Ese mayordomo, regresando
||Narra Sebastián||
Había transcurrido ya un mes luego de que el hermano del bocchan le propuso seguir con su vida a cambio de convivencia y solo podía decir que era una odisea el lidiar con él.
No me permitía acercarme mucho a su "hermanito", quien por cierto tampoco estuvo muy feliz conmigo los días siguientes, luego de que según yo le acusara de acoso sexual en broma.
Las cosas luego de ese día sin embargo, se volvieron bastante animadas en parte, pero también tuvo sus momentos tensos. Como cuando se les dijo a todos los conocidos del bocchan lo que sucedió y la propuesta por parte del antes Ciel, quien ahora respondía al nombre de su hermano.
Hubo desconformidad por parte del principe Soma y la señorita Sullivan pero al final aceptaron, eso claro, todos le exigieron una disculpa por su trato hacía ellos cuando se reunieron por primera vez, este se las ofreció y fue aceptada.
Por otra parte él se enteró de todo lo sucedido con el bocchan, incluyendo su nueva naturaleza y muy contrario a lo que pude imaginar por parte de su reacción a ello, termino tan solo burlándose de mí ya que no pude cenar la alma de su gemelo.
Pero también me dijo entonces que antes de aceptarme como pretendiente para su hermanito vería si mi interés era genuino.
Con el paso del mes también me centré en la orden de cortejar y podía decir francamente, que no tenía idea de si estaba funcionando o si realmente estaba haciendo algun progreso, pues cada que le preguntaba respondía con un tal vez.
Pero dejando de lado ello, en cierta parte todo parecía ser como antes en algunos aspectos, nuestra rutina de vida era casi igual mas tenía sus diferencias, las cuales disfrutaba mucho.
Entre ellas los pequeños momentos a solas con mi bocchan, en esos momentos donde no existía el contrato, donde no éramos mayordomo y amo.
También era divertida las clases de economía que le impartía a su hermano, siempre trataba de molestarme y yo no perdía oportunidad para humillarle cuando fallaba en los deberes, sin duda estaba viviendo una vida que ningun demonio jamás había vivido.
<-~×☆×~->
Era medio día y una carta de parte de la reina había llegado, esa ya era la quinta de ese mes, tal parecía que estaba habiendo mucho trabajo últimamente.
Como de costumbre fui a entregarsela al bocchan que estaba en su despacho con su hermano, ya que ahora los dos lo compartían, después de un pequeño toquido y un "con permiso" entré.
¿Qué sucede Sebastián? Estoy un poco ocupado con el papeleo en este momento-. Tal como decía, estaban ambos escritorios llenos de papeles, tanto el del bocchan como el de su hermano.
Tenían mucho trabajo acumulado luego de tomar sus responsabilidades nuevamente, tanto papeleo que ni siquiera él levantó su vista para verme pues siguió viendo los documentos en mano.
Disculpe que lo moleste, pero nuevamente ha llegado una carta de parte de la reina-. Para el segundo en que dije que se trataba de la reina por fin levanto la vista, con una pequeña seña me indico que se la diera, vi una pequeña expresión de fastidio en su rostro, era seguro que tanto trabajo por parte de ella no era normal, le ví leerla mientras su hermano de vez en cuando volteaba a verle, seguramente para saber de que iba el trabajo ahora.- ¿Desea que prepare el carruaje para salir de inmediato o se tomara su tiempo antes de salir?
No, prepara el carruaje inmediatamente, este trabajo no quiero que dure más de lo necesario, no tengo buen presentimiento de ello-. Su expresión me lo decía, algo le preocupó mientras la leía.
Me entregó el papel y entendí el porque, la misión indicaba que mucho niños y jóvenes de clase alta estaban siendo secuestrados, luego eran encontrados muertos con una nota que decía que no debían ser impuros.
Era obvio que no daba buena espina aquel trabajo, en especial si la palabra "impuro" estaba relacionada.
Hermano, saldremos un par de días, te encargo realices debidamente tus deberes y cuides que la casa no sea destruida por esos tres. Por cierto, no aceptes ninguna visita mientras tanto pues puedes correr riesgo. Sebastián, da la orden a esos cuatro de que deben mantener seguro el sitio y que no deben dejar que nadie entre a los terrenos de la mansión, también dile a Snake que mande esta carta a Lizzy para que este a salvo, ella puede ser una posible victíma-. En un momento escribió aquella breve carta advirtiendo sobre lo que sucedía y me la entregó, tan solo asentí a sus órdenes y salí del despacho a realizarlas.
<-~×☆×~->
Luego de unos minutos nos encontrabamos afuera de la mansión apunto de subir al carruaje para irnos, los tres sirvientes y el hermano del bocchan nos despidieron.
Con ello y un breve recordatorio de parte de él sobre lo que debían hacer en nuestra ausencia, partimos rumbo a la ciudad a conseguir información, la cual conseguiríamos donde siempre, ya que había muertos relacionados era obvio a donde iríamos: con Undertaker.
Hablar con él aun era incómodo en parte, al bocchan no le gustaba mucho, pues parecía preocuparle que en algun momento nos hiciera algo. Pero él mismo aclaró que no tenía esas intenciones ya que era divertido el seguir en contacto con nosotros.
Esta era la segunda vez que lo visitabamos luego de todos los conflictos en todo caso, así que no le creíamos todavía.
Llegamos a su tienda y tan pronto entramos nos topamos con una escena la cual hubiesemos no querido ver jamás en nuestra existencia: Undertaker y Grell-san estaban teniendo relaciones en un atáud.
Nos habíamos quedado en shock por unos momentos y luego el grito del bocchan que se cubrió los ojos y se giró para evitar seguir viendo me hizo que lo tomara y ambos salieramos para esperar a que se arreglaran.
Mas los malditos continuaron en lo suyo ignorando el hecho de que habíamos ido y los vimos.
Ya que no parecían mostrar señas de que dejarían de hacerlo y que los ruidos eran incómodos de escuchar, decidimos partir a la mansión en la ciudad para que el bocchan pudiera tratar de olvidar lo que vio y por mientras se centró en la poca información que teníamos al respecto.
Le había dejado preparado un té y su postre de la tarde mientras fui a recolectar información a los registros de Scotland yard.
<-~×∆×~->
Al final del día tan solo nos centramos en la recolección de información de las víctimas y de los lugares que frecuentaron antes de las muertes. Tan solo quedó pendiente la información que pudiera ser proveída por los mismos cadáveres.
Ahora solo estábamos disfrutando de una cena pacífica, y aclaro que yo también me encontraba cenando junto a él.
En ese momento no éramos mayordomo y amo, sino algo similar a unos amigos o pareja.
Nos encontrábamos disfrutando de un momento privado e íntimo como no lo hacíamos desde que regresamos a vivir a Londres y por ser una ocasión íntima, no estaba usando mi ropa de trabajo, sino un conjunto de ropa ligeramente mas casual.
¿Sabes Sebastián? No te queda mal el vestirte así, es una pena que casi no tengamos mucho tiempo disponible para convivir de esta manera, aunque tampoco es que me arrepienta de volver a esta vida, tiene su encanto después de todo, pero un tiempo a solas no esta de más, tanto trabajo estresa un poco-. Su expresión relajada era algo inusual en estos días, ya que como lo mencionaba.
Al no haber tanto tiempo a causa de la cantidad de trabajo acumulado no había suficiente para nosotros, tan solo efímeros minutos.
Tienes razón, yo mismo te he visto trabajar mucho en este último mes, por ello no deberíamos desaprovechar este poco tiempo que tenemos durante la misión, mas ahora que tu hermano sobreprotector no esta aquí, no me lo tomes a mal, pero a veces quiero lanzarlo por la ventana cada que interviene cuando quiero pasar tiempo contigo en las noches-. Su pequeña risa provocó que sonriera en reflejo, sabía que mis palabras le daban gracia, pero también sabía que estaba en parte de mi lado, pues él a veces le daba un golpe en la cabeza a su hermano mientras le regañaba que no debía meterse en su momentos conmigo.- Por cierto, ha habido una duda que no me deja en paz...
¿Cual es esa duda, Sebastián?-. El brillo de intriga en su mirar delataba que le era de interés el que yo tuviese dudas respecto a algo.
Bueno, no es como si quisiera parecer algo obsesivo o similar pero, ahora que regresamos y todo eso, me he quedado pensando, dado que tú volviste, todo lo que estaba relacionado a ti se mantiene intacto, siendo así había algo de lo cual no se si permanece: el compromiso de Ciel con la señorita Elizabeth... ¿Piensas mantener y cumplir eso a pesar de lo que sucede con nosotros?-. Se quedó un par de segundos en silencio, dichos segundos los sentí casi eternos, pero de pronto estalló en risa mientras me veía incrédulo.- Hablo seriamente, no es para que rías de esa forma sobre mis dudas.
Lo siento, pero es que no pude evitarlo, realmente eres un idiota Sebastián, por supuesto que no voy a retomar el compromiso con Lizzy, ella quería a mi hermano en un principio, no a mí, lo sabes bien, pero eso ya no es así tampoco. A pesar de lo que dijo mi tía, ella misma pidió que disolvieran el compromiso, esta consiente de lo que tenemos entre nosotros y de que a mi hermano ahora tan solo también lo ve como su primo... Tiene un mayor interés ahora, pero eso es un asunto a parte, no debes preocuparte por ello, no tienes que compartirme con nadie-. Ahora por sus palabras me sentía un tanto idiota por creer que por mantener las apariencias se casaría de todos modos con la señorita Elizabeth, por ello le tome de la mano y deposité un pequeño beso en ella a modo de disculpa indirecta, eso le sonrojo un poco por lo repentino de mi acto, pero ello no evito que luego entrelazará nuestros dedos por un momento.- Dejando de lado eso, el otoño se acerca cada vez más y en esta noche el ambiente se siente algo frío, dormirás conmigo ¿Verdad?
Por supuesto, no sabes desde cuando estoy anhelando compartir cama contigo desde la última vez... Pero aun me queda otra duda...-. Antes de que me preguntará cual era, me levante para retirar todos los platos y traje el postre, me había esforzado en hacer un muy dulce mousse de chocolate con frutos de temporada pues necesitaba que me diera una respuesta sincera y solo conocía una manera de obtenerla.- ¿Realmente estoy cortejandote bien? Cada que te pregunto sueles darme vagas respuestas y la incertidumbre no me agrada ¿He hecho algún avance hasta ahora?
Había dejado frente a él aquel postre junto a una taza de su té preferido, si necesitaba la información para resolver mis cuestiones, debía usar su manía de sinceridad a base de dulces, le vi sonreír discretamente al ver lo que hacía, estaba más que enterado de lo que planeaba.
Con total calma de dedico a comer el postre mientra lo observaba atento para deducir si había sido de su agrado.
Aunque claro que sabía que le gustaba, pero tenía mis dudas de igual manera, pues si no cumplía los estándares, no habría respuesta honesta de su parte.
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