Ese papá demonio, festejado
||Narra Ciel||
Han pasado un par de meses luego de la fiesta de cumpleaños que nos hicieron a mí y a mi hermano, aquello me hizo pensar en algo importante a lo cual jamás le había dado interés en su momento.
Sebastián como tal no tenía un cumpleaños.
Yo no podía festejarle como él lo hizo conmigo como agradecimiento, o por lo menos así lo pensé en su momento, pues estando recordando varias cosas del pasado, entre ellas los meses antes de hacer el contrato con Sebastián, me di cuenta que no faltaba mucho para esa fecha en la que nos conocimos.
Esa fecha, por curioso que pareciera, coincidía con nuestro aniversario de bodas, por lo que siendo así yo quería hacerle algo por mi propia cuenta.
Era una pésima idea tomando en cuenta que no sabía hacer mucho por mi mismo, pero que más daba, prepararía una cena íntima para ese día o dejaba de comer dulces el resto de mi vida.
Aun faltaban 3 semanas para la fecha estimada, tendría un poco de tiempo para prácticar, así que busqué algún recetario en la biblioteca y me dispuse a preparar un menú especial.
<-~×☆×~->
Había pasado ya una semana y mis progresos eran casi inexistentes, había explotado dos veces el horno y me había deshecho de varios de mis trajes por culpa de mis fallidos intentos de cocinar.
Sebastián había estado intentado averiguar porque de pronto me surgió la necesidad de cocinar, parecía preocuparle que ya no lo necesitara más adelante, tuve que mentirle al respecto diciendo que era solo un capricho mío.
Sin embargo, eso hizo que insistiera en que podía enseñarme, tuve que rechazarlo en varias ocasiones debido a que no quería que me ayudara, que era cosa de orgullo.
Eso lo calmó por un par de días, pero conociéndolo no se mantendría al margen por mucho tiempo.
Ahora estaba de nuevo en la cocina, no había nadie más que el gato que hoy no estaba a lado de Usami como de costumbre, eso era raro pero no le tomé importancia, solía estar ciertos tiempos conmigo, en especial cuando mi hijo tomaba siestas siendo cuidado por Sebastián.
Como sea, estaba leyendo de nuevo el recetario cuando me dispuse a intentarlo una vez más, coloqué los ingredientes a usar sobre la mesa y deje el libro abierto para leer la cantidad de todo.
Al principio todo marchaba bien, la preparación previa era la correcta, ahora seguía cocinar algunas cosas antes de meterlas al horno.
¡Maldición!-. No es nuevo lo que sucedió, me había quemado con el sartén otra vez y casi lo tiraba.
¡Cariño! ¿Estas bién, por qué gritaste?-. Por suerte no se me cayó, pero mi grito hizo que Sebastián llegará corriendo a ver que me sucedía.- ¿Otra vez queriendo cocinar? ¿Cuánto más durara este capricho tuyo?
Eso que te importa a ti, dejame solo, esta vez me saldrá bien-. No me había girado a verle, estaba concentrado aun en sazonar lo que tenía en el sartén, él se había acercado a ver donde me quemé.- Estoy bien, solo arde un poco pero se curara pronto... ¡¿Q-qué haces id-idiota?!
Tan solo te ayudo a que no sientas ardor...-. A pesar de que dijo eso, Sebastián estaba lamiendo de manera lenta sobre la pequeña quemadura y eso causaba un sin fin de sensaciones nada correctas y decentes en mí.
D-deja de hacerlo, vete de una vez, arruinaras lo q-que estoy haciendo Seba-. Antes de que pudiera seguir hablando me robó un beso, pero no uno corto.
No, Sebastián se había empeñado en volverlo exigente y apasionado.
Las piernas comenzaron a fallarme a causa de ese beso pero él lo notó y me cargó, nos seguimos besando estando yo ahora sentado sobre la mesa, comenzó a acariciarme metiendo sus manos debajo de mi ropa mientras ahora besaba mi cuello, me estaba dejando llevar rápidamente hasta que cierto aroma me hizo reaccionar.
¿Eh? Ese aroma... ¡Se esta quemando! ¡Quítate!-. Sebastián estaba por quitarme la ropa y de un fuerte empujón lo aparte, me acerqué a apagar la estufa, lo del sartén se había quemado.- ¡Genial! Por una vez que me estaba saliendo bien y solo había sufrido una pequeña quemadura y se termina quemando por estar de indecente en la cocina... ¡Es tu culpa maldito demonio lujurioso!
¡¿Demonio lujurioso?! ¡Cariño ya deja ese capricho de querer cocinar, no es lo tuyo, además no me gusta que te dañes por intentarlo, deja que yo cocine, haré lo que quieras!-. Interrumpí lo que decía lanzándole una cacerola que estaba a la mano, por supuesto él la detuvo antes de que le pegara en la cara.
¡No quiero que hagas nada, lo haré por mi mismo, quiero hacerlo yo! ¡Vete de aquí, volveré a intentarlo y no quiero que cierto demonio este aquí tentándome a hacer cosas indecentes en la cocina!-. Le señalé la salida de la cocina pero el parecía reacio a no querer irse, lo cual me obligó a hacer algo que no quería.- ¡Es una orden, Sebastián!
Eso fue más que suficiente para hacerlo irse, pero pude notar que estaba frustrado, sentía culpa por ello, pero hacia todo esto por él así que tan solo era cuestión de seguir intentando, mi sorpresa debía ser de su agrado.
<-~×∆×~->
Ha transcurrido otra semana, esta vez los accidentes se han reducido y mis intentos de cocina Pluto se los come cuando se los doy, así que ese es un progreso para mí.
Sebastián seguía queriendo averiguar mis razones de cocinar algo, por suerte era tan idiota que no daba con la respuesta correcta, pero no le faltaba mucho para hallarla, por ello debía apresurarme a que saliera bien mi comida.
Además, ya no solo era él quien quería saber porque quería cocinar, todos en la mansión se lo preguntaban, deshacerme de ellos era más fácil, pero aun así eran insistentes.
El pequeño gato seguía acompañándome mientras trataba de cocinar, su presencia no me molestaba así que lo dejaba estar ahí solo si no me estorbaba, solía darle un tazón de leche para que estuviera más tranquilo en lo que estaba conmigo.
<-~×∆×~->
Solo faltaba un día para nuestro aniversario, ya no me había sucedido ni un solo accidente en la cocina y Pluto comía con gusto lo que cocinaba, era un buen catador a fin de cuentas.
Había dado la orden a los sirvientes de irse a la otra mansión en la noche, le pedí a mi hermano que se fuera con ellos, además le había pedido con antelación a Lizzy que viniera por Usami en la tarde y se fuera con ellos, quería la casa sola para nosotros durante nuestra cena.
Un último ensayo antes de la fecha solo para afinar detalles fue lo que hice en la tarde, el resto del día fue normal.
A la mañana siguiente me desperté antes que Sebastián y busqué lo necesario para decorar el invernadero pues planeaba hacer la cena allí.
Cuando Lizzy vino por Usami, Sebastián ya no se pudo mantener más tiempo callado y al margen de lo que hacía, yo ya había terminado de cocinar y estaba en mi cuarto arreglándome para la cena.
¿Ciel que estas planeando? ¿Qué me estas ocultando? ¿Por qué pediste que todos se fueran ayer en la noche? Incluso pediste que se llevaran a Usami hoy-. Sebastián había entrado sin aviso, no me sorprendió aquello, de hecho era lo que quería.
Arreglate, te estaré esperando en el invernadero en media hora ¿De acuerdo? Allí te explicaré todo, mi amado e idiota demonio-. Con la corbata en mano, la utilice para acercarlo y robarle un beso, le sonreí y me fui mientras me la ponía, de reojo vi que se quedo allí pasmado.
Baje las escaleras con prisas para llevar todo y poner la mesa, en menos de la media hora ya estaba puesta, encendí las velas y espere a que llegara mi tonto esposo.
||Narra Sebastián||
Estaba totalmente desconcertado, desde hacia unas semanas mi amado estaba comportándose un tanto extraño, se pasaba gran parte del día encerrado en la cocina intentando hacer unos platillos.
Era raro que hiciera eso cuando fácilmente yo podía cocinar aquello que quisiera, pero por más que trataba de dar con sus razones no me era posible.
Me pidió que me arreglara luego de que me dio un beso sorpresivamente cuando finalmente había decidido confrontarlo.
Sin más remedio así lo hice, había visto a detalle que ropa utilizaba en ese momento así que busqué el que hacía juego.
De inmediato, y cuando ya estaba por cumplirse la media hora que mencionó, yo ya me encontraba en frente del invernadero, abrí la puerta y me encontré con el lugar humildemente decorado, en la mesa donde él solía tomar el té se encontraba mi amado junto a esta arreglándose un poco el cabello y la corbata.
¿Cariño y todo esto? ¿A qué se debe?-. Dio un respingo cuando le hable, estaba algo distraído al parecer pero rápido recuperó la compostura, yo me acerqué hasta él e hizo una seña para que nos sentaramos.
¿Sabes que fecha es hoy?-. Iba a decirle que 26 de abril... el día de... nuestra boda...
¡Con su extraño comportamiento no había recordado esa fecha tan importante, era nuestro primer aniversario!
