Corto II: Conociendo a fondo.
Una vez Ainoa se fue con Daniel, no fue la hora en la que todos estaban dormidos, sino que aún habían muchos despiertos. Como por ejemplo la tienda de Jaime, en la cual José María dormía como un puto mientras Jaime y Braulio charlaban en voz baja cuando suena el móvil de Braulio.
–Jaime –dijo Braulio–. Me está llamando Julia. Un momento.
–¿¡A las 2 de la mañana!? Dile que se beba una jodida tila.
Braulio salió fuera de la tienda a hablar con ella.
–¿Sí? Dime. (¡¡...!!) ¿Qué? No, no he hablado con ninguna chica. (¿¡...!?) Cariño, no te dejo corazones en whatsapp porque no hay cobertura, y porque no he visto el móvil hasta ahora. (¡¡¡¡...!!!!) ¿¡Quieres dejar de gritar? no tengo cobertura, estoy en la montaña (...) ¿¡Ahora por qué te pones triste!? ¡¡Si fuiste tu la que no quisiste venir!!. Escucha, son las dos de la mañana, tengo sueño... (¡¡¡¡¡¡...!!!!!!) que sí que te quiero ¿Quieres dejar de gritar?
–¡Braulio ponlo en manos libres que no se oye! –le dijo Jaime cosa que hizo que Braulio se alejara un poco más.
–Vamos a ver, no estoy con ninguna chica (¿...?) Están Sara, Mireia, Miriam y una chica que hemos conocido esta tarde, se llama Chloe (¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!) ¡¡Que no la he mirado!! (...) (¿...?) No puede ir tapada en verano. ¿Quieres ahogarla acaso?
* TIENDA DE SARA Y MIRIAM*
–¿Qué cojones? ¿quien está gritando? –preguntó Sara algo asustada. Miriam, quien no tenía demasiado sueño se levantó y salió a observar, pero no tardó mucho en volver.
–Es Braulio hablando otra vez con Julia.
–Dile que quite el manos libres.
–No está en manos libres, grita así.
–Joder qué carácter. Que pena no traerme tapones.
***
–Que no, cariño. Escúchame, estás despertando al campamento. Duérmete y mañana hablamos...
Jaime salió de la tienda de campaña y arrebató el movil a Braulio.
–Vamos a ver que te deje las cosas claras de una jodida vez. ¡No se está follando a nadie, te quiere mucho, no contesta tus mensajes de mierda porque ni siquiera le has preguntado si está bien y ojalá te atragantes con un cacho de croqu... –Braulio arrebató el móvil a Jaime.
–No te preocupes, estoy bien, mañana hablamos, chao –cuelga el móvil.
–Por fin. ¡No le cojas más el teléfono en toda la noche! Apaga el móvil, y vamos a dormir anda.
–¡No tío! ¡Deja de cogerme el móvil cuando hablo con ella!– dijo algo molesto.
–Pues dile que deje de molestar maldita sea.
–Hmmm da igual, buenas noches –entró en la caravana algo molesto.
Una vez cada uno en su saco, y ya colocados para dormir, Braulio despierta a Jaime de nuevo.
–Jaimeee –dijo tocándole el hombro.
Jaime se despertó con algo de mala cara.
–Qué coño quieres.
–No tengo almohada y me duele el cuello.
–Ponte la mochila o una chaqueta.
–Está en la caravana. Creo que lo dejaste ahí.
–Puta vida, cierto –Jaime se despereza y coloca el brazo debajo de la cabeza de Braulio–. Ya tienes almohada. Ahora duérmete ya maldita sea y deja de hinchar las pelotas.
–Gracias puto.
*MIENTRAS TANTO, CHRIS*
–Eh... eh... ¿Da-Daniel? –miró a los lados y no vio a Daniel por ningún sitio. Sin embargo oyó gemidos al fondo. Chris se desperezó–. Hmmm creo que... Tengo miedo.
Abre la tienda de campaña–. Tú te vienes conmigo, Lucy– dijo cogiendo un unicornio de peluche que dormía con él. Acto seguido se dirige a la caravana de Chloe que estaba dormida, con tapones en los oídos y la puerta de su habitación cerrada a cal y canto. Chris la llamó–. Chloe. ¡Chloe! –intentó hacer que le escuchara–. Chloe, Daniel está haciendo bebés con otra puta. Tengo miedo. Chloeeeeee abreeee. –Chris puso cara de enfadado. Pero por suerte Ilario estaba allí.
–¿Qué pasa, Chris? –le preguntó Ilario.
–Ah, pues muchas cosas, una de ellas que no puedo dormir –dijo algo frustrado sujetando su unicornio con algo de fuerza.
–Vaya, ¿Por qué?
Chris volvió a poner cara de enfadado y a estar un poco desesperado.
–Pues que Daniel está haciendo ñoki ñoki con alguna chica y se oye todo... Y no puedo dormir. ¿Puedo quedarme contigo? –le preguntó haciendo algo de pucheros.
En ese momento Miriam apareció por la puerta de la caravana que iba al servicio.
–Hola buenas noches... –se paró en frente de Ilario–. Que... que voy a meáh vale.
–Vale Miriam –saludó Ilario.
–No nos importa... –susurró Chris. Más tarde se dirigió a Ilario–. Que a ver, Ilario, ¿puedo dormir contigo sí o... o sí?
Ilario se lo pensó.
–Pfff, es que mi cama es demasiado pequeña, apenas quepo yo solo. Escucha, creo que en la tienda de Miriam son pocas, ve con ellas así conoces nuevas amistades. –le animó.
–Hmm.–dijo no muy convencido–. ¿Y si quieren que les haga bebés?
–No van a hacer eso. Pregúntale a Miriam cuando salga.
–Pero...
–Chris, no va a pasar nada, confía en mí.
Chris puso mala cara, no le gustaba la idea, pero era eso o dormir con los gemidos de Daniel y Ainoa al lado. Al final se esperó a que Miriam saliera del baño. Cuando Miriam salió Chris estaba medio dormido de pie y se llevó un susto cuando Miriam abrió la puerta. Lo que provocó que esta se partiera el culo.
–JAJAJAJAJAJAJAJA...
–Eh...shhhh. Está Ilario durmiendo...
–...JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA– tomó aire.
–Que... haber...
–...JAJAJAJAJAAAA que susto se ha llevao JAJAJAJAJAJAJA– inhala.
–Miriam... que si puedo dormir contigo –soltó de golpe. Miriam dejó de reír progresivamente. Hasta que pudo responder.
–Eh... ostia, eso no me lo esperaba. ¿Qué ha pasado?
–Que Daniel está buscando a Nemo con Ainoa y no puedo dormir –dijo ya apretando el unicornio más fuerte.
–Bueno, vale –contestó Miriam–. Vayámonos a la tienda.
Miriam llevó a Chris a la tienda hasta que se echó para atrás al oír a Mireia.
–¿Qué pasa? –preguntó Miriam.
–Hmmm, que Mireia me cae mal. ¿Y si vamos a mi tienda y hablamos? A lo mejor no se oye tanto –sonrió un poco.
–Venga vale –comentó Miriam.
* TIENDA DE JAIME, BRAULIO Y JOSÉ MARÍA*
Todos consiguieron dormirse a gusto, Jaime y Braulio estaban completamente dormidos, cuando de repente, José María abrió los ojos, y el topo le volvió a asomar.
–Joder, va a caer, ya toca. Ahora sí, joder. Jodido truñaco enorme va a caer. Le voy a montar la Torre Eiffel en la caravana, chaval. –dijo levantándose a toda prisa.
José María se dirigió a la caravana a toda velocidad y abrió la puerta de un golpe que despertó a Ilario quién bajó la cabeza para ver quién entraba.
José María entró rápidamente al cuarto de baño, ni siquiera cerró con pestillo y se encerró a liberar a Willy. Los estruendos fueron bastante fuertes, y en algunos casos simulaban truenos violentos que tocaban de nube a tierra y la caída se sintió como un misil Henschel Hs 293 de la segunda guerra mundial.
Una vez acabado se agachó para coger el papel y limpiarse y fue justo ahí cuando notó una presencia detrás suya y una bragueta se desabrochó justo detrás de él.
–Te voy a machacar los pelos del culo, guapetón.
–¡¡AHHHHHHH!!
*MIENTRAS TANTO, CHRIS Y MIRIAM*
Chris y Miriam se fueron a la tienda de campaña. Chris se sentó algo acurrucado y sujetando su unicornio y Miriam junto a él.
–Eh... –comenzó Chris algo tímido –. ¿Qu-qué tal?
Miriam sonrió.
–Bastante cansada. ¿Puedo preguntarte algo? –Chris asintió–. ¿Por qué eres tan tímido? Quiero decir, me gustaría hablar sin que pareciese que tuvieras miedo.
–Bueno, a ver –suspiró–. En parte viene porque siempre he estado solo. No- no sé como explicarlo bien, pero me juntase con quien me juntase, acababa solo. Y... y siempre era porque no encajaba en el grupo de amigos. Me gustan las motos, los coches, el rock, salir al campo de paseo, pero según ellos no encaja con como soy. Se metían conmigo porque no me gustaba estar con chicas y porque soy demasiado inocente. Por eso mismo decidí ser yo mismo y... alejarme de la gente. Hasta que por fin en este grupo me admitieron por mi manera de ser.
Miriam se sorprendió.
