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Lugares Cambiados #6

Espero que les guste~

Nota: Exprimí mi cerebro para esto xD

Nota-2: No les confirmo al 100% que habrá otra parte de esto porque creo que hasta aquí llegue con las ideas T-T

Tigresa no podía dormir por alguna razón, sintiéndose inquieta y algo molesta, su cerebro repitiendo todo el entrenamiento, incluida la expresión llena de miedo del Maestro Shifu y su critica llena de desdén, dejando escapar un gruñido que se apresuro a detener tan pronto como pudo. Por alguna razón, la actitud del mayor le había molestado mucho.

Y decidió que eliminar algo de energía era lo mejor que podía hacer.

Golpear algo inanimado no era exactamente la forma más sana y buena de deshacerse de la ira, lo tiene muy en claro, usualmente intentaba hablar con su papá y respirar profundo para que todo aquello desapareciera pero esta enojada y lejos de casa, así que lo más cerca que tiene es el pequeño bosque que esta cerca del Palacio de Jade. Duele, porque no nunca hizo algo así en su vida pero después del quinto o sexto golpe, puede sentir que aquello se derrite y da paso al cansancio.

-Estúpida rata de grandes orejas...- gruño entre dientes, solo para terminar por bufar, jurando que puede escuchar la voz de su padre llamando así al panda rojo en su cabeza, lleno de molestia. Su humor mejor mientras lo imagina agitando una cuchara de madera lleno de ira, dispuesto a enfrentar a un maestro de Kung Fu sin pensar. -...rata de grandes orejas- soltó una carcajada antes de poder evitarlo, respirando profundo, sintiéndose mucho más calmada ahora. Cree que esta lista para dormir.

-No deberías insultar a tu maestro- se endereza y se voltea, un poco avergonzada de ver a Po allí y sosteniendo una lampara encendida para poder iluminar su camino, sintiéndose algo juzgada ante su expresión seria.

-No es mi maestro- bufo, agitando la cola con ligera molestia ante lo infantil que sonó. El panda solo parpadeo, tranquilo y si ella no se equivocaba, algo divertido.

-Golpear los arboles no es bueno, en especial en momento de ira- hizo un gesto y aunque Tigresa estaba un poco confundida, avanzo con pasos tentativos. Empezaron a caminar de vuelta al palacio, en un extraño silencio que se le hizo incomodo. El Maestro Po es serio y un poco tosco, frio de cierta manera pero mayormente tranquilo y ella no tiene idea de como se supone que debe socializar con él. Es extraño.

-No deberías ser tan dura con el Maestro Shifu- fue una sorpresa que el panda decidiera hablar primero, manteniendo su mirada hacia el frente. -Él no te teme- agrego después de unos segundos y ella no pudo evitar rodar los ojos con fastidio ligero.

-Si, claro- lo miro de reojo, sin entender su repentina presencia allí. Se había mantenido lejano en todo el tiempo de su estadía, comiendo ese tofu insípido en vez de su comida y sin decir mucho. -He visto su mirada antes, puedo reconocer perfectamente el miedo- incluso si habían pasado años, en un mal día, las mirada aterrorizada de las cabras y pequeños del orfanato la perseguían en sus pesadillas.

-No te teme a ti...- repitió, con un poco más de firmeza esta vez pero hay algo extrañamente amable en sus ojos verdes y quizás es por eso que ella no se aleja, solo lo escucha. -...le recuerdas a alguien por quien teme-

-¿Tai Long?- ese fue el primer nombre que se le vino a la mente. Los rumores entre la villa decían que había sido el el primer estudiante de Shifu, fuerte y poderoso, que había perdido el camino del bien en algún punto y ataco a los inocentes, Oogwey siendo el único capaz de vencerlo. -Ni siquiera somos de la misma especie- hizo un gesto hacia si misma y se cruzo de brazos, ignorando el ligero dolor en sus nudillos. Iba a tener que revisarlos en algún punto.

-Quizás no pero creo que tu estilo de lucha se parece al suyo- se adentraron en el palacio y antes de que ella pudiera dirigirse a los dormitorios, él la tomo del brazo y la arrastro hacia la cocina, ignorando sus quejas y reclamos. Fue obligada a sentarse en una silla y solo se quedo allí, observando con curiosidad como él dejaba una caja sobre la mesa. -Pata- extendió su propia pata y ella se removió, algo incomoda por la mirada fija, dudando un poco antes de dejar su pata sobre la ajena. -Tai Long era mucho más que un estudiante. Shifu lo encontró cuando solo era un cachorro y lo educo como a su propio hijo...- hablo, revisando el nudillo de la felina, tarareando de manera pensativa mientras rebuscaba en la caja lo que necesitaba. -...en cuando demostró su talento en el Kung Fu, Shifu se decidió a entrenarlo, creyendo en él y diciéndole que su destino era la grandeza...pero nunca nada era suficiente para Tai Long- Tigresa parpadeo, esa era una historia familiar pero con detalles nuevos. -Quería el rollo del dragón pero Oogwey vio oscuridad en su corazón y se lo negó- termino de atar la venda y soltó su pata, haciendo un gesto, ella obediente al darle la otra, más interesada en la historia. -Furioso, Tai Long devasto el vallo y cuando volvió al palacio para tomar lo que creía que era suyo por derecho, Shifu intento enfrentarlo pero...-

-...no podía lastimar a su propio hijo- hizo una mueca al imaginarlo y el panda asintió.

-Oogwey no tuvo otra más que detenerlo- termino de colocar la segunda venda y se enderezo. -Shifu amo a Tai Long tanto como un padre podía amar a su hijo y cuando lo perdió, su corazón se cerro, dejando un vacío frio que nada podía llenar- Tigresa lo miro. Más allá de esa mascara de calma, ella podía detectar cierto dolor en eso y se pregunto que tipo de relación había realmente entre los pandas. -Tai Long era salvaje y fuerte...- la miro. -...le recuerdas mucho a él, pude verlo en el entrenamiento-

-Eso no es mi culpa- se sentía mal por Shifu pero aun había una punzada de molestia en su pecho. -No me conoce, no tiene idea lo que batalle para encontrar mi propio estilo de lucha y mucho menos para perfeccionarlo- miro las vendas que rodeaban sus patas, cubriendo sus nudillos, recordando todo el entrenamiento en solitario que había hecho. -No me volví fuerte para lastimar a otros, sino para protegerlos...- lo miro. -...no soy como Tai Long, ni siquiera quería el titulo para empezar-

-Lo sé y puedo respetar eso- tarareo. -Mantente firme, recuerda la razón por la que empezaste a pelear realmente y hazte más fuerte para demostrarle a él que esta equivocado- ella se animo ante eso, sin haberlo espero, pero no dudo en asentir con decisión y Po sonrío ligeramente, luciendo satisfecho por alguna razón.

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