Ese papá demonio, asustado
||Narra Ciel||
Luego de que dije el motivo por el cual había organizado esa cena, el comedor quedó en un sepulcral silencio, ciertamente me esperaba ello, después de todo no era nada común que de pronto un semi-demonio hombre dijera, como si se tratara del clima, que estaba embarazado de otro demonio hombre.
Sin embargo el silencio fue destruido por una oleada de gritos incomprensibles, todos a excepción de mi esposo estaban casi sobre mí exigiendo una más clara explicación a lo que acaba de decir.
¡Pueden callarse por un momento y tomar asiento!... Tratare de explicarles, últimamente no me había estado sintiendo bien, inicialmente creí que estaba enfermo por eso no tome mucha importancia de ello ya que era fácil pensar que en algún momento me curaría solo, pero claro que esos dos-. Brevemente apunte tanto a Sebastián como a mi hermano para indicar que hablaba de ellos.- No estuvieron tranquilos hasta que un doctor me revisara, dicho doctor no hizo gran cosa mas que los chequeos pertinentes y recetarme unos medicamentos según los síntomas que presentaba, pero ni sospecho de lo que en verdad sucedía y yo tampoco hice, sin embargo los síntomas eran algo obvios pero siendo hombre no lo pensé como una probabilidad, aun así, no fue hasta ayer durante la tarde que un conocido dijo lo que en verdad pasaba, me confirmó aquello que debía ser imposible.
¡Conde Ciel-chan, le dije que esperara a que estuviera presente para ver la expresión de todos cuando les dijera que usted estaba embarazado!-. Repentinamente Tomoe había llegado, interrumpiendo en el acto mi explicación, que ciertamente me era necesario el que estuviera presente, ya que era obra suya el que sucediese en primer lugar y debía ayudarme a explicar.
En si, es gracias al señor Tomoe que yo pude tener el don de poder concebir un bebé con Sebastián, ese don fue su regalo de bodas, según sus palabras de ayer que me visitó durante la hora del té-. Todos lo observaron detenidamente y pude percibir que se sintió cohibido por ello, pero luego pasó a estar realmente aterrado cuando la mirada de Sebastián se centró en él con intenciones asesinas.
En un segundo vi al idiota de mi esposo abalanzarse sobre Tomoe y le reclamó por lo que había hecho conmigo, eso me hizo pensar que tal vez a Sebastián no le hacía gracia tener un hijo y por lo tanto no estaba contento por lo del embarazo.
Decir que eso no me afectó hubiese sido una gran mentira mía, por ello, a causa de ese gran dolor y tristeza que sentí, me levanté sin hacer mucho escándalo y salí de la mansión de manera desapercibida ya que todos estaban centrados en la pequeña disputa de aquellos dos, camine sin rumbo mientras lloraba en silencio hasta que simplemente no supe más del mundo que me rodeaba en ese momento, me había desmayado en medio de algún lugar que no reconocí por ser ya muy de noche.
||Narración normal||
Aquel reclamo por parte del mayordomo paso a ser una pequeña pelea en la cual resaltaba el hecho de que se escuchaban las quejas por parte del demonio casado.
¡¿Cómo se te ocurre hacer semejante tontería, Tomoe?! ¡No sabemos si su cuerpo pueda resistir tal embarazo! ¡¿Si quiera meditaste todo lo que podría suceder si se embarazaba siendo hombre y teniendo el cuerpo de un niño?!-. Los reclamos bien fundamentados por parte de Sebastián fueron apoyados por el gemelo de su esposo, quien de pronto gritó asustado pues se había percatado que con todo el alboroto causado por aquellos dos nadie de los presentes se dio cuenta que su hermanito se había ido del comedor, Sebastián entonces se concentró esperando sentirlo aun en la casa.- ¿D-donde esta él?... N-no siento su presencia en la mansión...
¡¡Ustedes cuatro busquen a mi hermano en este instante!!-. El gemelo del demonio menor alzó la voz dirigiéndose a los cuatro sirvientes, quienes con un torpe "Sí, señor" se apresuraron a buscar al preciado bocchan al que servían.
Más no fueron los únicos, el resto de los invitados también se pusieron de pie y como si las vida se les fuera en ello buscaron por toda la casa y los terrenos de la mansión, mas la búsqueda fue nula e inútil, pasaron la noche entera hasta el amanecer buscándole, pero ni una sola señal del demonio embarazado pudieron hallar y por consecuencia comenzaron a pensar en lo peor, lo que tan solo aumento en demasía el pánico y miedo de uno de ellos: el de Sebastián.
<-~×∆×~->
El conde despertó cuando leves rayos de sol que traspasaban las cortinas de la habitación en donde se encontraba descansando le dieron en el rostro, lentamente y con cierta pesadez se fue sentando en la cama en la que estaba recostado y mientras tallaba sus ojos, vio de reojo el lugar en el que se encontraba: una habitación algo humilde pero espaciosa, con mucho color negro decorando y un que otro toque de rojo provenientes de algunos objetos y vestimentas, eso tan solo le hizo venir a la mente la imagen de dos personas: Undertaker y Grell Sutcliff.
Vaya, así que el mocoso al fin a decidido despertar... ¡Mi lindo Undy~, ya se despertó!-. El pelirrojo shinigami estaba en el marco de la puerta que había abierto hace tan solo unos segundos atrás, se asomó por el pasillo y gritó lo último que dijo para darle aviso al peliplateado que se acercaba.
Jijiji~ Es bueno verle despierto conde demonio, ya estaba por hacerle un ataúd especial si continuaba durmiendo tan profundamente~-. El antiguo shinigami bromeó un poco en lo que entraba a la habitación mientras recibía un abrazo por la espalda del pelirrojo que estaba siendo cariñoso con su esposo, como siempre, el demonio menor tan solo los vio con molestia ya que le eran muy fastidiosos, además de que se había despertado de malas y no quería escuchar sus tonterías en ese momento, pero pronto sintió náuseas obligándolo a dejar de lado la molestia, Undertaker se percató de ello y señaló una puerta que se hallaba en la misma habitación.- El baño es esa puerta~
Ciel no lo pensó mucho, se levantó corriendo y entró a dicho lugar para poder vomitar tan pronto como le fuese posible, los ruidos le provocaron muecas de asco al shinigami carmesí que tan solo iba a la habitación a por sus cosas, pues debía irse a trabajar pronto.
Sin despedirse más que de su amado sepultero, dandole un beso bastante apasionado, por supuesto este fue obviamente correspondido de la misma manera, él se fue de aquel lugar, dejando a solas al conde y al shinigami desertor.
Jiji... ¿Y bien conde demonio? ¿Me contaría porque mayordomo-kun no estaba con usted en aquel lugar donde lo encontramos?~-. Undertaker había sido directo al preguntar aquello, pero su expresión juguetona estaba presente, por lo cual el conde no estaba seguro de que conseguiría aquel tipo si le decía las cosas.
¿Por qué debería decirte? ¿Tienes ganas de burlarte de mí? Pues lo siento, no pienso darte ninguna risa hoy-. La expresión de fastidio y de los rastros de haber llorado por un largo tiempo del pequeño tan solo hizo reír al peliplateado que se le acerco y le pico la mejilla con aquella larga uña negra del dedo índice.
Conde, conde jijiji~ puedo fácilmente ver que estuvo llorando durante mucho tiempo, seguramente a causa de ese demonio del cual le dije que se alejara~-. El demonio menor apartó de un manotazo aquel dedo que picaba su mejilla mientras más enojo se acumulaba en él a causa de esa sonrisa burlesca de Undertaker, este siguió sonriendo a pesar de ello.- Supongo que usted y su bebé deben tener hambre, prepare ya el desayuno, pero no espere la gran cosa jijiji... yo no soy el mayordomo-kun~
Al final, Ciel había desayunado en compañía de Undertaker, quien tan solo le había dado un desayuno bastante simple, pero que acepto de buena manera ya que realmente tenía hambre y su bebé, que se estaba formando de manera algo apresurada, también.
<-~×☆×~->
Las horas transcurrieron y en la mansión solo había soledad, nadie estaba allí, pues unos estaban recorriendo los alrededores de los terrenos de la propiedad, otros recorrían las calles de Londres y verificaban en la mansión que se encontraba en lugar, que el conde embarazado no estuviese por allí, sin embargo por más que buscaban no podían encontrarlo, parecía como si la tierra se lo hubiese tragado.
En una idea desesperada, el grupo de búsqueda en el que estaba Sebastián, el hermano de embarazado y Finnian, se fueron a conseguir alguna pista con Undertaker, pero grande fue su sorpresa al encontrar la funeraria cerrada.
El demonio a causa de ello comenzó a pensar lo peor, aunque no es que tuviese buenos pensamientos en aquel momento. Su mente era un caos causado por el miedo de perder a su esposo e hijo no nacido aún, la impotencia de no haberse dado cuenta que sus acciones tal vez hicieron sentir triste o decepcionado al que más amaba, el enojo consigo mismo al no poder hallar a su contratista ni por medio del contrato, la angustia de no saber si estaban a salvo y finalmente una enorme tristeza por creer que ya jamás lo volvería a ver y que tal vez jamás conocería a su pequeño/a.
¡Mantenga la esperanza Sebastián-san, ya verá que encontraremos al bocchan y a su hijo sanos y salvos!-. Inútilmente Finny trataba de darle ánimos al mayordomo que tenía la mirada muerta y un semblante desastrozo.
¡Si tienes tanto tiempo para estar en ese deplorable estado tonto demonio, mejor emplealo para encontrar a mi hermanito pronto!-. El gemelo estaba igual de preocupado y angustiado por su hermano, pero no por ello estaba dejando que se notara, pues según él, debía concentrarse en buscar.
...Pero ¿y si él esta en peligro? No puedo hallarlo por medio del contrato y eso... eso solo significa una cosa, por mi culpa, seguramente él y el bebé est-. Antes de que pudiese terminar esa frase, el hermano de su esposo le había soltado una bofetada para callarlo.
Ni se te ocurra decirlo o siquiera pensarlo, mi hermanito no dejara que algo le suceda a él o a su bebé, puedo apostar mi vida por ello, si pudo sobreponerse a lo que nos sucedió en antaño, si pudo obtener su venganza contra ellos vendiendo su alma sin escatimo alguno, si pudo al final encontrar felicidad y formar una familia con el demonio al que le vendió el alma ¡Es seguro que podrá protegerse hasta que nosotros lo encontremos y lo protejamos! ¡ASÍ QUE DEJA DE PENSAR TAN NEGATIVAMENTE Y MUEVE EL CULO PARA ENCONTRAR A TU FAMILIA, DEMONIO ASUSTADO E IDIOTA!-. Tanto Sebastián como Finnian veían sorprendidos al gemelo del bocchan que estaba bastante alterado a causa de lo que gritó en el último momento, el mayordomo hizo una reverencia y pidió una disculpa por su comportamiento tan impropio.
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