XIX
Dedicado a : lovelynotohico
Los dos regresaron a la escuela. Después de que Charles tranquilizara su ánimo.
Y entraron al gimnasio.
-Charlie-nii!- Kino corrió a abrazarlo-Desapareciste, me tenías preocupado.
-Pero ya estoy aquí, y estoy bien- respondió el chico.
-¡Pero pensé que Mandela-san, te había regresado a Sudáfrica!- dijo como si hubiera desaparecido por meses.
-Gracias por preocuparte por mí, hermanito-Le sonrió y abrazó por el hombro-¿dónde está Yuuri? Tenemos un partido que concluir.
Cuando hubieron reunido a su equipo, buscaron a los otros para continuar.
-Pero empecemos de nuevo-Ayato se cruzó de brazos confiado en que conocía ahora el juego.
-No hay problema-Charles sonrió de lado.
Pero ahora el excampeón escolar sería el árbitro y Mandela narraría. Makena se sentó en las primeras gradas tras las porristas.
KarlHeinz distribuyó a los jugadores por el campo correctamente.
Los capitanes se reunieron al centro y recibieron el balón.
Imaginen un partido de rugby de humanos lleno de empujones y takleos tratando de salvar el balón para su equipo tratando de llevarlo al otro lado de la cancha, llenos de adrenalina.
Pues ahora imaginen a unos salvajes vampiros adolescentes, y a un ghoul, que aún no resuelven sus diferencias.
Así era ese juego.
Inclusive el árbitro tuvo que prohibir el uso de sus poderes.
Las porristas que en un principio eran del equipo de "Ore-sama", ahora estaban divididas, pues unas continuaban apoyándolo, y otras ahora animaban a "Kuro" junto con su madre.
3 puntos, 1 punto, 5 puntos, se sumaban a los marcadores de ambos equipos, haciendo el partido reñido.
Hasta el último minuto, cuando Reiji tenía el balón para llevarlo a la zona de anotación, cuando Yuuri se lo arrebató e hizo un pase a Charles que estaba al otro lado, mientras Ruki y los otros le bloqueaban el paso al equipo de Ayato. El sudafricano abrazó el balón y se tiró tocando la zona de anotación, faltando unos segundos todo el equipo opuesto se tiró sobre él para arrebatarselo.
10, 9, 8, Raito se dió por vencido.
7, 6, 5, Charles tiró a Kanato.
4, 3, 2, Ayato ya no soportó más.
1...0! El equipo ganador fue el de los marginados, que ahora eran los vencedores.
Los gritos de vítores llenaron el lugar.
Las porristas con Yui a la cabeza, rodearon a los jóvenes llenándolos de confetti y diamantina.
Todos los chicos dirijidos por Kino levantaron en brazos a Charles, que fue recibido por sus padres y su tío.
-Felicidades- dijo Ayato a Charles, aunque no con mucho ánimo, pero reconoció su derrota.
-Gracias Ayato, ustedes tampoco estuvieron mal para ser principiantes en el Rugby- le tendió la mano al pelirrojo, el cual correspondió.
Los ganadores se dirigieron a la mansión de Kino para celebrar.
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