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Kuma 3


Yoongi suspiro observando su móvil, en su mente aún estaba aquel disfraz de oso con suaves espasmos, estaba seguro de que esa persona estaba llorando cuando se acercó.

- ¿Y ese suspiro? -pregunto Namjoon observándolo de reojo, volvió a concentrarse en el camino.

- Recuerdas que me perdí un momento.

- Claro que lo recuerdo, prácticamente saliste corriendo y luego de eso te pusiste hablar con alguien después de que me viste. -regaño pero no severo.

- Bueno, pues ese chico estaba llorando, no podía simplemente ignorarlo y alejarme. -se defendió.

- Lo has hecho con otras personas. -le recordó algo divertido, alzando una ceja.

Yoongi lo pensó unos segundos, Nam tenía razón, él había ignorado a otras personas pero solamente porque no sabía qué hacer en esos casos e incluso estaba seguro de que lo que hizo por ese chico no era exactamente lo que haría una persona normal en esos casos. Lo raro es que no pudo evitarlo... Tal vez fue por el hecho de que supo que era kumamon, ¿Cómo? Pues había reconocido el sonido de ese móvil.

- Ese chico era kumamon, kumamon es mi punto débil. -dijo finalmente seguro de sus palabras.

- Ajá, claro, ya, te creo. -el rubio frunció el ceño.

- Te digo la verdad.

-Y yo te dije que te creo. -respondió encogiéndose de hombros. Ambos sabían que era mentira-. Sabes que tu contrato estipula nada de relaciones, ¿cierto?

- ¡Por Dios Nam! Solo le di unas suaves palmadas en su espalda, nada más. Y solo fueron tres. -recordó enfurruñado.

Sus labios se estiraron y soltó una contagiosa carcajada donde sus marcados hoyuelos hicieron acto de presencia. Para Yoongi, aquella risa solo fue molestosa.

- Relájate, solo te tomaba el pelo.

- Jodete.

- Bien, ya entendí, no más. -bufó rodando sus ojos y estacionó la furgoneta.

- ¿No bajas? -pregunto tomando su mochila, acomodándola en su hombro cerró la puerta.

- Nop, tengo que ir por kook, su entrevista ya debe de estar por terminar y no quiero que pase lo de la última vez. -recordó juntando sus cejas, preocupado.

-Ey, no fue tu culpa que sea tan tonto como para intentar irse por su cuenta y tomar el autobús equivocado.

- Sigue siendo kook. -se encogió de hombros volviendo a poner en marcha la furgoneta.

Yoongi cruzó el vestíbulo con una ligera inclinación de cabeza, a modo de saludo, hacia el recepcionista. El tipo debía de estar cerca de los 50 años pero era alguien de confianza y nunca dejaba que nadie entrara a menos que le avisaran de antemano.

Apenas llegó a su piso se sacó sus zapatillas, su chaqueta y dejó su mochila en su sofá. Soltó un suspiro cansado y se lanzó en este mismo, aburrido revisó unos momentos sus cuentas y luego prendió la pantalla de plasma instalado frente a él, pegado a la pared negra.

Buscó por unos minutos algo que ver y luego recordó que ese mismo día iban a lanzar el programa que grabó hoy. Ansioso buscó el canal. Sonrió en grande al ver que aún faltaba para que lo dieran, según la programación.

Se levantó y preparó algo de comida. Cuando se volvió a sentar en el sofá el programa recién estaba comenzando. Río enternecido al ver a Kumamon aparecer de la nada. Rió como estúpido al ver su baile con él.

Sin poder evitarlo colocó su móvil para grabarse a sí mismo y a la vez a la pantalla del plasma, subiendo el vídeo enseguida a todas sus cuentas. No tardó en tener miles de reproducciones y hacerse viral en cuestión de segundos.

(***)

Jimin gruño tiernamente colocando su almohada sobre su cabeza cuando la luz impactó en su cara. Realmente no debió ser tan flojo ayer y no correr sus cortinas celestes pastel. Ahora como que se arrepentía. Sabiendo que no iba a poder volver a dormir, obligó a su cuerpo a estirarse mientras desenterraba su rostro del colchón y sacaba la almohada de su cabeza.

Apenas podía abrir sus ojos y estaba seguro de que era por las lágrimas que derramó ayer y gran parte de la noche. A veces... Realmente odiaba ser tan sensible, él ya sabía que su padre pensaba eso, como también que Tae era su favorito.

