Dieci
La delicada copia de mujer
comestible de segunda mano que JungKook había conseguido en un
mercado descansaba en sus manos, con JungKook cambiando de pagina cuando era necesario y regresando de vez en cuando a pegar postits de coloresa ciertas partes.
Estaba nervioso.
Trataba de centrarse en su libro,
pero el pensamiento de lo que
había sucedido días atrás lo hacía
perder la cabeza.
Su situación con JiMin ya no era
confusa, los sentimientos estaban
expuestos en la mesa y las flores
que JiMin le daba cada mañana
querían decir que su cortejo había
comenzado, y Jungkook adoraba eso.
el sentimiento de tener a alguien
para él, que él es el sueño de una
persona.
Pero aún queda un asunto pendiente que debió de haber acabado con este desde hace mucho tiempo.
Incluso desde antes que su noche
especial con JiMin en que lo ayudó en su celo.
Los golpes en su puerta lo hicieron salir de su trance y recordar lo que debía de hacer.
Al abrirla encontró a un Namjoon sonriente con sus manos en sus
bolsillos.
-Hola, Kook, vine en cuanto me llamaste. —el alfa entró a la casa y pasó directo a la cocina. —¡Uy! veo que cocinaste esas deliciosas galletas de plátano qué haces. —robó una de estas y la llevó a su boca —¿De qué querías hablar?
JungKook pasó sus manos sudorosas por su delicado vestido de algodón que cubría su cuerpo, los nervios lo carcomían.
Se sentía culpable por el simple hecho de haberse tomado sus libertades con JiMin sin antes haber terminado lo que sea que tenía con Namjoon.
-Tenemos que t-terminar lo que
sea que tengamos, Nam.
Namjoon lo vio incrédulo.
-¿Qué?
-Encontré a mi alfa, y él me está
cortejando.
Namjoon dejó la galleta que comía y vio con detenimiento la casa del omega, viendo tres ramos de flores, uno en la mesa principal, otro en la mesa de noche y otro en la cocina.
-y-yo.. Wow- Namjoon rió nervioso.
JungKook lo vio incómodo.
Toda la situación era incómoda y
el ambiente se podía cortar con un cuchillo para la mantequilla.
-Namjoon, y-yo...
-No, JungKook. Mira yo se que encontrar a tu pareja es importante, y no tienes porque darme explicaciones, acepto que fui un mal alfa para ti. -admitió apenado.
JungKook se acercó a Namjoon quien se había sentado en el suave sofá de JungKook.
—Nam, no eres un mal alfa... pero admito que a veces me hacías sentir como... como un trofeo. —murmuró.
Namjoon tomó la mano de JungKook.
—N-no eres un trofeo, eres una gran persona, Koo, pero no tengo idea de cómo tratar a un omega. s-simplemente no tengo idea de cómo cortejarlo, o hacerlo sentir bien, o ...—Namjoon empezaba a alterarse asustando un poco a JungKook quien solo tomó su mano y la acarició hasta que el alfa se calmó.
Las feromonas de enojo de Namjoon apestaron el departamento, además de que la frustración y miedo de JungKook era notable.
-Lo harás algún día, solamente
creo que son acciones que nacen cuando conoces a la persona
adecuada.
-¿Quién es tu persona adecuada, JungKook? -el balde de agua fría
despertó a JungKook quien se dio
cuenta que esto podría causar un problema.
-JiMin.
-¿JiMin? ¿Park JiMin? ¡No, JungKook!
Namjoon se levantó y asustó a JungKook quien se fue al otro extremo de la habitación.
-¿P-por qué no, Nam? él es un
buen alfa.
-Él no es un buen alfa, es un
alcohólico sin idea de que hará con su vida, no te merece, JungKook.
JungKook enfureció por ese comentario.
—¡JiMin es un excelente alfa! nos amamos, y pudo haber tenido su pasado, pero lo que me demuestra ahora es lo que me importa. no aceptaré que hables mal de él, o pienses en intentar tomar una decisión que es mía.
—No estoy tomando una decisión, JungKook. solo te estoy advirtiendo acerca de lo que te espera con JiMin, te espera una persona inestable y que nunca te dará lo que necesitas.
Los golpes en la puerta detuvieron su discusión.
El aroma de enojo de Namjoon
permanecía en el lugar asustando a JungKook quien rápido se acercó a abrir la puerta, encontrándose con JiMin quien tenía un ramo de margaritas en sus manos.
Como siempre sus rizos se veían suavesy su sonrisa tenía dos
hoyuelos decorando sus mejillas.
-Hola, cerecita.
-Hola, Mini... y-yo ahora no puedo
hablar. -el olor a miedo en JungKook alertó al alfa de JiMin quien tomó la delicada mano de louis y lo acercó a él.
—¿Qué sucede?
—Sucede que le explico a JungKook como tú no eres una buena opción para alfa.
La voz de Namjoon llamó la atención de JiMin y su agarre se hizo más firme, sin querer soltar a su omega.
—¿De qué estás hablando, Kim?
—Que tú nunca le darás estabilidad a JungKook, nunca le darás lo que él desea. Eres un desastre, JiMin, y no mereces a louis.
JiMin gruñó cuando Namjoon se acercaba a ellos.
-Namjoon, no te entrometas en esto. -Añadió un JungKook enojado.
- Solo te estoy advirtiendo, dulce Kook, JiMin nunca dejará de ser
un alcohlico, manipulador y
arrogante, nunca podrá darte lo
que mereces. -todas sus palabras
fueron dichas con veneno y
frialdad en su voz, sus ojos veían
directamente a JiMin quien sintió
la traición por parte de su primo.
Lo peor de todo, es que era verdad
que se había comportado de
esa forma en el pasado. que sus
acciones no parecían ser suyas, él
jamás engañaría o robaría por estar bajo las influencias del alcohol, pero sí lo hizo, destruyó lo que tenía en su pueblo natal por su infinito amor al whisky.
La diferencia es que ahora reconoce sus errores, reconoce que no estuvo bien refugiarse en el alcohol, que lastimó a demasiadas personas por el tener jack daniel's en su organismos, o mejor dicho por haber tomado la decisión de consumirlo. reconoce que prefiere llegar a un lindo hogar con comida caliente que llegar a una casa oscura, que no podia pagar por sus deudas y con solamente cervezas en él refrigerador.
JiMin veía como Namjoon salía de su campo de visión, con sus semblante destruido vio a JungKook quien se veía enojado.
—JungKook, yo puedo explicarte. si quieres alejarte de mi después de esto... y-yo lo aceptaré, cerecita.
JungKook tomó la mano de JiMin y lo adentró a la casa, cerró la puerta y los protegió del frío viento que estaba afuera.
Sin dejar a JiMin continuar lo abrazo.
Le dio un abrazo acogedor y cálido.
—JiMin, todos cometemos errores, nadie es perfecto, pero quiero que me prometas... —JungKook vio a los ojos de JiMin con todo el valor del mundo. —que no volverás a caer, y si caes hablemos y resolvamos esto juntos.
JiMin acarició la cara de su omega y depositó un suave beso en sus labios.
—Te lo prometo, te prometo que yo nunca seré ese alfa otra vez. que nunca seré un imbécil, irresponsable, y lucharé cada día de mi vida para darte lo que mereces, omega mío.
JungKook le devolvió el beso y viéndose fijamente a los ojos los dos sonrieron.
Las promesas a veces pueden romperse, pero JiMin nunca rompió esta, nunca volvió a sentir una botella de alcohol entre sus labios, todo esto por JungKook, por su madre, por su padre, y tal vez para demostrarle a los demás que si podía, pero principalmente por él mismo.
Ah que lindo🤧
Mañana actualizaré de nuevo l'oceano e le torte mis vainillitas, espero les este gustando, y por favor no odien a mi lindo Namu, el sólo no quiere que Kook sufra, y JiMin ya ah cambiado ya no es como era antes, el haría todo por su cerezita Kook✨🤧
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