🌸Quizás todo es un juego🌸

"Reina blanca"

Narrador omnisciente:

Aburrida.

Monótona.

Amargada.

Estirada.

Esas son algunas de las palabras con las que le habían descrito últimamente.

__¿Y tus padres te pusieron los apellidos de tus abuelos?__su pregunta sonó como una humillación a la vista de la mujer un poco mayor que ella y a la de la gente que les rodeaba.

La señora se encontraba parada frente a su escritorio lleno de papeles.

__Ania__su compañero de oficina soltó una pequeña risa, quizás por la sorpresa de la señora__Si, kie, ¿no es está  bien?

__Quiero que vallas a arreglar esto__rápidamente la mujer se altera__. Pon los apellidos de tus padres y luego vuelves.

__¿Qué? No pue...

__¡Ana Rosario Mangue!__grita y luego espera a la siguiente persona para atender, ignorando por completo a la señora.

Trabaja en SENEDOGE desde hacía aproximadamente dos meses, y simplemente tenía una palabra para describirlo: aburrido.

Su ropa a su parecer no tenía vida, ella había perdido su esencia.

Había terminado con un chico con el que llevaba mucho tiempo saliendo, su situación le daba lástima y justo por esa razón  cuando terminó con el trabajo fue directo a un lugar de comida rápida.

Tres panes de carne y un zumo vivesoy no le arreglarían la vida pero le calmarían la rabia.

Estaba en el suelo de su pequeño recibidor, mirando películas de 2004, con la luz apagada y el teléfono justo al lado.

El no le había escrito, ese era el vigésimo cuarto mensaje que le enviaba:

"TENGO 30 AÑOS, NECESITO VIVIR MI VIDA"

Estaba exagerando, pero no lo podía evitar, sentir que estaba exiliada, que su cuerpo ya no tenía espíritu...

Golpean a la puerta__¡¿Quién?! Carajo, si no respondes...

Justo cuando llega frente a la puerta, un papel se asoma por debajo y se hace un completo silencio.

Esta escrito en kombe y en el momento que lo lee:

__¡Si!__hace un pequeño baile de la victoria.

Ya lista para partir, abandona su apartamento con un bolso de campo enorme y vestida totalmente de blanco.

Su cabaña estaba vieja, hacía bastante tiempo que no llegaba por ahí, no le habían encargado misiones últimamente pero aquella noche... cuando su reloj sonó, supo que en poco tiempo llegaría su momento.

Finalmente no había sido una mala idea conectar un dispositivo avanzado al reloj de Kuya.

Su posición era estratégica, perfecta para no ser vista por los hombres parados frente a las entradas del edificio abandonado y así podría escuchar con claridad a través del audífono.

__¿Todo listo?__la voz de su objetivo suena a través del auricular, esa era la persona que dirigía todo lo que estaba pasando, por ahora solo tenía evidencias de eso.

__No salió según lo esperado, nisiquiera consiguió mantenerlas encerradas una noche__ese era un sujeto no identificado para ella.

__Toca plan B__todo parecía más bien una charla entre colegas o eso querían aparentar.

Ella permaneció escondida hasta más tarde, no llego nada más interesante hasta que, consiguió escuchar la voz que quería oír.

La de Riquechi.

Todo con su objetivo cambio, su tono y el vocabulario que empleaba.

__Riquechi__podría afirmar que había cierto favoritismo hacia esa chica__Habla.

La muchacha no respondió al instante.

Antes de llegar al lugar estratégico ella había leído toda la información recopilada por sus compañeros y según los datos ese hombre estaba mal.

El llevaba un historial alarmante pero no habían conseguido meterle entre rejas por mucho tiempo.

Una de las cosas que hizo es reclutar niños, entrenarlos y luego convertirlos en soldados a su completa disposición.

Pero por Riquechi había desarrollado algo, una obsesión atroz, que no le dejaba soltarla

__La están buscando__era como escuchar a una serpiente hablar__, ahora mismo ellas están aquí, bajo la protección de Bulá.

__¿Bulá?__repitió el confuso__creía que quería estar fuera de esto.

__Recobró las esperanzas de encontrar a su esposo.

__Bueno, igualmente necesito que te centres en la empresa del sur, hay problemas.

__¿Cómo dices?__se notaba que eso la molestaba.

__Cálmate, cuendo te necesite te llamo, no te quiero perdiendo el tiempo en eso.

__Si eso es lo que quieres... no seguiré molestando.

La puerta del lugar se cerró y su objetivo hizo dos llamadas irrelevantes.

Volvió a su cabaña totalmente cansada, llevaba mucho tiempo escondida.

Recibe una llamada de su jefe y terminan discutiendo por lo de siempre, al parecer ella no quiere un compañero.

Termina tirada en su pequeño sillón, con la cabeza echada hacia atrás.

__En qué te metiste Avuar...

La pregunta se pierde en el vacío y ella se duerme.

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Siento no haber actualizado durante tanto tiempo, tenía problemas con mi celular.

Pero calma, volví para quedarme y les traigo cosas frescas.