[ C a p í t u l o - (1 6) : C r i s i s ]
Dedicado a Aszkye08
***
Loren había salido del baño de mujeres, en caminándose hacia la enorme estancia, esto con el fin de hablar con Grant y el resto de su grupo. No era normal lo que estaba ocurriendo, ni siquiera tenía sentido que cosas así fueran posibles. Todo parecía ser un objeto de la ficción; Grant era un veterano con casi un siglo de existencia, que tenía una apariencia sobrenatural; Jessica era una criatura, o aparentaba ser una, con piel pálida y ojos rojizos, que emanaban un sentimiento de oscuridad; ahora la Dra. Sandy, manipuladora marioneta de reconstrucción y maestra vudú; nada tenía sentido alguno.
Eso no parecía ser una cárcel normal, ni siquiera tenía sentido el hecho de que el experimento fuera tal y como era; L Y N X era todo menos algo normal. Loren no paraba de pensar en que clase de cosas se había metido. Que clase de infierno tenía frente de sí, no era algo que pudiera resolver con facilidad. Sus preguntas divagaban conforme pasaban los minutos y veía en su mente caer el agua del lavamanos mientras se limpiaba la sangre.
Su cabeza daba giros sin sentido y comenzaba a punzarle. No tenía paz alguna ni tampoco podía detenerse. El miedo recorrió su cuerpo al darse cuenta de que no estaba en un lugar seguro; cuanto añoraba estar en una cárcel, donde el mayor riesgo sería ser manoseada o violada por alguna reclusa o una policía. Era mil veces más normal y cotidiano eso que lo que tenía en sus hombros; una criatura que podría matarla y su vida atada a un muñeco de madera. Todos estos pensamientos fueron interrumpidos cuando Loren se sentó con su grupo de nuevos colegas.
Grant la vio un tanto alterada. No parecía la misma de siempre; eso, diciendo que no era normal ese nerviosismo en ella, con sus manos temblando y su cuerpo no pudiendo tener una postura cómoda; se movía cada treinta o cincuenta segundos. Grant tenía curiosidad, o más bien sentía preocupación por ella.
-Loren – Preguntó Grant, tomándola por le hombro, solo para causar que ella se ruborizara, alejándose de Grant.
Loren notó que se había comportado de forma irreverente frente a él.
- ¿Qué sucede? Disculpa mi escandalo – Dijo Loren tomando una postura más tranquila.
-No te preocupes... – Grant notó que la cicatriz en el rostro de Loren se había vuelto oscura, por la sangre seca - ¿Cómo te sientes de tu mejilla?
-No me siento bien... Para nada bien – Dijo Loren, quien reposó su cabeza en el soporte de la espalda del sillón de la gran estancia.
-No te culpo... ¿Pero solo eso te mantiene nerviosa?
- ¿Quién dijo que estoy nerviosa?
-Nadie lo dijo... Es solo que...
- ¿Qué? ¡¿Qué demonios pasa?! – Gritó Loren, nerviosa y aterrada, causando que llamara la atención de todos - ¡¿Acaso no tengo derecho a estar nerviosa?! ¡Oh, debo de ser silenciosa y sumisa ante mis sentimientos! ¡Quiero gritarlo! Pero ¡Oh sorpresa! ¡No puedo decir un carajo! ¡Ni una puta mierda! ¡Porque todos se sienten incomodos!
Loren miró a su alrededor, a todos, quienes dejaron de hacer sus actividades o charlar para contemplar a Loren.
- ¡Vamos soquetes! ¡¿No tienen nada mejor que hacer?!
Todos voltearon la mirada, menos su grupo de colegas, quienes veían de formas distintas a Loren; Lewis y Ezra la veían impactados; Edward miraba a Loren con cierto asco impregnado en su rostro; Paola se reía entre dientes; Grant era el que genuinamente se veía preocupado por Loren.
Loren tomó un suspiro, cubrió su rostro y comenzó a sollozar, mientras caminaba alterada y apresurada hacia su habitación. Todos volvieron a su rutina diaria, menos el grupo, el cual hablaba un poco de Loren.
- ¿Qué demonios le pasa? – Dijo Edward.
-No es normal ver que un muñeco vudú sea real, o tan real como lo que le pasó, ¿sabes? – Dijo Lewis.
-Creo que alguno de nosotros debería ir a hablar con ella – Dijo Ezra.
-No – Dijo Grant – Ella... ella necesita pensar.
***
Loren, en su habitación y recostada en su cama, abrazaba con fuerza sus mantas, no dejando que su rostro se descubriera. Las lágrimas empaparon las sabanas y le hicieron sentir más insignificante que antes. No podía creer que se había comportado así con Grant; a pesar de todo lo curioso, sobrenatural y sin sentido del lugar, ellos habían hecho su vida mejor; con ello, la vida allí no tenía sentido alguno, no había lógica, no existía nada... nada.
La puerta de la habitación de Loren fue tocada. Ella, con las mantas en su cabeza, levantó la mirada, con sus ojos rojizos y su rostro rojo por los llantos; con la voz cortada, dijo:
-No me molesten por favor.
Loren volvió a escuchar como la puerta se tocaba. Ella no prestó atención a lo que pasaba, intentando ignorar lo que pasaba. Fueron varios toques, algunos suaves y seguidos; otros duros y cortantes. Loren perdió la paciencia y abrió la puerta con ferocidad y dijo.
