Hoy era la clase de música, tenía bastantes ganas de asistir.

Extrañaba poder tocar algo, pues desde que me fui de casa, no lo había hecho, ya que traer mi instrumento aquí sería muy lioso.

Me dirigía al salón, cuando ese pelirrojo me detuvo.

-Buenas Noches.

-¿A donde crees que vas? KURO~dijo con su tono burlesco.

-Voy a la clase de música, con permiso-trate de caminar, pero me seguía.

-¿Que tocas? ¿Los tambores?-soltó una carcajada-creo que ni eso, solo has de golpear piedras.

-¿Y tu que sabes tocar?

Se quedó en silencio.

-Ya veo....

Entré a la clase dejándolo allí.

-Llega tarde Charles-me dijo el profesor.

-Lo lamento-alcé la vista y mis ojos se iluminaron al mirar un Cello.

-Bueno muestrenme su talento-dijo el profesor.

El rubio comenzó, tocando con su violín el invierno de Vivaldi.
Luego el pianista del sombrero, interpretó Tocata y fuga en D mayor.

Esos chicos la verdad, tocan hermoso.

Tambien el chico del oso de peluche cantó Sign of the Times.
Y Kou Blue Tuesday.

Y así siguieron los demás alumnos hasta que fue mi turno.

Me había sentado en un banquillo tras el cello.

Tomé el arco, coloqué mis dedos sobre las cuerdas y.....

-Los simios no saben tocar- soltaron una risotada pues se oyó desafinado.

-Nadie había usado ese cello en años, el Sr. Sakamaki lo trajo aquí-dijo el maestro.-Solamente está desafinado.

Apreté las clavijas y su sonido ahora era hermoso.

Comencé a tocar una de mis piezas favoritas: Amazing Grace.

Kou, el hermano de Ruki, empezó a entonarla con esa dulce voz suya.

-¿Eso que?- interrumpió el pelirrojo.

-La Escribió John Newton
-Estuve por enojarme, pero la hermosa joven rubia habló.

-Esa pieza nació de un corazón arrepentido.-dijo con su tierna voz.

-¡A tí nadie te metió!-se enojó con ella Ayato

-Tiene razón-dijo el profesor.-Continua Yui.

-Él fue un traficante negrero-Dijo ella-Que dejó arrepentido esa vida para dedicarse a servicio a Dios.

-Ya verás en casa, Chichinashi-le amenazó con la mirada.

-Charles, tocas como tu padre-me alagó el profesor.

-Muchas Gracias, el fue quien me enseñó.

-"Mi papí, a mi si me quiere"-se burló Shuu.

-Quiero que toques en el banquete de graduación. Claro al lado de mis demás estudiantes.

La clase terminó y al salir me topé con todos ellos reclamando a Yui por lo que había dicho.

-Dejenla en paz-Traté de defenderla, pero solo gané un golpe de el albino.

-Tu no te metas-dijo Reiji-Ni tu, ni tus amiguitos, serán Adán jamás.

-¿Adán? Solo deseo que la dejen en paz.

-¡Largate!-Gritó Shuu.

Me fui con el deseo de librar a esa bella chica de sus garras.

Yui....

Al menos ahora sé su nombre.

Pero ¿A qué se refirió con Adán?