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ᴱᵖⁱˡᵒᵍᵘᵉ: Amor 𔘓

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Era un dia tranquilo en la compañía.

Completamente silencioso.

Demasiado para el gusto de los empleados que sentían el ambiente como suspenso de película de misterio.

— ¿Soy el único que siente que algo está por pasar o...?— Cuestionó Ji Li en voz alta, recibiendo de inmediato varias miradas que le indicaban lo mismo.

Alguien estaba por llegar.

Pero ¿Quién?

Eso sería algo que se responderia pronto, cuando pasos firmes y seguros destacaran sobre cualquier otra cosa, una cabellera azuliza  que se meneaba de lado a lado por cada movimiento dado por su dueño que era parte del foco de atención próximo, un par de aretes pequeños, pulseras y demás accesorios no exagerados de plata brillaban con las luces encendidas del lugar. Los pasos del alto hacían eco en el pasillo vacío de una empresa junto a las ruedas de la maleta que arrastraba con su mano izquierda.

Un, dos, un, dos, un, dos.

Un sonido perfecto, uniforme y agradable hasta cierto punto llenaba el silencio que poco a poco iba desapareciendo conforme a cuánto más se acercara hasta lo que podría ser una encrucijada en su lugar de trabajo. Sus joyas brillaban, sobretodo aquel sencillo pero valioso anillo de plata que decoraba su dedo anular en su mano derecha, misma con la que sostenía un par o dos de papeles además de su pasaporte.

Finalmente llegó hasta su destino, se detuvo en el marco que marcaba la entrada frente a los puestos de trabajo de todos sus compañeros, la mayoría se giraron a verlo, la expectativa era palpable, los que no habían volteado lo hicieron justo después de escuchar a Wang YiBo carraspear.

Oh, esperen, ¿Dije Wang?

El anterior mencionado miró a sus colegas con seriedad, una tal que parecería inicio de una tragedia, en ese momento el temor se volvió la emoción predominante en los cuerpos ajenos

— YiBo-Bo — el primero en nombrarlo fue HaiKuan, mismo que se levantó de su asiento para mirar a su amigo y compañero, volviste.

— ¿No faltaban dos semanas para que regresaras?— Preguntó ZiYi esta vez, la fémina estaba sentada sobre el escritorio de Zhouxuan , una nueva pasante del lugar que estaba siendo entrenada.

La tensión aumentó cuando el recién llegado recorrió el lugar de lado a lado con sus brillantes ojos color miel, preciosos e intimidantes, haciéndoles temer sobre unas posibles malas noticias que desaparecieron en el aire cuando una gran sonrisa decoró su rostro por completo, tomó los papeles en su mano y los levantó antes de exclamar con euforia:

— ¡Finalmente estoy casado!

[…𔘓…]

— La verdad es que cuando llegaste con esa cara de haber matado a cien personas te juro que entré en pánico.

YiBo rió suave debido a la afirmación un poco exagerada de HaiKuan, no obstante el resto de compañeros presentes respaldaron las palabras del castaño, por más hiperbolizadas que pudieran llegar a ser

— Vamos, no soy tan intimidante — minimizó el peliazul con una pequeña risa.

— No, ¡Por supuesto que no! — Exclamó ZanJin con sarcasmo, solo por poco logras que Seoho se orinara en sus pantalones.

Ante la afirmación repentina de ZanJin, HaoXuan -quien estaba a unos cuantos puesto de distancia- escondió su rostro entre todo su papeleo, dejando que su compañero-muy-cercano JiYang le diera un par de palmaditas en su espalda como consuelo. Los demás no pudieron evitar reír aunque después se disculparan varias veces con el de cabello negro.

Seis Jóvenes empleados y un pasante estaban reunidos en los últimos escritorios de la compañía comentando sobre sus vidas con emoción, no tenía problemas ya que esos puestos solo se usaban para cotillear y descansar un poco debido a que la sala de descanso siempre debía estar limpia para los superiores — si, raro— , al momento todos se hallaban felicitando al peliazul que llegaba recién desde Taiwan y con un certificado de matrimonio en su mano que parecía ser razón suficiente para que las comisuras de sus labios no bajaran pronto.

Estaba demasiado feliz.

— Entonces, ¿Taiwán? ¿Cómo fue todo? — Preguntó curioso BoWen quien tomaba un sorbo de café para mantener su energía luego de un largo turno de horas extras y así poder dedicarle toda su atención al menor.

Una expresión divertida tomó a YuBin por completo, no pudo evitar reir al recordar el desastre que tuvo por boda, un desastre cremoso y dulce pero de igual lindo y significativo que incluía un par de bebés, familiares enloquecidos con malas organizaciones y unas cuantas confusiones que serían entretenidas de narrar en otro momento, con más detalle.

Muchos más detalles

— Fue... Increíble — acabó contestando el peliazul con una sonrisa.

— Estábamos preguntando por la boda, no por la luna de miel.

Si YiBo hubiese estado tomando algo probablemente se hubiese ahogado ante las palabras teñidas en picardía de parte de Ji Li, mismo que recibió un golpe en su hombro cortesía de ZiYi y causó risas en todos los presentes.

Ah, era tan agradable volver.

— Oigan, pero a todas estas ¿Dónde está Zhan-Ge? -Consultó HaiKuan en un tono curioso, cortando lentamente las risas y llenando de intriga a los presentes que miraron a YiBo en busca de una respuesta.

Es cierto, ¿Dónde estaba Zhan?

— Fue a arreglar unos papeles, llega más tarde — aseguró el peliazul con una sonrisa que calmó a los chismosos que tenía por amigos y compañeros.

Los demás aceptaron por completo aquella explicación y continuaron preguntando detalles sobre el matrimonio que había estado de boca en boca del edificio todo un mes y es que ¿Cómo no iba a estarlo? ¡Era como el escándalo de algún ídolo! Varios tenían la ligera idea de que Zhan podría estar en una relación, sí, es cierto, no les vamos a engañar, pero nadie esperaba que fuera el amargado azabache y ahora peliazul de excelente trabajo. Había sido un tanto inesperado, ¡Mucho más esa propuesta de boda!

Por cierto, luego de haberse anunciado que al despertar lo primero que había hecho el pasante había sido lanzarse a los brazos del castaño de apellido Xiao no había alguien que lograra callar a los chismografos — nombre que naturalmente le dieron al grupo de secretarios y diseñadoras del segundo y tercer piso que parecían tener algún don para escuchar en todos lados — que habían en la compañía. Estaban de boca en boca, de aquí allá desde hacia ya un mes y medio, lo importante es que no era de mala manera.

Muchos habían recibido aquella gran noticia con sorpresa, euforia y emoción, luego del shock del momento, claramente.

Gusu corp. Podia considerarse una empresa abiertamente inclusiva, es decir, su lema literalmente "Siempre en vanguardia, ¡Adiós a los viejos tiempos!", No podrían ser tan cerrados para la manera en la que esperaban trabajar.

El menor agradecía aquello en demasía, pero también lo hacía querer golpearse por no pensar en la posibilidad de aquello con anterioridad y quizás ser menos miedoso para revelar su relación con el agraciado director.

Pudo haberse ahorrado varios malos ratos.

Aunque de haberse perdido esos momentos tampoco hubiese tenido esa sorpresa en la cena de la empresa.

YiBo se permitió un momento para recordar ese momento que cambió gran parte de su vida; la propuesta de Zhan. Tan sencilla pero especial, algo que podría ser y efectivamente fue la razón de las cataratas que brotaron de sus ojos en nombre de lágrimas cuando al despertar y creer que todo había sido un sueño su novio con preocupación le preguntó por su estado, con sus ojos brillantes y llenos de ese cariño característico, para después de estar completamente seguro sobre su bienestar poder hacerle aquella infartante interrogante una vez más.

"¿Nos casamos?"

YiBo ni con ayuda podría contar todas las veces en las que le dijo "Si" a su pareja en menos de diez segundos como rapero de quinta generación.

Era increible como una simple certificación había logrado desaparecer varias de sus inseguridades de alguna manera, sobre todo al ver un precioso castaño con traje blanco esperándole a unos cuantos metros de distancia en un brillante día y en un país donde si podrian cargar un papel con el nombre de ambos impreso en confirmación de un sagrado matrimonio.

"Estimado Xiao Zhan".

Sonaba tan bien para sus oidos que no podia evitar que sus ojos se convirtieran en medias lunas cuando sus comisuras se elevaban hasta su límite con un ligero tinte carmín. Era una sensación electrizante, decir "esposo" era como una extrañamente agradable corriente que lo recorría desde la cabeza hasta los pies desde el momento en el que tuvo  aquel importantísimo papel en sus manos y la mirada de Zhan solo para él aún frente a cientos de personas extrañas para ellos.

¿Cómo explicar la felicidad? La felicidad de YiBo tenía nombre y apellido, y ese era Xiao Zhan.

O Wang Zhan.

Aún no estaba muy seguro de cómo funcionaba la distribución de apellidos en ese caso pero ¡Eso no era un impedimento para hacerlo reír como colegiala al pensar en su gran amor usando su apellido!

Rió por la exclamación de su voz interior.

Una hora pasó volando entre chismes y rumores, aparentemente habían ocurrido un par de cosas Interesantes en la ausencia de la pareja, entonces YiBo escuchaba con calma como HaiKuan exageraba la mayoría de acontecimientos y los demás suspiraban para luego decir una vez más "Asi no fue como ocurrió, Kuan".

La mirada del chico más bajo entre los hombres presentes se perdió por un momento hasta que chocó con la de su jefe, Ayanga, quien se atoró con su café al notar al menor.

YiBo sonrió para luego saludar al mayor con una pequeña reverencia, sin moverse mucho de su cómodo lugar junto a los demás. El CEO por otro lado carraspeó poco para despejar su garganta antes de acercarse al grupito de empleados que inundaban la oficina con su buen ambiente.

— Hey, YiBo — saludó Ayanga de manera informal, sonriendo quizás aún un poco avergonzado por no haber tenido aún una conversación clara con el peliazul para disculparse por la gran metida de pata de aquella vez.

— Hola, Ge

— ¿Q-qué tal te fue? Taiwán ¿No es así?, Espero que todo haya ido perfectamente, es decir, Zhan y tú hacen un tan buen trabajo que no me sorprendería que su boda fuera igual, ¡No quiero decir que su boda fuera por trabajo! Ahg... Me odio — acabó diciendo Ayanga para cortar él mismo toda su palabrería.

— No se preocupe, GeGe, está todo bien.

Ayanga sonrió ante el tono despreocupado del menor, ver que no estaba molesto con su persona por las confusiones de antes le quitaba un gran peso de sus hombros,

Con confianza el mayor abrazó al menor por los hombros con su brazo derecho, dejando un par de palmadas en uno de sus hombros a la vez que hablaba con su pecho inflado en orgullo:

— Muchas felicidades,

YiBo sonrió,

— Gracias, GeGe

Alli fue cuando Darren se integró al grupo para comenzar a bromear con ellos y curiosear un poco más como si fuera un empleado y no un empleador.

[…𔘓…]


Con una pila de nuevos trabajos en sus manos, YiBo se dirigía una vez más a su extrañado puesto de trabajo.

Al caminar aún habían personas que lo observaban con vergüenza, la mayoría de ellos por haber coqueteado de alguna manera con el castaño de apellido Xiao, no obstante a YiBo no le podía importar menos. Y si, puede que haya aprendido a controlar un poco mejor sus celos e ira y por eso pudiera sonreírles cordialmente sin problemas a todos lo que alguna vez mezclaron sus intereses románticos con el trabajo de una forma exageradamente descarada.

Se acercó a su escritorio y lanzó los papeles sobre la superficie de metal blanco, sacudió sus manos por costumbre, se lanzó —casi literalmente—  en su asiento, se estiró con todas las ganas que su sistema guardaba y respiro hondo el olor a oficina.

¿A qué huele una oficina?

A tinta, detergente, papel viejo y algo de café caliente.

Y YiBo amaba ese olor, principalmente porque le recordaba a cierto joven que no salía de su mente fácilmente.

Hablando de él, ¿Dónde estaría Zhan?

Teniendo esa duda en su cabeza sacó su teléfono de su bolsillo, al encender la pantalla lo primero que esta te reflejó fue una foto con el mayor, una bastante reciente y especial, sonrió enamorado ante ello, desbloqueo el aparato y buscó en la pantalla principal un contacto que en su nombre tendría cientos de emoticones que en cualquier otra persona le daría picazón colocar, pero como se trataba de su amado no habría problema alguno.

Ah, ¿Acaso se convirtió en una de esas parejas dulcitas que colocan mil y un corazones al final de un sencillo "si"?

lugh, no.

Teniendo eso en mente como un divague, presionó el contacto en la pantalla de su celular y este de inmediato enlazó una llamada que no tardó más de dos repiques en ser respondida por una voz conocida.

¡Bo-Di! — Se escuchó exclamar con emoción al otro lado de la línea.

— ¿Zhan-Ge? ¿Dónde estás? — Preguntó YiBo de inmediato, alzando una de sus pobladas cejas al escuchar al mayor reír suavecito, cosa que solo hacía cuando tramaba algo — Zhan...

Estoy más cerca de lo que crees — respondió sencillo—. ¿Me has estado esperando?

—Por supuesto que si — contestó el menor, rodando los ojos aunque el contrario no pudiera notarlo—. Eres la única razón por la que he venido aquí.

Sé que querías ir directo a casa, amor, pero ¡Te prometo que esta sorpresa te va a encantar!

YiBo rió bajito ante la euforia desbordante del castaño, un par de asistentes que iban pasando por alli sonrieron enternecidas al ver al peliazul hacerse más pequeño en su lugar como adolescente en llamada con su amor platónico.

— Ajá, muy lindo y todo pero ¿Dónde está la sorpresa?

Eres un impaciente — suspiró Zhan con falsa decepción, el peliazul estaba completamente seguro de que incluso estaba negando con la cabeza como un señor de mediana edad con cuatro nietos irresponsables.

— ¿Se nota mucho?

Lo suficiente.

Ambos rieron risueños.

— ¡Okay! — Exclamó Zhan luego de que YiBo lo pudiera escuchar mover un par de cosas en el fondo— ya está. Muy bien, Bo-Di, voy a necesitar que sigas mis instrucciones muy atentamente como si fuera la resolución semestral de la compañía.

— Eso suena muy importante.

Exactamente.

YiBo se encogió de hombros.

— ¿Qué debo hacer?-Preguntó.

Quiero que subas a la terraza

— ¿Y ya? ¿Eso es todo? — soltó con sorpresa— Okay, creí que sería más importante. Estaré allí en dos minutos, solo deja que llegue el ascensor — aseguró el peliazul a la vez que se levantaba de su asiento y caminaba tranquilo hasta el elevador.

— ¡No! ¡Por el elevador no! — Exclamó Zhan de repente, asustando incluso a YiBo—,sube por las escaleras.

En ese momento el menor jadeo con fastidio en sincronia con su ceño fruncido en muestra del mismo sentimiento.

— Zhannie, no — se negó completamente el de cabellos extravagantes—. Eso es un fastidio y un gasto de energía completamente innecesario— argumentó el menor, el ascensor está para usarse.

Las piernas tambien. Vamos, dijiste que querías hacer un poco más de ejercicio ¿No? ¿Este es tu momento!

— Cuando dije que quería hacer ejercicio tenía ganas, ahorita no tengo ganas.

Solo sube por las benditas escaleras.

YiBo rodó sus ojos en claro fastidio, pero terminó aceptando el pedido del mayor sin cortar la llamada en ningún momento, por suerte estaba en el piso ocho de diez porque si fueran más estaba completamente seguro de que mandaría a Zhan a joderse muy fina y respetuosamente.

Mientras caminaba YiBo podía escuchar a Zhan hablarle de diferentes cosas que parecían ser aleatorias, pero que tenían bastante significado para ambos.

— ¿Debería colocar "Confession of a friend"? La descargué de nuevo hace poco — preguntó el mayor, aparentemente hablando solo.

YiBo por otro lado sonrió al reconocer la canción de la que hablaba, aquella con la que se le confesó un lunes cualquiera que se volvió un lunes especial que permanecía marcado como acontecimiento importante en su calendario.

—Sí. Realmente deberías.

Bo-Di, ¿Recuerdas nuestra primera cita? — Interrogó el mayor.

Y ¿Cómo olvidarlo? Habían cenado en la terraza de la empresa porque en medio de la cita habían llamado al mayor por una conferencia de emergencia.

— Fue épica — aseguró con una risa divertida de por medio -— aún me debes un par de camarones.

— ¿Fue mi culpa que se cayeran desde aca arriba?

— Realmente si.

Oh, cierto — rió Zhan al recordar como un par o dos de camarones habían salido volando por intentar atajarlos con la boca y se arrastrados en medio del aire por una corriente inesperada.

YiBo no había dejado de subir las escaleras en ningún momento, razón por la que ahora solo le faltaban tres escalones para llegar hasta la gran puerta metálica de color gris

Bueno, no importa, podré pagártelos hoy. ¿Estás de acuerdo?

El menor no entendió a primera instancia a que se refería pero de igual forma asintió.

— ¿Acabas de asentir? Recuerda que no puedo verte.

— Es una mania — afirmó YiBo tranquilo mientras abría la puerta que daba a la inmensa terraza de la compañía, una que te permitía ver una parte de Seúl de una forma diferente y agradable—. Ya estoy acá ¿A dónde voy ahora?

Seis pasos a la derecha y luego te giras a la derecha.

El menor siguió las normas especificas del mayor y cuando llegó al lugar abrió sus ojos en grande al encontrarse con un sonriente Zhan que sostenía una cesta de picnic en su mano izquierda y su teléfono contra su oreja con ayuda de su mano derecha.

— ¡Sorpresa! — Exclamó Zhan para luego alzar sus brazos con emoción, una tal que contagió al peliazul de inmediato.

YiBo miró enternecido al más alto.

— ¡Bienvenido a nuestra primera cita! — Habló Zhan, haciendo que su pareja lo mirara con confusión — como esposos —  añadió  al final.

La melodiosa carcajada que el menor dejó escapar de sus labios fue razón más que suficiente para que Zhan se atreviera a dejar la canasta y su teléfono en el suelo para poder correr el poco espacio que los separaba y así abrazar fuertemente al peliazul antes de casi inmediatamente separarse y apresar sus labios con frenesí y el viento en lo alto de la ciudad rozando sus rostros. El mayor fue correspondido al instante con la misma emocionante fuerza que los atraía el uno a otro tal cual como en su primera cita.

Aquella que sería el inicio de una bonita historia que habria llegado a donde estaban ahora, juntos, amándose como nunca y disfrutando de los momentos divertidos que compartían a lo largo del dia, en pareja.

Porque aunque algunos lo alabaran y otros no, aunque algunos lo creyeran y otros aún no lo pudieran procesar, ellos eran pareja y una muy linda.

Que podría durar mucho más.

