Esa autora, avisando
[Hola, soy la autora Hina, quien viene a avisarles que no habrá actualización hasta nuevo aviso, esto debido a que me encuentro un poquito falta de inspiración para adelantar los capítulos que normalmente tengo adelantados, pero no dejaré abandonado el fic, eso es seguro.
En todo caso, por lo menos les dejo aquí un fragmento de algo que escribí pero que tiene influencia del rol en el que uso a Usami y Kirie, esto no tiene mucho que ver con la historia de aquí, pero quería compartirselos.
Nos leemos luego.]
||Narración normal||
El peligro era inevitable, los segundos pasaban lento mientras él perdía su energía y poder frente a su preocupada mirada, tenía la orden de no interferir pero por primera vez en su existencia desobedeció una orden de su preciado dueño, se interpuso entre el atacante y aquel a quien su lealtad pertenecía.
¡Kirie, no!-. De rodillas y totalmente débil, Usami extendía su brazo como si tratara de alcanzar a su shikigami, quien con una pequeña sonrisa ignoró su grito.
El atacante no comprendía porque la sonrisa de ese ser similar a un humano pero con detalles de un tierno gato, quien le miró con severa frialdad, rencor y que se lanzó al ataque con las más claras intenciones de acabarle.
Mientras sus fuerzas y vida se iban cual agua fluyendo por un río, Kirie se dedicaba a dar golpes certeros que contenían todo de sí, aún cuando estos eran cada vez más débiles con el tiempo.
Sus memorias pasaban cual estrella fugaz por su mente, acompañadas por la voz desesperada de su dueño que pedía, ordenaba gritando porque detuviera sus acciones. Pero él continuó desobedeciendo, pues había un motivo e impulso mayor a la voz de mando: su devoto fervor y ardiente deseo de protección hacía a Usami, aquel pequeño demonio con el que estuvo desde el nacimiento.
El enemigo tuvo que retirarse pues por muy fuerte que fuera, tenía heridas que podían costarle el éxito de su plan, por ello se fue pero no solo, se llevaría consigo la vida del leal guardián shikigami felino.
En el suelo y bajo el cielo nocturno, el cuerpo de Kirie reposaba mientras comenzaba a tornarse frío y perdiendo el color hasta que terminó por transformarse en su apariencia original: un gato de precioso y suave pelaje negro azulado, que portaba elegantemente un moño rojo que le daba un toque distintivo ante el resto.
Arrastrándose Usami llegó a su lado y con extrema delicadeza tomo en brazos el cuerpo de su shikigami, podía notarse en su expresión como trataba de mantener aquellas lágrimas sin derramar pero era totalmente inevitable, estas se abrieron paso por su rostro y cayeron en el ajeno, pareciendo como si este también estuviera llorando.
¿Por qué? ¿Por qué me haz desobedecido Kirie?... Prometiste siempre ser leal a mis deseos, a mis órdenes, incluso cuando se trataran de infantiles caprichos... Tú cumplirías todo al pie de la letra... ¿Por que esta vez no fue así?-. El demonio acariciaba aquel pelaje como en aquellos días donde disfrutaban del té de la tarde y una dulce merienda, las lágrimas seguían cayendo pero esta vez eran secadas con lentitud por el lazo del moño.
'"¿Recuerdas las veces en que mencionaste que tomarías algunos riesgos para cumplir cualquiera que fuese tu objetivo, pues sabías que yo estaría allí para protegerte? Si lo recuerdas, entonces no preguntes el porque de mis acciones mi tonto, pequeño y adorable dueño..."'-. Kirie en su estado actual ni emitir su usual ronroneo era capaz a pesar de las reconfortantes caricias.
Él estaba reservando todo lo que tenía de poder para despedirse, pues sabía que esta vez no podría renacer, su dueño no tenia el poder y energía necesaria para acceder a ello.
N-no me llames de esa forma en este preciso momento... Dejaste de hacerlo cuando nos volvimos más maduros, cuando dejamos de ser tan infantiles entre nosotros... No lo hagas aparentar que te despides de manera nostálgica llamándome así... Por favor-. La voz quebrada era tan inusual en él, Usami siempre trataba de mantenerse firme y sereno ante cualquier situación para no perder la compostura y cometer algún error.
Una risita salió del felino, fue pequeña y débil, como si no se hubiera tenido ganas de emitirla, pero la realidad era que no podía emitir una mejor.
'"Eres un gran conde Usami, no pierdas la compostura por la perdida de un simple sirviente, porque ese siempre fue mi labor, un sirviente que estaría a tu lado siendo tan leal como un caballero hacía un rey, que daría su vida por protegerle... Así que mi querido amo, simplemente no llores... No lo valgo y jamás lo valdré'"-. La voz era cada vez más suave, la perdía al igual que su tiempo en aquel mundo, frente a la bella luna que contemplaba su triste despedida.- '"No importa lo que suceda, a pesar de que mi cuerpo desaparezca, estaré a tu lado, velando por ti... porque siendo el shikigami del conde Usami Michaelis Phantomhive ¿Como no podría hacer algo tan simple como ello?... Mi tonto, pequeño y adorable dueño, existí solo para protegerte, bajo cualquier medida lograría mi misión... Pero he tenido que verme en la necesidad de ahora partir y dejarte por tu cuenta, perdona esa irresponsable acción de mi parte y cumple un indebido capricho mío, cuida por mí aquello que me era importante y cuidate tú también"'
¡Basta Kirie! ¡Deja de hablar, te lo ordeno!-. Desesperado y sintiéndose cada vez mas destrozado por dentro, Usami abrazó el cuerpo de su pequeño gato, este usó lo último que tenía de poder para mover los lazos de su moño y corresponder el abrazo.
Emitió como en antaño un suave ronroneo para calmar el dolor de su dueño, pero aquello tan solo avivó el sufrimiento en su corazón, pues sentía y sabía que aquel tierno sonido sería emitido por última vez en ese preciso momento.
"'Será como lo ordenes mi amado dueño, concederé todos tus deseos, nunca me separaré de ti"' (...Adiós Usami)-. Fue lo que quiso decir Kirie pero la voz de su cuerpo ya no salió en el último momento cuando estaba por decir adiós, por lo que terminó en un pensamiento.
El shikigami felino tan solo sintió por ultima vez la calidez de los brazos del conde, al que sirvió leal y felizmente cada día desde que nació, antes de partir.
Ya no hubo sonido más que el de los gritos y llanto del pequeño demonio al percatarse de que aquella frase fueron las palabras finales.
Usami había perdido no a un sirviente, sino a su mejor amigo, su mayor confidente, su casi hermano, a su amado gato.
[ ...'"Bien Usami, hoy finalmente, y después de mucho esfuerzo, eres conde. Así que a partir de este momento soy tu leal ayudante, dispones de mí como lo necesites y quieras, porque como tu shikigami estaré a tu lado y te serviré eternamente"'...
...En el pasado, en el presente y en el futuro para ti solo existió, existe y existirá una respuesta que debes darme sin importar el que. Lo entiendes ¿Verdad Kirie?...
...'"Será como lo ordenes mi amado dueño, concederé todos tus deseos, nunca me separaré de ti"'...]
...'"Bueno... Mi amado dueño, supongo que esto es todo"'...
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