ella algo enfadado. Mientras se acercaba a ella, Mireia comenzó a colocarse en posición de pelea y a avanzar más lentamente.
–¡¡Que viene Obama!!
–Estate quieta de una jodida vez –Jaime aligeraba el paso mientras ella daba la vuelta asustada
–¡¡¡¡Obamaaaa!!!! –gritaba emulando una sirena.
–¡¡MIREIA!!
***
Acabaron usando a Ainoa como cebo sexual para llevar a Mireia por la sierra mientras Jaime se mantenía atrás con Braulio y Miriam.
–¡¡Como vuelva a venir Obama le doy con la alpargata!!
–Pero si llevas zapatillas de deporte, jodida inútil –José María la empujó mientras Ainoa era nuevamente acosada por Mireia.
–Tú cállate, duende azul con cara de mosca –estiró una pierna con suma facilidad y comenzó a andar.
–¿¡Qué verga!? –Sara no comprendía nada–. ¿¡Pero qué cojones llevaba el jodido dardo!? ¿¡Cocaína!?
–Algo parecido a esa mierda.
–¡¡Jodeeeeeeeeer!! –se dio la vuelta y gritó a todo pulmón–. ¡¡¡¡¡BRAULIO, HIJO DE PUTA!!!!!
***
–No me lo puedo creer. ¡Qué me confunde con Obama! –comentaba Jaime enfadado mientras comía su segundo bocadillo.
–Braulio tenía razón. Eres un negrito –comentaba Miriam aguantando la risa.
–Cállate la jodida boca –Jaime respondió con una colleja que hizo que Miriam estallase de risa.
–Aaaaaaau. No me pegues. Puto.
–Pues deja de joder maldita sea.
–¡¡Oblígame!!
–¿Ah si? ¡Chris! –dijo llamándole. El se acercó dando algunos saltitos para evitar las rocas.
–Qué.
–¡Váyase a la mierda!
–Bieeeeeeeeeeeeeeen –extendió los brazos y comenzó a correr en dirección a un camino desconocido–. ¡Wiiiiiiiii!
Miriam miró a Jaime con bastante desprecio mientras veía que se estaba alejando
–¡¡Eh!! Pero a donde mandas al pobre chico. ¡¡Chris!! Espera. –Miriam se fue con él y lo llevó de vuelta al camino principal. Adelantándose a Jaime y Braulio.
–Genial. Ya nos dejan de joder.
–Maravillosa jugada –dijo riendo Braulio–. Pero eso no quita que Miriam tenga razón.
–Eres una jodida puta.
***
Continuaron avanzando por la sierra del Mulhacén. El viento era bastante más fuerte e incluso hacía algo de frío a pesar de ser un día bastante soleado. El camino se volvía bastante más escarpado y algo más peligroso. Al fondo, se observaba a Miriam ostiarse contra Chris por una rama en el suelo pero a nadie pareció importarle. Ya estaban acostumbrados a las ostias de Miriam. Mientras tanto, Sara trataba de hacer recuperar la consciencia a Mireia.
–Mireia, joder escucha.
–Los pollitos dicen pío pío pío cuando tienen hambre y cagan de frío.
–Sara a mí no me jodas –comentaba José María–. Esto es lo que dice Jaime cada vez que le sale de los cojones. Está fingiendo. –dijo mientras Mireia potaba sobre un árbol–. Bueno eso ya no es tan normal.
–Virgin Mary –en ese momento vio a Ainoa y se fue corriendo a por ella.
–No ¡No te acerques a mí! Primero límpiate la cara que... ¡¡¡Mireiaaaaaa!!! –Ainoa salió corriendo y Mireia tras ella torpemente.
–Jodida Virgin Mary como corre –justamente se paró sobre un árbol a descansar tras 3 jodidos metros corriendo.
Mireia se limpió las babas con su propia camiseta y Sara trató nuevamente de hablar con ella, mientras tanto, los chicos se iban acercando por detrás.
–¿Y tú quien coño eres?. –movía la mano intentando descubrir donde estaba Sara–. No te muevas tanto hija de puta.
–Soy Sara –la saludó con la mano
–¿Y la otra?
Sara miró detrás suya pero no había nadie.
–¿Qué otra? ¡Estoy yo sola!
–Tienes dildo de cara.
–¿Qué?
José María se reía bastante fuerte.
–Joder, juro que en mi puta vida había visto persona tan jodidamente pillada. Quiero un dardo de esos.
–¡¡¡NI SE TE OCURRA!!! –gritaba Sara–. Llamo a la policía, vamos
–No sé de qué policía me habla, señor dildo –Mireia comenzó a mirar el cielo embelesada–. Ahhhhhhhhh, señor dildo, Diosito está fumandooooooo.
–Son nubes. Anda levántate un poquito a ver si con el airecito se te pasa la resaca del puto dardo de los cojones –Sara ayudó a Mireia a levantarse cuando ella alcanzó a ver a Miriam y Chris.
–¡Saraa! ¿Cómo va Mireia? –gritó Miriam a voces.
–¡Es jodidamente maravilloso! –respondió José María sonriendo–. ¡Ven! ¡¡A ver con quien te confunde a ti!!
–¡¡No!! ¡¡No vengas!! Es peligroso.
–Miriam, tus amigos son muy raritos –comentó Chris preocupado–. Quiero volver.
–No –respondió–. Aguanta un poco nos queda poco para llegar a arriba del todo, al Mulhacén.
–Vaaaale.
–Bueno, continuamos o qué –preguntó Ainoa a Sara.
Sara miró a Mireia.
–Hola señor duende –le hablaba a una roca–. ¿Qué tal?
–...
–¡¡El duende me ha dejado en visto!! –de repente comenzó a llorar como una magdalena y a entrar en depresión.
–¡¡Mireia, es una roca!!
–¡¡Es un duende y se llama Breivik!!
–Me cago en la puta, quien me mandaría a mí dejar a estos dos solos. ¡¡¡Ainoaaaa!!!!
–¡¡Qué!!
Provoca a Mireia que tire un poco pa lante.
–¡¡Pero porqué yo!!
–Porque eres la vuirgin Mery o como putas se llame. Enseña cosas.
Ainoa enseñó las bragas a Mireia mientras José María se cubría con el brazo y ponía cara de asco.
–¡¡Virgin Mary!! –entonaba cierta pasión en sus palabras–. Que guarrilla. Como te pille pasas de virgin a puta –comenzó a correr en dirección a Ainoa
–¡¡Sara va muy rápido!! –Ainoa corría asustada al ver que Mireia se le acercaba bastante más rápido.
–¡¡Aguanta un poco que ya no queda nada!!
–¡¡¡Más rápido ibas tú con Daniel, hija de puta!!! –Sara dio una colleja a José María por insinuar guarradas.
***
Al poco de un tiempo y tras varias burradas, consiguieron alcanzar el pico del Mulhacén. Los deseos sexuales de Mireia hacia Ainoa habían cesado. Por ahora. Pero el problema ahora era Jaime. Estaba emparanoiada con que Jaime la iba a secuestrar por ser "Obama". Como vemos las perversiones mentales de Mireia alcanzan límites insospechados. Por fin estaban todos juntos y aprovecharon las buenas vistas para comer allí. Con el percance de Mireia se les había hecho muy tarde como para continuar hasta llegar a la cima sin comer. Se sentaron en silencio junto a unas rocas mientras Mireia se sentía asustada por Jaime.
–Pues se ha quedao buen día –dijo Jaime para romper el hielo.
–¿Buen día? –se ofendió Ainoa–. Mi mejor amiga me confunde con la virgen María, soy usada como cebo para que avance, y encima quiere violarme.
–Bueno –rio–. Quizá no bueno para todos.
Al fondo se observaba a Mireia hablar con una roca. Lo peor de todo es que esta vez tenía una conversación fluida con ella.
–Para mí ha sido maravilloso –reía José María–. Putísimo descojone.
–La madre que os parió –Sara sacaba un bocata mientras observaba a Mireia–. ¿Le está hablando a la roca?
–No
–Señora roca, ¿En tus ratos libres te gusta observar unicornios felices cagar arcoiris sobre tendales moros de origen irlandés que venden chicles usados a niños adoptados por dinosaurios acuáticos arropados por lechuzas que se drogan con un chute de luz solar?
Ha medida que iba avanzando la frase la cara de los chicos se iba poniendo más asustada y Sara y Ainoa comenzaron a perder la fe en su amiga.
–Joder –se animó a reírse Ainoa–. A ver, al menos esto es mejor a que intente violarme.
–Ya ves. Ojalá intente violar a Braulio
–Oye, que sigo preocupado por ella. ¡No seas rencorosa!
Sara se excusó.
–No, rencorosa no. Es lo más justo.
–Shhh –Miriam mandó a callar al grupo–. Está hablando de Jaime.
–Oye ¿Y cómo podríamos matar a Obama? –lo dijo con un tono totalmente serio y siniestro–. Creo que me quiere secuestrar.
–¿¡Cómo!? –Jaime frunció el ceño–. ¿No irá en serio verdad?
–Espera, cállate.
–¿Cuchillo? Tengo uno en la mochila –dirigió una mirada siniestra a Jaime quien se estremeció.
Jaime agrandó los ojos muy sorprendido.
–¿Que va en serio? ¡¡Quitadle el jodido cuchillo!!
–Jaime, dudo que Mireia tenga cuchillo en la mochila
Jaime se levantó.
–¡¡José María, que me quiere matar!!
–Que nooooo –dijo Braulio–. Tú confía.
Justo en ese momento Mireia lanzó una piedra muy grande a Jaime que la esquivó en el último momento.
–¡¡¡Hala!!! –gritó Miriam asustada
–¡¡Pinche Obama puto, cállate!!
Jaime corrió hacia José María y se escondió tras él.
–¡¡¡Que me quiere matar a pedradas!!! Como a los dinosaurios.
–No te quejes, tú también me tiraste una piedra, cabrón
–Cállate, cojones, fue sin querer.
–Porque tienes la puntería en el culo.
Sara trató de acercarse a Mireia lo más calmada posible. Ella se encontraba clavando piedras en el suelo.
–Mireia, a ese que acabas de tirar una piedra es Jaime y es nuestro amigo.
–Clavito Pablo un calvito, ¿Qué pablito calvo un clavito?
–¿Mireia?
–¿Qué ocurre, señor dildo? –Mireia dejó de golpear las piedras. Y al fondo se oyó a Miriam descojonarse.
–Que Jaime es nuestro amigo y no le hagas nada.
–Ah, ya. Yo a quien quiero matar es a Obama. Es aquel de allí –señaló a Jaime.
–No, Mireia, aquel de allí es Jaime.
–Shhhhhhh –la mandó a callar–. Es un impostor. Nos quiere matar a todos. Pero no os preocupéis que yo os salvaré.
–Mireia, no es un impostor. Es Jaime.
–¡¡¡Es Obama y nos quiere secuestrar para llevarnos con los aliens que cazó en Marte!!!
Sara se fue cabreada de allí y se sentó junto a sus amigos.
–¿Qué tal las negociaciones, señor dildo? –dijo riendo Miriam.
–No, no es para reírse, está convencida en matar a Jaime. Hay que tener cuidado con ellos. No quiero más disgustos.
De repente Mireia se levantó cantando "matar a Obama" y se dirigió con su bocadillo hacia un sitio alto para después tirar el bocadillo con todas sus fuerzas.
–Y entonces el bocata voló y a su libertad lo llamó barco.
CONTINUARÁ
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro