
꒰ ⌗ Segundo 🦁 ! ꒱
Desde ahora iniciaba la supervivencia.
Una semana completa les costó llegar a otro Reino, el cual fué el Reino
Oso Polar, al extremo sur.
Pasaban los por distintos pueblos, Jungkook cojeaba y caminaba lento por el frío y dolor, su capa algo manchada de sangre por sus heridas, llamaba demasiado la atención, Minho no sabía que hacer para ayudar a Jungkook.
-Vengan.-Un hombre, parecido a un guardia real los llamó y los hizo entrar a un hostal, estando ahí, los hizo subir al segundo piso y entrar a un cuarto, en donde estaba un chico de al menos 14 años.
-Ha sido un largo viaje ¿No? Por favor quítense esas sucias capas, sé quienes son.-Dijo el chico, un Omega con una sonrisa amable- Soy Park Jimin, Hijo menor de la Manada de Tigres.
-Cuanto has crecido muchacho. -comentó Minho, quitándose la capa y cuando iba a ayudar a Jungkook a quitarse la suya, este se tambaleó hasta desmayarse-
-Dioses santos, ¡Trae una jarra con agua tibia y paños limpios! -Le dijo Jimin al guarida y este rápidamente se fue - Usaré mis hierbas medicinales, por favor Lord Jeon, deje al joven Príncipe en la cama.
Minho asintió tomando en brazos a Jungkook, quitándole la capa y la camisa llena de sangre y tierra para recostarlo en la cama. Jimin gritó horrorizado al ver el cuerpo del rubio.
-¡¿Cómo carajos este chico sigue con vida?!, esto es una mierda.-Minho lo miró sorprendido, no era común ver y escuchar a un noble hablar con groserías- Me gustaría que usted también descanse, vaya a tomarse un baño y duerma, yo cuidaré del niño.
-Pero...Príncipe Park, no puedo dejar a Jungkook, yo...-Jimin le interrumpió-
-No pasará nada, estoy del lado de usted Lord Jeon.-Minho asintió- Puede estar tranquilo.
Minho sintió una sensación extraña en su Alfa, la rara confianza que le daba el joven tigre lo hizo suspirar y retirarse del pequeño cuarto, en silencio.
El guardia llegó justo al instante en el que Jimin preparaba las hierba medicinales, dejó el jarro y los paños, yéndose rápidamente, Jimin vio al pequeño rubio, sus heridas abiertas, la sangre seca y la tierra en su cuerpo, sintió su dolor, su tristeza heló su interior.
Jimin era un brujo. Tenía poderes desde niño, eso causaba que no pudiera transformarse en tigre.
Puso su mano en el pecho del rubio y casi se muere del susto cuando su muñeca es fuertemente sujetada por Jungkook, los ojos verde felinos por un momento desconcertó al pelirrojo.
-N-no me toques.... -Dijo soltando su muñeca lentamente- Lo siento.
-No te preocupes. Debe de ser difícil vivir todo esto ¿no? -Comentó Jimin mojando uno de los paños para luego dirigirlo al pecho de Jungkook- ¿Puedo?
-No deberías estar aquí. Eres un tigre, eres aliado de Leones, deberías de entregar nuestras cabezas.
¿Jimin como le explicaba que los Dioses le mandaron una señal de luz diciéndole que se encontrara con él?
Los Dioses le dijeron que Jungkook era especial. No sabía ni el porque.
-Quiero ayudarte, Joven Príncipe.
-Soy un bastardo Jimin.
-Para mi tú eres un Príncipe.-Acarició sus cabellos rubios. Finalmente Jungkook dejó que Jimin lo limpiara y lo cuidara- Los llevaré al Reino Tigre, tendrán una cabaña en donde vivir y comida, trataré de impedir vayan por ustedes.
-¿A cambio de que?
-Únete a la legión de Hoseok. Mi hermano mayor, es Capitán del ejercito del Reino.
-¿No crees que ahí tendrán más razones para matarme? -Jimin posó su palma en la frente de Jungkook-
Nadie lo reconocerá, hasta que cumpla los 18 años.
Y así fue, como una luz hizo cerrar los ojos de Jungkook, sus ojos y su cabello habían cambiado.
Los dioses divinos tenían una misión con él.
Sus ojos verdes, ahora eran de un color ámbar hermoso y sus cabellos rubios brillantes tal como los rayos del sol, ahora eran castaños, pero en su frente, caía un mechón rubio, dejando un toque de lo que fue anteriormente el Rubio.
-Ten.- Jimin se levantó y encontró un espejo entre sus cosas, para entregárselo a Jungkook, este abrió la boca sin saber que decir- Serás el Guerrero más fuerte de la legión del Frente, ejecito de Tigres.
-Lo prometo. Gracias Jimin.
Espero los dioses no se equivoquen.
Minho ayudó a Jungkook a bajar de la carroza, estaban frente al Castillo Tigre, varios guardias vinieron a recibirlos, al igual que Hoseok.
El hermano mayor de Jimin también era pelirrojo, pero era unos tonos más oscuro y opaco.
-Te tardaste más de lo debido Jimin en cruzar los Reinos, el funeral de la Reina fue hace 3 días.-dijo Hoseok mirando a su hermano, este sonrió levemente
-Que los Dioses la acompañen hermano, yo le hice un altar y su debido respeto -Hoseok asintió y miró al par de Leones- lamento llegar tarde, pero tuve que ayudarlos, era necesario.
-Ustedes...¿Quiénes son?
-Choi Minhyun y su hijo, Yugyeom.-respondió Jimin- Los ayudé a cambio el muchacho se una a tu legión. Su aldea fue destruida por salvajes en el Reino
-¿Eres Alfa? -El pelirrojo de parte del ejercito se acercó al ahora castaño, quien asintió sin inmutarse por su actitud intimidante- Si eres fuerte, estarás en mi legión como mi mano derecha, se ve tienes potencial, pero si no, serás asignado a otra legión. Mientras usted, Lord Choi. Se le asignará un trabajo en el Castillo, como sirviente o cualquier otro.
-Sería un honor para nosotros que nos ayude.-Dijo Jungkook antes de que Minho dijera algo, ya que estaba notablemente indignado.
-¿Será posible que los lleve a la cabaña que les daré? -Dijo Jimin y Hoseok asintió, yendo junto con los soldados que llevaban las cosas de Jimin
Jimin y los dos leones fueron nuevamente a la carroza, un par de minutos después, luego de atravesar el pueblo y un gran y hermoso campo, llegaron a una solitaria cabaña a orillas de un cerro.
-Aquí vivirán. Nadie los molestará y el camino hacia el pueblo no es muy largo.-Dijo mientras les mostraba el lugar, a opinión de Minho, era algo muy vulgarmente pequeño, sucio y pobre. Mientras que Jungkook, estaba agradecido de tener un techo en el cual mantenerse a salvo- Mañana en la mañana, habrán dos caballos, tendrán que ir al Castillo, se les asignarán sus labores, tanto como en el castillo, como en la legión.
-Muchas gracias.
-No es nada.
Jimin se fue, dejando dos caballos, Minho miraba el lugar con una mueca mientras Jungkook encontró un pañuelo, para comenzar a limpiar los muebles de madera del comedor.
-Me es increíble que estés feliz en esta situación, Sobrino.-Comenta Minho-
-No estoy feliz, estoy adolorido, triste, pero agradecido con Jimin, aunque esto sea poca cosa, nos mantendrá vivos y a salvo.
-Supongo...-Suspiró para luego arrebatarle el pañuelo- Siéntate en aquella silla, no debes esforzarte.
Jungkook sonrió, sabía que Minho era la mejor persona a la cual siempre ha estado en todo momento para acompañarlo y cuidarlo.
Extrañaba a sus hermanos. A su padre. También extrañaría a su madre si la hubiera conocido, pero eso nunca pasó.
Jungkook no quería luchar. No quería ver más sangre. No quería muertes. Solo quería paz junto a los que más ama. Pero sabía que tenía una misión.
Debía regresar al Reino León.
Porqué Jinki estaba detrás de eso y tarde o temprano se tomaría los Siete Reinos y eso lo podía impedir de solo una manera.
Tomando lo que es suyo. Sea o no un bastardo.
La Corona era suya.
Hoseok sonreía divertido. Aquel niño bonito llegado de los Leones era muy ágil y tenía una habilidad con la espada digna de Realeza, había esquivado todos los posibles ataques de su mejor hombre para luego darle con el pomo de su espada en la nuca y dejarlo caer al suelo.
Miró parte de los de la legión que miraban aquel entrenamiento, varios miraban entretenidos y orgullosos del más joven de la legión, al pequeño de ahora 11 años. Todos ellos lo incluyeron como un pequeño hermano y lo vieron mejorar notablemente.
-Yugyeom. -Jungkook volteó y asintió- Serás nombrado mi mano derecha.
-No creo esté preparado Mi Lord. Solo ha pasado un año
-No te estoy preguntando niño.-Rio Hoseok palmeando su hombro- Bienvenido a la legión.
Minho, quien acompañaba a Jimin, ya que este en vez de ponerlo como sirviente en el Castillo, lo hizo su hombre de compañía. Por lo que, iba con Jimin a todas partes y ahora estaban visitando el fuerte de entrenamiento.
-¡Minhyun! Que gusto verlo hoy, su hijo fue asignado finalmente a la legión, ha mejorado impresionantemente. -Minho hizo una mueca al ver a Hoseok abrazar cariñosamente a Jungkook, quien reía levemente
-Felicidades mi Príncipe. -Murmuró con cariño, cuando el niño estuvo frente a el, Jungkook sonrió orgulloso
-¿Tienes noticias Jimin?
-Al parecer, el Reino Reptil de la Costa Noreste entró en conflicto nuevamente con el Reino Pesquero de la Costa Sureste.
-Deberían llegar a un acuerdo de comercio marítimo, uno en donde sea 50/50 y puedan mantenerse en paz, sin tener que pelearse fronteras o mar.-comenta Jungkook, Minho golpeó su frente, Jimin y Hoseok miraron a Jungkook
-¿Como sabes de esa disputa?-pregunta Jimin- Solo mayores de 15 años están al tanto de eso, todos son de familias Reales.
-Mi padre me hablaba muy seguido de su trabajo.-Dice Jungkook y Hoseok miró a Minho.
-¿Usted trabajaba en un Castillo Lord Choi?? -Jimin se puso algo nervioso, mirando a Minho, quien asintió tragando su orgullo y honor de ser parte de la Familia Real de Leones
-Así es, críe y acompañé a los príncipes de Leones, ellos tenían clases y conversaciones sobre acuerdos entre Reinos, terminé por aprendérmelos.-Se excusó, convenciendo a Hoseok, quien dejó el tema al ver a Jungkook alejarse, viendo como luchaban otros Alfas de la legión.
Jungkook tenía un enorme potencial, pero algo que notó Hoseok desde el inicio era que Jungkook no le gustaba cortar o lastimar a la gente.
Eso le causaba un serio problema a Hoseok.
Ser parte del ejercito más fuerte de los Siete Reinos, de los más salvajes y sangrientos, en una guerra, si Jungkook no quería lastimar a otro, moriría.
Aún le faltaba mucho por aprender.
꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱
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