Kuma 8
- Sabes que habrá un pequeño, o tal vez gran, escándalo cuando el programa salga en emisión ¿cierto? -pregunto Namjoon hacia Yoongi, recargando su espalda en la furgoneta y cruzando sus brazos sobre su pecho. No estaba enojado, Yoongi lo sabia sin la necesidad de verle el rostro.
- ¿Por qué? -pregunto desinteresado, con una gran sonrisa plantada en su rostro mientras rebuscaba en su mochila su cámara.
Necesitaba sacarse una foto, muchas fotos a decir verdad, con Kumamon y luego le pediría su número... Eso no era mucho ¿cierto?
Namjoon suspiro y observo al rubio.
- Yoongi, sostuviste la mano del pequeño oso durante todo el programa y no lo dejaste ir a ningún lado, bueno, el chico tampoco se alejaba de tu lado por nada del mundo a decir verdad. -recordó, uno de sus hoyuelos hizo aparición.
- ¿En serio? -pregunto entusiasmado, sin ver el problema.
- Las personas van a creer que tal vez tienes una relación con el chico tras el traje de oso. En el próximo, trata de mantener distancia, empezando desde ahora. -aconsejo, logrando esta vez llamar la atención de Yoongi- Sabes como es el jefe con estos temas. -le recordó con pesar.
El rubio abrió que boca dispuesto a discutir cuando un agudo grito se hizo presente, interrumpiendo.
- ¿Ese no es Kumamon? -pregunto Namjoon justo cuando Jimin, quien corría desesperado moviendo sus brazos por alrededor de su cabeza, corrió frente a ellos.
Su grito había llamado la atención de la mayoría de las personas, en especial por que estaba corriendo alrededor de la cancha pero nadie se acercaba ayudarlo.
Antes de que pudiera pensarlo, su cuerpo ya estaba en movimiento, corriendo detrás del menor.
Lo atrapó en un lugar alejado del set, y lo abrazó contra su pecho, pudiendo sentir el delgado y pequeño cuerpo a través del disfraz.
- Shhh pequeño, estás bien, estoy contigo. -susurraba abrazándolo con fuerza.
- L-lo si-siento... -susurro débil y tierna la voz.
Una voz que encantó al mayor y le hizo abrazarle más fuerte pero con cuidado de no lastimarle.
- ¿Quieres decirme qué pasó? -preguntó suavemente para no asustarle más, comenzando a masajear la pequeña espalda.
- ... Una... Ma-mariposa... -respondió en un susurro suave.
- Y no te gustan. -negó con la cabeza, aun sintiendo aquel insecto alrededor de su cabeza.
- M-miedo... -susurro y un pequeño escalofrío le recorrió su pequeño cuerpo. Recordando como empezó su miedo.
Sonriendo enternecido, Yoongi lo acuno más contra sus brazos. Jimin se sentía tan protegido con aquellos brazos rodeándolo, que no podía pensar en nada más. Escuchaba el ritmo de su corazón latir rápidamente y retorcijones en su pancita, como si fuegos artificiales estuvieran explotando suavemente adentro o como aleteos de mariposas pero esa comparación no le gustaba tanto.
- Volvamos con los demás. -pronuncio el rubio después de un largo pero confortable silencio, en el cual nunca dejó de abrazarle o acariciarle la espalda, deseando que el traje no estuviera entre ellos, como si fuera una barrera. Raro, se supone que le gusta el oso Kumamon pero, el chico era tan tierno.
- Ir...
- ¿Te quieres ir? -preguntó sintiéndose triste, no quería dejarlo ir tan pronto.
El pequeño atrapó su labio inferior con sus dientes y asintió lentamente con su cabeza. A estas alturas el amigo de su hermano se debería de estar preguntando donde estaba y tal vez su jefe, el de su hermano, debería de estar muy enojado por no haber estado repartiendo los panfletos.
- Pero... Te volveré a ver ¿cierto? -pregunto inseguro el mayor, sintiendo que si lo soltaba no lo iba a volver a ver por otro largo tiempo.
El menor lo pensó por unos segundos. Tal vez podría visitar a su hermano en su trabajo para poder verle, aunque sea de lejos.
Cuando asintió lentamente con su cabeza, Yoongi soltó una exhalación de alivio que ni siquiera sabía que había retenido por tanto tiempo.
- ¿Me das tu celular?. -pidió sintiéndose extrañamente nervioso, lo único que sabía era que no quería perder el contacto con el pequeño.
El corazón de Jimin salto. ¿Por qué quería su celular?
- Quiero guardar mi número en el tuyo a la vez que guardo tu número en el mío, quiero saber que estas bien, que llegaste a tu casa bien. -aclaró ante el silencio que se había creado luego de que preguntara, sintiéndose estúpido. Tal vez estaba yendo muy lejos, pensó al no recibir respuesta.
Aunque fuera por eso, el menor sintió que iba a morir. Su ídolo le estaba pidiendo su número por que estaba preocupado por él. Sonrió bobo hasta que recordó que no tenía su móvil con el en ese momento, lo había dejado en su casa.
- Yo... N-no... Celular aho-ahora...
Mierda, Yoongi quería grabar aquella suave y tierna voz para escucharla siempre.
- Dime el número y yo lo guardaré en el mío, te enviaré un mensaje enseguida. -prometió ansioso, rompiendo el abrazo con algo de esfuerzo, ya que quería seguir sintiendo el pequeño cuerpo entre sus brazos, y saco su celular.
Jimin abrió demás sus verdosos ojitos, nervioso observó como el mayor guardaba su móvil luego de que le dictara su número. Realmente rezaba por habérselo dado bien o realmente se odiaría al llegar a su casa.
- Vamos, tomaré otra vez mi cubreboca y te llevaré de vuelta. -prometió tomando la pequeña mano entre las suyas para comenzar a volver al set, su sonrisa no abandonaba su rostro por ningún motivo.
Cuando llegó de nuevo a la furgoneta, Namjoon seguía ahí mismo y con una expresión seria.
- ¿Dónde estaban? -pregunto observando como el rubio sacaba su cubreboca y un gorro negro con visera.
- Saldré un momento, volveré enseguida. -aviso saliendo de ahí antes de que su mánager abriera su boca.
En el camino todo fue en silencio, Jimin estaba muy nervioso y avergonzado como para enfrentar la mirada del mayor y se mantenía cabizbajo.
Yoongi lo miraba de vez en cuando, deseoso de escuchar aquella perfecta voz, le hablaba de vez en cuando pero la única respuesta que obtenía era un encogimiento de hombros o movimientos de cabeza positivos o negativo.
- Llegamos. -aviso sin querer soltarle la mano.
Atrevido, lo jalo de la mano cuando este comenzó a alejarse y lo abrazó por última vez. Suspiro con alivio al hacerlo y volvió a sonreír cuando escucho el suave susurro de un, "gracias."
Con sus mejillas rojas, el menor soltó la mano de Yoongi y desapareció por la puerta trasera. En sus oídos podía escuchar y sentir el latido de su corazón.
- Minnie, ¿Cómo estas? -preguntó de repente Baekhyun, sorprendiéndolo.
- Yo... Bien... -respondió, y si no hubiese estado aún con su cabeza de oso, tal vez el mayor hubiese podido apreciar su gran sonrisa enamorada.
Baekhyun suspiró con alivio y lo dirigió a la pequeña sala.
- Cámbiate de ropa y te iré a dejar enseguida a tu casa. -propuso, acariciándole la cabeza sobre su traje y se fue cerrando despacio la puerta.
Suspiro realmente aliviado de que todo estuviera saliendo bien hasta el momento, volvió a su puesto de trabajo y casi se atragantó al ver al famoso Min Yoongi ingresar por la entrada.
¿Qué se supone que hacia aquí?, se preguntó angustiado.
- ¿Qué hace aquí? -preguntó con una sonrisa forzada, tratando que su tono no fuera rudo.
- Quería asegurarme de que el chico estuviera bien. -respondió alzando una ceja.
Lo cual no era mentira. Bueno, no del todo. Quería ver si tenía la posibilidad de ver el rostro del chico fuera del traje, sentía mucha curiosidad al respecto.
- Eso no será posible, ya se fue. -mintió evitando girar su cabeza hacia atrás, orando para que Jimin no saliera.
- ¿Como? Lo deje tan solo hace unos minutos. -frunció el ceño, desconfiado.
- Entró y se fue, salió un imprevisto y no alcanzó ni siquiera a sacarse el disfraz. -explicó moviendo nerviosamente sus dedos sobre el mesón.
Cuando Yoongi se quedó viendo sobre su hombro, volteo lentamente su cabeza. Jimin estaba parado tratando de arreglar su cabello para que tapara sus ojos. Tenía un pronunciado puchero en su lindo rostro al no lograr que se quedará donde él quería.
Con un pequeño suspiro comenzó a caminar nuevamente hasta llegar donde Baekhyun. Relamiendo sus labios alzó su cabeza y se quedó congelado al ver a su amor platónico frente a él, cara a cara, sin nada impidiendo que viera su rostro.
Los penetrantes y hermosos ojos de Yoongi le observaban fijamente, sorprendiéndose al ver los distintos matices que pasaron por el tierno rostro del menor hasta quedar en un lindo e inocente rojo intenso en sus mejillas y orejas.
Rió bajo cuando el tierno castaño claro se reaccionó escondiéndose tras la espalda del chico que le había hablado.
Los pequeños y regordetes dedos de Jimin se aferraban a los costados de la camiseta de Baekhyun, recargando su cabeza en la espalda del nombrado. Su pobre corazón ya había pasado por muchas emociones en un solo día.
Baekhyun carraspeo su garganta para llamar la atención de Yoongi, alzó una ceja interrogante.
- Bien... Asique... Ya se fue... -pronunció tratando de ver el lindo rostro del pequeño otra vez, estaba seguro de que lo había visto antes.
- Si. -observa su móvil- Ahora si nos disculpas, ya termine mi turno y tenemos que irnos.
No se cambiaría de ropa, eso era peligroso en este momento. Con Jimin aferrado a su espalda, salió dejando atrás a Min Yoongi, despidiéndose de los otros empleados de turno.
- ¿Ya... No está? -pregunto el menor, rehusándose a que le vea sin el traje.
Baekhyun observó a su alrededor, verificando.
- No, ya no hay nadie Minnie. -respondió cuando estuvo seguro, abriendo la puerta de su auto para que el menor subiera.
Rápidamente rodeó el auto y se subió justo a tiempo para cuando Yoongi salió de la tienda, observando su entorno como si buscara algo o alguien. Cuando les observó, Baekhyun le sonrió inocente y rápidamente puso en marcha su auto, saliendo.
Yoongi suspiro apretando sus puños, había recordado de donde se le hacía conocido el lindo castaño claro, era el chico que había visto ayer.
Con malhumor volvió al set justo a tiempo en el cual todos se estaban despidiendo.
- ¿Adonde fuiste? Perdiste una sesión de fotos por irte por tanto tiempo. -recrimina Namjoon, subiéndose a la furgoneta al igual que el rubio.
- Uuuh, Namjoon hyung en verdad está enojado contigo Suga.
Yoongi junto sus cejas y observó hacia Jungkook.
- ¿Y tú cuando llegaste?
- Justo cuando te vi saliendo de la mano con un oso negro. No sabía que estabas tan obsesionado con Kumamon como para secuestrar a uno. -se burló- Dime, ¿lo secuestraste y ahora está en tu departamento?
- O lo callas o lo callo y no precisamente de forma agradable. -advirtió Yoongi. Namjoon observó al pelirrojo por el retrovisor.
- Detente Kook, mañana tienes que grabar un comercial y no puedes tener un golpe en tu rostro.
- Hyung no es capaz de golpearme. -pronunció con una sonrisa que se fue borrando al recordar como le cerro la puerta en la cara no hace mucho-. Callado me veo más bonito. -susurro observando por la ventana, en silencio.
Yoongi sonrió y sacó su móvil, desbloqueándolo.
- ¿En serio tu fondo de pantalla es un peluche de Kumamon? -pregunto el pelirrojo, tratando de inclinarse aun mas hacia el rubio para espiar.
- Kook. -advirtió Yoongi, apretando sus labios en una fina línea.
- Ya, ya. Perdón. -volvió a sentarse bien, fingiendo interés absoluto por el paisaje a través de la ventana.
Suspirando, le observo por ultima vez con advertencia antes de meterse en su galería de fotos. Su sonrisa se suavizó al ver el tierno rostro de aquel chico tierno otra vez. Diablos, como no había sido capaz de recordar tan tierno y delicado rostro hace un momento atrás.
- Oh, es bonito ¿Quién es? -pregunto Jungkook curioso.
El rubio gruñó enojado y volvió a bloquear su celular.
- Namjoon hyung, Yoongi tiene la foto de un chico lindo ¿sabes quien es?.
- Jungkook, cállate. -ordenaron los dos mayores.
Cuando estuvo en la soledad de su departamento, Yoongi saco su celular buscando aquel número. Indeciso, finalmente escribió algo simple y lo envío, esperando una respuesta. Internamente, admitiría que estaba algo ansioso por una respuesta.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro