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Extra I. Parte II

¡Oh, por Dios! Incluso yo creí que iba a morir.

Cuando ya había aceptado mi destino, un delgado brazo había envuelto mi cintura, mandándome hacia atrás en el momento justo que el camión pasaba y chocaba unos metros más adelante.

Cuando ya había salido del shock gire a ver a mi salvador. Era un chico demasiado guapo para mi gusto; demasiado alto al punto que le llego al pecho, delgado pero musculoso, con un tatuaje que le llegaba, hasta donde veía, a medio brazo y una cara de infarto.
Chico guapo, juro que pondré un altar al llegar en casa, ¡solo déjame tomar una foto para recordar tu magnífica existencia!

—Dios santo, muchísimas gracias, no sé qué hacer para poder pagar tal amabilidad de tu parte. - dije con lagrimas en los ojos, aquello había sido algo traumatizante.

Antes de que el guapo desconocido pudiera hablar, fui separada de la comodidad de sus brazos para tener encima mío a Ji Eun. Al tenerla conmigo, no pude evitar llorar más.

—¡Tonta, tonta, tonta! ¿Por qué hiciste eso? Si algo te pasará, yo... - no pudo no terminar la frase, ya que instantáneamente volvió a sollozar.

—Lo siento... pero tampoco podía dejar que te pase algo a ti... -en ese momento sentí que me daban un fuerte golpe, seguido se dos...tres... y cuatro en total - Ji Eun, no eres una pluma, eh. Tus golpes duele mucho -me queje.

—Como si eso te doliera, perra.

Cuando ambas despertamos de nuestra ensoñación, el chico guapo ya se había ido... lo extrañaré, aunque solo lo vi una vez.

Ji Eun y yo fuimos a mi casa. Ella se quedó a dormir porque tenía temor de que desapareciera así que dormirmos abrazadas esa noche.

Presiento que mañana será un buen día.

Ya ha pasado una semana de mi casi muerte, Ji Eun y yo decidimos mantenerlo en secreto de nuestros padres, porque nos echaran la bronca del año y nos prohibirán salir hasta que a nuestras madres se les pase su enojo-preocupación.

Ji Eun está enferma, al parecer la cena que comió la noche anterior tenía nueces, su madre se logró dar cuenta a tiempo, pero Ji Eun ya había consumido una pequeña cantidad, y eso bastó para que no se pueda levantar por la mañana - si es que no estuvo fingiendo para dormir más y no asistir-

El día en el colegio fue normal; clases, recesos, peleas y... ¿peleas? ¿quién está armando un alboroto a medio día?

Me levanté de mi asiento para comenzar a caminar hacia una de las áreas de descanso, en el cual estaban amontonados mucho alumnos, rápidamente me abrí paso para ver quienes son los delincuentes alborotados.

¿Qué demonios hace aquí un estudiante de secundaria? En este lugar solo hay alumnos de preparatoria, la escuela secundaria más cercana está a unas 15 cuadras.

Por lo visto nadie va a dignar a intervenir, ellos solo quieren ver golpes, ni siquiera fueron a llamar a los profesores.

—Hey, hey, hey. ¿Qué está pasando aquí? -miré al estudiante de secundaria- ¿Qué demonios haces aquí? Tu escuela esta a 15 cuadras de acá, ni siquiera termino el horario académico como para que vengas a hacer un alboroto.

—¿Algún problema con eso, bruja? Ve a meter tu gordo trasero a un lugar donde de verdad te llamen. Esto es entre él y yo.

Rápidamente dirigí mi mirada hacia el joven que no había visualizado bien antes de intervenir. No pude evitar sorprenderme, era el chico que me salvó la vida, ¿desde cuándo entraba en esta escuela? ¿cómo es que nunca me enteré? Ji Eun tiene razón, soy demasiado distraída.

—Cierra la boca antes de que te corte la lengua y vete lo antes posible, unas chicas ya fueron a llamar a los profesores, tu historial académico se ensuciará si los docentes logran atraparte.

Vi como me dedicaba una mirada llena de odio antes de dar la vuelta y volver con su grupo de delincuentes, caminando hacia la salida.

—...No tenias por que hacer eso... - murmuró alguien a mis espaldas - estaba perfectamente bien por mi cuenta

—¿Acaso enloqueciste? Eran como 8 tipos con bates y barras de metal, ¿cómo demonios ibas a poder con todos esos sin llegar a poner un pie en el  hospital? Mírate, ya estas lo suficientemente mallugado, ni siquieras podrías con dos de ellos.

Simplemente apartó a vista. Gracias a eso pude ver que una de sus mejillas esta roja e hinchada, con un leve rastro de sangre.

—...Los hombres son tan impulsivos... ‐lo agarre del brazo y empece a caminar hacia el ala norte del edificio, donde está ubicada la sala de enfermería. Los demás alumnos rapidamente me cedieron el paso, algunos tenían los ojos abierto de la impresión, ¿será por este chico que tiene mala reputación o por lo que hice? Qué más da, concentrémonos en el camino.

Al llegar, la enfermera me miró y salió de salón, con la vaga excusa de "el directo me mandó llamar, encárgate de él". Claro que te mandó llamar, solo mantente alerta para que otra estudiante nos los espíe mientras se consumen en la lujuria.

Lo obligué a sentarse en la camilla a pesar de sus objesiones, colocando a propósito mucho alcohol en el algodón.

— -simplemente frunció el ceño, que decepción-

—No pude agradecerte correctamente aquél día a causa de la interrupción de Ji Eun. Gracias por salvarme, te debo la vida. 1000 favores no serán suficientes para acabar con la deuda que tendré contigo...

—Este sábado a las 4 en la plaza central. -dijo para luego levantarse a irse.

Bueno, al menos fue directo. Me gustan los chicos con determinación, tampoco es como si fuera mal partido.

[Debo mantenerme serena para no caer en la locura] pensé viendo a una energética Ji Eun usarse como muñeca, cambiándome de ropa cada que encuentre algo que, según ella, me quería bien. Ella parece más emocionada que yo por esta cita.

— Este no sirve, mucho menos este, este no lo quiero ni ver -decía mientras tiraba mi ropa a la cama-

—Si sabes que la que va arreglar todo eso soy yo, ¿verdad? -murmure fastidiada. Mi madre es una fanática de la limpieza y el arreglo, por lo que si ve una sola ropa fuera de mi armario se vuelve la persona más insoportable del mundo, no dejara de regañarme por una hora sin dejarme explicar nada.

—¿Si sabes que si no intervengo vas a ir solo con alguna sudadera y unos jeans, verdad? -quedé en silencio, ella tenía razón - lo suponía, ahora colócate esto -me paso unos jeans rotos de pierna ancha color negro y una camisa de manga larga que me llega hasta el ombligo - Si, esa te queda bien, no quedaras en vergüenza a su lado.

Apenas termino de decir esas palabras una marca irk apareció en mi frente.

—Hija de perra, ¿me estas diciendo fea?

—No es que seas feas, eres guapa, pero ese chico esta a un nivel increíble.

—Quiero replicarte, pero te aprecio demasiado como para bajarte el autoestima.

No seguí insistiendo en la pelea verbal contra Ji Eun, la apreciaba mucho como para decirle algo feo (que no sea en broma).

Simplemente me vestí como ella ordenó; no estaba mal, Ji Eun siempre tuvo buen gusto para las ropas, era la más sabía de moda juvenil entre nosotras.

Al llegar la hora, me despidí de Ji Eun, tome un pequeño bolso y fui a al sitio acordado. Una parte de mí estaba nerviosa, pero me repetía mentalmente que solo era una salida amistosa, sin ninguna intención romántica.

[Al diablo, sigo pensando que no hay nada por lo cual estar nerviosa, pero ¿cómo mierda eso me va a tranquilizar? Es como decirle a alguien débil "¡fuerza!" y que de repente le salgan músculos de la nada].

Al llegar, lo veo; las personas ya están empezando a sacar sus celulares para grabar el momento. ¿Cuánto tiempo estuvo esperando como para que se burlen de él?

De forma rápida agarro mi celular, tengo miedo de que se me haya pasado la hora con Ji Eun. Suspiro de alivio al ver que llegué justo a tiempo, pero de forma contraria a mi tranquilidad mi corazón empezó a latir más fuerte.

Llenándome de valor comencé a avanzar hacia su persona, atrayendo la mirada de la gente a mi alrededor.

—Disculpa, ¿te hice esperar? -expresé con tranquilidad, lo cual contradecía a los nervios que tenía en mi interior.

—No, en realidad acabo de llegar -desvío la cabeza mirando hacia un punto en especifico, para luego sacar una pequeña rosa que tenia guardada, entendiéndolo hacia mi- tómalo. Lo puedes tirar si quieres.

—...Agradezco el detalle.

Simplemente agarre la flor y la puse en mi bolso, dándome cuenta de forma tardía que estaba sonriendo con la cara sonrojada. Levante la vista, dándome cuenta de que me ha estado observando.

—¿Pasa algo?

—No. Andando -agarró mi mano para comenzar a caminar-

Para resumir todo y no aburrir, fuimos a jugar al arcade, en donde ambos competimos por quien tiene más boletos. Claramente ganó él, tiene más experiencia, supongo, yo no suelo venir mucho. Luego de eso fuimos al mostrador, donde ambos elegimos nuestros premios.

Al terminar en el arcade fuimos a comer a algún algún puesto callejero (era más cómodo para nosotros). Era un chico divertido, contrario a su expresión aburrida, pues me había retado a una competencia de quién comía más. Claro está por cualquiera que me conozca que si hay algo que me guste más que la comida son las apuesta, así que rápidamente acepté. Su cara era todo un poema cuando se dio cuenta de que yo seguía comiendo cuando él ya no podía más.

Simplemente estallé en carcajadas al ver su cara de culo al ver la cuenta, ofreciéndome a pagar mi parte. Después de mucha insistencia, y de poner nervioso al dueño del lugar, por fin aceptó que pagara la mitad. Claramente luego de eso quedamos con los bolsillos vacíos.

No contentos con eso, fuimos a un antro  (en el cual podimos pasar gracias a las supuestas "conexiones" que él tenía).

El mundo ahí dentro era otro mundo. Desde gente que se estaba comiendo a besos en las esquinas hasta gente que lloraba en las barras. Incluso creo haber visto a una chica entrar con 2 chicos a los baños.

[Ok, eso último haré como si nunca lo hubiera visto].

Ahí nos la pasamos bailando hasta y tomando (no pregunten por cómo pagó las bebidas, ni yo sé). Cuando menos me di cuenta ya era pasado las 12, casi se me había caído el celular de la impresión.

Estar jodida era poco, mis padres piensan que yo estoy en la casa de Ji Eun, y Ji Eun a estas horas ya estaría en su tercer sueño.

Bueno, solo se vive una vez. Estaré castigada en el momento en que mis padres se enteren de esto, pero valdrá la pena.

Justo en cuando él fue a traer otras bebidas empezaron a sonar músicas latinas, a las cuales soy una adicta.

—SI HAY RUMBA NO QUIERO MÁS NADA. YO A LO QUE VINE FUE A PASARLA BIEN. -comencé-

—¿CUÁL ES EL PLAN? ¡QUE YO ME ACTIVO!

—DIME QUE ES LO QUÉ TU QUIERES CONMIGO.

Muchas personas empezaron a seguir la letra de la canción.

Cuando me di cuenta me di cuenta que estaba bailando con un grupo de chicas desconocidas, probablemente todas borrachas.

Sentí una mano en mi hombro, era él, había dicho que ya era tarde, por lo que debíamos irnos.

Al salir del lugar me di cuenta de algo.

—No puedo regresar a casa.

—¿Y eso?

—Todos ya están dormidos, además, mis padres creen que estoy en lo de una amiga. Si los padres de Ji Eun le comentan a las horas que llegué, lo más probable es que este castigada por tiempo indefinido - claramente no le voy a decir que mi madre me pegará la putiza de mi vida-.

—Mi casa esta cerca, la residencia es grande, por lo que podrías quedarte.

—Esta bien. Tampoco es como si tenga opciones.

