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4. Kitty

+18 (Lt/Hb)

Donde a Louis le gustan las bragas de gatito de Harry.

Ir al supermercado a hacer la despensa no era una de las cosas que Harry más amara, pero admitía que cuando estaba ahí y aprovechaba para comprarse unas cuántas cositas todo lo compensaba.

Entró a su casa con tres bolsas oscuras en mano y fue a la cocina a dejar en el mesón las de la despensa, ya le tocaría a su hermano guardarlas después.

Corrió escaleras arriba hasta su habitación, donde pudo dejar la bolsa que tenía sus propias compras en el pequeño sofá. Se despojó de su ropa para ponerse pijama y estar más cómodo durante el día, odiaba estar bien vestido en casa si no haría absolutamente nada.

Se dejó caer en la cama y su teléfono sonó, viendo en la pantalla el nombre de su mejor amigo, no dudó en contestar.

— Contabilidad. — Respondió, fingiendo seriedad.

— Disculpa, ¿Hablo con el imbecil más grande de Londres? — Escuchó al otro lado.

Harry rodó los ojos y bufó.

— No te he hecho nada para que me insultes así.

— Claro que lo has hecho, me dejaste plantado en mi casa — Casi pudo verlo hacer berrinche — Íbamos a jugar videojuegos.

— Lo siento Ni, mi mamá me mandó a hacer las compras... Pero puedes venir tu, tengo que enseñarte lo que me he comprado — Chilló emocionado, y pegó un brinco para levantarse de su cama.

— ¿Otro butt plug?

Harry se atasco con su propia saliva y frunció las cejas con vergüenza.

— ¿Que? ¡No! ... Ya te dije que eso fue un accidente — Sacudió la cabeza, recordando como es que ahora tenía ese juguete escondido hasta el fondo de su armario — No se como simplemente no puedes olvidarlo.

— Harry, nadie confunde un butt plugg con un cargador portátil.

— El empaque se veía diferente — Murmuró, poniéndose rojo y agradeciendo que Niall no estuviera frente a él para burlarse en su cara.

— Si como digas, ¿Entonces que es?

El rizado mordió su labio inferior y sonrió, caminando hacia la bolsa pero sin abrirla del todo, conteniendo su emoción.

— Compre unas bragas y medias de red — Dijo muy bajito, como si fuese el secreto más grande del mundo — ¿Tienes idea desde hace cuánto quería usar algo así?

— Me alegro por ti Hazz, pero... No es como si alguien te las fuese a ver, ¿O si? — Preguntó su amigo con un tono de voz pícaro.

— Pues no lo sé, pero en algún momento las puedo estrenar...

Su amigo respondió algo al otro lado de la línea que no pudo escuchar muy bien debido a los toquesitos en su puerta, luego, la cabeza de su hermano apareció por el umbral.

Harry se despegó un poco el teléfono para poder escucharlo.

— Hey Hazz, Louis llegó y vamos a ver películas ¿Quieres venir?

El rizado sonrió en grande y asintió hacia Liam, que ya conocía el crush que su hermano menor tenía hacia su mejor amigo desde que eran pequeños.

— Iré en un ratito... Pero Li — Lo llamo, antes que se fuera — Te toca ordenar la despensa — Lo acusó con su dedo.

— Louis ya está en la cocina, probablemente ya no haya nada que ordenar — Se burló y luego lo vio irse y cerrar la puerta.

Harry volvió al teléfono.

— Louis llegó Niall, ahora estoy nervioso — Dijo, mientras iba a su tocador y acomodaba un poco sus rizos rebeldes y se ponía algo de perfume.

— Aprovecha las bragas entonces.

El rizado soltó una risita negando y se dirigió de nuevo a la bolsa, la cuál abrió y su corazón se detuvo al ver dentro pan de trigo, sopas y cosas de la despensa.

— Ay, mierda.

Louis estaba con una notable mueca de confusión en su rostro.

Había entrado a la cocina para hacer algún pan con mermelada o rebuscar cualquier cosa para comer.

¿Pero que fue lo que encontró? Bragas, de diferentes colores y dibujitos, al fondo de la bolsa se apreciaban unas medias y algunas cinturillas para el muslos de corazones.

Cerró la bolsa algo apresurado al escuchar los pasos de Liam bajar las escaleras, luego lo vio entrar, pero no supo que decir o si debía preguntar algo al respecto.

— Harry ya viene, ese mocoso no tiene decencia para acomodar las cosas él mismo — Dijo su amigo, para comenzar a tomar cosas de la otra bolsa y meter en la alacena.

El chiquillo apareció por la puerta de la cocina, muy agitado y parecía bastante nervioso, traía con él otra bolsa igual a las de la cocina, y se detuvo abruptamente al ver a los dos chicos mayores ahí.

