||Narra Ciel (Falso)||

Debía calmarme, no podía mostrarme conmocionado por su presencia ni dejar que notasen que ya no era humano, tal vez eso podía serme alguna ventaja en algún momento, a menos que ya lo supieran, pero realmente esperaba que no fuera así.

Mientras trataba de mantenerme calmado, mi hermano me veía de arriba a bajo, dado que había estado escribiendo mi cabello se había acomodado de manera que cubría la marca del contrato.

Él se acerco, provocando que mis nervios aumentaran, pero a pesar de ello, me mantuve una expresión serena en lo posible.

Vamos hermanito, en verdad no tienes que estar así, yo no tengo malas intenciones, sabes que desde siempre yo te cuidaría ¿o acaso lo olvidaste? Vine para alejarte de ese demonio que te ha corrompido, esta vez si te quedaras conmigo, nada malo pasara, estarás a salvo de él y de cualquiera que vaya a por algún miembro de la familia Phantomhive, cuidare tan bien de ti como cuando éramos unos niños-. Realmente era él, o por lo menos eso era parecía, pero ¿cómo es que estaba vivo? Yo lo vi morir ¿Por qué Undertaker estaba con él? ¿Sería que en realidad era una muñeca bizarra? Pero si lo fuera se vería mas joven y no como de mi edad, además de que no tenía la apariencia de una.- Deja de verme así, en verdad estoy vivo, aunque casi no la contaba a causa de ese.. monstruoso rubio, pero ya no volverá a suceder, ya no... Pero es una pena que el abuelo muriera, no lo merecía, mas ya la pagara después ese rubio, de eso puedes estar seguro hermanito.

Él estuvo por remover el cabello que cubría mi ojo con el contrato, yo rápido me aparte poniéndome de pie, realmente era una odisea el estar tranquilo pues su presencia me alteraba, me asustaba.

Undertaker tan solo observaba mi comportamiento mientras reía bajo, estaba disfrutando de verme así, se volvía más detestable por ello, por otro lado mi hermano aprovecho mis segundos de distracción para acercarse a mí, me tomo de los hombros con un débil agarre que parecía hacerlo con todas sus fuerzas. Podía fácilmente deshacerme de él pero si lo hacía podrían sospechar de mi verdadera naturaleza, por ello fingí hacer intentos de querer escapar, acorde a sus expresiones se creían que yo era bastante débil que no podía escaparme.

Anda hermanito, llama a tu infernal mayordomo, ahorranos el trabajo de ir a por él contigo como rehén, Undertaker lo acabará tan pronto cruce la puerta, eso dalo por seguro, en cuanto él muera, tú y yo volveremos a nuestro hogar y todo será como antes, yo estaré al frente de la familia como se estableció y tú serás cuidado en casa, no saldrás, así tu salud no empeorará y si te sientes mal durante las noches te daré leche caliente con miel como cuando niños.- De verdad estaba decidido a acabar con Sebastián ¡¿Pero por qué?! Quien lo abandonó todo a cambio de venganza fui yo, nadie me obligó.

Además quería literalmente mantenerme cautivo, casi oculto como antes cuando nuestros padres vivían, eso no lo permitiría, tal como no permitiría que trataran de lastimar a Sebastián.

N-no llamaré a Sebastián, no dejare que tr-traten de hacerle algo... Así que mejor dime ¿Qué haces en mi casa? ¿Qué hacen en mi casa? Mejor dicho, yo no los invite y no son bienvenidos-. Tenía que hacerme el fuerte siendo un poco altanero, tenía que aparentar que no me importaba mucho en la situación en la que estaba, tal vez así conseguiría tiempo para pensar en algún plan para escaparme de ellos.

Pero a mi supuesto hermano no le agrado nada mi altanería al tratarles de manera hostil, esa expresión que hizo me lo dijo.

Jijiji~ Bueno conde, tal parece que hay que persuadir a su hermanito para que haga lo que quiere, seguro lo hará si sus conocidos están en riesgo-. En la lejanía pude escuchar como de pronto todos los que estaban en el jardín gritaron ¡¿Qué habían hecho?!

Aunque estuve por alterarme a causa de ello, mantuve la mente fría, si era algo relativamente peligroso pero en el rango humano la mayoría de ellos estaba bien, eran capaces de defenderse, él no los conocía, no sabía lo que podían llegar a hacer.

||Narra Sebastián||

Luego de que él se había ido, yo me quedé con el resto pues sabía que estaría avergonzado y no se dejaría ver hasta que no le fuese dar importancia a las burlas que llegaran a hacerle, por supuesto fui yo quien las recibió, pero no eran mal intencionadas e incluso hasta a mí me causaron gracia, el ambiente agradable se mantuvo hasta que de pronto alguien muy desagradable llegó para arruinarlo.

¡Kyaa! ¡Sebas-chan riendo es tan inusual y hermoso que no puedo contenerme!-. Su escandaloso y poco tolerable tono de voz fue tan fácil de reconocer que me hizo sencillo el trabajo de saber que hacer: esquivarlo cuando saltó a abrazarme, se dio directo contra el suelo a causa de ello.- Mou, Sebas-chan, no tienes que ser tan grosero con una dama como yo~

Grell-san, que desagradable sorpresa ¿Por qué esta usted aquí?-. Dejando de lado su poca agradable presencia, me causaba intriga que viniera aquí, él se puso de pie de inmediato mientras sacudía su ropa y me miraba un poco serio.

Bueno Sebas-chan, solo porque pude escuchar tu alegre risa te lo diré, vine por trabajo, pero ni siquiera sabía que tú estabas aquí, sin embargo en cuanto te vi me llene de dicha y no pude quedarme esperando, hace mas de dos años que no te veía luego de la ayuda que te brinde en esa extraña mansión con el laberinto-. ¿Dijo que había venido por trabajo? Eso no tenía sentido, le cuestione de inmediato mientras el resto estaba viendo y escuchando atento, pude ver de reojo que la señorita Elizabeth lo reconoció, era obvio luego de lo sucedido en el Campania.- Bueno, pues parece que sucedió algo similar a lo de ese barco, me mandaron a investigar, aunque es obvio quien esta detrás de esto: el lunático y atractivo de mi esposo~

En cuanto mencionó lo del barco supe de inmediato que involucraba a Undertaker, pero al momento en que dijo "esposo" me descoloque por un segundo.

Mas no era tiempo para ello, el sonido de las muñecas bizarras acercándose y los gritos de parte de todos me confirmaron que de un momento para otro. Los cadáveres de las personas que el bocchan había asesinado el otro día y otras personas desconocidas, estaban andando hacía nosotros y nos rodeaban, para nuestra suerte yo ya conocía como detenerlos, pero aun así eran muchos para hacerlo solo.

¡Señor Agni, ataque a la cabeza, esos no son más que muertos andantes, no sienten nada, no tiene que contenerse!-. Estaba consiente de que él haría lo necesario para proteger al príncipe, pero seguramente temería usar su fuerza para lastimar a personas "indefensas e inocentes", por ello se lo aclaré.- ¡Ustedes cuatro protejan a la señorita Sullivan y a la señorita Elizabeth!

Antes de que me diese cuenta la señorita Elizabeth estaba frente a mí empuñando dos espadas un poco distintas a las convencionales y el vestido pomposo que llevaba era más ligero, como si le hubieran desprendido una gran capa de tela que le daba esa apariencia y ahora lucía como uno de ballet.

¡No me quedare quieta para ser protegida, les ayudare!-. Con gracia y elegancia, la señorita Elizabeth comenzó a atacar las muñecas bizarras, justo como aquella vez en el barco, era obvio que no podría detenerla ni hacerla razonar.- ¡Sebastián! ¡¿Shieru no estará en peligro?! ¡Él esta solo en la mansión, ve a buscarlo, nosotros nos encargaremos de aquí!

Era cierto, si esas cosas estaban aquí eso quería decir que Undertaker también podría estarlo, de inmediato me preocupé y confiando en todos ellos corrí para buscarlo, no quise aparentarlo pero en verdad sentí miedo porque le sucediera algo malo sin que yo hiciese el intento de protegerlo.

||Narra Ciel (falso)||

Los gritos que se escucharon desde el jardín fueron efímeros, estaba en lo correcto al mantenerme lo más sereno posible, sin embargo sentí que alguien había entrado corriendo desde el otro extremo de donde yo me encontraba.

Por el sonido que hacían los zapatos y esa presencia deduje de quien se trataba, ellos aun no se percataban de que él venía, ser demonio realmente podía darme una ventaja.

Hermanito, no parece importarte lo que les suceda ¿verdad? Ese demonio ya te de hizo tan insensible que no muestras preocupación por tus conocidos, pero descuida, volverás a ser como antes, eso que ocultas bajo tu cabello, lo arrebataré y destruiré, ya nada te unirá a ese demonio-. Mi hermano seguía sujetándome, pero ahora solo me tomó del brazo y con su mano apartó el cabello que cubría mi ojo con la marca del contrato.

Él no imaginó que eso era beneficioso para mí.

...Gracias por hacer eso... ¡Esto es una orden Sebastián, no te acerques al despacho, llévate a todos a un lugar seguro y no vengas por mí hasta que te llame, yo estaré bien!-. Pude ver las caras de confusión tanto de mi hermano como de Undertaker, a la par que pude escuchar que los pasos de Sebastián se habían detenido probablemente en pleno centro de la casa.

No tenía que verlo pero sabía que muy en contra de lo que hubiese querido hacer, él me obedeció porque el brillo de mi ojo era tan intenso que podía iluminar levemente el rostro de mi gemelo aun siendo de día, mi orden era absoluta y desobederla sería una grave violación al contrato que hicimos.

¡¿Qué fue eso?! ¡¿Dónde estaba él?! ¡¿Aun esta cerca verdad?! Undertaker, ve por él y asesinalo, no dej- ¡¿...?!-. Antes de que siguiera hablando me solté de su agarre y lo tome del brazo para torcerlo tras su espalda, hice algo de fuerza y soltó un quejido que impidió a Undertaker moverse.

No hagas nada idiota Undertaker, no se a que estes jugando haciendo una muñeca bizarra de mi hermano muerto pero da por seguro que si te es importante como lo imagino no querrás que algo le suceda-. Mientras le decía eso, con precaución de que mi gemelo no se escapara, tome de uno de los cajones del escritorio mi revólver para apuntarle en la cabeza.- Quedate allí, si te mueves un poco no dudaré en dispararle.

¿Realmente piensas matar a tu hermano, quien cuido de ti con esmero? ¿Qué tanto daño te hizo ese demonio como para que te volvieras así? ¿En dónde esta mi lindo hermanito de antes?-. Sus palabras estaban intencionadas a hacerme dudar, pero poco harían efecto en mí, aunque me molestaba que involucrara tanto a Sebastián, él solo había sido mi poder en el mundo para cumplir mi venganza, pero actualmente era más que eso.- ¡En definitiva lo mataré, ya no te volverá a dañar, tú serás como antes de lo que sucedió con nuestros padres!

¡Ya basta Ciel, deja de decir tanta idiotez junta! ¡NO MATARÁS A QUIEN AMO, NO SERÉ EL DE ANTES, MI VIDA SEGUIRÁ SIENDO COMO ES!-. Había acabado con mi paciencia, dije algo de más y por muy molesto que hubiese estado, al gritar a todo pulmón mi amor por Sebastián fue imposible no sonrojarme un poco.- No me importa quien digas ser, tú no eres realmente mi hermano, él murió aquel día a causa de esos cerdos despreciables que se burlaron y humillaron el apellido Phantomhive, yo por decisión propia decidí que no dejaría impune tal humillación, no fui obligado a sumergirme en oscuridad para vengarme ¡Yo mismo me entregué a ella, me entregué al deseo de conseguir humillar a los que trataron de pasar sobre mí, yo me entregué a ese demonio, me entregué y acepté a Sebastián porque así lo quise!