Narrador omnisciente:

Todo comenzó con sus padres y quizás terminó con ellos, sus progenitores: Avuar Bioko y Nchama Eyang* vivían en los suburbios o más bien los barrios bajeros de Guinea Ecuatorial, en su humilde hogar no se gozaba de mucha riqueza monetaria pero si había amor, honor y respeto.

El barrio en el que vivían era popular por causar problemas innecesarios y esto fastidiaba a personas que no tenían nada que ver en el asunto.

Uno de los perjudicados fueron sus padres, dos personas de aspecto común, con la piel ligeramente color pan, labios gruesos, posturas intimidantes y vida de personas de bajo perfíl.

A su madre, Avuar, un día le surgió la idea de llevar a sus tres hijas de paseo por las playas de Ela Nguema*, pero no llegaron ni a la acera.

__¡Avuar!__el llamado agitado de Nchama rápidamente detiene los pasos de ella, y como si de cómplices se tratara ella ya supone qué le tiene alterado.__Tenemos que llegar a la playa ahora mismo.

La razón de esto era porque estaban llegando militares al barrio que tenían el soplo de que en el lugar había tráfico de hierba, y lo más posible era que alguien hubiera puesto su mercancía en su casa para librarse de ser encerrado.

Así que con su mujer y sus tres hijas llegó a la playa, un lugar atestado de rocas y arena en su mayor parte, su amigo Mba, le había asegurado que estaría ahí con un barco a la espera de su llegada, pero mirando hacia el mar inmenso aún no se alcanzaba a ver nada.

La brisa que les pegaba en la cara no tranquilizaba el bombeo del corazón de su mujer, que sin saber nada, ya intuía el peligro y más cuando las voces de sus vecinos llegaban a sus oídos, se trataba de una mujer bastante observadora, una mujer fría y calculadora.

__¡Están en la playa!

__¡¡Pasaron por ese camino!!

Los pisotones de los militares no tardaron en hacerse notar.

El padre de las infantes mantenía un semblante frío, pero al mismo tiempo los nervios le carcomian por dentro, porque durante toda su vida se había imaginado que pasaría algo así algún día pero aún así no estaba listo para vivirla.

Porque a pesar de todo, el no sabía a dónde iban, no conocía cuál sería el próximo paso para con su familia.

Pero tuvieron una fuerte y poco duradera sensación de alivio cuando vieron el barco acercarse a toda prisa, y digo poco duradera porque de echo los militares ya estaban cerca y el vehículo flotante igual, así que estaban parcialmente a salvo.

Ya en el barco, Avuar observaba bajo la luz de la luna el horizonte, y no pudo creer lo que veían sus ojos, rápidamente pensó en ir a contarlo a su esposo pero no llegó muy lejos.

Mbá la detuvo, viéndola con la lujuria en sus ojos, acercandose lentamente a su objetivo pero... algo le detuvo:

Avuar le golpeó la cara y la entrepierna tan rápido que el no tuvo tiempo de reaccionar.

En ese momento ella daba gracias a su pareja por haberla enseñando defensa personal.

Corrió a por sus hijas y le contó lo que sucedió a su marido.

El punto está en que huyeron del navío y con un bote, que dirigía Avuar Bioko, llevando a su familia a lo que le pareció ver por el horizonte, llegaron a una isla, su salvación.

La isla NABE.

Poco a poco avanzamos con la trama, debajo de cada capítulo dejaré un pequeño diccionario para ir entendiendo como funciona todo.

Glosario:

*Ela Nguema: actualmente barrio que se encuentra en Guinea Ecuatorial.

*Avuar y Nchama: son nombres frecuentes de la isla de Bioko, que se encuentra en África. Ejemplos:  Avuar, Sepa, Biña, Castellón, etc.