- ¡Por un carajo! ¡¿Qué quieres?!
Loren vio que quien estaba tras la puerta no era Grant ni Ezra... Era William.
-Oh... Will – Dijo Loren asombrada - ¿Pero que no tu...?
-Tenemos que hablar.
- ¿Ha-ha-hablar de qué?
-Tenemos que hablar... de ti.
- ¿Qué tengo yo?
-Eso quiero saber.
William tomó una silla que había traído, dejó que Loren se sentara en ella o se acostara en su cama; ella escogió su cama. William se sentó en frente de Loren y ambos comenzaron a hablar con la puerta cerrada, no sin antes que William le preguntara si quería que cerraran la puerta.
- ¿Cómo te sientes Loren?
- ¿Cómo debería sentirme?
-Dime como te sientes Loren. Cuando tu estés lista.
La postura de William mostraba tranquilidad, como si fuera una persona distinta a la que siempre está en problemas. Loren vio en William una figura de paz.
-Es solo que... No sé cómo sentirme – Dijo Loren, comenzando a lagrimear – Todo lo que ha pasado no tiene sentido. Una mujer con una marioneta me acaba de causar una herida en la mejilla. Una mujer vampiro quiere matarme. Ahora me doy cuenta de que Grant también es una criatura. Nada parece encajar y tengo mucho miedo... demasiado miedo William.
-Ya lo veo... ¿Cómo te sientes con Grant?
- ¿Cómo me siento?
-Si... ¿Cómo te sientes?
-Es un tanto complicado decirlo... No me siento aterrada por su naturaleza sobrenatural. De hecho, de no ser por esos detalles físicos y de edad que me dijo cuando nos conocimos, me hubiera sentido mejor con ello. Pero su amistad la siento... me siento segura con él.
- ¿Qué te hace sentir segura de él?
-Su forma de hablar, su manera en la que se dirige conmigo. Es alguien cariñoso y cálido. No es alguien arrogante o que se cree superior al resto de los sociópatas de esta cárcel. Todos son unos idiotas... Menos Edward, Ezra, Lewis, Paola y tal vez tu – William hizo una mueca de humor al escuchar eso de Loren – Pero con Grant es distinto. Es como si fuera un niño. Un niño muy fuerte, un niño con un aura cósmica que no logro entender. Me hace sentir aterrada, pero feliz y segura.
- ¿Te gusta su compañía?
-Si.
- ¿Sientes que su compañía se ve afectada por su naturaleza?
-No, en realidad no. Es solo que no me parece normal que él sea... así como es él. Me inquieta que no tenga sentido su amabilidad con su apariencia.
- ¿Qué apariencia tiene?
-Es un hombre fuerte, con cicatrices y ojos blancos, brillantes. Es como si fuera un robot o un androide, con venas.
-Su apariencia es esa... ¿Qué comportamiento tiene?
-Es completamente distinto a lo que su apariencia muestra. Es gentil, amable, gracioso, servicial y muy... muy cálido.
- ¿Qué es lo primero que piensas de él cuando lo mencionan?
-Veo a una persona amable y sencilla, con poderes.
- ¿Sientes que te hará daño?
-No.
- ¿Que te hace pensar así?
-Es muy bueno conmigo... Esto te lo diré y no quiero que nadie lo sepa. Ningún hombre había sido así de amable conmigo. Ni siquiera mi padre. Todos me habían usado como un grave ejemplo de como no debería de ser una mujer. Me habían dicho y hecho cosas que... si lo supieras, me preguntarías por qué sigo con vida. Me cuesta creer en la amabilidad de las personas. No solo hombres, sino en mujeres.
- ¿Piensas que cualquier persona que entre a tu vida te hará daño?
-Más que hacerme daño. Me dejarán destrozada. Lo que hace Grant, es tan bueno para ser cierto... No sé por qué soy así.
- ¿Cuál piensas que es la razón del que seas así?
-No lo sé...
- ¿No piensas en ninguna causa?
Loren miró hacia el suelo, sin decir nada. Luego de ello, Loren comenzó a hablar con William de todo lo que podía ser la causa de su sentir.
-Me he odiado tanto toda mi vida que, creer que algo bueno me esta pasando, es solo una excusa para hacerme sufrir de nueva cuenta. No quiero sufrir, pero siento que lo merezco ¿Que sentido tiene que me pasen cosas buenas si no soy buena persona?
***
-Loren no ha salido de su cuarto – Dijo Ezra, con Grant y el resto - ¿Creen que esté bien?
-No lo sé... ¿Debería ir a ver? – Preguntó Grant.
-No es necesario, Grant – Dijo una voz familiar. William estaba detrás de todos, con Loren a su lado.
Todos miraron detenidamente a los dos. Loren tenía un semblante más tranquilo, viendo con calma a Grant y sentándose a su lado; le dio un abrazo y se disculpó con él:
-Perdón por como me comporté contigo. No fue lo correcto – Loren abrazó más fuerte a Grant – Gracias.
Grant se sorprendió, pero luego su rostro de asombro se convirtió en una sonrisa genuina.
-No haya nada que agradecer Loren.
-Y William – Dijo Loren, levantando la mirada hacia William – Gracias por la plática.
-No se dé que hablas – William se aceró a los sillones para sentarse, teniendo las manos en los bolsillos de su pantalón. Cuando se sentó y miró a Loren, sin que nadie más mirara, William le guiñó rápidamente el ojo.
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