–Ah ¿Sí?.
–Sí. ¿T-tú por qué estas con ellos?
–En parte por algo bastante parecido a tí. Mi grupo de amigos se metían conmigo, hablaban cosas a mis espaldas y no me trataban bien. Por eso decidí alejarme de ellos. No me gusta estar en un sitio donde no soy bien recibida y fue así como comencé a conocer a lo que hoy en día son muis amigos. Primero conocí a Sara, Ainoa, Mireia y algunas chicas más que no están aquí ahora mismo y después conocimos a Jaime, Braulio y José María. Todos ellos han pasado por algo parecido al bullyng, Braulio sufrió bullyng, a Mireia la dejaron tirada, a Jaime también, Sara se estuvo pensando en suicidarse y José María también recibió bullyng en su momento. Compartimos esa experiencia y ahora de vez en cuando nos metemos entre nosotros. Hacemos muy buen grupo de amigos y la verdad que estoy genial con ellos. De lo mejor que me ha podido pasar, la verdad.
Chris se acercó tímidamente a ella y le dio un abrazo soltando así su peluche. Una vez se alejaron, el chico se volvió a sentar junto a ella.
–Me has caído bien. Tenemos bastante en común y ambos hemos sufrido por la gente.
–Ya, siempre los más crueles son los que nos deberían ayudar. –miró el peluche más de cerca–.¿Ese peluche es tuyo? –lo señaló.
Chris cogió el peluche algo enfadado.
–Sí. Es mi unicornio.
–No pasa nada. Solo que yo también tenía un unicornio en mi mochila del colegio pero lo acabé perdiendo. Lo tenía porque me gustaba y supongo que tú también ¿No?
–No –respondió triste–. En verdad es por otro motivo.
–¿Por cuál? –preguntó Miriam siendo bastante comprensiva con él.
–Hmm, no me gusta contarlo, pero me has caído bien y creo que puedo decírtelo.
–Si no quieres contarlo no pasa nada. Tú tranquilo.
–Es un peluche de mi hermanita. Hace unos 4 años mis padres se divorciaron y ella se fue a Mallorca con mi madre mientras que yo me quedé en Granada continuando mis estudios. Mi madre se empeñó en no volver a pesar de que mi hermana quería y en una llamada privada que me hizo, le prometí que llevaría siempre este unicornio hasta que la viera y se lo pudiese dar. Por eso lo llevo conmigo. Me recuerda a aquellos momentos en los cuales pasábamos las noches de verano mirando las estrellas, cuando salíamos al campo para charlar, las noches en vela que nos pasábamos viendo series, y las charlas que teníamos. La hecho muchísimo de menos y este peluche significa muchísimo para mí. –dijo soltando una lágrima.
–Bastante bonito por tu parte, Chris. Ojalá puedas ver a tu hermana algún día.
–Ojalá. Aunque tengo miedo de que ella sí lo haya superado y tenga una vida normal y ya haya olvidado lo que soy para ella.
–Vamos, no pienses en eso. Seguro que se acuerda de ti –intentó animarle Miriam.
–Hm –suspiró–. No sé.
*EN LA CARAVANA*
Ilario agarró por la cintura a José María y este le dio un codazo en la barriga que hizo que Ilario retrocediese. Acto seguido José María de la nada sacó un lenguado y le dio con el en toda la cara, desintegrando el lenguado. Ilario, que seguía cachondo, lo abrazó por la cintura.
–¡Bésame!
A lo que José María respondió empujando contra el microondas
–¡Toma beso hijo de puta! ¡Aléjate de mí! –gritó dándole un golpe con una bandeja en el hombro.
Ilario se puso a la defensiva, le retiró la bandeja y le golpeó con ella. Posteriormente lo tiró contra las escaleras que subían a su cama.
–Hmmm. Me encanta que te resistas. Eso lo hace más divertido. –dijo agarrándole de la cintura.
–¡Suéltame! ¡Maricón de mierda!
José María lo tiró hacia la cabina e intentó escapar. Pero Ilario le golpeó y lo tiró al suelo.
–Ya eres mío.
José María le tiró unas llaves que había en el suelo y se levantó de nuevo a pegarle por puto. Esta vez lo tiró contra el asiento del copiloto descolocándolo por completo. Ilario respondió tirándole una carpeta que había debajo de los asientos.
–Aghh –tosió José María que se levantó de nuevo y estampó la cara de Ilario contra el volante. No se movía. Así que se fue a dormir–. Ahí te quedas cabrón.
CONTINUARÁ
Y esto ha sido el segundo corto como de costumbre. Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo.
Debido a que en el anterior hubieron algunos problemas, con la resubida, este capítulo también se podran realizar las preguntas a los personajes.
PREGUNTA AQUÍ.
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