Comenzamos a caminar a su hogar, al llegar casi de me salen los ojos, era una puta mansión de estructura japonesa. El portón estaba custodiado por dos tipos con armas, creo que este es el momento en el que debo comenzar a asustarme.

Pasamos sin problemas a los guardias, los cuales no dejaban de mirarme, sentía que si mostraba miedo me iban a disparar, así que les dedique una mirada fría.

Cuando abrió la puerta principal iba a comenzar a hablar, pero alguien apareció frente nuestra, supongo que no se dio cuenta de mi presencia.

—¿Qué horas son? -preguntó el viejo sabroso.

—... Las 2 a.m. -respondió, yo solo me quedaba quieta en mi lugar, viendo todo el rollo-

—¿Cuándo es el toque de queda? - volvió a preguntar, levantando un cenicero.

—...Las diez... -¡vaya! Las palizas de mi madre no son nada comparado a esto, lo golpeó con el cenicero... eso debió doler. Claramente comencé a sudar frío, creo que es hora de intervenir.

—Perdone... -parecia confundido por escuchar otra voz, así que inclinó la cabeza, dandose cuenta de mi presencia- creo que eso se debería a mí. Lo lamento, sería solo una simple cita, pero se nos pasó la hora. Espero pueda perdonarlo -me incliné.

—No... yo me disculpo por la escena -se inclinó de igual forma-. A todo esto, ¿quién eres?

—Soy una... compañera suya.

Ambos se vieron entre ellos, uno sobando su mejilla y el otro con incredulidad. El primero asintió, mientras que el otro solo suspiró, empezando a sobar el punto de la nariz.

—Te llevaré a la habitación de invitados -dijo, comenzando a caminar- sígueme.

Yo solo miré al chico a mi lado, el cual asintió. Yo empecé a caminar desconfiada, al estar cerca del otro sujeto y estar alejados de la entrada, este comenzó a hablar.

—¿Desde hace cuándo conoces a Shouma?

—Desde hace un tiempo. Él me salvó de ser atropellada por un camión.

—Oh, así que eres esa chica -dijo indiferente, volteando a verme, al parecer algo llamo su atención- ¿ese es un tatuaje?

Abrí los ojos sorprendida, ¿cómo se dio cuenta? Por estos lugares esta muy mal visto los tatuajes, lo relacionan con la yakuza.

—...sí - confirmé, no me puedo dar el lujo de mentir, causando una impresión aun más mala-. Me la hice cuando estaba en secundaria, era una delincuente cuando eso...

—Entiendo... bien, puedes pasar. No te preocupes, este lugar es vigilado en cada esquina, no te pasará nada.

—Muchas gracias. Que tenga buena noche -me incliné-.

El simplemente asintió y se fue.

Al entrar a la habitación me di cuenta de un pequeño detalle.

Literalmente es un chico que acabo de conocer y ya me metí a su casa. ¿En qué estaba pensando? ¡Pudo haber vendido mis órganos y yo de ilusa voy y lo sigo!

[Nota mental: nunca volver a hacer esto]

Claramente esto es un fic, nunca acepten la oferta de alguien que acaban de conocer JAJAJAJA.

Agradezco infinitamente el apoyo que me están dando; sus votos y comentarios alegran mi día. Hace que mi corazón de un salto de felicidad ❤

Se que había dicho en el cap anterior que iba a publicar el sábado, pero surgieron algunos... inconvenientes, así que no tuve tiempo de corregir los caps que ya tenía listos.

Al principio pensaba subir directamente el Arco I parte I, pero prefiero primero subir todos los extras antes de comenzar directamente con la transmigración de la prota.

Ya tengo más de 1500 palabras para el Arco I, planeo hacerla más larga (3000 palabras) para que se distraigan leyéndola un rato.

Ya estoy escribiendo la última parte de este extra, luego de eso comenzaremos directamente con la razón por la cual están aquí.

La próxima actualización será el martes o el miércoles, intentaré sacar 2 caps por semana.

De nuevo, gracias por su apoyo ❤.

Nos leemos en breve.

Pd: ¿a alguien más el semestre le respira por la nuca?

Palabras: 2662.

Psycho-_-SPC_

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