003 | Akashi×Kuroko 1/2
Todos recordamos la gran victoria que vivió Seirin al derrotar al capitán del aclamado y reconocido equipo de Teiko, apodado por todos "La Generación de los Milagros", pero, ¿se han preguntado que hubiese sido si en lugar de Rakuzan, Seirin hubiera perdido? ¿Qué habrían hecho la luz y sombra ante tal derrota? ¿Qué hubiese sido de Seijūrō, sería la misma persona arrogante y con aires de superioridad que mostró desde siempre?
* * *
El partido terminó: Seirin perdió. Toda esperanza, lucha y unión en equipo se vio derrumbada al conocer al verdadero Akashi Seijūrō.
Nadie habló durante la alineación. Nadie lloró durante el vestidor, pero sabían que todo cambiaría desde aquel lamentable derrota, el más afectado al parecer era Kuroko, quien hizo sus manos puño hasta que sus nudillos se volvieron blancos por tanta fuerza que ejerció a estos.
—Chicos... —Riko intentó buscar alguna forma de animarlos, pero estos no prestaron atención a la entrenadora y salieron a paso lento del vestidor.
Sus corazones latían con rapidez, sus ojos luchaban por no derramar una lágrima, sus cuerpos desprendían sudor, pero poco les importó, lo único que deseaban en esos momentos era regresar a casa y no volver.
Mientras tanto, la mente de Tetsuya no dejó de atormentarlo con imágenes de su derrota, con las palabras que Seijūrō dedicó a su persona, se sentía sucio, miserable.
—Odio el baloncesto —logró pronunciar derramando las lágrimas que prometió no dejar caer. Sus manos seguían en puño, mordía de su labio inferior con fuerza para que un gemido de dolor no escapara de sus labios.
El joven peliazul se había quedado parado detrás de la puerta del vestidor, no podía dar un sólo paso. Cerca de aquella situación lamentable caminaba con arrogancia un pelirrojo victorioso.
Su camino era recto, sin mirar atrás o a los lados, pero sus oídos pudieron percibir el pequeño gemido que Tetsuya no pudo evitar contener, rápidamente giró su cabeza en busqueda del propietario del gemido, encontrando a Tetsuya sentado en el suelo llorando desconsolado. Algo dentro de Seijūrō se rompió en miles de pedazos al observar a su pequeño sexto hombre fantasma en esa situación, jamás lo había visto así, ni siquiera ante la derrota de Shutoku.
Quería acercarse, pero ignoró aquel pensamiento y dolor inexplicable y siguió su camino.
ACTUALIDAD
Han pasado bastantes meses desde aquella terrible derrota, todos los de Seirin lograron recuperarse, aunque no son los mismos que antes, y en cuanto a Tetsuya, él dejó el baloncesto, claramente nadie se lo tomó a bien, pero tuvieron que respetar la decisión de la pequeña sombra.
Ahora Tetsuya ojea un libro para saber si debe llevarlo consigo, o dejarlo en la estantería donde lo tomó. Aunque no puede tomar una decisión ya que su oído logra captar una melodiosa voz que podría reconocer a kilómetros.
—Tetsuya.
—Akashi-kun —debe reconocerlo, bajo esa pacífica y serena voz, dentro de él se esconde un Tetsuya lleno de resentimiento y odio hacía aquel joven de ojos bicolor que lo miran con una leve sonrisa.
—Excelente libro el que tienes entre manos —dirige su vista al libro que Tetsuya sujeta con más fuerza de lo normal.
—Gracias... —lo único que desea en estos momentos es irse lo más pronto posible para dejar de ver ese perfecto rostro, esos hermosos ojos que causan un dolor inimaginable.
—Salgamos —toma la mano de Tetsuya sin preguntar siquiera si gusta salir con él, van hacía el mostrador, pagan el libro y salen.
Tetsuya desea zafarse, pero el agarre de Seijūrō es mucho mayor al que él puede aspirar. Además de que no puede usar su poca presencia ya que Seijūrō es la única persona que puede verlo.
«—Tetsuya, me gustas —dijo Seijūrō serio, pero sus mejillas estaban levemente sonrojadas, algo que Tetsuya jamás había visto.
Tetsuya también le confesó la atracción que sentía por él» recuerda con nostalgia cuando Seijūrō no había cambiado. Cuando se enamoró de ese joven de ojos rojos, no ojos heterocromianos.
«—¿Quién eres? —preguntó Tetsuya mirando fijamente a su novio, sentía miedo por lo que sus ojos miraban.
—Soy Akashi Seijūrō, por supuesto —Tetsuya miró más detenidamente sus ojos, que se habían vuelto bicolor y esa sonrisa aterradora que nunca en su vida había visto» se hace daño, pero no puede evitar recordar todos aquellos momentos cuando tiene al causante de ellos frente a él, sujetando su mano con fuerza.
«—Se acabó —dictó el pelirrojo sin mirar a Tetsuya a los ojos.
—L-lo entiendo —sabía que no valía la pena esforzarse en pedir una explicación, no quería atormentarse por eso» y ahora lo hace, se atormenta no por una respuesta, sino porque aunque estuviera de acuerdo en ese entonces, aún le duele el rompimiento de ambos.
Seijūrō sigue encaminando a Tetsuya, hasta que por fin llegan a su destino: secundaria Teiko, más específicos, el gimnasio.
—¿Qué hacemos aquí? —no puede evitar preguntar.
Seijūro permanece en silencio, mirando fijamente a Tetsuya con una sonrisa tan encantadora que el peliazul no veía desde que eran una linda pareja, pero a pesar de que esa sonrisa logra hacer temblar de pies a cabeza a Tetsuya, éste no piensa caer ante aquel lindo gesto.
—Tengo que irme, Akashi-kun —intenta irse, pero nuevamente Seijūrō lo toma de la mano y lo acerca más a sí, Tetsuya sin importarle ya nada lo mira directo a los ojos.
—No le permito ni a mi padre verme así —nuevamente esa aterradora sonrisa aparece.
Dentro de Tetsuya todo esta roto, primero el cambio de Seijūrō y después la derrota de Seirin, así que no le importa ya esa sonrisa.
—Acostúmbrate, que no dejaré de mirarte así.
•~•~•
¡Hola! Pues bien, desde hace tiempo quería escribir de AkaKuro, ya que es mi shipp favorito <3, pero nunca me animé porque sentía que la personalidad de Akashi era muy difícil ;-;. Pero como pudieron notar, por fin me atreví e hice lo que siempre me había preguntado, "¿qué hubiese ocurrido si Seirin hubiese perdido?" sé que casi no se basa en eso la historia, pero quería hacerlo :v
Bueno, esperen la segunda parte uwu. Y para los que pidieron algún personaje, los traeré, pero no estoy segura cuando, quiero estar lista para escribir de ellos y no presionada.
Weno, me largo :v, bye.
Claudisela.
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