Restregó sus ojos aún sin poder abrirlos bien, casi a ciegas camino hasta su baño dándose una relajante ducha como hacía habitualmente. Luego se colocó algo de crema en su cuerpo y se sentó en su silla ya vestido.

Mientras lo prendía, sentía que algo faltaba. Extrañado comenzó a observar a su alrededor hasta que se dio cuenta de que su móvil estaba en el suelo y apagado por baja batería.

Suspirando lo conectó a su cargador, dejándolo sobre el escritorio.

- ¡Jiminnie! ¡Será mejor que bajes a desayunar! -gritó su madre, sabía que venía subiendo las escaleras por el resonar de sus zapatos con taco.

- Mama... No tengo hambre... -susurro abriendo la puerta.

Pero como era su madre, esta se hizo el camino a su habitación y comenzó a levantar la ropa que había dejado regada por el suelo mientras buscaba algo que ponerse.

- Mamá...

- Mamá nada... -callo cuando lo observo, preocupada soltó la ropa y apretó las mejillas de su hijo- ¿Qué pasó Jiminnie? ¿A quien debo golpear o cortarle las pelotas? ¿Es a tu hermano? ¿Un imbécil que te volvió a molestar por correo el muy cobarde?

Jimin río mientras negaba con su cabeza, sus mejillas aún atrapadas.

- ¿Fue Tae otra vez? -preguntó con voz seria.

- Ey, a mi no me metas mamá. -se quejó Taehyung justo antes de estornudar y entrar también a la habitación.

La mujer alzó una ceja y observó a su otro hijo.

- Sé que tienes algo que ver.

- Pues esta vez no Mami, me porte bien, soy todo un pan de Dios. -sonrió inocente, pestañeando varias veces.

- Se lo diablillo que puedes ser Park Taehyung.

- Mamá, Tae no tuvo nada que ver esta vez. En serio. -intervino Jimin, ya queriendo que salieran de su habitación.

- Pero algo o alguien te hizo llorar. -recrimina soltando por fin sus pronunciadas y suaves mejillas.

En eso, el móvil de Jimin se encendió y comenzó a sonar como loco, sobresaltando un poco los tres presentes.

- ¡Ajá, yo sabía! -se alejó para tomar el móvil del menor y revisarlo- El chico es guapo ¿Quién es?

- El amor platónico de Chim. -contestó el castaño oscuro. Jimin apretó sus labios y saltó hacia su madre para quitarle su móvil, volviendo a guardarlo.

- Déjenme, estoy bien. -susurro cabizbajo.

- Solo te lo dejaré pasar esta vez Jiminnie, pero si no me lo cuentas a mí, se lo tendrás que contar a tu psicólogo. -decreto saliendo de la habitación- ¡Baja a desayunar y da vuelta tu camiseta, está al revés!. -gritó mientras bajaba las escaleras.

Jimin suspiro viendo como la etiqueta estaba adelante y no se había dado cuenta. Taehyung se recargo en el marco de la puerta, aún abierta.

- Ayer no me quisiste abrir la puerta.

- Si, bueno... No estaba de ánimos hyung. -suspiro mientras se encerraba en su baño para dar vuelta su camiseta.

- Bae me contó que desapareciste por un buen rato, ¿Qué pasó?

- Dejémoslo así Tae, no quiero recordar nada. -se recargo en la puerta aún cerrada.

- Pero...

- Tae... -su tono suave, había súplica en ella y su hermano mayor no se pudo negar.

- Bien, gracias de todas formas por el favor. Cuando este mejor saldré a buscar tu álbum de fotos. -prometió saliendo de la habitación, cerrando la puerta.

Jimin volvió a suspirar, negándose a volver a llorar por algo así. Salió del baño y buscó su móvil para revisar las notificaciones. Sonrió al ver que Yoongi hyung había subido un video ayer en la tarde y él no se había dado cuenta hasta ahora.

Apurado se sentó en su silla y tecleo rápidamente. Colocó el video y lo pauso un momento para que este cargue y pudiera verlo todo de recorrido. Mordía las casi inexistente uñas de sus pequeñas manos ya que le gustaba mantenerlas cortas, también movía su pierna mientras esperaba a que cargará lo suficiente.

Cuando ya no aguanto más, agrandó la pantalla y apretó el vídeo. Era él, era él. Bueno... No técnicamente pero sí. Yoongi se había grabado observando el programa, se grabó justo en la parte que se había puesto a bailar con él.

"Realmente me encanta kumamon"

Pronunció unos minutos antes que el video terminara.

Min Yoongi le había dicho que le gustaba, no a él en persona pero igual contaba. Ahogó un grito y se lanzó a su cama, pataleando emocionado. Aun recordando aquella grave y dulce voz tan cerca, como se sintió que lo abrazara -a pesar de que aún estuviera con traje-.

- ¡PARK JIMIN! ¡SERÁ MEJOR QUE DEJES DE HACER TANTO JALEO Y BAJES AHORA MISMO POR TU DESAYUNO!

Y esa fue su señal para levantarse de un salto, intentar abrir la puerta de forma equivocada ya que se golpeó en su frente, gimió bajo, adolorido. Sobando su frente bajo las escaleras con una sonrisa encantadora.

- Vio algo de Min Yoongi. -aseguró su hermano mientras seguía comiendo de su cereal.

- ¿El chico bonito de su móvil?

- Ese mismo. -le contestó Taehyung a su madre.

- Ya~... -balbuceo sentándose frente al castaño oscuro, sonriéndole a su madre cuando esta le dejó unas tostadas y beso su frente.

- Claro, siempre Chim, todo Chim. Te dije si me hacías mi cereal con leche y me dijiste que no, pero Chim se sienta y le sirves sin preguntarle nada. -se quejó Taehyung solo para molestar a su madre, su pasatiempo favorito.

- Por favor, a ti no te gusta que te haga nada porque según tú, soy apretada.

- Eres apretada, con suerte me echas medio vaso de leche o menos y un puñado de cereal del porte de la pequeña mano de Chim. -señaló apuntándole con la cuchara. El menor alzo su cabeza con sus mejillas llenas de comida al escuchar su nombre.

- ¿Entonces de qué te quejas? Ya sé, -sonríe- estás celoso que a Jiminnie le doy un beso y a ti no. Venga para acá mi bebé. -se burló la mujer mientras rodeaba la mesa para besar sonoramente todo el rostro de su hijo mayor mientras este se quejaba.

- Ya mamá, seguro tengo pintalabios por todo el rostro.

- ¿Y que? Eso te pasa por burlarte, además Jiminnie no se queja de eso, ves. -ambos observaron al menor.

Jimin les observo mientras relamía la mantequilla de sus pronunciados labios, su frente tenía pintalabios rojo y estaba algo roja por el golpe.

-Chim... Tu frente está roja.

-Oh... -susurro pasando el dorso de su mano sobre su frente, esparciéndolo más. Frunció sus cejas e infló sus mejillas al ver ahora roja su mano.

-No sé cómo le hace para verse tierno mientras hace algo así... -dijo con un suspiro Tae.

-Es mi hijo, que esperas. -dijo con orgullo la mujer, pasándole una toallita húmeda a Jimin quien la recibió enseguida, limpiando suavemente su mano y luego su frente, intentando ver su frente al observar hacia arriba.

-Yo también soy tu hijo.

-Y yo soy tu madre.

-Y yo soy tu padre. -anuncio el hombre ingresando a la casa.

Jimin se tenso en seguida y dejó su desayuno a medio terminar para escapar a su habitación. La mujer apretó sus labios y salió de la sala al igual que el menor. Ambos ignorando al hombre.

-¿Y ahora qué? -pregunto confundido, juntando sus cejas.

-Pues... Mamá sigue enojada contigo, yo igual y no sé que pasa con Chim.

-¿Cómo? No lo había visto hasta ahora. -pronunció aún confundido- Y modula tu forma de hablar enfrente mío jovencito.

-Si claro, cuando dejes de hablar mierda de Jimin cuando no está.

-Iré a ver a Jiminnie.

-No creo que te quiera ver papá. -el hombre ignoró a su hijo y subió las escaleras, deteniéndose frente a la habitación de su hijo menor.

Tocó con sus nudillos, esperando que su hijo le abriera, pero este no hizo siquiera un sonido del otro lado. Suspirando intentó abrirla pero estaba con seguro. ¿Para que mierda vino entonces si Jimin no le iba a ver?, se preguntó tensando su mandíbula.

-Abre Jiminnie, quiero hablar contigo. -pidió volviendo a tocar.

Jimin lo ignoro colocando música en su móvil, conectó sus audífonos y se los puso. Ignorando las súplicas de su padre, sintiendo sus lágrimas cerca nuevamente.


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