Ese mayordomo, en mi guarida
Ciel comenzó a parpadear para lograr que su vista se enfocara. No recuerda cuando es que se había ido a la cama. Lo único que recuerda es que estaba en la tienda de Beast cuando de repente Sebastián lo tiro dentro de un baúl.
-"Me habre quedado dormido en es momento?"- pensaba el conde.
Cuando por fin se despabilo por completo notó que no se encontraba en una tienda de circo, ni muchos menos dentro de un baúl. Se encontraba en una especie de teatro, uno bastante enorme, el cual tenía un escenario y detrás de este, colgando en la pared, una especie de enorme tela blanca. A los costados de esta atado aquellas telas de color rojo que utilizan como telón. El lugar en donde se encontraba sentado (cosa que se dio cuenta cuando se removió un poco para estirarse y ver mejor el lugar) era una especie de asiento bastante cómodo, casi parecido al sillón que tenía en su estudio con la clara diferencia de que esta estaba unida a otros asientos parecidos, creando una fila que era dividida por un pasillo (por lo que apenas pudo ver a lo lejos ya que había poca luz). Toda esta fila de sillas estaba elevadas a la misma altura que el escenario.
-¿Dónde estoy?- se preguntó el conde en voz alta. Inconscientemente se llevó su mano derecha hasta su ojo derecho, donde tenía, por suerte, su parche que tapaba el contrato que había hecho con su mayordomo demonio. También descubrió que llevaba puesto su traje azul de conde junto con el sombrero de copa y su bastón a sus pies.- ¿Q-qué demonios?- dijo mientras se veía. ¿Cuándo es que había dejado de usar la ropa que tenía puesta para pasar de encubierto en el circo?
Miró a todos lados cuando sintió que golpeó a alguien a su lado derecho. Alguien alto y con algo de músculos para su opinión.
Volvió a tocarlo y sintió que aquella persona tenía puesto un traje de mayordomo. Ciel intentó tocarle la cara, cosa que consiguió cuando se tuvo que subir a la silla y arrodillarse en ella, y descubrió que todo su cabello estaba cubriendo su rostro, un cabello bastante sedoso y algo largo.
De repente, unas pequeñas luces se encendieron para apenas si iluminaban lo suficiente. Pero solo eso le bastó a Ciel para ver que aquel sujeto con traje de mayordomo era Sebastián Michaelis.
Sin duda, lo que sorprendió verdaderamente a Ciel, es que él se encontraba profundamente dormido.
-Creí que los demonios no dormían- murmuró para si mismo. Luego, en voz alta, le ordenó:- Sebastian, levantate! No te dije que podías descansar!
Sebastian se removió en su asiento.
-Tsk- chasquo Ciel su lengua.- Te dije que te levantes! Es una orden!
Ahora Sebastian empezó a despertar lentamente mientras murmuraba: "yes, my lord"
Una ves que se despertó por completo miró hacia todos lados.
-Al final si lo hizo.- dijo Sebastian tranquilamente.
-Eh? De que hablas?- le preguntó Ciel.
-Nada de que deba preocuparse usted, bochan- dijo Sebastian con una Sonrisa.
De repente, se escuchó un quejido del lado izquierdo de la fila donde se encontraban.
Ambos giraron sus cabezas a dicha dirección de donde provenía el sonido. Con la poca luz visualizaron a un chico Rubio, el cual llevaba puesto, lo que parece ser, ropa de conde. A su lado izquierdo se encontraba un sujeto alto, con lentes y traje de mayordomo.
Estaban separados de esos dos por un asiento.
Otro sonido a la derecha de la fila hizo que Ciel, Sebastian y el chico Rubio junto con su mayordomo (quienes se despertaron rápidamente) miraran para ese lado.
Separado igualmente por un asiento, se encontraba una chica de vestido negro de mangas cortas, cabello negro largo ondulado y (por lo que apenas podían ver) de ojos color marrón oscuro. También llevaba puesto una tela que cubría parte de su cuellos, guantes negros largos hasta los codos y un pequeño sombrero con tela negra semitransparente (que probablemente utilizaría para tapar sus ojos) decorado con lo que parecía ser rosas negras.
