XIV
-Espero que Chokoreto-chan, esté bien-dijo Kou tras la puerta.
-Charlie-nii estará bien-afirmó Kino.
KarlHeinz abrió la puerta de la enfermería de golpe.
-¿Alguien a visto a Yui-san?-preguntó a los muchachos, pero se topó con alguien mas allí afuera.
-Carlo-dijo una hermosa mujer de color.
-Makena...
Ella le dio una cachetada al albino.
-¿Y esto por qué?-dijo sobando su mejilla.
-Por no cuidar de nuestro hijo-dijo molesta, para luego tirarse en sus brazos.
-Y esto es por.... -dijo mientras le abrazaba.
-Te extraño, Carlo....-lagrimas corrieron de sus ojos.-Charles es lo más importante para mi, ¿por qué nos dejaste?
-Eso debes preguntárselo a Nelson. Pero ahora debemos buscar a la persona que es la cura para Charles.-le tomó de la mano.
-Sakamaki-sama-dijo Azusa-Eva está en el gimnasio todavía.
-Si está con Ayato -continuó Yuma.
Pero a Ruki no le agradó la idea de que Yui fuera para él.
Se dirigieron entre los alumnos hasta la cancha, donde el pelirrojo maltrataba a la rubia.
-Si Esa Persona me culpa a mi de esto-le zarandeaba por los hombros -¡Tu lo pagarás, Chichinashi!
El vampiro aclaró la garganta, y Ayato la soltó al verlo, cayendo al piso.
-Nadie de ustedes aquí tiene la culpa de que Charles se haya desmayado (Eso es culpa mía y de su tío) -dijo KarlHeinz con firmeza -Sin embargo, si serán castigados todos aquellos que han participado en la discriminación y acoso, no solo de Charles, sino de otros estudiantes. Pero en especial los que se jactan de llevar mi apellido. ¿Como pueden hacer esto a su hermano? Y Charles no es el único hermano suyo aquí.
Todo era un sepulcral silencio.
-Ahora, Señorita Komori, ¿Podría acompañarnos?-pidió el albino.
La chica se acercó a ellos y los tres desaparecieron de la vista de todos.
Solo se miraron unos a otros y comenzaron a irse a los vestidores.
Hola chicas, en el capítulo anterior muchas se sorprendieron de la aparición de Nelson Mandela, sin embargo cabe aclarar que en capítulos anteriores se había insinuado que él fuera familiar de Charles. Específicamente en el capítulo XIX, allí es mas explícito ese hecho. Les recomiendo pasarse nuevamente por allí.
Las quiero, gracias por llegar hasta aquí.
Sayonara!
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