Ese hombre me llevó hasta la enfermería de la escuela

-Siéntate-dijo acomodando la camilla

Me senté y él comenzó a limpiar mis heridas, cual si yo fuera un niño pequeño siendo curado por su padre

-¿Por qué no te defendíste?- me preguntó

-Estaría yendo contra los ideales de mis padres-respondí con un suspiro-Ellos lucharon de forma pacífica al lado de el señor Mandela, contra esto

El me sonrió tiernamente, desearía que ellos lo comprendieran de igual forma

-Si. Mi madre dice que mi padre es un gran hombre, que sin él, el Apartheid, seguiría siendo una realidad en mi país- le respondí- Me gustaría conocerlo en persona

-Así será-Él se levantó del banco de metal donde se encontraba y fue hasta su botiquín-toma bebe esto- me dió un líquido extraño-tus herídas cicatrizarán mas rápido

La bebí y sentí como un profundo sueño se apoderaba de mí

Lo siguiente que recuerdo fue que desperté en una cama digna de un príncipe

Mis heridas ya no estaban pero, este no era el departamento que se suponía había rentado

Me levanté de la cama y abrí la cortina para ver en donde me hallaba, pero el sol brillaba en todo su esplendor

¿Acaso ese hombre me había secuestrado?

Corrí hasta la puerta de la habitación la cual por suerte estaba sin cerrojo

Salí rápidamente y bajé las escaleras

-Buenos días Charles-san-,me dijo un sirviente-¿que hace levantado tan temprano?

-¡¿Que hago aquí?!-le tomé de los hombros desesperado

-Tranquilo-dijo él-tome asiento