A su lado (derecho) se encontraba un chico que aparentaba la misma edad o unos pocos más con vestimenta de mayordomo. Su pelo negro estaba alborotado pero a la vez peinado, el cual, le daban un toque sofisticado. Él también se estaba despertando. Una vez que se despertó pudieron ver que sus ojos eran de un rojo carmesí bastante simulado ya que parecían ser de color marrón rojizo. De piel pálida y sin ninguna imperfección. Parecía ser el chico perfecto para cualquier dama.
-my lady- llamó el mayordomo a la joven de vestido negro- Esta bien, my Lady?
-Cinco minutos mas James- murmuró la dama de negro tratando se volver a dormir.
-Joven Ama, le ruego que despierte. Esta no es su alcoba o ninguna otra de la mansión- siguió insistiendo el mayordomo de nombre James.
-Ugh- se quejó la dama y Empezó a despavilarse lentamente.
Una Vez que lo hizo, se sentó correctamente y empezó a mirar hacia todos lados bastante confundida.
-Dónde...?- Empezó a preguntar ella hasta que vio a Ciel y al otro conde rubio.- Ciel?
El mencionado la miró fijamente. Estaba seguro de que la habia visto en algún lado. Pero donde? De repente, algo en su memoria recordó haberla visto pero eso fue cuando ambos eran unos niños, específicamente antes de que Ciel perdiera a toda su familia.
-Raven?- preguntó Ciel esperando no equivocarse.
-Oh por Di- iba a exclamar la chica hasta que vio a su mayordomo incomodarse. Pasó unos segundos antes de que ella volviera a hablar- Oh, Ciel! Eres tu! No puedo creerlo! Estas muy distinto desde la última vez que te vi! Casi parece que no eres tu.
-Jajaja... Si... Que chistosa- dijo Ciel nervioso mientras, inconscientemente, acariciaba su anillo.- lo mismo podría decirse de ti. Estas vestida completamente de negro cuando antes decía que ese color representaba la tristeza y no se que mas.
La chica se Tensó, pero lo disimuló rápidamente.
-Han pasado muchas cosas. Ahora creo que el negro es mi color favorito.- le respondió.
-Hola! Yo sigo aquí!- gritó el chico Rubio saludando con la mano, en un intentó por llamar la atención de Ciel y Raven.
-Perdona... Quien eres tu?- preguntó Raven.
-Soy Alois. El conde Alois Trancy. Y él es mi mayordomo Claude Faustus.
-Hola- dijo el mayordomo de nombre Claude fríamente.
-Vamos, vamos, Claude. Deberías sonreír cuando te presentas a alguien.
-...-
-Es algo tímido. No se preocupen.- dijo Alois mientras abrazaba a Claude.
Ciel y Raven miraron al chico extrañados. Ellos jamas habían oído hablar del tal Alois. Aunque el apellido Trancy les sonaba bastante familiar.
Sin que ninguno se diera cuenta. Claude y Sebastian se estaban dando una mirada de muerte. Ellos, aunque no lo admitieran, reconocían esa extraña "presencia" que los demonios poseen. Esto les sirve para marcar territorio y, así, evitar ciertos conflictos. Aunque ellos no se conocían en el infierno si no que se conocieron, por primera vez, cuando aquellos sujetos estaban sacrificando a Ciel para tratar de invocar algún demonio.
Tuvieron una lucha intensa en donde Sebastian salió como ganador. Claude, recentido, le dijo que ya encontraría la forma de quitarle esa alma que poseia el conde pero él no le hizo caso. Quien diría que habría encontrado la forma en que pudiera estar en el mundo de los mortales sin que el Rey pudiera obligarlo a regresar al infierno.
Ahora tendría que estar mas atento que nunca.
-Encantado- la voz fría y neutra de Ciel los trajo a ambos demonios a la realidad.
-Igualmente- dijo Raven haciendo una pequeña reverencia.
-Yo soy Ciel. El conde Ciel Phantomhive. Dueño de la compañía de juguetes Phantom y todo lo que tenga el nombre de mi familia en el... Oh, si. Esto de aquí es mi fiel mayordomo Sebastian Michaellis.- eso último dijo señalando con la mano al mayordomo.
