—Sé que me dijiste que ya no ibas a ocultarme, pero no es necesario que todas nuestras citas sean afuera, también me gusta ver una película en casa —comentó sin poder detener la sonrisa en su rostro.

—Hay una razón por la cual no he ido a tu departamento o hemos ido al mío —respondió tomándole de la mano, sin importarle las miradas curiosas a su alrededor.

—¿Cuál? —observo con curiosidad la lenta sonrisa surcando en aquel hermoso rostro.

—Que no creo que pueda contenerme con nosotros dos solos en una habitación.

Una risa invadió todo el cuerpo de Namjoon, atrayendo la atención aún más de las personas a su alrededor.

—Bueno, ahora entiendo porque te decidiste por una caminata —Jin se encoge de hombros.

—Te dije que iba a ser honesto esta vez, pero cambiando de tema, Jiminnie me dijo que está saliendo con el ogro ¿Es verdad?

—Sí, ese pequeño en verdad le hace bien —sonríe de lado, mostrando uno de esos hoyuelos que le encantaban al pelinegro—. Deberías de verlo cuando habla con él, se convierte de un ogro a un oso de felpa apretable.

Ambos rieron ante la comparación bastante acertada.

—¿Pero estará bien? Después de todo las compañías te exigen no tener parejas y yo no quiero que ahora que ilusionó a mi pequeño lo lastime, suficiente tiene Minnie ya —expresó algo preocupado.

—No te preocupes, Yoongi no va a dejar a Jimin ahora que lo tiene entre sus brazos, hoy tenía una reunión por eso mismo —explicó con un suspiro—. Le dije que le iba a apoyar en cualquier decisión que tomara, pero sería triste que el jefe no le quité esa cláusula a su contrato, Yoongi en verdad es bueno en lo que hace.

—Algo me dice que ese ogro logrará salirse con la suya, siempre lo logra —aseguró arrugando su nariz.

—Ya, nada más de Yoongi, vamos por nuestra cita —con una sonrisa dulce, Jin se acercó para darle un beso corto.

Algo sonrojado se alejo—. No pude aguantar más, tu hermoso hoyuelo me estaba llamando —explicó soltando su mano para comenzar a caminar más rápido, demostrando una encantadora timidez.

Un sonriente Namjoon le persiguió hasta volver a tomar su mano para seguir con su cita.

—Hola Yoongi, ¿Ya estás mejor?

—Sí, gracias por preguntar Jihoo —el secretario sonrió y se inclinó hacia adelante interesado en lo que veía—. Y te pediré algo —pronunció el rubio con un tono frío—. No vuelvas a usar a Nam para tratar de tener una cita conmigo o Kook. Ahora, ¿Está el jefe? Teníamos una reunión programada.

—Su oficina —señalo algo avergonzado de que su plan haya fallado.

Sin mirarlo más, Yoongi siguió de largo y golpeó la puerta, esperando permiso antes de entrar.

El hombre mayor alzó una ceja y apuntó la silla frente a él cuando el rubio cerro la puerta y se interno más en la habitación.

—Te mande a llamar.

—Lo sé, de todos modos quería hablar con usted —señalo tomando asiento.

El hombre se inclinó hacia atrás y cruzó sus brazos sobre su pecho, interesado permitió que Yoongi hablara primero con un asentimiento.

—Estoy enamorado y estoy saliendo con él. Sí, un él y no un ella. Por eso vine hoy, a decírselo personalmente y que su hija otra vez me está acosando —añadió.

—Tu contrato estipula nada de relaciones —señalo ignorando lo demás por ahora.

—Y estaba bien, hasta que él llegó a mi vida. Si tengo que dejar esta empresa para estar con él, lo haré —aseguró.

—¿Estás seguro?

—Sí.

—¿Dejarías tu carrera por él? ¿Un chico?

—Sí, por Jimin, no cualquier chico. Ya habrá otras oportunidades para trabajar, pero no para encontrar a otra persona especial como él —la determinación estaba presente en sus ojos fuertemente, realmente iba a salirse de su empresa si no le permitían estar con Jimin, su pequeño Mochi era más importante.

El hombre mayor suspiró y se recargó en el respaldo de su silla.

—Bueno, al menos fuiste honesto. Si hubieras negado todo estaría enojado ya que tengo pruebas concretas esta vez.

—¿Pruebas? —pregunto extrañado.

—Sí, pruebas —de un cajón de su escritorio saco varias fotos, dejándolas sobre el escritorio—. Después del escándalo del oso te han estado persiguiendo y te han tomado varias fotos.

Había fotos del set con el oso kumamon y él. Él en la cafetería en la que trabaja el hermano de su pequeño. Él cargando a Jimin, recordaba esa, era cuando su pequeño se lastimó el pie y le hicieron usar es bota. La que más le gustaba era en la que abrazaba a su pequeño y Jimin tenía enterrada su carita en su pecho, ocultándose.

Se llevaría esa.

Sonriendo suave la tomó y observó a su jefe quien tenía una ceja arqueada. Yoongi se encogió de hombros y guardo la foto dentro de su chaqueta.

Afortunadamente, el rostro de Jimin no se veía muy bien en algunas de las fotos y en las otras él se interponía o Jimin estaba de espalda.

—He negociado con estas personas para que filtraran de apoco la información de ustedes.

—No entiendo ¿Me dejara salir con Jimin sin ningún problema? —pregunto incrédulo.

—No tan así, pero la determinación en tus ojos me dice que no lo dejaras sin importar si pierdes tu trabajo. Eres bueno en lo que haces Yoongi, y ya tienes contratos que si cancelas dejaras mal a mi empresa.

—Bien... Resultó más fácil de lo que esperaba —murmura incómodo.

—Yo no lo creo, ahora viene la parte de tus fans y como lo aceptaran. También, esta especie de tregua que hice, acabara en cuanto tu imagen cambie para mal. No mal entiendas mis intensiones Min, me preocupa la imagen de mi empresa y no creas que no pediré algo de dinero por esto.

—Eso tiene más sentido —sincero visiblemente más cómodo—. Ahora, si me disculpa, tengo una cita con mi chico —anuncio levantándose.

—Respecto a mi hija, ya hablare con ella.

Sin más, Min Yoongi se retiró de la oficina y del edificio con un destino en especifico, ir con su pequeño Mochi.

Sonrió ante el pensamiento de su pequeño novio con su linda sonrisa, lo más seguro era que le recibiría con un abrazo. Ah, ya quería llegar y contarle lo que había sucedido en su reunión con su jefe, no le había querido comentar nada aún para no preocuparle.

Estacionó su auto fuera la casa de su pequeño y salió luego de acomodarse su cubrebocas. Al tocar la puerta, una mujer que no reconocía apareció frente a él.

—¿Hola? —saludo frunciendo ligeramente el ceño al ver que la mujer le observaba de arriba a abajo sin ningún disimulo, luego asintió con su cabeza y sonrió en grande.

Solo con eso, su mente se iluminó reconociéndola.

—¿Así que ya le pediste ser tu novio?

—Hani, no acoses al chico, suficiente tiene con Tae, Jiminnie y yo —pronunció la madre de su pequeño, apareciendo también en la puerta con un bebé entre sus brazos—. Lo siento chico lindo, es la más emocionada con la noticia después de mi pequeño.

—Solo quería comprobar que no me estuvieras mintiendo —se excusó tomando devuelta a su bebé.

—Ajá, mejor ve a darle de comer a la pequeña —ordenó empujándola levemente. Luego volvió a prestarle atención al rubio—. Ahora, dime que le hiciste a mi pequeño.

—¿Qué? —pregunto confundido.

—Desde ayer en la tarde que está encerrado en su habitación, baja a comer y todo pero se le nota algo decaído. Taehyung intentó hablar con él pero Minnie dijo que estaba bien.

Preocupado, así se encontraba Yoongi ahora luego de escuchar aquello.

—Juro que no lo sé, pero no tardare en averiguarlo —prometió.

La madre de Jimin asintió con su cabeza y se hizo a un lado para que Yoongi entrara. Sin esperar más, se saco rápidamente sus zapatillas y subió las escaleras corriendo, deteniéndose frente a la puerta de su pequeño golpeó.

—¿Mochi? ¿Pequeño me dejas entrar? —pregunto mordiendo su labio inferior.

Lentamente se escucharon suaves pasos, luego la puerta fue abierta levemente.

Cuando entró, observó como el menor caminaba devuelta a su cama envuelto en una manta, se tiro en ella y se hizo una pequeña bolita.

Extrañado y preocupado, se acercó rápidamente después de cerrar la puerta, se sentó a su lado y comenzó a acariciar la espalda del menor.

—¿Me dirás que sucede? —pregunto en voz baja, temiendo hasta alzar su voz y sobresaltar al menor.

Lentamente Jimin mostró su rostro y negó con su cabeza.

—Recuerdas lo que prometiste —prenuncio alzando su mano para acariciar la suave mejilla—. Ambos prometimos hablar si había algo que nos molestaba y obviamente algo te molesta a ti, Mochi —tocó su nariz, logrando que el castaño claro sonriera un poco.

Jimin mordió el interior de su mejilla y luego suspiró calmadamente, sabiendo que su Hyung tenía razón.

—Ahora somos pareja, las parejas hablan de sus problemas y luego los resuelven juntos —insistió el mayor, convenciendo a Jimin.

—Esta bien... —murmuro y se levantó de su cama, podía sentir los ojos de Yoongi sobre su cuerpo mientras caminaba a su escritorio, donde volvía a encender su computador.

Cerró sus ojos con temor mientras ignoraba aquella voz desagradable dentro de su cabeza, inspiró profundamente y se levantó.

—Ahí —señalo volviendo a transformarse una bolita en su cama, observando como el mayor se levantaba y ocupaba su lugar.

Yoongi sin entender observó la pantalla del computador, luego apareció su nombre y el de su jefe y mencionaron su empresa.

Prácticamente era una página sobre él, hablando sobre su reunión y el posible despido y fin de su carrera por ser descubierto al estar saliendo con alguien.

Bajo un poco y encontró una foto de ellos dos saliendo de su departamento.

Hablaban sobre el posible rompimiento de la reciente pareja, o sea ellos dos.

Y en los comentarios, había unos realmente desagradables molestando a su pequeño y culpándolo sobre su falso despido, pero, así como malos, había buenos diciendo la bonita pareja que eran, muchos a decir verdad, sin siquiera importarle que sean dos hombres.

Ahora entendía por qué su pequeño estaba mal, y se estaba sintiendo un estúpido por no haberle dicho a su pequeño sobre la reunión de hoy, ese había sido su error.

—Mochi ¿Piensas que todo esto es verdad? —pregunto girando la silla para verlo.

Jimin se sentó sobre sus piernas, lo observó en silencio y luego asintió con su cabeza.

—Oh pequeño, ven aquí —llamó palmeado sus piernas.

Las mejillas del menor se tiñeron suavemente mientras iba y se sentaba en el regazo de Yoongi.

El rubio lo abrazo y dejó que el menor acomodara su cabeza en su cuello, acarició su espalda con suavidad.

—Lo de la reunión es mi culpa, debí de haberte dicho que hoy tenía una con mi jefe pero todo lo demás en esa página es una mierda y mentira... Bueno, excepto la parte en la que dice que somos linda pareja.

Jimin salió de su escondite confundido, él en ninguna parte había leído eso.

—Solo hay malos comentarios —murmuro.

Yoongi juntó sus cejas y volvió a abrir la página, mostrándole a su pequeño los buenos comentarios que se seguían sumando.

Interesado, Jimin los comenzó a leer. Cuando descubrió esa página solo había comentarios malos, ahora también había buenos y eso le calmaba un poco.

—Yo no te voy a dejar Jimin, aclare eso con mi jefe y llegamos a una solución donde nos deja a ambos satisfecho, así que no te preocupes por eso —pronunció acariciando su cabeza—. Y lo otro, la mayoría de estas cosas alteran la verdad y siempre habrá comentarios buenos como malos, nene. Solo tienes que ignorarlos.

—Lo siento... Solo que... Realmente pensé que todos esos desagradables comentarios diciendo que soy malo para usted y que merecía algo mejor eran verdad...

Yoongi tomó el rostro de Jimin, apresando ambas mejillas y le observó con seriedad

—No creas nada de lo que hay ahí, solo debes confiar en lo que yo te diga... ¿O acaso crees que el amor que siento por ti es falso?

—No hyung —respondió rápidamente, hubiera negado con su cabeza pero seguía atrapada en aquellas manos.

—Sé que es difícil para ti ignorar esas cosas, pero también confío en que lo podrás superar y yo estaré ahí contigo —termino de decir dándole un pequeño beso en aquellos labios.

Sonriendo, Jimin se escondió otra vez en el cuello del mayor, sintiendo un peso menos.

Yoongi tenía razón, Jimin lo sabía. Tenía que dejar de pensar en esas cosas que le hacen mal, tiene que seguir adelante.

Tenía que avanzar, y sabía que ahora había alguien dispuesto a seguir a su lado sin importarle nada.

—Gracias hyung —susurro saliendo de su escondite con una gran sonrisa, con timidez, se acercó depositando un suave beso sobre los labios del contrario.

—No hay nada que no haría por ti, pequeño —susurro sobre los dulces labios, adorando el sonrojo del menor mientras se alejaba para esconderse en su cuello.

—¿Me acompaña a mi cita con el psicólogo? —pregunto contra su cuello, avergonzado de salir de su escondite.

—Claro amor —el menor alzó su cabeza sorprendido por el apodo, su pequeña boca formo una perfecta o mientras se sonrojaba hasta sus orejas—. Ay mira, te volviste un tomatito —se burló sonriente.

—Ya Hyung, ¿Como quiere que no lo haga si me dice así? —pregunto con un lindo puchero, resistiendo el impulso de volver a esconderse.

—Ahí está mi Mochi —comenzó a hacerle cosquillas, obteniendo como resultado grandes carcajadas contagiosas.

💖1/2💖