Ese mayordomo, confesando
||Narra Sebastián||
Aun no decía nada respecto a lo que me preguntaban y no es que estuviese tratando de mentirles, simplemente quería esperar unos segundos en lo que formulaba correctamente mi respuesta para que pudieran entender mi sentir, así no tendrían alguna objeción al respecto.
Para ser franco, hace tan solo unos días atrás yo me enteré de lo que el bocchan sentía por mí, claro que ya desde antes estaba notando muchos cambios en él, pero no los comprendía... Supongo que él se los dirá tarde o temprano, aun así espero no se enoje conmigo por contarles antes de que lo hiciese... Actualmente yo no puedo consumir su alma, de hecho el contrato debió finalizar hace mucho pues su venganza se realizó con éxito, yo ya debía haber consumido su alma y estuve por hacerlo a decir verdad-. Sus expresiones fueron de terror puro, estaban alterados tan pronto les dije aquello, lo comprendía en cierta forma pero no era el momento, debía continuar hablando.- Pero una situación inesperada surgió ¿Recuerdan cuando perdió su memoria? En ese momento la marca de contrato que yo tengo en mi mano había sido robada previamente y con ello su alma que estaba por consumir, yo fui a recuperarla pues era mi preciada cena la cual estuve preparando por años con suma delicadeza y fervor... para resumir, en ese instante todo se salió de control a causa de otro demonio y su contratista que estaban muy interesados en el bocchan por distintas razones, al final de ello, él terminó siendo un demonio como yo ya que el otro contratista no quiso que ni su demonio ni yo consiguieramos el alma, del bocchan, aunque solo lo es en parte, aun no entiendo bien su condición, pues como verán ni siquiera lo parece, él conserva mucha de su humanidad pero puede ser tan peligroso y fuerte como yo, o bueno, casi como yo, aun le falta entrenar.
¡E-e-espera un momento Sebastián! ¿Estas diciendo que él es un demonio como tú?... Entonces ¿Por qué sigues con él sirviéndole como si nada entonces? ¿No debiste irte cuando el se volvió demonio?-. La perspicacia de la señorita Sullivan era digna de admirar para ser solo una humana, debía admitirlo.
Hubiese querido hacerlo pero el contrato jamás fue consumado, yo quedé atado para siempre a él y no mentire, para mí los primeros meses fueron una penitencia injusta, llegué a pensar en que si lo mataba todo quedaría zanjado, podría tener mi libertad, aunque claro que eso jamás quitaría mi enorme enojo por haber perdido la más exquisita cena de todas... o eso creí hasta que el primer invierno en esta mansión llegó... Cuando menos lo quise las cosas comenzaron a cambiar, todo resultaba nuevo a su lado como al principio del contrato-. Di un pequeño suspiro mientras sentí que una pequeña sonrisa se formaba en mis labios al recordar todo a partir de ese entonces.- Me encontré de nuevo interesado en ser su mayordomo al seguirle el juego de llevarnos mejor, pero nos volvimos cercanos con el paso de los meses y yo no hacía impedimento alguno a ello, al contrario, me fascinaba, pero claro sin cruzar tan deliberadamente esa barrera que nuestras posiciones como amo y mayordomo creaba a pesar de la convivencia "íntima", todo se encontraba en cierta medida controlado pero a la vez estaba a un paso de ser destruido... y fui yo quien dio el primer golpe a la barrera, creando la grieta que se expandió más y más hasta que todo se vino abajo durante la madrugada de hoy... aunque aun así él me dice mayordomo porque aun no le he pedido ser algo más, su orden era que lo cortejara pero digamos que al final por su causa yo me desvíe de mi orden y acaté otras que me dio después. Así que en este momento puedo responder que sí, lo quiero, incluso me atrevería a decir que lo amo, a pesar de que por lo que soy no debería ser capaz de experimentar tal emoción, pero últimamente y únicamente, estando a su lado, no hago más que sentir todo tipo de emociones humanas, deseo estar a su lado siempre y se que lo estaré, estaré con él toda la eternidad y no solo porque un supuesto contrato que realizamos me obligue, sino porque yo lo deseo, por ello aun debo conseguir que sea más que mi amo.
¿Sabes, Sebastián? Tienes una manía de decir ciertas cosas cuando crees que estoy durmiendo, pero para tu infortunio siempre las escucho, espero trabajes arduamente para conseguir eso que deseas porque no te dejare fáciles las cosas-. Tan pronto le escuché sentí cierto nerviosismo mientras me giraba a verlo.
Él estaba recién entrando y a pesar de que sus palabras sonaban altaneras tenía en el rostro una bella sonrisa que transmitía grata calidez y sus mejillas estaban sonrojadas en muestra de que estaba apenado por lo que dije.
¡Bocchan! ¿Escuchó la romántica confesión de Sebastian-san? ¿No fue encantadora?-. Meyrin lucía demasiado emocionada por mis palabras, más de lo que debía estar él, pero no era realmente relevante que se emocionara mucho, lo conocía y sus reacciones podían ser más tímidas y reservadas, pero no es como si no le agradasen o se emocionara por ello.- Ahh~ Como me gustaría que se me confesaran así, tan románticamente, tiene suerte bocchan...
Así parece Meyrin, pero ese mayordomo tonto no hace ningún movimiento y no lo esperaré por siempre, ya debería saberlo... Aunque primero debería por empezar a hacer el desayuno ¿No lo crees Sebastián?-. Esa sonrisa burlona tan solo me hizo reír un poco, quería molestarle también pero no era momento, tenía un punto al mencionar el desayuno, sin más hice una reverencia y me fui no sin antes sonreírle de lado cuando pase junto a él.- Quiero un desayuno dulce por cierto...
||Narración normal||
Mientras el demonio se fue a la cocina a preparar el desayuno el conde fue a sentarse mientras sus conocidos lo veían curioso.
Era fácil notar como luego de haber llorado y escuchado la confesión de su mayordomo transmitía un aura cálida y relajante que hacía que el entorno adoptara un toque mas hogareño a su alrededor, mas familiar y cariñoso, aun cuando lucía ser el mismo orgulloso y altanero conde de siempre.
Les pido una disculpa por lo de antes, por favor olviden el como me vieron en mi despacho, realmente fue demasiada información y me abrume por ello-. Ciel había cerrado sus ojos mientras pedía aquello, un pequeño deja vú de haber pedido algo similar antes se plantó en su mente.
Más nadie haría ese favor, todos estaban de acuerdo que verle en ese estado significaba que ya no era tan frío como solía ser.
Smile, lo que dijo Black ¿es cierto? ¿Eres un demonio como él?, dice Emily-. El joven de rostro escamado habló cuando la serpiente en cuestión estaba cerca de su oído.
El conde se giró a verle provocando que este se sintiera un poco temeroso al ver la mirada carmesí que ahora poseía gracias a su lado demoníaco.
Negarlo sería tonto, si el idiota de mi mayordomo no hubiese dicho nada ustedes no se hubieran enterado, no pronto, pero les confirmo que así es, soy un demonio o bueno, un semi demonio, en parte sigo siendo humano, gracias a eso yo no necesito de almas, con comida normal puedo estar fuerte-. Si bien el falso conde en un principio recibió miradas algo temerosas al principio, estas se volvieron unas que destellaban entre la curiosidad y la aceptación después, haciendo que la curiosidad también le diera al Phantomhive.- ¿Ustedes realmente me aceptan así? Después de todo les mentí, en cierta medida fueron usados como peones para mi venganza ¿No sienten algun enojo?... Realmente estoy consternado por su actitud hacía mí ¿No estaran del lado de él acaso?
¿Cómo puedes creer eso Shieru? Nosotros vinimos hasta aquí para poder verte, realmente fue triste cuando creímos que habías muerto, además te lo dijimos, a pesar de que tu hermano sea el verdadero, nosotros no lo vemos así-. La joven rubia fue quien comenzó a hablar mientras veía directamente al conde, estaba incluso con ciertas ganas de llorar, más no lo hizo, se mantuvo firme para que le creyeran.
Lizzy tiene razón, él no es quien me dijo la verdad sobre los que me usaban, no fue quien me mostro el mundo real, no fue quien me dio una vida en la que podía aprovechar mi inteligencia para hacer lo que quisiese, ese fuiste tú, yo ahora vivo felizmente con Wolfram mientras realizo grandes inventos e investigaciones de provecho para el mundo-. La pequeña ex-bruja verde fue la que siguió exclamando sus razones para estar del lado del que se suponía era el falso Ciel, quien les veía con sorpresa.
No deberías desconfiar de nosotros después de todo, yo no me siento enojado contigo, en cierta parte tus razones tuviste para querer buscar venganza, aunque fue demasiado extremista la ayuda que conseguiste ¿pero sabes? A mí me da igual, tú y Sebastián son nuestros amigos, me atrevería a decir que los mejores, les debemos mucho ¿No es así Agni?-. El siguiente en hablar, siendo muy despreocupado, fue Soma, que le despeinaba el cabello a Ciel mientras volteaba a sonreírle enormemente al peliblanco, quien le devolvió la sonrisa pero de manera más sútil.
Así es, tal como lo dice el príncipe, nosotros les debemos mucho, por ello tiene nuestro apoyo joven, usted es a quien decidimos darle nuestra confianza a partir de ahora, a pesar de lo que sucedió antes, sus acciones nos dieron mucho a cambio de nada en realidad-. Agni hablaba tan tranquilamente que el conde ya no tuvo casi desconfianza, unas palabras más y creería ciegamente en todos ellos.
¡Así es bocchan, a nosotros nos dio tanto que lo único que podemos hacer para pagarle es servirle fielmente como antes, queremos seguir siendo sus sirvientes!-. Los últimos tres que faltaban de hablar: Meyrin, Bard y Finnian, dijeron lo que se consideraría la cereza del pastel, el conde sonrió entonces dejando a todos impresionados por la bella sonrisa que mostraba.
Ustedes son realmente unos enfermos al aceptarme así de fácil, pero me siento feliz... Esta bien, hagan lo que quieran, no lo impediré, si quieren seguir confiando en mí a pesar de todo, yo también confiare en ustedes-. Con eso dicho el conde dejo de sonreír ampliamente y su sonrisa se hizo más discreta, pero luego desapareció, debía ser sincero con algo, pero antes de que hablara, Sebastián llegó para dar aviso que el desayuno estaba ya servido, todos le comenzaron a seguir al comedor.- Espera Snake, hay algo que debo hablar contigo, ven conmigo, en un momento vamos al comedor Sebastián.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro