Desventaja 1: Depresión
—Y es por eso que yo no voy a hundirme en la miseria solo porque Tontoyeol me rechazó. No, no. Yo soy un hombre joven y fuerte y el mundo es lo suficientemente grande como para hallar un nuevo amor, ¿no lo crees, Jongin?
Preguntó girando su cabeza a un lado, pero en seguida frunció el ceño. Cuando Kyungsoo volteó hasta el sofá, se encontró con que el moreno se hallaba con una mano posada sobre el antebrazo del mueble. Su cabeza descansaba sobre esa mano y un asqueroso hilo de saliva escurría por la comisura de sus labios.
Estaba dormido.
El muy puto había osado quedarse dormido mientras Kyungsoo le abría su corazón.
Así que dejando el 15° bote de helado de la semana sobre la mesita de noche, Kyungsoo se movió en el sofá y elevando una pierna en alto, le propinó una fuerte patada al cuerpo dormido del chico. Este solo se removió medio atolondrado, murmurando alguna estupidez de que quería 2 ordenes más de pollo frito para la mesa 3.
Kyungsoo le pateó otra vez. Esta vez más fuerte.
—¡Auch, duele, carajo!
Gritó el chico mientras se sobaba el lado del brazo que había sido brutalmente pateado.
—¡¿Cómo te atreves a quedarte dormido mientras te hablo de mi corazón roto, eh?!
Y es ahora cuanto ustedes se preguntan, ¿quién chuchas es Jongin aquí?
Por un lado va a estar el bando que creía que el idiota del que Kyungsoo estaba enamorado era Jongin. A ver, niéguenmelo.
Por el otro, los que pensaban que Jongin iba a ser el galán de telenovela que Kyungsoo tanto buscaba.
Y por último, pero no por eso menos importante, aquellos que solo leen y miran desde las sombras sin hacer conjeturas apresuradas. O a lo pendejo, como diría Jongin mismo.
Pero ya, en serio, ¿quién putas es Jongin?
¿Qué no se suponía que él debía llegar montado en un hermoso corcel blanco para curar el corazón roto de Kyungsoo?
Pues no.
¿Recuerdan al amigo de Kyungsoo?
¿El que le dio la piyama de pingüinos?
Pues ese, queridos lectores, es Jongin. El mejor amigo de Kyungsoo.
Oh, ¿qué es eso?¿no lo escuchan?
Algunos susurran "Aish, otro pinche cliché".
Pero, ¿saben qué hace diferente a Jongin del resto de amigos típicos?
Pues que Jongin, de hecho, si está interesado en Kyungsoo y se lo ha dicho en innumerables ocasiones. Pero Kyungsoo considera que Jongin es incluso más estúpido que los estúpidos de los que usualmente se enamora.
Como Park Chanyeol, que actualmente seguía recuperándose de su nariz rota. El mismo que le levantó también una orden de restricción de 15 metros de alejamiento después de esa anoche en la que Kyungsoo se coló en su casa para darle el helado de chocolate que sobró. Que nenita, no aguantaba nada.
Pero volviendo a Jongin. El moreno era obviamente guapo, eso nadie se lo negaba. Pero él no tenía ese tipo de seriedad que Kyungsoo necesitaba para formalizar una relación.
"Solo un pendejo por relación" le había dicho su abuelita. Bueno, no con esas palabras, ella había usado algo parecido a "en una relación es necesario que una de las partes mantenga nivelado el humor y temperamento para no entrar en conflictos innecesarios". Lo que para Kyungsoo era exactamente lo mismo.
—Ok, ¿lo siento, de acuerdo? Anoche me desvelé viendo un anime que estaba bien chidorris —dijo mientras se sobaba la costilla que Kyungsoo había alcanzado a patear de paso—. ¿Qué puedo hacer para compensarte?
—No es "puedes", Jongin, es "vas a". Tú, Kim Jongin, vas a ayudarme a buscar otro amor. Cueste lo que cueste, yo voy a terminar el año con un novio, sea o no Park Chanyeol.
Dijo señalándolo con la cuchara y volviendo a comer helado del bote.
—¿Ah, qué significa eso? Creí que te gustaba Chanyeol. No sabía que era solo un capricho por tener novio —el moreno le quitó el bote y comenzó a comer helado.
—Ese es el caso. Si me gusta Chanyeol. Bueno, Me gustaba —aclaró arrebatándole el helado de vuelta.
—¿Y qué, ya no te gusta?
—Claro que sí, idiota. ¡No te puede dejar de gustar el bastardo que has amado por dos putos años, de la noche a la mañana! —gritó, haciendo que el helado en su boca salpicara un poco (bastante) en el rostro del moreno.
—¡Que asco, me escupiste!
Se quejó mientras tomaba uno de los muchos boxers que Kyungsoo tenía regados en su habitación, ya que rara vez doblaba su ropa, para limpiarse el rostro.
—Ay, Jongin...creo que ese estaba sucio.
—¡Ah, que puto asco, Soo!
Se quejó, aventándole la prenda de vuelta y provocando que esta volara por los aires y formara un arco, hasta terminar cayendo dentro del bote de helado. Kyungsoo lo sacó con cuidado, chupando lo que la prenda había absorbido y empezó a partirse de la risa al ver la cara que su amigo puso.
—Era broma estúpido.
—Iri brimi istipidi.
—Voy a golpearte de nuevo, Jongin.
—Ya me calmo. De todas formas, ¿por qué tienes a fuerza que tener un novio antes de que acabe el año?
Kyungsoo se volvió a desparramar en el sillón y subió sus pies en el regazo de Jongin antes de responder.
—Es obvio, tonto. Es por navidad.
—¿Qué tiene que ver navidad en esto?
—¡Pues de que quiero un puto novio que explote bombitas conmigo!
Ahora fue el turno de Jongin por reírse.
—¿Qué estúpida excusa es esa?
—¡No te burles de mis sentimientos, idiota! —sollozó le mas bajo, transformando sus labios en un puchero y comenzando a llorar como chica en su período. La imagen era algo así: Kyungsoo desparramado en el sofá, con lágrimas en sus ojos, mientras llevaba cucharadas de helado hasta su boca, buscando así enfriar su corazón roto para que este se muriera y no se volviera a enamorar nunca jamás en la vida.
Al menos no de Park Chanyeol, claro. El que si era gay pero que le gustaba otro.
—Ay, perdón, Soo, fui un pinche insensible —se disculpó al ver el estado en el que se puso. Levantando el pie de Kyungsoo, se acercó.
El chico se sentó y Jongin le atrajo hasta abrazarlo.
—Está bien, está bien. Ya va a pasar, tranquilo —susurraba mientras sobaba la espalda de su amigo.
Al menos eso si funcionó ya que Kyungsoo poco a poco dejó de hipar en llanto.
—Espero que Chanyeol se quede pelón para que ese chico que le gusta lo rechace.
Jongin rio sin poder evitarlo. A veces, su amigo era un poco infantil en sus maldiciones.
—O no. Mejor que se le caiga el pene. Si no me lo va meter a mí no se lo va a meter a nadi..
Y comenzó a llorar de nuevo. Jongin volvió a darle otra ronda de masajes hasta que se calmó de nuevo.
—¿Ya?¿terminaste?
Indagó curioso, echando un vistazo hasta abajo, al rostro del chico. Kyungsoo asintió y limpiándose los mocos en la camisa de Jongin, se apartó de su pecho.
—Lo siento. Creo que ensucié un poquito tu camisa.
Se disculpó en medio de la voz gangosa. Y mientras Jongin miró hasta abajo a su camisa arruinada con mucosa, se hizo la nota mental de recordar llevar toallitas desechables la siguiente vez que fuera a visitarlo.
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