- Aquí, el mejor amigo del mundo a quien ya le debes dos grandes favores. -fue el agradable saludo de Baekhyun cuando contestó la llamada de Taehyung.

El castaño oscuro rodó sus ojos, sabía que este se las cobraría pero ya sabía muy bien cómo pagarlas.

- ¿Cómo esta Chimchim?

- Yo estoy bien, gracias por preguntar mejor amigo. -dijo irónico- ¿Y tú cómo sigues?. A eso se le llama ser educado.

- Si, ajá, ya, estoy bien ¿Y mi hermanito? -volvió a preguntar.

Baekhyun hizo un puchero y luego suspiro observando por el pasillo donde el menor había desaparecido.

- Este bien, esta nervioso y ansioso por ver al tal Min Yoongi. Ahora se está colocando el traje... ¿Estás seguro? -preguntó dubitativo, pensando que no era una buena idea todo esto.

- Claro, esto ayudará a Minnie y el psicólogo también me lo pidió. -dijo seguro- Tú solo asegúrate de que si es Yoongi quien aparece, que el se lo lleve al set, así Chim no se negara.

- ¿Y si no viene él? ¿Y si viene alguien más? -pregunto preocupado.

- Estoy seguro de que va a presentarse él. ¿Te acuerdas del cliente extraño que siempre pide un pastel pequeño y se va a la parte más oscura y alejada, mirando hacia afuera?

- Claro, los dos solemos burlarnos de él cuando no nos está viendo.

- Adivina qué, ese chico es el famoso Min Yoongi. -sonríe al escuchar la exclamación del otro lado- Seguramente iba para ver si podía encontrarse con mi hermanito otra vez pero como el jefe no me dejó usar el traje esos días, no lo pudo ver.

- Entonces... ¿Mi problema sería que el señor Lee Donghae no se de cuenta de que el oso sale por su tienda? -pregunto más angustiado que antes, ¿Cómo jodidos infiernos iba a hacer eso.?

- Sip, mamá llamó y le dijo que no me iba a presentar, le tuve que rogar para que lo hiciera y así el jefe me creyera.

- Claro, y me dejas el trabajo más pesado a mí. -se quejó.

- No seas llorón, ya se como pagártelas.

- No te pases de listo, yo...

- Te conseguiré una cita con mi vecino, Chanyeol. -interrumpió, enmudeciendo por un momento al contrario.

- Y por eso te aseguró que sacaré a un oso sin que nadie se de cuenta. -prometió ansioso.

Taehyung soltó una carcajada que luego se transformó en arcadas.

- Que asco, anda a vomitar al baño. -aconsejó Bae.

- ¿Taehyung? ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Con quien estas hablando? ¿Dónde está tu hermano? -Baekhyun reconoció esa voz y fue su señal para abandonar a su amigo y cortar la llamada.

Le daría las condolencias después por un mensaje... Si es que aún estaba vivo, esperaba que sí.

- Minnie... ¿Te falta mucho? -preguntó golpeando suavemente la puerta.

Del otro lado, Jimin alzó la cabeza por fin colocándose el traje.

- No Hyung, me falta mi cabeza de osito. -dijo buscando a su alrededor.

Baekhyun sonrió suave del otro lado de la puerta.

- Bien Minnie, cuando termines vendré a buscarte y saldremos por la puerta trasera.

- ¿Por quie? -pregunto curioso el menor, agachándose para buscar su cabeza bajo la mesa.

- ... Se supone que ya deberías de estar afuera entregando los panfletos, el jefe se puede enojar así que saldremos por detrás y rodearemos el club.

- Esta bien. -Baekhyun mordió su labio inferior por lo que estaba apunto de decir.

- Esta vez te acompañare y saldremos los dos a recorrer para repartir los panfletos.

- ¿En serio Hyung? -pregunto el menor entusiasmado de no estar solo afuera.

- S-si... Ya vuelvo. -dijo retirándose.

Sintiéndose mal por mentirle al menor, Baekhyun se retiró a la gran sala. Se supone que aquel cliente raro -que ya sabía que era el famoso Min Yoongi- estaría en unos minutos más aquí -esperaba que en verdad fuera él-, el chico siempre era puntual y esta vez no fue la excepción.

Yoongi entró al local ansioso, pero sin demostrarlo gracias a su cubre boca, de poder volver a ver a Kumamon. Los del Staff le dijeron que estaría listo en este lugar, no pregunto por qué aquí y solo se ofreció para venir a buscarlo, sin escuchar realmente si le habían dado el permiso o no.

Observó a su alrededor alzando una ceja al no ver al oso en ninguna parte, ilógico siendo que era un disfraz de oso negro.

- Psst... Psst... -volvió hacía el chico que le llamaba estando detrás del mesón, era uno de los chicos que lo solía atender cuando venía aquí.

Desconfiado se acercó cuando este comenzó a llamarle con un movimiento de mano.

- ¿Vienes por Kumamon? ¿Eres Min Yoongi? -pregunto en un susurro, observando a su alrededor nervioso.

- ¿Dónde está?

- Solo te diré si eres Min Yoongi, si no, no. -sentenció seguro.

El rubio rodó sus ojos y bajo su mascarilla.

- Si soy yo. -respondió para volver a subirla.

- Oh Dios, en verdad no creía que fueras realmente tú. -susurro sorprendido- Minnie estará muy feliz.

- ¿Minnie? -pregunto curioso.

Baekhyun cerró fuertemente sus ojos, siendo consciente de que ya había empezado mal.

- ¿Minnie? ¿Quién dijo Minnie? Yo dije kumie, que me refiero a Kuma, que es de Kumamon. -explicó atropelladamente, pareciendo sospechoso.

- Ya...

- Solo ignórame, -suspira- sigue por el pasillo, encontrarás una puerta, del otro lado esta Kumamon listo para ir, no es necesario que digas algo solo toca. -

Sin preguntar nada más, siguió la indicación que le dijeron. Se paró frente a la puerta y tocó con sus nudillos, a la espera que esta se abriera y su oso favorito apareciera.

Pasaban unos minutos y la puerta se mantenía cerrada, se escuchaban unos ruidos del otro. Juntó sus cejas extrañado y volvió a tocar con un poco más de fuerza, esperar nunca fue su punto fuerte.

Baekhyun abrió de más sus ojos asustado al ver a su jefe, nervioso se retiró ágilmente sin que el mayor le viera y fue al pasillo para comprobar que ya se habían ido.

- ¿Por qué siguen aquí? -pregunto en un susurro bajo, nervioso.

- No abre. -señaló apuntando la puerta.

- No hay tiempo para eso. -gruño bajo, tomando la manilla de la puerta y abriendo.

Jimin que se encontraba saltando del otro lado, sonrió al rozar con sus dedos la cabeza que se encontraba arriba de un alto mueble que no alcanzaba.

La cabeza de oso cayó justo en su cabeza para cuando la puerta se abrió sobresaltándolo.

- Hora de irnos. -aviso Baekhyun tomando la mano del menor para comenzar a arrastrarlo a fuera, hasta donde estaba Yoongi.

El rubio sonrió divertido al ver como el oso tenía su cabeza al revés. El pelinegro le tendió la mano de Kumamon y apuntó la puerta trasera.

Se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia ella guiando al de menor estatura. A través del disfraz podía sentir cuán pequeña era la mano que sostenía entre la suya, aquello le produjo cierta ternura.

Cuando salieron la puerta detrás de ellos fue rápidamente cerrada. Salió rodeando el local y comenzó a caminar

- Hyung... Espéreme que no veo... -susurro apenas Jimin, ya asustado de estar caminando a ciegas al tener su cabeza al revés.

- Oh lo siento, lo olvide por un momento. -aquella voz definitivamente no era la voz del amigo de su hermano.

Su cuerpo se tensó cuando sintió que tomaban su cabeza, asustado la agarró con sus dos manos a los lados, impidiendo que se la quitaran.

- No te preocupes, solo la girare. -prometió Yoongi, sonriendo a pesar de que sabía que no le veía ya sea por la mascarilla o por la cabeza al revés.

- ¿Yoongi Hyung? -pregunto en un susurro, aquello era imposible.

- Oh, así que me reconoces. -sonríe aún más grande.

El menor se quedó pasmado, sorprendido. Ya podía sentir sus mejillas rojas, y entonces lo vio. A pesar de que su vista se reducía por la cabeza de oso, claramente podía distinguir a Min Yoongi parado frente a él a pesar de la mascarilla.

El rubio le guiño un ojo y volvió a tomarlo de la mano.

- Vamos. -volvió a jalarlo con él.

Jimin se dejaba más que encantado, en su cabecita solo estaba en que su Yoongi Hyung le estaba tomando de la mano, nada más.

- Dijiste "Hyung" hace un momento, ¿significa que eres menor que yo? -pregunto curioso, volteando a verlo justo cuando el oso asentía con la cabeza.

Su Kumamon es menor que él.

El camino hacia el mismo lugar que la vez pasada fue silencioso, un silencio agradable donde no se soltaban las manos.

Cuando llegaron, apartaron rápidamente a Yoongi de Jimin recibiendo un regaño por parte de su mánager.

- Me alegra que hayas aceptado. -dijo el hombre de la vez pasada que daba órdenes- Ni Yoongi ni yo queríamos que fuera otra persona que no fueras tú. -reveló palmeándole ligeramente el hombro y retirándose.

¿De que habla? Se preguntó extrañado, inclinando ligeramente la cabeza.

Hasta ahora se había dejado arrastrar solo por que... Su amor platónico le había tomado de la mano, era obvio que iba a acceder a cualquier cosa que él le pidiera. Ahora no sabía qué hacer, observaba a su alrededor y las personas iban de aquí para allá, todas desconocidas, rodeándolo.

Mordiendo su labio inferior, comenzó a retroceder lentamente. Sintiéndose de pronto atemorizado de tener tantas personas a su alrededor.

- Hey, ven aquí. -llamó Yoongi alzando su mano, siendo regañado por la chica que lo maquillaba.

El castaño claro observó a su alrededor, habían muchas personas, obviamente no lo llamaba a él.

- Kumamon, ven aquí. -volvió a llamarle al ver que el menor no se acercaba.

Sonrojado Jimin se acercó con cautela, esquivando a las otras personas. Cuando la maquilladora término con el rubio fue que se acercó completamente para ser sorprendido con un abrazo.

- Realmente quería abrazarte. -susurro Yoongi aguantando las ganas de restregar su rostro en aquella suave y felpuda pancita.

Si lo hacía, su maquillaje se iba a correr y lo iban a matar por retrasar más la grabación.

- Vamos, tenemos que salir a la cancha que está atrás. -aviso volviendo a tomarlo de la mano. Innecesario pero quería hacerlo, sentía que si no lo hacía el tierno oso podría desaparecer en cualquier momento.

Otra vez, el menor creía seriamente que su corazón podría escapar por su garganta o podría atravesar su pecho de lo rápido y fuerte que latía. Podía sentir el calor de aquella mano cubriendo la suya, era grande y varonil, tal y como se la había imaginado miles de veces.

Suspiro gustoso, acercándose un poco más al mayor cuando llegaron a su destino y las personas comenzaron a rodearlo.

Quería irse, realmente quería hacerlo pero... Era más importante que Yoongi Hyung siguiera sosteniendo su mano.

Además... Si lo piensa bien... ¿Cuándo tendría otra oportunidad para que le sostuviera su mano o de estar tan cerca?

Tal vez cuando dejara de hacerlo... Podría irse... Tal vez...

Solo que el mayor no soltó en ningún momento su mano, ni cuando explicaban, ni cuando comenzaron la grabación. Su rostro no podría estar más rojos por las sonrisas que le daba el mayor, aquellas gummi smile como le gustaba decirle.

Para los presentes trabajadores y público invitado, era realmente adorable ver como Kumamon seguía a todos lados a Yoongi como un pollito a su mamá y como nunca soltaron sus manos.

No supo ni como paso el programa, solo que cuando salió de su pequeña ensoñación, que fue justo en el momento en el que el mayor soltaba su mano, el programa ya había terminado.

- Espérame aquí, te llevaré de vuelta. -prometió mientras se retiraba a una costosa furgoneta negra. Sonriéndole abiertamente una última vez.

Jimin frunció tiernamente sus labios cuando cerca de su cabeza sintió el aleteo parecido al de una... Mariposa.