-Encantado de conocerlos- dijo Sebastian poniendo su mas encantadora sonrisa a la vez que ponía una mano en su pecho y hacia una pequeña reverencia. Aunque internamente estaba algo molesto con el conde por haberlo presentado como.si fuera un animal. Él no era una animal (o al menos en esas circunstancias). "Ya verá"- pensaba- "la próxima vez que pida un pastel de chocolate no tendrá la misma cantidad de chocolate de siempre."- luego de haber pensado eso, se auto reprochó- "Antes era el demonio mas temido. Ahora estoy pensando que la peor maldad que podría hacer es quitarle, tan solo, una poca cantidad de chocolate a un niño caprichoso. Suerte que el Rey no me ve, ya que estaría condenado eternamente en el abismo."
-Y yo soy Raven. Condesa Raven de White. Aunque también muchos empezaron a llamarme la Dama de Negro o Black Lady. Él es mi mayordomo, guardián y tutor James.
-Encantado de conocerlos a todos ustedes.- dijo James Haciendo una leve reverencia.- Y antes de que me lo pregunten, yo soy huérfano por lo tanto no tengo apellido. Estoy al servicio de la familia White ya que ellos me contrataron para cuidar de su muy amada hija.
-Una de las tres hijas amadas de Padre.- murmuró Raven con odio.
Sebastian y Claude miraron al chico fijamente. Algo les decía que ese chico no era normal, es decir, no era humano.
-Oh, veo que despertaron- dijo una chica la cual tenía cabello largo suelto de color negro, ojos verdes. Llevaba puesto un vestido negro de la época victoriana y en su cabeza un adorno que le hacía una ilusión de que tuviera orejas de dragón.
(algo asi era el vestido)
-TU!!- gritó Sebastián alterado.
Eso llamó la atención de todos los que se encontraban despiertos ya que jamás creyeron ver a ese mayordomo perdiendo el control de esa forma.
-Hola amors.- saludó la chica.
-CREÍ QUE ACORDAMOS EN QUE NO HARÍAS... ESTO CON MI BOCCHAN!- le gritó Sebastián mientras la señalaba con su dedo índice.
-y tu prometiste serme fiel. No todos cumplen lo que prometen, firulais.- dijo la chica bastante tranquila.
-Y dale con decirme Firulais. Solo porque ese chico de una pierna me lo dijo no significa que me lo puedes decir asi como si.-
-Firulais- dijo ella
Sebastián le gruñó,
-Si te portas bien no te exorcisaré.
Ciel y Sebastián se pusieron nerviosos. Nadie debía saber que él era un demonio.
-Pero ya todos los que están despiertos lo saben- susurró la chica hablando con los lectores de este fanfic. Luego se dirigió a los presentes- Tengo un video donde se muestra como eres exorcizado.
-No te creo- dijo Sebastián en un tono casi infantil.
-Ok. REPRODUSCAN EL PICNHE VIDEO!!- Gritó la chica a nadie en particular.
De pronto, en la tela blanca se empezó a proyectar lo que parecía ser una ¿Película?
Los presentes trataban de no reírse mientras duraba el video y cuando terminó. Sebastián, en cambio, estaba pensando las mil maneras de atormentar a ese humana.
-Pero en serio, déjame hacer esto y te regalo un video que puedes ver desde tu nuevo celular.- dijo la chica mientras se acercaba a Sebastián y le entregaba un extraña aparato negro.- Y por si quieres saber, este es el video que tienes instalado.- y dicho eso la pantalla volvió a cobrar vida.
(N.A. me hizo acordar a book of atlantic)
-Y bien, tienes algo que decir con respecto a lo que planeo hacer.- dijo la chica mirando a Sebastián, el cual tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas al ver tanta hermosura (me refiero a los gatos) al igual que James, con la excepción de que también le brillaban los ojos.
-Yo ya me olvidé de lo que planeas hacer- le respondió él.- "lo lamento joven amo, pero la pureza de esos magníficos gatitos me han cautivo como nunca antes"
-Buen chico.- dijo ella sonriendo satisfecha.
-En serio! Vas a dejarte convencer por unos gatos!- se quejó Ciel.
-Es que son Las criaturas mas puras y bellas que he visto en mi vida- dijo Sebastián mientras recordaba las tiernas imágenes de los gatitos.
-Ugh.
-De todas formas, no estoy mintiendo cuando digo que no recuerdo cual es la locura que va a hacer ella ya que acaba de borrarme ese recuerdo cuando me entrego este aparato moderno.- dijo Sebastián haciendo que todos lo miraran confundidos.- Oh, creía que habían notado cuando sacó su varita.- dijo mientras señalaba la mano derecha de la chica donde, efectivamente, tenía un palo de madera que lucía como una varita mágica.
La chica, en vez de negarlo, se rió asustando a los presentes.
-Bueno, será mejor que despierte a los demás antes de comenzar- dijo ella mientras que con un movimiento de su varita, apuntaba hacia los asientos de atrás,
Atónitos vieron que detrás de ellos estaban un montón de sus conocidos, tantos sirvientes como gente de la clase alta. También se encontraban algunas personas que no conocían. En conclusión: la chica parecía haber traído a casi toda las personas de Londres y su alrededores.
-Donde estamos?- preguntó Finny mientras se acomodaba su sombrero.
-ugh! Mi cabeza- se quejo Bard.
-Qué es este lugar?- preguntó Meirin a nadie en particular.
-Príncipe Soma, esta usted bien?- preguntó Agni a Soma quién asintió con la cabeza.
-Wow! No se que ocurre aquí pero el viaje estuvo muy loco- dijo Nina Hopinks.
-Eh? Y esto que és?- preguntó una niña de nombre Sullivan
-Mi reina, esta usted bien?- preguntaron varios guardias de la Reina Victoria, la cual asintió para calmarlos.
-Chicos, están bien?- preguntó Joker a sus compañeros de circo los cuales asintieron con la cabeza mientras veían a todas partes- Esperen, donde esta Smile?- preguntó él de repente.
-Ni idea- dijo Doll algo preocupada por el niño.
-"Esta aquí cerca, puedo olerlo", dice Emily- dijo Snake traduciendo lo que dijo su serpiente.
Cuando lo dijo hizo que se tranquilizaran un poco.
-Qué es este lugar?- preguntó uno de los policías de Scotland Yard, Fred Abberline
-Esto parece sacado de una novela de misterios- dijo Arthur Wordsmith
-Jijiji- se reía Undertaker al ver a una familia de nobles completamente desorientada al ver que no sabían donde estaban.
-Bueno, cálmense todos por favor- pidió la chica mientras guardaba su varita.
-Quién eres tu?- preguntó Lau curioso.
-Yo soy Chica Nocturna, pero pueden llamarme Night o Nocturna, como prefieran- respondió ella- Yo soy la que los trajó aquí por ciertas razones que se las diré en tan solo unos pocos segundos.
-Y por que estamos aquí?- preguntó nuevamente Lau.
-...
-...
-Acaso me estabas escuchando?- dijo Chica Nocturna con una cara neutra.
-...No... Lo siento.
-Ugh- se quejó- no importa.
-Y por que no nos lo dices ahora?- pregunta Elizabeth mientras levantaba su mano para ser notada.
-Pues por que primero tengo que traer a ciertas personas.- dijo misteriosa.
Y luego, con un movimiento de manos, una puerta apareció del lado derecho de la sala. Esta era de color blanco puro, con adornos de oro.
La puerta se abrió, dejando pasar a un montón de gente con ropas blancas al igual que sus cabellos que variaban entre el blanco y amarillo.
Todos quedaron con la boca abierta al verlos; la mayoría con asombro y curiosidad y unos pocos lo miraban con odio.
-Donde estamos- preguntó un hombre de traje blanco mirando a todos lados.
-Estan en una sala en la cual están todos los habitantes de Londres, algunos pueblos vecinos, otros que son importantes y ustedes. Y si se lo preguntan están aquí por algo que les voy a decir dentro de unos pocos minutos, así que por favor siéntense en los asientos del fondo de color blanco.- dijo Chica Nocturna mientras señalaba unos asientos alejados del resto.
De mala gana y confundidos, todos ellos fueron hasta donde les había dicho la chica.
Mientras caminaban por el pasillo que había en la sala que dividía las hileras de sillas, algunos pudieron notar que, detrás de sus espaldas, aparecían por unos segundos unas alas de angeles para luego volver a desaparecer.
Cuando todos se sentaron, el público fijo su atención al frente de la sala para ver que tramaba ahora la chica.
-Bien. Ahora- chica nocturna hizo otro gesto con sus manos haciendo que la puerta blanca desapareciera y fuera remplazada por una puerta de madera sencilla pero enorme.
Esta se abrió dejando entrar a varios hombres con trajes y mujeres con ropa de secretaria (parecidas a la clásica vestimenta de secretaria salvo que las faldas le llegaban unos centímetros mas a partir de las rodillas, haciendo que algunas damas y caballeros victorianos se escandalizaran) Todos tenían la peculiar característica de llevar gafas y unos extraños palos y otros elementos más extraños.
-Hola, bienvenidos, están aquí para ver algo que los involucra, sobre todo algunos miembros en específico, por lo que les pido, amablemente, que vallan a los asientos que se encuentran atrás de todo en medio de la sala. Gracias- dijo la chica antes de que alguien pudiera preguntarle algo.
Todos, confundidos, decidieron obedecer aunque también de mala gana.
Cuando todos pasaban por los pasillos que dividían los asientos, dos personas de su grupo se detuvieron en seco cuando vieron a dos personas en específico.
-hay no- se quejó Sebastián cuando reconoció al pelirrojo que había saltado hacían donde estaba él.
Lo mismo dijo James cuando vio una bola rosa abalanzarse sobre su persona.
-SEBAS-CHAN!!- gritó el pelirrojo mejor conocido como Grell.
-JAMESITO!!!!- gritó la cosa pelirrosa, la cual se trataba de una chica de nombre Shade.
un dibujo mio hecho a partir de una base que se puede encontrar tranquilamente en google imágenes. Yo solo la coloree. por cuerto ella lleva lentes rosa)
Ambos mayordomos se agacharon a tiempo para evitar el "abrazo" de esos dos.
-Sebas-chan!! por que siempre te haces rogar- se quejó Grell mientras se ponía de pie y se acomodaba su cabello que se había despeinado cuando chocó contra el asiento, donde momentos antes se hallaba sentado Sebastián.- Yo solo espero que nuestros hijos no salgan con tu carácter. Si tenemos suertes tal ve-
-Detente por favor. Me incomodas.- dijo Sebastián harto del parloteo del shinigami pelirrojo.
-James!! Niño malo!! Raven!! Dile a tu mayordomo que así no se tratan a las damiselas!!!- dijo Shade de forma dramática mientras se alisaba su vestido (el cual trajo miradas indignadas de las personas de la época victoriana)
-Tsk- chasqueó la lengua James.
-Es un gusto también volver a verte Shade- dijo Raven ignorando lo ocurrido momentos antes.
-Siempre es un placer verte, mi amigis!- dijo Shade mientras abrazaba a Raven. Esta última no le correspondió el abrazo.
-Oye! Suelta a mi joven ama ahora!!- Se quejó James mientras empujaba a Shade lejos de Raven.
-Ugh! Lo siento!- se quejó ella mientras volvía a acomodarse el vestido. Luego se acercó a James para poder susurrarle:- Siempre olvido que ella te pertenece en más de un sentido.
James se alejó de ella con una mirada molesta en su rostro.
Shade se rio antes de volver con su grupo pero notó que ni ella ni Grell (que se encontraba allí debido a que Sebastián lo había aventado como si de un costal de papas se tratase)
-Oigan... y nuestros asientos?- preguntó Shade viendo hacía todos lados.
-Están aquí- dijo William serio. Este se encontraba sentado detrás de los sirvientes de los respectivos tres condes que se encontraban sentados en la primera fila.
Pero no era el único que se encotraba allí. También estaba sentado otros shinigamis: uno ingles y dos alemanes.
Ambos, Grell y Shade, intercambiaron miradas antes de abalanzarse hacía los asientos vacíos con sus nombres.
-Lo que me faltaba- murmuraron a la vez Sebastián y James.
Grell y Shade se fueron casi volando a sus respectivos asientos.
-Y ahora el último grupo- dijo Night mientras la puerta desaparecía por unos segundos para luego volver a reaparecer. Esta vez era de madera color negro.
Una vez que la puerta se abrió, un grito sobrenatural retumbó en toda la sala.
Muchos se asustaron pero miraron con suma curiosidad por el lugar en donde había provenido el sonido: la misteriosa puerta.
-Ay no- murmuró Sebastian reconociendo inmediatamente aquel grito.
De repente, de la puerta salió un chico con un traje de cuero negro ajustado, con dos cuernos sobre su cabeza y unas pequeñas alas negras en su espalda. Pero no salio corriendo o caminando, si no que salio deslizándose con las rodillas apoyadas.
-YAAAAAAY!!!- grito mientras se deslizaba hasta caerse de cara contra el suelo, (todavía seguía deslizándose) Cuando frenó, levantó su mano haciendo una estraña señal mientras murmuraba: Eso si que fue otra onda!
-Y VOLO VOLO SE FUE VOLO. VOLO SE FUE VOLO EL CUERVO!- salió cantando una chica. Tenia la misma vestimenta que el chico (de cuero y ajustado al cuerpo) pero mas reveladora.
Algunas mujeres se escandalizaron al verla vestida así pero a la chica no pareció importarle.
-Calla mujer!!- le dijo aquel chico mientras se paraba como si nada hubiese hecho.
-Jamas!!- dijo ella mientras reía de oreja a oreja, luciendo un par de colmillos bien afilados.
-PAPÁ!- Gritó el niño mientras hacia un berrinche.- Halrinach me esta molestando!
-No Es cierto!!
Mientras peleaban, la sala comenzó a llenarse de mas seres con casi las mismas caracteristicas que esos dos. (Ropas negras, la mayoría hecha de cuero, alas negras de cualquier tipo, es decir, algunas parecían de cuervos, otras de mariposas y otras de murcielagos entre otras)
A Ellos parecían no importales para nada la pelea. En cambio, parecían este teniendo un concursos de miradas de muerte con los ángeles y con los shinigamis.
-Dejen de pelear!- bramó una voz que provenía de la puerta.
Todos las personas que habían salido de esa puerta quedaron en silencio.
Sebastian y Claude temblaron de miedo. Ni siquiera trataron de disimularlo.
James también tembló pero lo disimuló... Bastante mal.
Los ángeles solo sintieron repugnancia ante aquella voz mas no pudieron evitar sentí cierto temor.
Los shinigamis solo se divertían al ver a todos esos demonios actuando como ratas cuando ven que se acerca su final.
Los demás, bueno, no entendieron el comportamiento de ninguno de esos seres.
-Es Él...- susurró Sebastian.
-Quién?- preguntó Ciel confundido pora actitud de su mayordomo.
-Satán- respondió el mayordomo.
De pronto, un hombre con cabellera blanca, ropa negra y de tela muy fina y cara, con cuernos filosos y con un poco de sangre en las puntas y cubierto por completa de fuego azul y negro entró por la puerta.
Todos los demonios se inclinaron ante su rey.
Sebastian, Claude y James hicieron una pequeña inclinación de cabeza.
-Ya están bastantes grandesitos para pelear- dijo el hombre mientras miraba a sus hijos.
-Pero- quisieron protestar los chicos pero Satán los mando a callar con tan solo una mirada.
-Ese olor...- murmuró Satán reconociendo el uno de sus demonios mas poderosos (despues de él, claro)
-Muy bien, ya que ustedes están aquí podrían, por favor, sentarse en los asientos del fondo color negro?
-Ya que- murmuró Satán. Luego de dirigio a todos sus súbditos e hijos- DEMONIOS!!! SEGUIDME!!!
Todos los seres del averno (ignoraba los gritos de horror de las personas y ángeles, los cuales les gritan impuros), lo siguieron hasta los asientos de atrás de todos.
En el camino, muchos demonios reconocieron a Sebastian y, sin disimular, empezaron a babear al ver el alma que iba a devorar.
Ciel se puso incómodo, cosa que Sebastian lo notó y empezó a mostrar un aura oscura, solo para alejarlos. Agradecía mentalmente que ellos no hayan dicho que también era parte de su comarca.
-Bien, ahora solo faltan que ingresen ciertas personas y luego les explicaré que hacen aquí- dijo la chica.
Esta vez hizo señales hacia una entrada que había en el lugar. De este salieron algunos humanos que llamaron la atención de casi todos ya que esas personas habían muerto hace tiempo.
Los que mas destacaron de esa pequeña multitud, fue una señora vestida completamente de rojo al lado de un seno con ropas normales de la época. Otra era una pareja que eran conocidos lo casi todos los presentes.
Ciel se quedó sin aliento al ver a esas personas.
Ignorando las exclamaciones sorprendidas de los presentes, Chica Nocturna prosiguió a seguir explicando.