— Ya que estás aquí deberías ayudar un poco, ¿No crees? — Dijo Liam, mientras se subía a un banco para poner encima de la alacena los cereales sin azúcar y cosas que casi no comían.

Pero Harry lo ignoró y se quedó quieto al ver a Louis con la bolsa de sus cosas en la mano.

El ambiente se tornó incómodo solo para el ojiazul y el rizado, que se miraban con pena y escuchaban lejana la voz de Liam que les platicaba cualquier banalidad.

Harry carraspeo la garganta y dejó la bolsa de la despensa sobre el mesón, dando pasos tímidos a Louis.

— E-eso me lo llevaré — Tartamudeo, apuntando a la mano del chico.

No estaba seguro si el chico había revisado la bolsa, pero por su actitud y el echo de que no le quitara la mirada de encima suponía que sí.

Le arrebató el bolso y se dio la vuelta, corriendo de nuevo a su habitación, sudando frío y encerrandose totalmente lleno de vergüenza.

Tomó su teléfono y envió un mensaje a Niall.

-Louis vio mi ropa interior.

-Supongo.

-ME QUIERO MORIR!

Aventó el celular contra la cama y comenzó a caminar desesperado, ahora sentía que no podía ni verlo a la cara en mil años.

— Ay no no, eres estúpido Harry, ¡estúpido! — Murmuró para si mismo.

Su teléfono sonó en notificación y vio por la pantalla de bloqueo la respuesta se su amigo respondiendo al último mensaje.

-Invita:)

Rodó los ojos, y bufó con un puchero, aunque creía que ya estaba exagerando demasiado.

Escuchaba las risas en la sala de parte de Liam y Louis, así que supuso que ya estaban viendo la película o diciéndose idioteces.

Sacó de la bolsa lo que había comprado y por un momento se detuvo a pensar en cuál habría sido la reacción del ojiazul al ver la ropa interior.

¿Cuál le habrá gustado más?

¿Me imaginó con ellas puestas?

Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos y mejor se dedicó a guardar toda la bolsa en el closet.

Unos toquesitos en su puerta lo hicieron mirar hacia ella, y luego la voz del chico por el cual se moría (y más en esos momentos) se oyó.

— ¿Puedo pasar? — Preguntó al otro lado y Harry dio brinquitos nerviosos en su lugar.

Miró su ventana, podría saltar por ahí y morir en el mejor casos, o meterse bajo su cama... ¿Y si fingía que estaba dormido?

Corrió a su cama y esta se escuchó al rebotar contra el colchón, se maldijo a sí mismo.

— Harry ya te oí, abreme.

Bufó y se levantó, tomando un largo respiro antes de girar picaporte de la puerta y abrirle al chico que le gustaba.

Louis no dijo nada, se notaba que también estaba algo nervioso, así que solo dio tres pasos dentro de la habitación y jugó con sus dedos.

Carraspeo la garganta antes de hablar.

— Eh... Liam ya puso la película, calentamos la comida y uhm... Quería saber si bajaría, sería divertido.

Harry suspiró un segundo y asintió, un poco quieto para ser un chico realmente revoltoso e inquieto, pero se trataba de que Louis había visto sus bragas y ahora lo tenia frente a él.

El ojiazul realmente no se quedó con las ganas de preguntar y trató de aligerar el ambiente tenso, solo esperaba que funcionará y no arruinarlo aún más.

— Yo, vi tu bolsa — Se rasco la ceja y luego soltó una risita baja — ¿Eran tuyas, de verdad?

Harry se quedó quieto, pero luego reaccionó a ir a cerrar la puerta de su habitación como si fuese algo ultramente secreto, se sentó en la cama y metió sus manos ya nerviosas y con un poco de sudor entre sus piernas, miro a Louis con súplica.

— Por favor no le digas a Liam, ya suficiente tengo con que tú te reirás de mí — Pidió, sin verlo directamente a los ojos.

Louis borró la sonrisa de su rostro y dio unos pasos por la habitación, sintiéndose un poco mal por hacer que el rizado se avergonzara.

— Pero yo no me voy a reír — Dijo, y metió sus manos en los bolsillos traseros de su pantalón, mirando a Harry — Yo creo que eran... Lindas.

— Por favor, ya no digas mas Lou...

— No, de verdad, eran bonitas, la de los dibujitos es, uhm... — Carraspeo y sacudió su cabeza al darse cuenta de lo que iba a decir — Yo creo que se te verán muy bien, si.

Harry no dijo nada más, se quedó hundido en sus pensamientos y lo que más le cruzaba por la mente era que, de verdad, el chico por el cuál se moría se lo estaba imaginando en ropa interior.