Al separarse lo primero que el mayor hizo fue dejar caer su rostro en la curvatura entre el cuello y el hombro del menor, haciéndole cosquillas al peliazul de forma no intencional.

— Bo-Di —llamó el castaño aún sin quitar su cabeza de su cómodo lugar.

— ¿Si? — contestó YiBo al llamado, pasando sus brazos alrededor de la cintura del mayor y comenzando a balancearse suavemente con él como un pequeño baile estancado en el mismo lugar.

Zhan respiro hondo antes de hablar, disfrutando del perfume suave que su esposo se había colocado aquel día. — Me gustas mucho... Mucho, mucho, mucho.

Al terminar de dictar aquello se separó lo suficiente para alcanzar a ver el rostro ligeramente sonrojado del sonriente peliazul, miró directo a sus brillantes ojos color miel que tanto adoraba, acunó su rostro entre sus manos y procedió a dejar un beso en cada una de sus mejillas y luego uno en la punta de su nariz.

— Gracias por hacerme tan feliz y dejarme intentar hacerte feliz — agradeció con amor y adoración en sus palabras, la sinceridad era tal que YiBo sentía que podría llorar en cualquier momento—. De verdad, te lo agradezco inmensamente.

— Zhan, te juro que si lloro voy a irme muy indignado a buscar una taza de café para arrojártela.

— ¿Cómo en nuestra segunda cita?

— Exactamente.

Esta vez fue el turno de reir de Zhan.

— Ya, vamos, la comida se va a enfriar otra vez y bastante fue que JingTong me dejara calentarla en el microondas de la sala de descanso una vez, no creo que vuelva a suceder.

El más bajo asintió para después separarse del mayor, no por completo ya que sus manos continuaban unidas, caminaron hasta el pequeño lugar arreglado que se asemejaba bastante a un fuerte hecho por niños de cuarto grado y comenzaron a sacar todas las cosas que comerían en aquella tarde, robándose mutuamente un par de besos y abrazos tiernos en cada oportunidad que tenían, disfrutando y atesorando los buenos momentos que comenzarian a tener más frecuentemente.

Sin celos, sin esconderse. Solo siendo ellos dos

Amándose como nunca.

— S-son demasiado lindos — aseguró aquel solitario joven que miraba a lo lejos a la bonita pareja,

— Ge, ¿Está llorando?

— Carajo — Exclamó Ji Li con completo susto, mirando con terror al causante de su casi infarto—. Kuan, ¿No te han dicho que aparecer así puede ser causante de una muerte?

— Supieran que me lo han dicho más veces de las que cree — afirmó el aludido con supuesta inocencia—. Ahora, ¿Va a dejar de espiar a mis superiores o...?

Ji Li suspiró con fastidio.

— Ya, vámonos.

Dicho eso el solteron -como lo apodaron en la compañía - se fue primero a paso firme y sorbiendo por la nariz para retener las lágrimas que se habían escapado de sus ojos. Kuan rió y miró por última vez al director y el pasante quienes se daban un tierno beso como muestra de su amor.

Su tierno, dulce, adorable y envidiable amor.

— Hey, tú, imbécil, ¿Qué haces mirando a mi esposo como si fuera carne fresca de mercado en rebaja?

— Dios, YiBo, no.

Bueno, también conservarían un poco su parte ácida.

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The End. 𔘓


Y aquí hemos terminado :'D fnsbndjs que hermosa historia la verdad fkdnsn 

¿Qué les pareció? ¿Les gustó esta pequeña historia ? 🥺🤧♥️

Espero verlos en otra historia/adaptación :3 ✨💞

¡Merry Christmas! ❄️☃️ Tomen esto como un regalo de navidad xD

Dedicado a: CandyFernandez8 💕💕 la persona que más quiero uhuhuhu, te amo mi adulta independiente favorita ✨ <3

Posdata: 👀 hay un pequeño extra después, así que... ¡Nos vemos en año nuevo!

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