-Muchos deben reconocer a algunas de estas personas pero las que no dejenme explicarles que ellos son personas que... Bueno, fallecieron hace tiempo pero ahora ya no lo estan gracias a... Mejor ni les digo. Ustedes vayan a sentarse en donde están sus nombres.
Las personas revividas se fueron a sentarse mientras saludaban a sus familias y amigos que no una un visto desde hace tiempo.
Alois abrazaba fuertemente a Luca quien no paraba de
preguntarle el porque estaba vestido asi.
Grell se acercó a Madam Red diciéndole que no era nada personal el hecho de haberla matado (nadie escuchó eso ya que estaba murmurando)
Rachel y Vicent se acercaron a donde están su hijo quien parecía ser una estatua ya qye se habia quedado inmóvil.
-Tu eres...- comenzó a decir Vincent pero Ciel lo interrumpió.
-Ciel. Soy Ciel... Papá- dijo el chico mientras miraba a su padre e intentan taparse el parche con su cabello.
-Oh... Ciel- dijo Rachel mientras abrazaba a su hijo con fuerza.- Eso significa que-
-Si- volvió a decir el joven que aun están sorprendido de volver a ver a sus padres con vida.
Ni Rachel ni Vincent dijeron algunos por unos minutos.
-Al menos tu estas bien- dijo Rachel mientras dejan de abrazar a su hijo.
Esas palabras hirieron un poco a Ciel pero lo disimuló rápidamente.
-Eh? Hijo que te paso en el ojo- dijo Rachel al ver el parche su cubría el ojo derecho de su pequeño.
-Fueron ellos?- preguntó su padre algunos enojado.
-Mas o menos- respondió Ciel.
Sus padres iban a decir algo mas cuando de pronto una bola negra salto encima de Ciel.
-Waaaa!- gritó el joven cine llamando la atención de todos los presentes.
Un perro negro y grande se encontraba ladrando mientras se encontraba apoyado sobre Ciel.
-Sebastian!!
-Si Bocchan?- dijo el mayordomo viendo con asco al perro a la vez que escondia a su preciosa gatita negra, que había llegado allí también, debajo de su asiento.
-No tu idiota!!!- le gritó Ciel molesta.- Me refiero al perro!!!!
Los sirvientes de la mansión Phantomhive tuvieron que ocultar su risa al notar que el mayordomo y el perro tenian el mismo nombre. En cambio, los demonios, angeles y shinigamis se reian a viva voz. Sobre todo los demonios ya que conocían el repudio que tenia aquel demonio sobre los canes.
El perro Sebastian siguió ladrando hasta que Vincent le ordeno dejar a Ciel en paz.
-Gracias, papá- dijo Ciel mientras dejaba que su mayordomo le acomodara la ropa. La verdad se sentía raro volver a llamar asi a sus padre nuevamente.
-Que raro. Él nunca se comportaba asi. Solo con-
-Si. Que raro, no?- volvió a interrumpirlo Ciel.
Sebastian se río en silencio mientras terminaba de sacar el último pelo del perro.
-Y tu de que te ríes?- le preguntó Ciel mirando a su mayordomo.
-De nada, joven amo. De nada- le respondió este.
-Uh? Quien es él?- preguntó Vincent al notar (recién) al mayordomo el cual tenia un extranjero parecido con él.
-Tu futuro Yerno- murmuró Chica Nocturna. Curiosamente este fue escuchada solo lo Alois, Claude, Raven, James, Sebastian y Ciel. (estos dos últimos se quedaron en Shock por unos segundos)
-Eso lo sabrán dentro de poco- dijo la chica, esta vez aclarados la garganta para ser escuchados por todos- Ya que esa es la razón por la que los traje aquí- ante las miradas confundidas de todos, prosiguió- De hecho, veremos la historia del Conde Ciel Phantomhive y de su (sexy, perfecto, sensual) mayordomo Sebastian Michaelis.
Los mencionados palidecieron y el hecho de que todos los miraran no ayudaba.
-Pero no son los únicos, ya que luego veremos la vida de Alois Trancy y su mayordomo Claude Faustus y la vida de Raven White y su mayordomo James.
Ellos también palidecieron.
-Y sin nada nas que decir, Comencemos!!!
Y con eso la pantalla se iluminó, mostrando el titulo de la serie.
Kuroshitsuji.
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