Ese papá demonio, nombrando
[Probablemente me quede sin internet por un tiempo, adelantaré los dos capítulos de esta semana por si acaso, en todo caso no habrá actualización hasta la siguiente semana. Gracias por su comprensión
Atte: la autora Hina]
||Narra Ciel||
Ya habían transcurrido cuatro meses de embarazo, mi vientre era más notorio pero no tanto como me lo llegué a imaginar, estaba a un poco mas de mitad de tiempo antes de que naciera mi pequeño, porque sí, según lo que me había dicho Tomoe en la visita del día de anterior, por el alma del bebé, él podía ver que era un varón, el cual estaba creciendo de manera saludable gracias a los buenos cuidados que estaba teniendo respecto a todo.
Pero eso solo podía ser gracias a Sebastián, que cada día se informaba al respecto, obteniendo información de todas partes del mundo y siguiendo recomendaciones que Tomoe y Sullivan le daban.
<-~×∆×~->
El día de hoy todos se habían reunido sin avisarme para traer regalos para mi pequeño, quien debía admitir era sin dudas el niño con mejores cosas que jamás podría existir en el linaje noble de la familia Phantomhive e incluso de la familia real.
Sullivan había hecho centenares de inventos tanto para sus cuidados como para que jugara. Lizzy a escondidas de su familia le había comprado centenares de vestimentas para toda ocasión. Soma ni siquiera había escatimado en gastos y le compró tantas cosas, en especial juguetes, tanto de su país como de otros lugares que visitó junto a Agni, tantos habían sido que el cuarto que iba a pertenecerle estaba a reventar e incluso los sirvientes se habían cooperado entre ellos para comprarle un que otro juguete humilde pero que sin dudar tenían sus mejores intenciones. Finalmente su tío, mi hermano, se esmero en sacar una línea completa de juguetes solo para su sobrino.
Shieru, Sebastián ¿Ya saben como van a llamarlo? ¿Han pensado en algún nombre?-. Estábamos en el jardín tomando el té todos juntos cuando mi prima hizo aquella pregunta que nos tenía en una pequeña disputa a mí y al idiota de mi esposo.
Sí, yo ya he pensado en un nombre desde mucho antes de siquiera concebirlo, pero el idiota demonio que tengo por esposo no esta del todo convencido y ha estado buscando otras opciones desde que sabemos que efectivamente era niño, antes habíamos llegado al único acuerdo de que si era niña la llamaríamos Rachel pero con el nombre de niño yo solo podía aceptar que se llamase Usami-. Vi como Sebastián soltaba un suspiro cuando mencioné el nombre, sabía que no le era del todo desagradable pero aun no lograba convencerlo, más tarde o temprano lo haría.
Cariño, aún podemos buscar otras opciones, ya tengo dos de hecho, si tan solo te dignaras a escucharme...-. No quería comenzar una discusión en aquel momento, no estaba de ánimos y tampoco quería alterarme por si acaso afectaba al bebé, pero el nombre del bebé en si ya debía decidirse.
¿Y si dejan que el bebé decida? Tan solo díganle que se mueva si el nombre le gusta ¿No pueden hacer eso acaso?-. Nunca creí que llegaría un momento en el que creyera que Soma podía proponer tan brillante idea, la cual no era mala.
Lo que mi pequeño decidiera entonces estaría bien para mí y tal parecía que a Sebastián también le parecería bien. Me puse de pie y Sebastián se arrodilló junto a mí para poder hablarle a mi vientre, todos estaban viéndonos expectantes a lo que fuese a ocurrir.
Pero yo me sentía un poco confiado a decir verdad, pues desde que supe que nacería tenía la corazonada de que sería varón y por ello cuando estaba a solas solía hablarle llamándole por el nombre que conocía desde mis primeros sueños con mi hijo.
||Narra Usami||
Estaba tranquilamente durmiendo desde hace un rato, pero había despertado cuando sentí que pronto sería el momento en que mi papá comería algo dulce.
Podía escuchar muchas voces alrededor nuestro, tal vez tenía invitados ese día o habíamos salido a alguna parte, no estaba seguro, después de todo estaba encerrado aquí en este lugar, así que me era imposible saber que sucedía.
Pero eso no importaba, yo tan solo deseaba comer algo dulce pronto, por suerte mi deseo se cumplió.
<-~×∆×~->
Mientras disfrutaba de lo que comía mi papá escuché que discutían por mi nombre, eso fue raro en mi punto de vista, yo tenía entendido que me llamaba Usami, era por ese nombre por el que me llamaban desde que pude escuchar la voz de quien me tenía dentro suyo.
Mi pequeño, tu padre y yo queremos que hagas algo, necesitamos que te muevas aunque sea un poco para que nos digas cual quieres que sea tu nombre, Sebastián dirá primero sus opciones y luego yo, se que eres muy listo, así que cuando repitamos de nuevo las opciones te moveras de acuerdo al nombre que más te guste ¿Esta bien?-. Esa era la voz de mi papá, para darle a entender que había comprendido lo que dijo me moví un poco.
Pude escuchar las voces asombradas de otras personas diciendo que era impresionante que entendiese lo que me decían.
Bien hijo, estas son mis opciones: Dante y Ren, esos nombres son los que más me gustan de mi lista hasta el momento-. Ese tono de voz era por supuesto la de mi padre, sin embargo los nombres no me gustaban mucho, además de que me sería difícil acostumbrarme a alguno de ellos.
...El mío es Usami por supuesto, te lo he contado muchas veces mi niño, en mis sueños así te llamabas...-. Eso era cierto, un par de veces papá solía contarme que en ocasiones soñó con un pequeño niño el cual era su hijo y que este se llamaba de esa manera: Usami.- Bien, tu tío repetirá las opciones y te moveras según el que te guste para que sea tu nombre ¿Entendido?
Tal como dijo mi papá, mi tío, quien tenía una voz bastante similar a la suya pero que yo podía diferenciarla muy bien, repitió primero los nombre que dio mi padre, no hice movimiento alguno hasta que dijo el nombre que mi papá quería, pude escuchar como el rió con ganas mientras se burlaba por el hecho de que era la opción que él quería para nombre el cual yo preferí.
Si ese es el nombre que él quiere entonces no me queda de otra más que dejar que así sea... Esta vez ganaste cariño, pero creeme que no será así siempre... Bien Usami, espero realmente estés feliz con ese nombre, cuando nazcas y crezcas no quiero reclamos por el ¿De acuerdo?-. No creía que fuera a reclamar aquello, después de todo era el nombre que mi papá había elegido y por el cual me llamaba con mucho cariño, jamás reclamaría por llamarme Usami.
Oye Sebastián ¿Puedes darme mas de esa tarta de manzana con nueces? Tengo hambre todavía-. Ahora que el asunto del nombre estaba arreglado sentía más hambre y eso que había probado antes de que discutieran estaba realmente delicioso, quería un poco más.
Ya no queda nada, se acabó cariño...-. Fueron las más tristes palabras que había escuchado en todo el día, no podía ser cierto que se hubiese acabado, quise exigir más.
¡Entonces ve a preparar otro, no te quedes allí como idiota, Sebastián!-. A veces era bueno que papá entendiera lo que sentía, ahora era seguro que mi padre haría otra tarta y podría comer dentro de nada.
No, debes esperar al postre de la cena si quieres algo dulce de nuevo, recuerda que no debes consumir tantos postres en un solo día... ¡Y no vale usar el contrato para satisfacer tu capricho Ciel, que se que estabas a punto de ordenarlo!-. Otras veces no era bueno que mi padre fuera tan estricto con la ingesta de postres, pero yo en verdad quería algo dulce, no era justo.
Vamos Sebastián, un poco más de tarta no le hará daño, toma Shieru, a mí todavía me queda media rebanada, puedes comertela ¡Seguro que Usami estará feliz si la comes!-. Ese tono de voz, si mal no recordaba, pertenecía a Lizzy, bueno, así era como mi papá le decía.
Ella era realmente buena al querer darme su tarta, debía agradecerle algún día por ese gesto.
Señorita Elizabeth, no es correcto darle tanta azúcar al bebé, fue indicación de la señorita Sullivan para que estuvieran sanos los dos ¿No es así?-. Nuevamente mi padre estaba siendo muy estricto respecto a lo que comía.
Pude escuchar la voz de Sullivan afirmando lo que decía, luego escuche la voz de Lizzy triste por no poder lograr que comiera mas tarta, pero el que en verdad estaba triste era yo.
Bien, esperaré al postre de la cena pero tu no recibirás un solo beso en todo el resto del día Sebastián, que lo sepas-. Al parecer papá se había enojado por que no le dieran más tarta, suponía que a parte de lo que yo quería él también deseaba comer más.
Realmente eres injusto conmigo, cariño... Ahh... Hay galletas con chispas de chocolate ¿Si te doy algunas por lo menos me darías un beso?-. Gracias a esas palabras pude escuchar que quienes estaban con mis padres rieron un poco, no entendía el porque, pero yo tan solo atine a moverme para dar a entender que quería de esas galletas.- ...Vaya, tal parece que nuestro hijo quiere de esas galletas... Tengo la creencia que tú, al igual que tu papá, son muy amantes de los dulces, seguramente no me darán descanso alguno pidiéndome postres a cada cinco minutos.
||Narra Sebastián||
Había tratado de darle un nombre distinto al que mi amado quería darle a nuestro hijo, pero fallé irremediablemente.
Él ya había mas que aceptado el llamarse Usami, pero no importaba, siempre y cuando fuese feliz con dicho nombre, aunque eso también me costó soportar la altanería de mi esposo, que estaba más que confiado en que el bebé aceptaría ese nombre.
Mas no sabía la razón de ello, pero algún día la descubriría por mientras le dejaría disfrutar aquella pequeña victoria, cuando jugaramos algún juego de esos que tanto disfrutaba, le ganaría de manera contundente.
Por el momento fui a la cocina para traer las galletas que había preparado para después de la cena pues iba a dárselas de una vez a mi amado y pequeño esposo, ya que él y el bebe tenían todavía ganas de consumir algún dulce.
Me sentía bastante feliz después de todo lo que estaba ocurriendo en mi actual presente, era bastante bueno a decir verdad, demasiado para alguien como yo, un demonio que engañaba y se aprovechaba de los deseos egoístas de los humanos para poder satisfacer su hambre.
Pero yo ya no era eso, yo ya no tenía esa necesidad tan primitiva, por llamarle de alguna forma. Bien podía ser que otros de mi especie pudieran creer que había cambiado para mal, que lo que estaba viviendo no era mas que una tonta ilusión humana que no debería seguir permitiendo que se desarrollara, pero sinceramente eso no importaba, el cambio en la vida que llevaba ahora no me molestaba.
...
Un demonio estaba condenado a vivir dentro de una aburrida monotonía que tan solo hacía de la vida eterna una completa basura y desperdicio, pero yo no estaba condenado a ello, tenía a mi propia familia que viviría lo mismo que yo, estaríamos eternamente juntos.
La creencia religiosa decía que los demonios solo podían vivir un infierno por no seguir la palabra de su dios.
Pues yo era la excepción, había encontrado mi propio paraíso, vivía en mi propio pedazo de cielo en el mundo humano junto a los que apreciaba. A pesar de que yo me creí incapaz de poder sentir algún sentimiento de esa índole.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro