Jieun despertó antes que Haein, se supone que iba a despertar con una sonrisa, pero el mismo hombre que ama es el mismo hombre que se lo impide.
"No soy suficiente para ti, ¿cierto?" Susurro para si misma, se paro de la cama y fue al baño, cepillo sus dientes, se dio una ducha y se maquillo, siempre debía lucir bien frente a Haein.
Cuando Haein despertó, ya tenia el desayuno hecho, era cuestión de sentarse y comer, la platica solo surgiría si el queria.
"Gracias por cocinar, la próxima vez dejamelo a mi." Sonrio Haein. "¿Puedo hacerte una pregunta?" Su mirada se mantuvo en la mesa. "Adelante."
"Ayer en la noche, susurraste el nombre de ella en vez del mio, ¿puedo saber el porque?" Miro sus ojos. "No te preocupes por eso, la costumbre a estar con ella no se compara a estar contigo."
¿Cuando la tienes que amar a ella también piensas en mi? Quería hablar, quería reclamarle, aunque no podia, no debía hacerlo.
Que maldito dolor de cabeza.
Jisoo despertó aun peor de lo que estaba, sus pies la llevaron al salon, Roseanne estaba en el baño, agarro un vaso para tomar agua y volver a su habitacion.
No esperaba que Roseanne saliera del baño antes de que ella pudiera terminar de beber agua.
"Oye, ¿te sientes mejor?" Sus ojos reflejaban preocupacion. "Me siento mejor, gracias por preocuparte por mi."
"Hare el desayuno, dime si algo te duele." Roseanne se dirigio a la cocina.
Se sentia totalmente agradecida de que Roseanne se haya preocupado mas alla del trabajo por ella.
Desde su vista, Roseanne actuaba igual a un ángel.
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