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XVII

El regente sudafricano se encontraba fuera de la enfermería cruzado de brazos.

–¿Que miran?–dijo molesto a los muchachos que le observaban.

–¿Entonces usted es el Sr. Mandela?–dijo Kou arrugando la nariz curioso.

–Si, ¿Tienes algún problema con ello?–dijo cortante.

–No, pero Chokoreto-chan dijo que usted era bueno y amable con la gente y..... No lo parece.

–Lo soy, pero no con ese tipo. –sacudió las manos.–Nadie puede tragarlo.

–Ese tipo es nuestro padre–dijo Reiji tras él–Y aunque admito que no es fácil de tratar, no permitiré que un hombre como usted le ofenda.

–¿Un hombre como yo?

–Si un NEGRO.

–Reiji, ¿no te quedó claro? –dijo Ruki para poner paz.

–De hecho me las estoy viendo oscuras, pequeño huérfano–Respondió con doble sentido.

–¡Reiji por favor!

–No se preocupe joven–dijo el hombre–Estoy acostumbrado a esto, a tratar con gente ignorante de la heterogeneidad y pluriculturalidad de nuestro mundo.

–Si Sr. Mandela, háblenos de su experiencia mejor –intervino Yuuri.

♦♦♦♦♦

–¿Donde estuviste todo este tiempo, Carlo?–preguntó Makena sentándose en una banca del jardín.

–¿En verdad te importa?–el hombre se sentó a su lado con un suspiro.–Porque si no mal recuerdo, tu fuiste la que me dijo que no teníamos nada en común, a excepción de Charles.

–Vaya, vaya. Ahora resulta que yo soy la única culpable aquí. Luego de que tu me confesaras que tenías otras dos esposas, que después se convertirían en tres. Y que tus actividades políticas no te permitían estár en mi nación.

–¿De verdad me reclamas esto ahora, Makena? Tu eras un alma libre, que no podía atar a mi lado con un matrimonio. Eras una joven que deseaba viajar, ver el mundo, dar a otros. Y si, cometimos un error (si es que se puede llamar así, ya que Charles no lo es) en esa noche en que estábamos confusos por la alegría y la pasión. Pero estar casada conmigo te encerraría alejada de eso que te excita: la libertad.

–Tal vez tienes razón, pero, dejaste a tu hijo sin su padre.

–Lo sé, pero él se ha convertido en un mejor hombre que los demás que me tuvieron algo más cercano-desvío la vista avergonzado, había estado con ellos, pero no cercano a ellos.

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