— Tu, uhm... ¿Quieres verlas? Necesito más aprobación — Le pregunto al ojiazul, que estaba casi boquiabierto cerca de su closet.

El mayor soltó una risita nerviosa y asintió, procesandolo un segundo.

— Si, claro, seré muy sincero.

El rizado apretó sus labios y se levantó para ir al closet y tomar la bolsa, para luego extender cada una de ellas sobre el pequeño sofá.

Louis las miró detenidamente, todas eran muy bonitas y algunas con encaje, pero las de esos gatitos grises seguían captando su atención.

— Definitivamente tienes muy bonitos gustos, Harry.

El nombrado soltó el iré que tenía guardado y que apenas se había dado cuenta.

— ¿Tu crees?

— Si, pero... — Hizo una pausa y tomó las bragas de su agrado, pasando la fina tela por las yemas de sus dedos —... Cuando te las pones se ven diferentes...

— Ah, si — Murmuró, asintiendo a la crítica del ojiazul, pero luego conecto las cosas en su Cabeza y lo vio directamente a los ojos — Oh...

Louis lo miró con una ceja alzada y le tendió la prenda, sin quitar su mirada de la del mas chico.

— Pruebatela.

Harry la recibió con sus manos temblorosas ¿Seria prudente gritar de emoción frente a Louis?

No lo hizo, en cambio, sin algún tipo de vergüenza y dejando a un Louis creyendo que iba a ir al baño a cambiarse, comenzó por girarse y desabotonar sus jeans, bajandolos junto con la ropa interior que ya tenia puesta.

Louis tragó saliva duramente y se sentó en el pequeño sofá casi en automático, apretando sus piernas y juntando sus manos al frente, sin poder apartar la mirada del trasero blanquecino del chico, observando que tenía un lunar pequeño ahí, entre abrió sus labios y dejo salir aire cuando Harry se inclino hacia el frente para empezar a subirse las bragas, no dejó nada a la imaginación.

Ya podía ver lo apetecible que se le veían, amoldando perfectamente en sus caderas finas y no entendía como se veía tan malditamente tierno y caliente.

Harry tomó un respiro y se giró, meneando un poco sus caderas para mostrarlas.

— ¿Y bien, cambió algo? — Preguntó, fingiendo inocencia pero el tono atrevido y cauteloso de su voz no se iba.

Louis trago saliva una vez más y parpadeo despacio. Salió de su trance y le hizo una seña al menor para que se acercara, cuando lo tuvo frente a él empezó a tocar con sus dedos muy suave, apenas y se sentía el tacto de las yemas en los muslos ajenos, y subiendo, encontró la costura de las bragas, la delineó con el índice por dentro y la soltó de repente, provocándole un escalofrío al rizado.

— Se te ven muy lindas. Fueron hechas para ti, solo para ti.

Harry lo miraba desde arriba, como lo tocaba muy suave, Louis era tan perfecto, ni siquiera teniéndolo ahí, semidesnudo y mostrándole su erección poco elevada era capaz de tratarlo rudo o hacerlo sentir mal íntimamente sin preguntárselo antes.

— ¿Puedo sentarme? — Preguntó el de ojos verdes, no refiriéndose al espacio de aún lado, si no a los muslos de Louis, que se habían separado ligeramente.

— Ponte cómodo.

Se recargo en el respaldo y no despegó sus manos cuando sintió el cálido peso del chico sobre él, respiró y tensó las piernas cuando se sentó justamente sobre el bulto en sus pantalones, estaba muy duro y ese peso era demasiado.

Louis se lamio los labios y acarició un costado de cabello de Harry, luego le dio una media sonrisa.

— ¿Sabes lo que haces, no?

El rizado ladeo la cabeza y le dio la mirada más falsamente inocente del mundo.

— No, ¿Que es lo que hago? — Preguntó dulcemente, fingiendo acomodarse sobre Louis para crear una corta fricción.

El ojiazul solto un gemido y miro hacia abajo donde Harry estaba sentado. Llevó sus manos al trasero del menor y le dio una suave palmada.

— ¿Quieres ver que es lo que haces? Mocoso travieso.

— Si, si no no me doy cuenta.

Louis ya no podía más, ni siquiera estaban haciendo algo como para que su prominente erección doliera como el infierno y buscara liberación inmediata.

Llevó una de sus manos al cuello del rizado y apretó despacio, la otra la fue subiendo a su rostro, acariciando su mejilla, su nariz, y delineando sus labios con dos de sus dedos, mismos que Harry atrapó y los metió a su boca, succionadolos y creando ruidos obscenos.

— Joder, Harry — Maldijo, y la mano que estaba en su cuello comenzó a apretarla alrededor, haciendo que su rostro se pusiera rojito y soltara gemidos ahogados por la falta de aire.

Apoyó sus pies firmemente en el suelo y comenzó a levantar sus caderas para crear fricción y que las falsas embestidas los estimularan a ambos.

Harry con sus manos completamente libres comenzó a tantear los jeans de Louis para desabotonarlos y meter su mano, delineando su miembro bien marcado por dentro de los bóxers. Eso fue un alivio instantáneo para Louis, pero no bastaba.

— Suficiente — Dijo, sacando de golpe los dedos ensalivados de su boca, lo acomodó a manera que quedara de rodillas en el sofá, a su lado, y con una vista de su trasero si Harry se inclinaba.

Levantó sus caderas un poco solo para bajarse los pantalones junto con los bóxers y dejar a la vista una erección brillante y que se erguia ansiosa sobre su abdomen.

Tomó por la barbilla a Harry y lo hizo bajar la cabeza.

— Anda, bonito, toda tuya.

El rizado se mojo los labios y procedió a abrir la boca lo más que pudo para tragar casi todo el miembro de Louis de una.

El ojiazul dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá y cerró los ojos. Llevó su mano con sus dedos aún mojados dentro de las bragas del menor y comenzó a tantear su estrecho agujero, que cuando lo sintió, no dudó en enterrar un dedo, sacándole un gemido a Harry que sintió en su miembro por las vibraciones de su garganta.

El rizado utilizaba su lengua mojada en la punta, aveces succionado y saboreando el líquido preseminal que salía. Tomó a tanteos la mano libre de Louis y la puso en su nuca, dejándolo al mando de la situación.

El ojiazul claro que lo quiso, y sin un tantito de piedad bajó la cabeza de Harry, haciéndolo tragar todo y provocándole unas arcadas, mismas que se fueron cuando lo oyó respirar controladamente y lo dejó ahí unos segundos.

Movió más rápido su dedo dentro, y al tener un poco de dificultad para llegar más adentro decidió meter otro, haciendo que el menor gimiera y para evitar que se ahogara le jaló el cabello hacia arriba para que dejara de succionar.

— Mirate, Hazz, siempre siendo el hermanito menor, el pequeño, pero de inocente no tienes nada.

Hizo en su mano un puño con los rizos de Harry, y lo analizó, su rostro totalmente sonrojado, sus labios muy mojados e hinchados, y una línea de saliva uniéndose de su boquita hasta la punta de su miembro.

Iba a decir algo, pero Louis volvió a obligarlo a tomarlo todo, sin dejarlo escapar un segundo.

Movía sus dedos dentro del menor más rápido y cuando encontró su más dulce punto no lo soltó y lo estimuló por unos segundos hasta que vio sus piernas temblar.

— Venga bebé, ya estoy muy cerca, ¿Es que acaso no puedes hacerme venir?

Harry gimió al escuchar eso, ¿Que si era capaz? Claro que lo era.

Hizo unas succiones ahuecando sus mejillas y subía su cabeza estimulando el glande con su lengua, había descubierto que le gustaba eso.

Se empujó hacia atrás sobre los dedos de Louis y sintió un escalofrío pasar de su espina dorsal hasta su vientre bajo y llegó a un potente orgasmo, manchando sus braguitas y produciendo un gemido tan bueno que hizo a Louis venirse segundos después.

Lo apartó un poco para no derramarse dentro de su boca, pues ni habia tenido tiempo de preguntarle si lo quería y no lo consideró de la mejor manera, solo le mancho un poco la mejilla y lo demás cayó sobre su propio abdomen.

Harry dejó caer sus piernas en el pequeño sofá, en posición fetal y con su cabeza descansando en los muslos de Louis.

— Cielos, lo siento — Se disculpo el mayor en un suspiro, quitando con su pulgar el semen que le había manchado la mejilla.

Harry rió y con los ojos cerrados habló.

— ¿Enserio te disculpas por eso?

— Si — Murmuró, haciéndole caricias en el cabello alborotado.

— A la próxima no lo hagas.

— ¿Próxima? — Preguntó, con una sonrisa ladina y una ceja alzada.

— Bueno, aún quedan unas cuántas bragas.

— Lo tomaré en cuenta.

Ambos sonrieron y cuando parecieron calmarse cobrar sentido Louis dejó salir un soplido.

— Y yo solo venía a ver películas — se 'quejó'.

— Genial, premio doble.












[…]

Liam en la sala: 🕴🏻

Yy que les pareció ese humilde one shot, cuenteme:)???

Cualquier error o falta de ortografía me lo dicen por faaa me ayudan mucho cuando me corrigen<3

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