Jimin rió ocultando su linda sonrisa tras sus pequeñas manos, haciendo un gran esfuerzo por no ahogarse con el trozo de pastel que había ingerido segundos antes de que al mayor se le ocurriera soltar un chiste.

La singular risa de Jin se vio interrumpida por él mismo al tomar una pequeña pausa para respirar.

—Ay Hyung... No diga chistes mientras como —pidió por fin pasando el dulce sabor.

—Espera, tengo otro —interrumpió mirando expectante al menor—. ¿Cómo se dice papel higiénico en japonés?

Jimin mordió su labio inferior, indeciso a contestar.

—No lo sé —susurró.

—Yoshikito kakita —el mayor estalló en risas junto al menor, ambos en su propio mundo.

—¡Hyung! —chillo el castaño claro sin poder dejar de reír, las risas de Jin solo lo incitaban a reír más, su pancita dolía de tanta risa.

—¡Tengo otro! —grito entre medio de una pausa para respirar.

—No Hyung... Por fis...

—¿Sabes como pide permiso súperman? —preguntó ignorándolo.

—... Ño.

—Con súpermiso, ¿entiendes? —volvió a reír junto al menor.

—Jin Hyung... Debemos dejar de reír... No puedo ver si rio —chillo intentando tomar una gran bocanada de aire para tranquilizarse.

Tristemente, su confesión sólo provocó que el mayor volviera a estallar en carcajadas e inevitablemente él también.

—Ah~... Eres tan tierno pequeño —expresó limpiando las lágrimas que se le habían escapado de tanto reír.

Jimin agradecía al mayor, cuando habían llegado al local se dio cuenta de las miradas disimuladas que se posaba sobre ellos, poniéndolo algo nervioso. Todo lo había olvidado en cuanto Jin comenzó a contar sus chistes, distrayendolo. Y... Se sentía bien.

—Tengo otro chiste... —empezó Jin sonriendo.

—Joder no —interrumpió una voz.

—Yoongi hyung —sonrió el menor hasta que sus ojitos formaron dos hermosas medialunas.

—Perdón bebé, si hubiera sabido que Jin estaba aburriéndote con sus chistes entonces me habria apurado —se excusó sentándose al lado del menor.

Internamente, estaba sorprendido y feliz por su pareja de verlo tan cómodamente y sin preocupación alguna.

—Nop, los chistes de Jinnie hyung son muuy divertidos —aseguró sonriente.

—Já —se mofó el nombrado—. Que tú no tengas sentido del humor no significa que Jiminnie tampoco tenga. ¿Y mi Nam? —preguntó observando a su alrededor.

—Estacionando el auto —respondió sin siquiera mirarle, toda su atención estaba en el castaño de lindos ojitos frente a él—. ¿Cómo estás Mochi?

Jimin dejó de comer de su pastel y observó a su novio, le sonrió suavemente y relamió sus labios.

—Estoy bien Hyung. ¿Cómo te fue a ti? ¿Su trabajo fue muy duro?

—Todo bien, nadie dio ningún problema —sonrió dejando embobado al menor.

Jin observaba todo recargando su rostro en una mano, la escena frente a él era tan dulce que no pudo evitar sacar su celular y tomar una foto, obviamente sin subirla a sus redes, a pesar de la tentación.

—¿De qué me perdí? —pregunto Namjoon sentándose al lado de Jin.

—No mucho realmente —beso su mejilla.

—¿Y por qué están aquí? —Yoongi interrogó observando a la pareja frente a él.

—Jiminnie estaba aburrido y yo igual —respondió Jin.

—Hyung —llamó el menor jalando de la chaqueta del pelinegro—. ¿Quiere? —alzó su tenedor con un trozo de pastel.

Min abrió su boca y espero. Tímido, el menor alimento a su pareja, el sonrojo de sus mejillas se fue corriendo hasta sus orejitas.

La pareja frente a ellos ya veía en cualquier momento explotar al menor y convertirse en una masita en el suelo, era tierno.

—Gracias, bebé.

"Puff" Ese sonido invadió la cabeza de los tres presentes mientras veían al castaño claro taparse su rojo rostro con sus pequeñas manos mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Yoongi.

—Echaba de menos a mí tomatito —exclamó Yoongi.

—Hyung... Ya deténgase, me voy a derretir si sigue en plan de avergonzarme —refunfuño aún ocultándose.

—Esta bien pequeño, sigue comiendo tranquilo.

Dubitativo, el menor salió de su escondite y observó a los tres adultos por entre medio de sus deditos.

—No me miren —pidió ante lo atentos que estaban a cada una de sus acciones.

—Lo siento, eres tan tierno que simplemente no podemos dejar de verte —se excusó Namjoon, regalándole un hoyuelo.

—Ya sabes Minnie, eres como esos vídeos de pequeños gatitos jugando con estambre o haciendo sus pequeñas travesuras —comparó Jin mientras tomaba de su café.

El castaño claro bajo sus manos y arrugó su nariz ante aquella comparación.

—Me gustan los gatos pero yo no me podría considerar como uno de ellos, ellos son muy tiernos —fundamento volviendo a comer de su pastel.

—Yo no lo creo, eres tan tierno como uno o incluso más —aseguró Yoongi.

—Pero ellos son más tiernos y pequeños, dígale Jin hyung —pidió observándolo en busca de apoyo.

Jin lo pensó seriamente y luego asintió con su cabeza.

—Tienes razón, más que un gatito yo diría que eres tan tierno como un hámster —dijo totalmente serio.

—¿Qué? —pregunto divertido la pareja de este.

—Solo piénsenlo, las mejillas de Jiminnie son igual de grandes y tiernas —señaló.

Jimin, quien tenía sus mejillas llenas de pastel negó con su cabeza.

Entonces los tres mayores estuvieron de acuerdo en eso.

—Iré por un café con leche, tengo mis manos heladas —dijo Namjoon levantándose—. ¿Alguien quiere algo?

—Yo quiero un café simple—pidió Yoongi.

—Y yo quiero otro trozo de pastel, te acompaño —Jin dijo levantándose.

Ambos solos, Yoongi volvió a observar a su pareja concentrado en comerse su pastel.

—Mochi, tienes chocolate cerca de tus labios.

—¿En serio? —pregunto sorprendido—. Que vergonzoso —se quejó tapando su rostro con una de sus manos mientras buscaba una servilleta.

—Deja yo te ayudo.

Jimin solo alcanzó a murmurar un "Hum" mientras le observaba cuando el mayor se inclinó más cerca y beso sus labios, lamiendo el superior suavemente, tomándose incluso su tiempo.

—Lo siento, era mentira —pronunció volviendo a sentarse en su puesto con una gran sonrisa que realmente se podía comparar con la del gato de Alicia en el país de las maravillas al lograr su cometido.

Jimin boqueo e hizo el intento de balbucear algo porque realmente de su garganta no salió nada, finalmente tocó sus labios y luego comenzó a golpear suavemente el brazo de su pareja, consiguiendo una alegre carcajada por parte de este.

—Tonto Hyung... No puede hacerme eso... Bobo Hyung... Malo... —le regañaba.

Yoongi detuvo las manos del menor y luego atrapó el rostro de su pareja con ambas manos.

—Ves que eres una cosita tierna —rio bajo, acercándose. Jimin cerró sus ojos anticipando un beso que no llegó, al abrirlos, Yoongi le observaba con una ceja arqueada—. ¿Querías algo, pequeño?

Abochornado y traicionado, el menor salió del agarre antes de que el pelinegro volvió a besarlo.

—Hyung malo —regaño inflando una de sus mejillas.

—Oh vamos pequeño, no te enojes —rió Yoongi solo aumentando el enojo del menor.

Irritado por ser engañado y no haber recibido su beso, el menor decidió castigar a su pareja.

—Ams... ¿Jimin? —pregunto Yoongi confundido mientras veía al menor pasar por debajo de la mesa hacia el otro lado, sentándose al lado de la pared otra vez.

Sin verlo, Jimin tomó su pastel y siguió disfrutando en silencio, ignorando la presencia de Yoongi.

—¿Te enojaste? —pregunto un poco sorprendido el contrario, hasta ahora el menor nunca se había enojado con él.

Hizo el intento de levantarse para sentarse al otro lado, pero enseguida Jimin se comenzó a deslizar hacia abajo.

—Esta bien, me quedo donde estoy —aseguró volviendo a sentarse.

Jimin volvió a su posición y siguió comiendo de su pastel en silencio, por dentro reía al ver el ceño fruncido del mayor.

—¿No me vas a hablar? —pregunto Yoongi moviendo sus dedos sobre la mesa, sintiéndose algo extraño de que el menor le estuviera ignorando.

—Okey... ¿Qué pasó aquí? —indago Namjoon dejando un café frente a Yoongi.

Jin no dudó en sentarse al lado del menor.

—Creo... Que se enojo conmigo —respondió confundido Yoongi, frunciendo el ceño. Se corrió para sentarse al frente de su pequeño, dejándole el espacio a Namjoon.

Jin observó a Jimin de reojo y sonrió, era obvio que Jimin no se podía enojar con Yoongi por lo que estaba fingiendo, pero demonios si no era divertido para él apreciar a Yoongi así de extrañado y preocupado.

Seguramente él no conocía esta parte del menor de fingir enojarse para castigarlo por algo que hizo.

Oh... Él iba a disfrutar de esto.

—Uuh... ¿Lo hiciste enojar? —pregunto Jin sorprendido e incluso preocupado, en momentos así amaba ser un actor.

—Yo... ¿Creo? —la mirada que le dio Jin solo le preocupó más, ya que ¿desde cuando Jin le mira con compasión y preocupación?

Jin chasqueo su lengua y negó con su cabeza, por lo bajo, Jimin le apretó el muslo al ver que estaba exagerando demasiado al seguirle el juego.

—Oh... Los chicos también están aquí —Jimin observó a su hermano arrastrar a su pareja y supo que esto se le iba a salir de control.

Antes de poder hablarle a Yoongi y decirle que solo jugaba para enseñarle una lección, Jin ya había llamado a su hermano y le explicaba la situación. Sabía que esos dos se iban a divertir con esto.

—¿Hiciste enojar a ChimChim? —exclamó sorprendido Taehyung, haciéndose un espacio al lado de Jin, quedando les tres apretaditos y juntitos.

—Uh... Ya habías tardado Yoongi —rió el pelirrojo quedándose de pie frente a ellos.

—Yo... Solo... —sorprendido, así estaba Yoongi. ¿Realmente había hecho enojar a su pequeña pareja?

Mientras los otros seguían hablando y molestándolo, sintió un pequeño golpe en su pierna. Enseguida observó a su pareja y como le daba una pequeña sonrisa.

Aquello le alivio y confundió, si su pequeña pareja estaba enojado ¿por qué le había sonreído?

—La cagaste Yoongi —dijo con un suspiro Taehyung.

—Para que Jimin te perdone tomará tiempo por lo que nos lo llevaremos a mi departamento —exclamó Jin empujando al hermano del menor para que se levantara.

—Podrías regalarle algo para calmarlo... Un teléfono nuevo por ejemplo —Taehyung se encogió de hombros de forma desinteresada.

—O un nuevo abrigo —le siguió Jin jalando a Jimin para que se levantara.

Yoongi entendió, esos dos se estaban riendo de él.

Siguiéndoles el juego, empujó a Namjoon para que se levantara. En silencio tomó las pequeñas manos de su pareja.

—¿Te haría feliz que te compre un teléfono nuevo y un abrigo? —preguntó buscando los ojitos que le evitaban—. ¿El último modelo que salió y el abrigo más caro? ¿Cuál de los dos quieren? —pregunto ahora observando a los dos manipuladores.

—Upsi —pronunciaron ambos al verse descubiertos, enseguida se ocultaron tras sus parejas que sonreían divertidos.

Jimin no pudo más, soltó una pequeña risa y le observó al mismo tiempo que era jalado y unos brazos le rodeaban.

—Idiotas —le gruño—. Mi pequeño no es esa clase de individuo.

—Lo siento Hyung, yo solo quería fingir estar enojado un poquito pero te lo tomaste en serio y entonces ellos dos se aprovecharon —se excusó ocultando su cabeza en el pecho del rubio.

—Bueno... Yo... Kookie cariño, no teníamos que ir a una cita —se excusó Taehyung rehuyendo de la mirada de su cuñado.

—Mm... —murmuró divertido—. Creo que me debías un beso —chantajeo bajando su mascarilla.

Sin pensarlo Taehyung le beso y le comenzó a jalar fuera de la tienda.

Para salvar a Jin, Jimin alzó su cabeza y dejó un pequeño beso en la mandíbula de su pareja.

—Vamos a casa.

—Solo por esta vez te dejare ir —le gruño Yoongi a Jin, que seguía oculta tras su pareja abrazándolo y usándolo como barrera.

Tomados de las manos salieron del local.

—¿En serio estabas enojado? —pregunto el pelinegro deteniéndose.

—¿La verdad? —el contrario asintió con su cabeza—. Al principio sí, y decidí castigarlo y divertirme un poquito porque fue malo conmigo, pero te lo tomaste muy en serio Yoongi hyung y Jin hyung se aprovechó de eso y luego TaeTae le apoyo.

—Por un momento realmente me asuste al pensar que estabas enojado conmigo, me sentí extraño contigo ignorándome —confesó recordando subir su cubrebocas, aunque realmente ya no tenía importancia.

—Entonces no me vuelva a molestar —respondió encogiéndose de hombros.

—Eres una pequeña cosita vengativa en tu interior ¿no? —pregunto Yoongi divertido.

—¿Tal vez? —rió.

—¿Cuándo crees que van a salir esos dos? —pregunto riendo, observando el interior de la tienda—. Recordé que Namjoon me fue a buscar por lo que no tengo mi auto conmigo ahora.

Jimin rió y abrazó por la cintura a su pareja.

—Solo caminemos a casa Hyung, no estamos tan lejos tampoco, no sea perezoso.

—Las cosas que hago por ti pequeño —murmuro antes de comenzar a caminar, ambos en su propio mundo sin siquiera importarles las personas que los habían visto, sacado fotos y hasta grabado.