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Pueblo.

Los rayos del sol entraban por la ventana de aquella casa abandonada y JongIn admiraba a KyungSoo que estaba dormido cómodamente entre las mantas. Pasaba su mano por los cabellos oscuros del bajito y disfrutaba la sensación que le daba hacerle cariño a KyungSoo. Miraba las marcas moradas y rojas en la piel blanca, en especial en el cuello y los hombros del menor demostrando que era suyo. Miraba los labios acorazonados que tenían un rojo más intenso que el siempre por que no dejo de besarlos en toda la noche, sentía que esos labios eran hechos para que se posaran los suyos, eran como piezas que conectaban a la perfección. No se cansaba de ver el delicado cuerpo de KyungSoo que le provocaba abrazar y proteger de todo el mal que le estaban haciendo. Su corazón latía con más fuerza al lado de KyungSoo y era como si miles de pájaros estuvieran en su estómago.

— No se cansa de verme — Preguntó KyungSoo sin abrir los ojos y sonriendo.

— Sería un pecado no disfrutar de la vista maravillosa que tengo, Soy un hombre afortunado. No cualquiera puede disfrutar despertar con un ángel a su lado — JongIn acarició las mejillas que de empezaban a enrojecer y KyungSoo abrió los ojos para verlo.

Los dos se quedaron viéndose un rato a los ojos del otro, disfrutaban estar al lado del otro. KyungSoo no dudo y se pego al pecho de JongIn abrazándolo y luego se ocultó en su pecho.

— ¿JongIn? — dijó KyungSoo con una voz suave y abrazándolo con fuerza buscando aferrarse a él.

— Si — también le devolvió el abrazo.

— No me dejaras, ¿cierto? — la voz de KyungSoo sonaba triste — Mi padre me dejó, mi madre me dejó... No quiero que eso pase de nuevo. Si en realidad no me amas, vete y no vuelvas. — KyungSoo parecía que iba a llorar en cualquier momento — Vete... Vete antes que entres más a mi corazón de lo que ya lo hiciste — JongIn separó a KyungSoo de su pecho y beso sus labios.

— No puedo... No puedo dejarte ahora, yo quiero protegerte y estar contigo. No te voy a dejar — lo dijó abrazándolo y dando un pequeño beso en sus labios.

— Prometelo — exigió KyungSoo.
— No te dejare jamás, lo prometo.  Por mi amor por ti, lo prometo — Juró JongIn agarrando las manos de KyungSoo y besandolas.

Se sorprendió porqué eran delicadas. Todo en KyungSoo era bello ante los ojos de JongIn, desde la punta de sus pies, hasta la última la última hebra de su caballo. No entiendia porqué querían hacerle daño a alguien tan hermoso tanto como en el exterior, como en el interior.

— Ella tratará de separarnos y utilizará su belleza para confundirnos. Lo hizó con mi padre, lo hechizó con su belleza y él cayó redondo — KyungSoo acariciaba la mejilla de JongIn y había preocupación en sus ojos — No quiero que te alejé  de mi.

— No lo hará, para mi no hay nada más bello en este mundo que tú y por eso su falsa inocencia y sus encantos no funcionaran conmigo — le aseguró JongIn.

— Tengo miedo — confesó KyungSoo — Aunque ella me ha hecho mal, no quiero pagarle con la misma moneda, sólo quiero que sea llevada delante de la justicia; Sin embargo, si ella ha de hacerte daño no dudaré en atacarla.

— Que alma más pura posees — JongIn besó la frente del bajito y estaba admirando sus decisiones. Sentía que KyungSoo era una hermosa tela de seda blanca y pura que no podía ser manchada por nadie, él quería proteger de cualquier daño a KyungSoo.

— Vamos, tenemos que pararnos y ir al pueblo. Tenemos que ir a devolverte lo que te han quitado — JongIn se quitó la manta que tenia y busco su ropa por el piso.

KyungSoo se sentó y disfruto de la vista con una pequeña sonrisa en su rostro. Pronto tendría todo lo que perdió una vez y ahora tenía a JongIn a su lado, es más de lo que el soño una vez.

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—¡Irene! — Gritó la reina desde su habitación — ¡Irene! — Volvió a gritar con más fuerza.

La chica entro rápido con una canasta de manzanas y se arrodilló frente a la reina. No parecía temerosa, parecía estar cómoda al lado de la reina y se notaba que ahora la respetaba más.

— Disculpe mi tardanza, mi señora. No tengo excusas por mi tardanza — la chica habló con seguridad que no tenia antes y levanto la mirada a ver a la reina con una sonrisa muy pequeña en su rostro.

— Tienes lo que te pedí — La Reina no parecía muy interesada por sus palabras.

— Por supuesto, justo como me las pidió las más jugosas y hermosas de los árboles de manzanas del reino — La chica agarro la canasta mostrando unas hermosas manzanas rojas y algunas verdes.

— Bota las verdes, no me gustan. Pero deja las rojas — Dijo la reina para pararse y ponerse frente a su espejo para verse. — Alguna noticia de JongDae.

— El príncipe al parecer es diestro con la espada y hirió a la bestia según su último informe. Dice que está siguiendo al príncipe y a KyungSoo, espera sus ordenes para atacar — Irene dejó la canasta a un lado y busco un cepillo para pasarlo por los cabellos negros de la reina.

— Dile que no será necesario, quiero acabar con KyungSoo con mis propias manos y disfrutar ver el sufrimiento en su rostro mientras. Qué cure a la bestia y que vuelva a mi lado, lo necesito — La Reina veía su reflejo y volteo a ver a Irene quien pasaba el cepillo con delicadeza por sus cabellos. Sentía que si cerraba los ojos podría sentir el delicado toco de Jongdae.

— En seguida, ¿necesita algo más? — Irene dejó de pasar el cepillo por el cabello de la reina y lo dejó a un lado para ir al lado de la canasta.

— Después que botes las manzanas verdes trae mi tratamiento de belleza, quiero estar de lo más hermosa posible cuando llegue KyungSoo con el príncipe, así se dará cuenta que yo soy más hermosa que esa cosa llena de polvo — La reina se alejó de los espejos y se recostó en su cama, saco dejado de su almohada una manzana morada que la Reina dejó un pequeño beso y la manzana se volvió roja y tan bella como las que estaban en la canasta.

— En seguida, le aseguro que esta noche todo será perfecto — dijó Irene para salir de la habitación con una pequeña sonrisa.

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JongDae gruñia al ver a KyungSoo y JongIn salir de la cabaña con una sonrisa en sus rostros. Realmente JongDae quería matar al príncipe desde que llego al castillo, pero ahora quería sacar sus entrañas el mismo. Sabía que disfrutaría ver la sangre del príncipe bañar el piso como más nada en el mundo. Quería ir en ese momento y arrancarle la cabeza al príncipe y sabia que podía hacerlo en menos de unos segundos, pero tenia ordenes estrictas. JongDae era un buen perro que seguía ordenes, cumpliría cualquier orden. Él  le debía prácticamente su vida y era su pequeño cristal limpio en tanta suciedad, hasta se odiaba a él mismo por no tener las intenciones más puras, pero es que había caído en el pecado en amar a alguien que no lo amaría igual solo por no tener sangre real. Sentía rabia, envidia hacia el príncipe que tenia suerte que aquellos ojos solo lo miraban a él y eran capaces de cometer los actos más horribles sólo por tenerlo a su lado.

JongDae les seguía en silencio y cautela. Viendo todos sus movimientos y estudiandolos. Acabaría con JongIn y de eso estaba seguro.

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Joy tenia miedo, a sus cortos 13 años sabia que lo que se venia no era algo bueno si los planes salían mal. Sentía la mirada de la reina encima de ella,  aunque sabía que esa mirada estsba perdida delante del caldero que tenia delante de ella.

Joy era una pequeña aprendiz de bruja, la reina la tenia atrapada desde hace dos meses. Cada semana le traía la sangre de una persona para mantener la primavera y los recuerdos de todo el pueblo encerrados. Para que la magia existiría se tenia que dar algo a cambio, depende del hechizó se tenia que hacer un pago de valor igual.

— ¿Ya esta listo? — La reina dirigió su mirada a la niña que movía el cucharon en el caldero que tenia un líquido color verde oscuro.

— Solo falta un dedo de una joven y estara listo — aseguro Joy mientras veía el calderó asegurándose que la poción saliera bien.

— Irene, resuelve eso — la Reina lo ordenó sin algún remordimiento.

Irene que estaba al lado de la reina agarro un cuchillo que estaba en el mesa donde la pequeña brujita tenia parte de sus ingredientes: Sapos de colores, manzanas rojas, hierbas de mal aspectos, sangre, ojos, entrañas de animales o de humanos y el cuerpo de Sunny destrozado como si fuera sido comido por un gran animal.  Irene con asco y un poquito de lastima corto un dedo de lo que quedaba de la mano de Sunny.

— En seguida, mi señora — Irene le paso el dedo a Joy quien lo miró con asco y luego lo hecho en el caldero.

— ¿Por qué nunca me mandan ha hacer pociones y hechizos que se hagan con cosas bonitas? — se quejó la brujita — al menos un hechizo de hacer zapatos normales a unos de cristal no es tan difícil, una vez lo hice para un chico en otro reino. Solo lo hice a cambio de unas cuantas joyas y monedas, tenía un novio muy bonito, era un guardia o caballero...

— Silenció — dijó la reina molesta.

— Esta bien, solo decía yo. Es que tanta sangre y entrañas en estas pocas semanas no es nada bonito — Joy agarró una manzana y la hundió un poco, cuando la saco esta estaba morada para luego volverse roja. — Esta listo, un mordisco de esto y morirá, no será necesario ni tragarla.

— Quiero 5 más de esas, para esta tarde. — La reina agarró la manzana admirandola. — Irene quédate con bruja asegurándote que cumpla, te esperare después para mi baño. — la reina abrió la puerta de esa habitación y había  unas escaleras que subió para salir.

— ¿Cómo le va a JongDae?— Preguntó Joy mientras hundía otra manzana en el líquido.

— Excelente, Taeyeon no ha mandado a castigarlo. — Joy sólo soltó  una pequeña risa.

— Bueno ya sabes que hacer, todo tiene que salir perfecto. Ve rápido, yo terminare esto y estaré esperando con un gran carruaje a las afueras del pueblo. — Joy dejo la manzana envenenada en la mesa y abrazo a Irene — No te preocupes hermana, estaremos todos juntos y estaremos felices. Aunque no lo creas ya no me da miedo la sangre y ya no me causan pesallidas los gritos — Joy se abrazó a su hermana mayor con fuerza.

— Sabes que hago todo esto por ti. No se si bueno aceptar ese trato, pero si tu estas feliz, yo también lo estaré — Irene parecía casi maternal con su hermana pequeña.

— Ya no sufriremos de hambre y de más desprecio por el pueblo.  Jongdae dijo que el recibió eso y se le ha cumplido. Ahora será nuestro turno también — Joy se separó de Irene y volvió con su trabajo.

— La lista tu ya sabes donde esta, usa la flauta que te di anoche, solo di primero los nombres de la lista y luego sopla por ella. Las cuerdas vocales que use para el poder de esa flauta fueron muchas así que no hay manera que fallen — Irene le dio un beso en la frente a su hermana para salir de la habitación a cumplir su misión.

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JongIn estaba impresionado del pueblo, estaba algo lúgubre y parecía un lugar muy triste. Vió  KyungSoo y vio su mirada triste por eso. Se veía a niños en los huesos en las calles, madres pidiendo y casi arrastrándose por el piso por unas monedas o comidas para sus hijos, hombres sucios y parecían venir de trabajos forzados. Las calles sucias y descuidadas, casas con las ventanas rotas.

— En esto es lo que ha convertido Taeyeon el reino que se esforzó en construir mi padre y sus antepasados — KyungSoo se aferró a la mano de JongIn y lo abrazó.

— Te juró que esto cambiara — JongIn le dio un beso a KyungSoo en la frente.

— Iré a buscar a los viejos amigos de mi padre, quédate aquí y no te muevas — pidió KyungSoo para caminar hasta desaparecer entre las personas que andaban en la plaza del pueblo.

JongIn miraba el pueblo impresionado y sintió mucha lastima por las personas que estaban ahí, cuando sintió su cabeza doler de nuevo.

" — No sientas lastima por los pobres, JongIn — Le dijo Baekhyun mientras estaban cabalgando por la zona más pobre de la capital de su reino — Siente lastima por tí  y por los ricos que no hacen nada para ayudarlos a progresar, es fácil darles una moneda y comida un día. Pero, no es como si tú siempre tendrás para darles siempre. Tú futuro trabajo como rey es enseñarle a esta gente a ganarse el pan y conseguirles buenos trabajos.

— Serás un gran Rey — dijo Chanyeol que estaba atrás de él y también sus hermanos menores Minseok y Yixing.

— Si, claro — Minseok no tenia ni la más mínima pizca de algún sentimientos a ver a los pobres

— Yo se que JongIn lo logrará algún día, mientras tanto Chanyeol ve a comprar muchas verduras al pueblo que haremos una sopa hoy para los pobres — Yixing siempre estaba ayudando a los pobres.

— También algo de pan para acompañar, te lo agradeceríamos mucho — Dijó JongIn para detener su caballo.

— No puede ser — Minseok rodó los ojos y igual se bajo de su caballo seguido de Yixing. — Día de obras buenas a la servidumbre, una de mis cosas favoritas en mi día favorito de la semana — JongIn sabía que su hermano hablaba con sarcasmo, sabía que odiaba los lunes. "

— Los recuerdos te aquejan y tu los ignoras — JongIn se sorprendió al ver una anciana sentada en la plaza mientras vendía calabazas, alguna de ellas parecian algo viejas.

— ¿Qué? — Preguntó confundido y la vieja se rió con fuerza.

— Eres tan tonto que no te das cuenta lo que esta al frente, solo te digo que no te dejes engañar por la belleza y sepas quien es el verdadero enemigo. Tú lo has visto y puedes dudar cuando te toque acabar con su vida y eso te puede costar la tuya — dijo la anciana con una sonrisa. — No te dejes engañar.

— ¡JongIn! — escuchó a KyungSoo llamándolo y volteo a verlo que venia con algunas personas.

— Yo se que la Reina es hermosa pero no me dejare.... — Cuando JongIn volteo a hablar con la anciana y no estaba ahí y saltó del susto.

— ¿JongIn, estás bien? — preguntó KyungSoo cuando llego a su lado.

— Había una anciana vendiendo calabazas ahí y de la nada desaparecido — explicó JongIn sin poder creerlo.

— Chico, aquí nadie en el pueblo vende calabazas — Dijó uno de los caballeros que venían con KyungSoo.

— Debió ser la bruja de mi madrastra o pudo ser una ilusión producto del cansancio por tanto caminar. — KyungSoo tomó su mano y sonrío.

— Su alteza, mis hombres están listos para salir ahorita al castillo. Hoy se regresara el trono a quien en verdad pertenece — los caballeros se arrodillaron delante a KyungSoo y el pueblo voltio a ver, cuando se dieron cuenta de quien era se arrodillaron también.

— Hoy se ira el reino del mal de la reina — Dijó KyungSoo y todos gritaron de felicidad.

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Irene estaba escondida en entre los árboles viendo como los 100 caballeros, KyungSoo y JongIn iban al castillo. Cuando los vio alejados saco la lista y dijo los nombres de la lista, eran algunos niños, algunas chicas y una anciana. Soplo la flauta y salió un sonido hermoso, era la magia de la flauta, de a poco todos que estaban en la lista aparecieron delante de ella hipnotizados.

Joy llego con un gran carruaje y Irene siguió tocando la flauta, cuando todos estuvieron adentro del carruaje vio a su hermana y le sonrió.

— Ya sabes, llévalos al reino más cercano y los dejas en el primer pueblo que veas, luego vuelve — Irene miro a la pequeña Joy para darle una sonrisa.

— Toma esto — cuando Irene escucho la voz de JongDae atrás de ella dió  un brinco del susto.

JongDae se acerco caminando alto lento, tenia una herida en su pierna derecha, tenia nada más un pantalón viejo y manchando de sangre del lado. Le dio a Joy una gran bolsa y la chica la abrió sonriendo viendo que eran Joyas y oro.

— Si todo no sale como lo planeamos, tú no regreses — Le dijo Irene a su hermana.

— Tú  sabes lo que haría si las cosas no salen como las planeamos — Dijo Joy sonriendo y jalo las riendas para que los caballos empezaron a andar.

— Dime como fueron las cosas mientras no estuve al lado de mi señora — JongDae se giró a Irene pero esta ya no actuaba asustada frente al mayordomo.

— Ya tiene  todo lo que pidió y espera matar a KyungSoo antes de media noche — Joy rompió algo de su vestido para hacer unas vendas.

— Esperemos que las cosas sigan igual, ahora sin Joy la barrera de ilusión no pasara más  de la media noche — Jongdae paso la mano por su cabello y su lengua por sus labios algo resecos. Cuando Irene se acerco y le bajo los pantalones de unos pocos movimientos a Jongdae este le dio una sonrisa juguetona — Me encanta que seas tan experta y necesitada en estas cosas, tan sucia como siempre es como me encantas, ya te empezaba a extrañar. Pero, no estoy para eso ahorita — Irene rodó los ojos y miro la herida de JongDae.

— Al menos has puesto algunas hierbas medicinales que te he comentado, me siento alagada que me hayas escuchado una vez — La chica paso la venda por la pierna del mayordomo, para cerrar la herida. — Supongo que no te puedes transformar ahorita.

— Me la pase todo el día convertido en lobo para seguir a KyungSoo y JongIn, además que ayer caí por un puto acantilado y sin contar la herida — Irene se levantó cuando termino de acomodarle la venda y lo ayudo a ponerse el pantalón.

— Buscare algo de ropa y unos caballos, tú descansa y recarga tus energías. Hoy va ser una noche larga. — dijo Irene mirando al pueblo.

— Pasa el cuchillo por la garganta, así te ahorras los gritos — le dijó JongDae con su típica sonrisa.

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Los caballeros se enfrentaban a los guardias reales, JongIn se sentía cansado. Eran como 500 guardias y ellos 102, no parecían tantos cuando había llegado y se preguntó donde estaba la mitad de ellos cuando llego al castillo.

— Creo que ya somos la mitad de nosotros, pero ellos deben ir por los 200 — Le informo KyungSoo que iba al lado de él, aunque no era diestro con la espada, cargaba una ballesta  y tenia un puntería algo decente.

— Eso debe ser una buena noticia, pensé que seguían siendo 500 o más  — Dijo JongIn clavando su espada en un de los guardias.

El jardín estaba destruido por la batalla y había cuerpos y sangre por todo jardín. Una imagen nada bonita y no le gustaba. JongIn trataba de hacer lo mejor posible para protegerse y a KyungSoo que iba al lado de él recargando la ballesta para luego dispararle a alguien en la mano que estaba cerca de JongIn, así era KyungSoo disparando en lugares no letales pero si distraía lo suficiente para que el pasa su espada matandolos, sabia que KyungSoo no podía matar a alguien.

— Estamos cerca de la puerta de palacio — KyungSoo le dio un golpe con la ballesta a un Guardia que estaba a punto de herilo y JongIn no dudo y clavar su espada en la cabeza del guardia.

— Entra rápido, te alcanzaré cuando acabe con estos Tres — JongIn miraba a los 3 guardia que los rodeaban.

KyungSoo entro por la gran puerta rápido y JongIn se quedo viendo a los guardias. Los tres parecian seguros porqué eran mayoría, JongIn sonrío, sabía que iba a ganar porqué parecía que los guardias eran la primera vez que agarraban la espada.

— Novatos — JongIn río y empezó la batalla

Con su habilidad con la espada y los errores de los Guardias no duro mucho hasta que logró cortar la garganta de uno. Se defendía bien los otros dos, pero no paso mucho cuando otro cometió otro error y logró clavar su espada el estómago. Quedó el último que al ver eso se escapó con miedo y JongIn se quedo impresionado por eso, pero el guardia no llego lejos, un caballero le corto la cabeza.

JongIn sacudió su espada limpiandola de la sangre y entro al castillo, escucho el llanto de KyungSoo  se asusto. Lo vio en la es escaleras con 4 guardias muertos y Tao y Yuri muertos al lado de él. Corrió a abrazarlo y este se abrazó a él llorando en su pecho. 

— Eran... E.. Eran muchos... Y..  — JongIn paso su mano por la espalda por KyungSoo calmandolo — Y ellos llegaron...  Dieron su vida por mí.

— Sus vidas no serán desperdiciadas, Vamonos de aquí — JongIn levanto a KyungSoo — Tenemos que buscar a la Reina.

KyungSoo solo asintió y le dió un beso a JongIn para calmarse, KyungSoo tomo su mano y dirigió al príncipe a través del palacio.

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— Que linda vista, No debi matar al pintor Hoseok. Esto merece ser hecho un cuadro — Dijo JongDae al ver el Jardín donde solo quedaban 5 Caballeros.

— Tú gusto por el arte siempre ha sido un asco. ¿Ya te puedes transformar? — Preguntó Irene mirando a los caballeros que iban a la puerta del castillo.

— Si, no tomara mucho — Dijó JongDae bajándose del caballo, Irene también porque sabía que a los caballos no le gustanba la otra apariencia de JongDae.

En unos segundos un gran lobo estana devorando a los caballeros. Mientras Irene abría la puerta del castillo.

— Apurate, tenemos que llegar con KyungSoo y el príncipe JongIn. — Dijó la chica mirando con asco como JongDae con sus garras sacaba las entrañas de un caballero.

Los licántropos amaban más destrozar que comer, Irene lo sabia de memoria.

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JongIn empujo la puerta de la sala de tronos esperando encontrar una gran cantidad de guardias solo encontró un gran mesón con si fuera un gran banquete, solo que en los 6 platos que había en la mesa solo había manzanas rojas. La reina estaba sentada y vestida con un gran vestido dorado, sus labios rojos y cabello negro recogido y llevaba su corona.

— Pasen, llegan tarde a la cena — Lo dijo ella con la mirada fija en la manzana.

— Taeyeon, ya basta de muertes. Solo basta — Pidió KyungSoo mirandola y entro a la sala de tronos, JongIn lo siguió y cuando entro la gran puerta de madera se cerró atrás de ellos.

— Sabes que esto no terminara por las buenas — Dijó la reina para levantar su mirada y ver a KyungSoo con desprecio. — Yo quise ser una madre para ti, y tú me pagaste quitándome a todos los hombres que me gustaban — lo acusó con furia — vamos a tener una última cena, elige una manzana — pidió la reina.

KyungSoo se acercó con miedo y miró las manzanas, JongIn
sabía que algo andaba mal. Cuando vio a Jongdae y Irene entrar por la puerta, uno colocándole una cuchillo en el cuello y la chica le quito la espada.

— ¡No! — Gritó KyungSoo.

— Debería agradecerte KyungSoo, trajiste a los caballeros que se resistían a mi reinado, ya todos deben estar muertos. Me trajiste el príncipe traídor, por él cual si no muerdes una manzana el morirá — dijo la Reina levantandose y agarrando una manzana colocandola en la mano de KyungSoo, la manzana se volvió morada unos segundo y JongIn supo que estaba envenenada.

— ¡Tú, asquerosa perra! — JongIn se removia en los brazos de JongDae buscando una manera de soltarse pero solo lograba que la presion del cuchillo aumentaba. — ¡No lo hagas! —  le gritó a KyungSoo.

— Sí yo como un pedazo, ¿lo dejaras libre? — preguntó Kyungsoo agarrando con fuerza la manzana .

— Por supuesto, hasta se casara conmigo — La reina se acerco a JongIn y acaricio su rostro.

— No lo hagas, por favor — le pidió JongIn a KyungSoo casi con los ojos llorosos y escuchó reír a JongDae.

— Disfrutare ver como te desangras — susurró JongDae a su oído y presiono el cuchillo cortando un poco.

— Lo voy hacer — KyungSoo se acerco a la mesa y agarro un cuchillo

— Suelta eso o no me importara que JongDae corte la garganta — Taeyeon le dijo mirando sus movimientos.

KyungSoo solo corto un trozo de la manzana y la acerco a su boca, Taeyeon ya estaba celebrando y vio con JongDae alejaba el cuchillo del cuello de JongIn por lo cual aprovecho el momento y lanzó el cuchillo al hombro de JongDae y este soltó el cuchillo por el dolor en su hombro, Kai aprovecho eso también y golpeo fuerte la cara de JongDae que lo tiro al piso, Irene soltó la espada y se lanzó a ver como estaba JongDae, Taeyeon de la rabia se acercó a KyungSoo y agarrando una manzana de la mesa se proponía a hacer que KyungSoo al menos la mordiera por la fuerza.

JongIn agarro su espada rápido antes que la reina metería la manzana en la boca de KyungSoo la atravesó por con la espada por la espalda, justo en su estómago seria una muerte lenta y dolorosa por los ácidos estomacales exparciendose por sus entrañas y la sangre saliendo.

JongIn saco su espada y la reina cayó en el piso, se puso boca arriba y sostuvo su herida. El príncipe miró a la reina y tenia una mirada muy diferente a la de siempre, en vez de ser de miedo porqué su muerte estaba cerca, era de preocupación.

— Tú.... idiota.... Te ha engañado su belleza... — Taeyeon escupió sangre y cerraba los ojos lento.

Se acercó a la reina y vio una cadena con una pierda de cristal en su cuello, sabía que eso pertenecía a Baekhyun.

— Caíste... — susurró la reina antes de morir.

JongIn pensó justo en lo que acaba de pasar y se dio cuenta que algo no cuadraba. ¿Cómo KyungSoo pudo dar exactamente en el hombro del mayordomo si no había sido entrenado en ningún combate antes?.

— ¿JongIn, estas bien? — le preguntó KyungSoo atrás de él y se tenso viendo  A la reina.

Pensó en la manos de KyungSoo que eran delicadas y eso era imposible porqué se suponía que el limpiaba el castillo con las sirvientas. Pensó en lo joven que se veía la reina, tal vez no era por su belleza que se veía joven, si no que si era joven. Recordó como estaba en el momento justo cuando lo vio por primera vez en el castillo y como entro en el momento justo cuando charlaba con la reina, recordó que el estaba recogiendo manzanas y cantando en el bosque alejándolo de Chanyeol cuando estaba raro, recordó que era imposible sobrevivir en el bosque solo si la bestia te perseguía, aparte que pudo darle en las costillas matandola y no en la pierna, Recordó las palabras de la anciana y supo que se equivoco, no se era a Taeyeon.

— ¿JongIn? — escuchó otra vez a KyungSoo y agarro el mango de su espada.

Había sido un completo estúpido, todo había estado en sus narices y por unos bonitos labios estaba en problemas. Todo se volvió frío y lúgubre,  la gran sala de tronos que siempre pareció hermosas ahora se daba cuenta que estaba destrozada.

— Rene, Creó que Nini ha despertado —escucho la voz de KyungSoo ahora muy feliz y juguetona y sintió el filo de un cuchillo en su nuca — Yo que tú suelto esa espada, cariño — sintió como KyungSoo lo abrazó por la espalda colocando el cuchillo justo encima de su corazón y sintió sus besos en su cuello.
















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Lamentó los errores ortográficos y ya faltan 2 capítulos más

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