Estuve por perder la compostura y él pareció notarlo porque se puso a reír sin pena alguna.
Me cuesta... jaja... creer que lo hayas olvidado, pero esta bien, eso resultaba mejor para mí, así todo esto sería una total sorpresa para ti-. Estaba avergonzado por ello, nuevamente por su culpa cometí un error que no sucedería si no lo amara tanto y me fijara a detalle en lo que hacía.- Supongo que solo te estas acordando que es nuestro aniversario, pero hay algo más Sebastián...
Hizo una pausa, yo trataba de pensar a que se refería pues sus palabras eran desconcertantes ¿Qué otra cosa estaba relacionada con esta fecha?
¿Te acuerdas cuando realizamos el contrato, cuándo me salvaste de ese infierno en el que estuve por meses? Yo no soy capaz de olvidarlo, por supuesto ya no lo recuerdo de manera mala, es solo un acontecimiento que forjó un futuro asombroso para mí-. No solía guardar en mi memoria las fechas en que solía realizar los contratos pues me eran insignificantes, lo único relevante era el alma a consumir, por ello no estaba seguro de lo que podía estar insinuando.- Estuve pensando luego de la fiesta de cumpleaños que organizaste para mí y mi hermano que también quería hacer algo similar para ti, pero estaba consiente de que tú no tienes una fecha de cumpleaños como tal, así que he querido hacer de la fecha en la que nos conocimos y te di ese nombre como tu cumpleaños... Por cierto, me disculpo que haya sido el nombre de mi perro el que te di, me hizo gracia...
Sus palabras me habían conmovido enormemente...
Hasta que mencionó lo último, realmente ese detalle en su momento me molesto bastante y me había prometido que me las pagaría por ello, pero ahora ese nombre me era muy especial... Aunque fuese inicialmente el de su perro
No quiero ser muy sentimentalista, así que de manera breve... Feliz cumpleaños y primer aniversario Sebastián, gracias por haber aceptado hacer ese contrato conmigo, gracias por todos los años que me serviste fielmente, gracias por haber aceptado mis sentimientos hacia ti, gracias por amarme, gracias por darme tanta felicidad... gracias por todo en general, realmente te amo mi infernal mayordomo~-. Mientras me decía las gracias había tomado mis manos sobre la mesa y entrelazó nuestros dedos de manera delicada, me sonrió de manera especial, una sonrisa solo dedicada para mí.
...¿Cómo eres capaz de dejarme sin palabras tan fácilmente Ciel?... Soy yo quien debo agradecer, me haz dado tanto, le haz dado lo insólito a un demonio que no merece a tal amado, que no merece nada en absoluto porque solo ha vivido aprovechándose de los humanos... Muchas gracias por todo estos sentimientos, por la familia que me diste, por los buenos momentos a tu lado, por todo, por absolutamente todo-. Separe mis manos de las suyas solo para ponerme de pie y poder darle un debido beso, uno en el que pudiera transmitirle todo lo que sentía por él, por ese pequeño y caprichoso amo y esposo.- Yo también te amo mi caprichoso bocchan~
<-~×∆×~->
Esa cena fue la más especial y preciada que podía haber tenido por algo que consideraba sumamente trivial hace mucho tiempo: los cumpleaños.
La comida era buena a decir verdad, pude sentir todo lo que se había esforzado en ella gracias al toque de su alma, ahora entendía porque estuvo tanto tiempo esforzándose en esa cocina a solas.
Pero la cena no fue lo único bueno, lo que sucedió luego de ella fue aún mejor, escucharlo gemir de esa forma mi nombre fue sublime...
Esos recuerdos de nuestro primer aniversario y mi primer cumpleaños serían celosamente guardados en mi memoria, nadie sabría lo que viví esa noche.
[Lo siento si no hubo limoncito, pero Sebastián dijo que no querían que se enteraran como se saboreaba a su pequeño amo :v
Sebastián: Lo siento minna-san, pero en esta ocasión quiero que se mantenga en misterio todo lo que Ciel y yo hicimos por mi primer cumpleaños, solo diré que es muy flexible cuando se lo propone...
Bueno, espero y les gustara el capítulo, cada vez se acerca el turno de Usami para narrar su propia historia, a él le tocaran vivir grandes acontecimientos como fueron la primera y segunda guerra mundial ¿Cómo se imaginan que lidiará con ello? ¿Quieren enterarse?
Por cierto ¿Qué creen que fue lo que Tomoe le regaló a Ciel por su cumpleaños? Dejen sus ideas, a quien le atine o se acerque, le regalo un fondo de pantalla de Usami sepsi(?
Recuerden
1 comentario= autora feliz e inspirada(?
Próxima actualización: 14 de octubre]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro